Desmienten las tergiversaciones y negaciones de los logros de Vietnam en materia de democracia y derechos humanos en la actualidad

ASOC., DR. TUONG DUY KIEN
Director del Instituto de Derechos Humanos, Academia Política Nacional Ho Chi Minh
23:22, 04-18-2022

Revista Comunista - Después de más de 35 años de la implementación de la renovación, Vietnam ha alcanzado logros importantes en múltiples aspectos, entre ellos el impulso y la protección de los derechos humanos (DD.HH.). No obstante, no solo niegan de forma deliberada los logros alcanzados por Vietnam, las fuerzas hostiles, reaccionarias y oportunistas políticas dentro y fuera del país también tergiversan con alevosía la situación de los DD.HH. en la nación, tratando de destruir el socialismo so pretexto de “la democracia y los derechos humanos”.

Después de más de 35 años de la implementación de la renovación, Vietnam ha alcanzado logros importantes en múltiples aspectos, entre ellos el impulso y la protección de los derechos humanos (En la foto: El secretario general del Partido Comunista, NguyenPhuTrong, habla con residentes en la ciudad de Hung Yen, cabecera de la provincia homónima) _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Identificar las tergiversaciones y negaciones de los logros de Vietnam en materia de democracia y derechos humanos

Los autores de los argumentos que tergiversan y niegan los logros alcanzados por Vietnam en materia de democracia y DD.HH. incluyen fuerzas de extrema derecha, políticos extremistas en países occidentales, grupos de vietnamitas reaccionarios en el exterior, y ciudadanos en el país que reciben sobornos y han sido aprovechados porlas agrupaciones extranjeras de extrema derecha, quienes actúan contra la base ideológica y el sistema sociopolítico de Vietnam so pretexto de “la democracia” y “los derechos humanos”. Algunas organizaciones no gubernamentales internacionales, tales como Human RightsWatch (HRW, Observatorio de Derechos Humanos), Amnistía Internacional (AI), Reporteros Sin Fronteras (RSF) o FreedomHouse (FH) suelen calumniar y distorsionar la situación de los DD.HH. en Vietnam con la publicación de informes anuales sobre el tema. Se unen a esas fuerzas los partidarios de las tendencias ideológicas y lineamientos políticos en los países occidentales que van en contra del socialismo, así como los oportunistas ideológica y políticamente degradados en Vietnam. En la actualidad, la lucha ideológica entre el socialismo y el capitalismo tiene lugar en todo el mundo, y Vietnam no es una excepción. Se trata esencialmente de sujetos que simulan ser “neutrales”, pero resultan muy peligrosos toda vez que realizan operaciones dañinas “desde dentro” disfrazándose como “nuestros partidarios” para promover la “autoevolución” y “autotransformación”, es decir, el deterioro y la desviación de la base política e ideológica dentro de las filas partidistas.  

La retórica propagandista de las fuerzas hostiles se suele centrar en los siguientes campos: 

Primero, esas agrupaciones niegan los logros y prácticas de los valores teóricos, puntos de vista y lineamientos del Partido Comunista sobre la democracia y los DD.HH. y abusan de los tratados y proyectos de cooperación con otros países para deteriorar y desviar la orientación socialista de la economía de mercado en Vietnam. 

Segundo, incitan a la indignación por temas relacionados con las minorías étnicas y calumnia que el Partido Comunista y el Estado de Vietnam violan la democracia y los DD.HH. en los asuntos religiosos. Por ejemplo, mienten que Vietnam tiene una “doble política religiosa”, que solo garantiza “por escrito” los derechos religiosos pero de hecho no los protege ni garantiza, mediante el mecanismo de “solicitar-expedir permiso” para las organizaciones religiosas y la creación de las llamadas “religiones de propiedad estatal”. Paralelamente, critican los documentos, políticas y leyes sobre las religiones, y aprovechan los incidentes, así como las medidas aplicadas por el Estado a los delincuentes y casos complejos relacionados con las religiones para divulgar argumentos tergiversadores y calumnias. Las fuerzas reaccionarias manipulan que muchos documentos legales de Vietnam sobre los asuntos étnicos no son compatibles con las convenciones internacionales sobre los DD.HH., entre ellos el derecho a la libertad de creencias y religión. 

Tercero, mienten que el Estado vietnamita obstaculiza la libertad de expresión y de reunión. Critican al gobierno por “retrasar” la promulgación de la Ley de Manifestación para continuar tolerando la violencia, represión y detención de los “activistas de derechos humanos” con “ideas contrarias” al Partido y el Estado.Incluso incitan a una tendencia extremista que reclama un proceso para “desacralizar” los héroes revolucionarios y los valores de la historia nacional, con intención de negar los logros de la revolución y difamar a los líderes partidistas y estatales. Además, intentan resucitar la corriente literaria de los autores anticomunistas de antes de 1975 y crear una corriente de “poesía chatarra” para impedir el avance de ese género literario, en pos de impulsar las ideologías informales en sustitución de las formales, creando una premisa para la desviación hacia la ideología burguesa, no solo en términos de democracia y derechos humanos. 

Cuarto,argumentan de manera falsa que Vietnam aplica una política de doble rasero respecto a la detención de presos políticos: en declaraciones públicas se les acusa de “violación de la ley” pero de hecho son “presos de conciencia” o “presos políticos”; o que Vietnam usa formas de tortura, coerción o penas degradantes contra las personas detenidas temporalmente, además de discriminar a los presos políticos, impedirles las visitas de familiares, realizar arrestos y juicios arbitrarios, mantener la pena de muerte, reprimir y obstaculizar las actividades de sus abogados. 

Quinto, propagan información distorsionada para incitar indignación sobre los asuntos relacionados con la educación y formación, la cultura y las artes, la moral y el estilo de vida. No solo se aprovechan a fondo el pretexto de los asuntos religiosos y étnicos, los fondos y universidades derechistas y anticomunistas ofrecen de forma generosa becas para atraer la atención de los estudiantes al aprendizaje de la “democracia pluralista” y los “estudios de DD.HH.”, a la par de impulsar las actividades de las organizaciones y grupos religiosos con intención de “lavar el cerebro” de la juventud. En particular, lanzan de manera feroz noticias falsas de todo tipo, con la complicidad deliberada o inconsciente a través del internet de los medios de comunicación de masas basados en el mercado, con el fin de deteriorar la disciplina, el orden y la seguridad social, y promover la desideologización y la degradación de la moral y el estilo de vida. 

Sexto, intentan impulsar la “autoevolución” y la “autotransformación” hacia la ideología burguesa sobre los derechos humanos, a la par de intensificar las presiones “desde el exterior”, al exigir que el Estado vietnamita cumpla de inmediato los estándares sobre los derechos civiles y políticos (libertad de crear agrupaciones, de publicar productos de la prensa privada o realizar actividades religiosas sin la administración estatal) al igual que en los países desarrollados occidentales. Mezclan deliberadamente la democracia y los DD.HH. con los asuntos de cooperación para el desarrollo en materia de la democracia, la religión, el acceso a la información y las actividades legislativas, ejecutivas y judiciales, llegando a exigir especialmente que las labores de defensa y seguridad sean manejadas sin restricciones para impulsar al máximo el desarrollo de la llamada sociedad civil al estilo occidental. Tratan de sobornar con dinero y objetos preciosos para cambiar la ideología de algunos militantes, lo que condujo a la “autoevolución” y “autotransformación” de los mismos, con especial énfasis en los cargos estratégicos y de agencias clave para alterar los lineamientos del Partido Comunista, las leyes y políticas del Estado negando el papel de liderazgo del Partido y desviando el eje socialista en la garantía de la democracia y los DD.HH. y la renovación integral del país. 

Séptimo, incitan a individuos y organizaciones en Vietnam a realizar disturbios y actos violentos, para luego pedir la intervención extranjera y la internacionalización del problema con la intención de desacreditar al país. Por ejemplo, en los ciclos del Examen Periódico Universal en 2009, 2014 y 2019, algunas organizaciones no gubernamentales hostiles, integradas por vietnamitas y extranjeros que tienen estatus de observador en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) -entre ellas el Comité de Derechos Humanos para los vietnamitas (VCHR) o el Partido Radical Transnacional (TRP)- abusaron del foro del Consejo de DD.HH. de las Naciones Unidas para calumniar a Vietnam de violar los derechos humanos. Además, intensifican la premiación a elementos hostiles para convertirlos en “banderas” de la revuelta contra el Estado vietnamita, con las que incitan, movilizan, acumulan y desarrollan la oposición política favoreciendo la formación del “pluralismo y multipartidismo” en Vietnam. Un ejemplo de las tergiversaciones y negaciones de los logros alcanzados por el país en el ámbito son los informes de la administración estadounidense sobre la libertad religiosa, la trata de personas y los derechos humanos y documentos similares de algunas organizaciones internacionales, especialmente la HRW. El 13 de enero de 2021, esta última dio a conocer su “Informe Global 2021”, de 761 páginas, en el cual evaluó la práctica de los derechos humanos en un centenar de países. Criticó que en 2020 Vietnam continuó “las violaciones sistemáticas de los derechos civiles y políticos básicos”, al reprimir la libertad de expresión, de establecer asociación y religión, así como bloquear el acceso a numerosos sitios web y presionar a las empresas de telecomunicaciones a eliminar los contenidos críticos contra el Partido Comunista y el gobierno. De hecho, no es la primera vez que HRW publicó información errónea para criticar abiertamente a Vietnam y otros países soberanos.

Vietnam crítica y desenmascara los complots, artimañas y contrasentidos en los argumentos de las fuerzas hostiles y reaccionarias que tergiversan y niegan los logros del país en materia de democracia y derechos humanos

Primero, se examina, identifica y evalúa de manera profunda y exhaustiva las maniobras y tácticas de las fuerzas hostiles, y desenmascara la naturaleza de sus tergiversaciones, así como su trasfondo, objetivos, métodos, planes y herramientas(1).

En esencia, esos argumentos tergiversadores reflejan la lucha en el frente político-jurídico entre los valores ideológicos socialistas y capitalistas en materia de democracia y derechos humanos. Se trata de la característica dominante en este choque. 

Sobre la base ideológica: es la ideología burguesa, cuyo contenido básico consta de una concepción unilateral que a veces incluso absolutiza los derechos individuales, civiles y políticos hasta igualarlos con los DD.HH.; subestima los derechos colectivos y nacionales, y la soberanía del país; desconoce la igualdad de los titulares de los derechos y sus contenidos, especialmente los económicos, sociales y culturales, que ocupan una posición fundamental y constituyen un requisito para los países en vías de desarrollo como Vietnam. Desde el punto de vista político, se trata de una manifestación del imperialismo cultural, que considera que la ideología occidental sobre los derechos humanos es universal y debe ser obedecida por toda la humanidad, incluso por encima de la soberanía nacional.

Sobre el objetivo y los métodos de operación: Las fuerzas hostiles tergiversan y niegan los valores teóricos y prácticos en materia de democracia y DD.HH. para erosionar la base ideológica del socialismo en Vietnam. En concreto, divulgan argumentos distorsionados sobre la situación verdadera de la garantía de la democracia y los DD.HH. en todos los aspectos, desde la economía, los asuntos religiosos y étnicos, la información y prensa, hasta la educación y formación, cultura, artes y justicia, e incluso la cooperación internacional, con la intención de promover la desviación de la orientación socialista en la renovación integral del país. Al mismo tiempo, realiza la propaganda para exagerar los valores de la ideología burguesa sobre los derechos humanos incitando a la división y alteración en el pensamiento político socialista, en pos de nutrir la “autoevolución” y “autotransformación” de los funcionarios partidistas y estatales hacia la ideología burguesa, a la cual actualmente se refieren como “valores occidentales”. Además, inventan la “bandera” de democracia y DD.HH. con el reconocimiento y premiación a los opositores con el fin de pavimentar el establecimiento de organizaciones políticas opositoras dentro y fuera del país y la creación del “pluralismo y multipartidismo” en la práctica en Vietnam. 

Sobre sus planes: Las fuerzas hostiles consideran el frente político-ideológico como un área donde pueden obtener grandes avances en sus intrigas; los sobornos económicos como la “punta de lanza” de esos intentos; los asuntos religiosos y étnicos, la democracia y los DD.HH. como “detonadores”; y la diplomacia y las inversiones económicas como su sustento. 

Sobre las herramientas para materializar sus planes: Las fuerzas hostiles aprovechan los medios de comunicación -especialmente en internet-, emiten publicaciones en el extranjero y fabrican productos audiovisuales para diseminarlos en el país, además de financiar algunas entidades de prensa extranjeras opuestas a Vietnam para divulgar informaciones tergiversadas y sembrar la indignación en torno a temas políticos e ideológicos. Aprovechan algunos errores en el trabajo de gestión del Estado para propagar informaciones distorsionadas e incitar a denuncias y protestas ilegales. También organizan seminarios para “subvertir” los temas relacionados con la historia, una táctica silenciosa pero muy venenosa a largo plazo. Con tácticas de insinuación y “hacer gaslighting”, las fuerzas hostiles intentan provocar la inquietud, el escepticismo y la degradación ideológica y política entre los militantes y cuadros. Por ejemplo, la organización terrorista Viet Tan, el VCHR, la “Comunidad de vietnamitas refugiados en los Países Bajos” o la “Asociación de vietnamitas asilados en Alemania”, con la complicidad de algunas entidades de prensa extranjeras, difunden falsamente que los derechos humanos son asociados con la sociedad burguesa, mientras que en el socialismo son derechos colectivos asociados con el sistema político.

Segundo, se desenmascaran las limitaciones y contrasentidos en las tergiversaciones y negaciones de los logros de Vietnam en materia de democracia y derechos humanos. 

La realidad muestra que los argumentos tergiversadores divulgados en el país suelen repetir la retórica de algunas organizaciones internacionales y países occidentales. Esos discursos, tales como el “Informe Global 2021” de HRW, revelan grandes limitaciones ya que se basan en informaciones recopiladas “aquí y allá”, de forma esparcida y fragmentada, sin análisis profundos, por lo cual resultan unilaterales y tergiversados. La ridiculez y sinsentido de esos argumentos se derivan de la idiosincrasia política occidental, que superpone los derechos humanos a la soberanía y está regida por el financiamiento de individuos y organizaciones extranjeros contrarios a Vietnam, por lo que políticamente demuestran tener un color pragmático y egoísta, al mostrar en no pocas ocasiones su oposición abierta, descarada y ferozmente.Por lo tanto, provocan fácilmente reacciones negativas en la opinión vietnamita y mundial. 

Tercero, las alegaciones de organizaciones internacionales y varios países occidentales que tergiversan y niegan los logros de Vietnam en materia de democracia y derechos humanos, violan severamente los pactos y principios universales sobre la no injerencia en los asuntos internos de las naciones. 

En concreto, violan seriamente las regulaciones al respecto de conformidad con el Artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas de 1945 y la Resolución 2625 de su Asamblea General, así como otros convenios internacionales sobre los derechos humanos. La Resolución 2625 dispone: Ningún Estado o grupo de Estados tiene derecho a intervenir directa o indirectamente, y sea cual fuere el motivo, en los asuntos internos o externos de cualquier otro. Por tanto, no solamente la intervención armada, sino también cualesquiera otras formas de injerencia o de amenaza atentatoria de la personalidad del Estado, o de los elementos políticos, económicos y culturales que lo constituyen, son violaciones del Derecho Internacional(2).

En esos argumentos existe una contradicción intrínseca porque reclaman en nombre de los derechos humanos universales, pero no respetan el principio rector del derecho internacional de los DD.HH. respecto a la soberanía y la responsabilidad nacionales. Por ejemplo, el Artículo 1 de dos convenciones internacionales de 1966 sobre los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como la “Declaración sobre los principios de Derecho Internacional referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas” de 1970, exigen a los países respetar la soberanía nacional en la selección del sistema político, económico y social y la política exterior; la integridad territorial de cada país; la no injerencia en los asuntos internos de otros países; la solución de las disputas internacionales por medios pacíficos y la obligación de cooperación entre los estados. 

Con apego a esos principios, el Estado de Vietnam estipula en diferentes documentos legales que las misiones diplomáticas, oficinas consulares extranjeras y representaciones de organizaciones internacionales radicadas en el país y sus miembros deben respetar las leyes y costumbres de Vietnam; no interferir en los asuntos internos del país. El Estado vietnamita siempre ha actuado y seguirá actuando de tal forma en las relaciones bilaterales y multilaterales.

Un requisito legal básico de esos principios de las Naciones Unidas es que los países y organizaciones internacionales deben respetar la soberanía territorial y la integridad política de cada país. Sin embargo, en su “Informe Global 2021” la HRW divulgó acusaciones infundadas de que “Vietnam teme a la democracia, los medios de comunicación independientes y los derechos a la libertad”. De hecho, se demostró en juicios abiertos que sujetos como Pham Chi Dung, NguyenTuongThuy, Pham Chi Thanh o TranDucThach cometieron violaciones legales concretas y que en un país soberano es necesario que las autoridades lleven a cabo el debido procedimiento legal para llevarlos a juicios abiertos, en aras de prevenir los daños de sus peligrosas acciones contra la sociedad. Ante la justicia, todas esas personas aceptaron las conclusiones de los jueces sobre sus delitos. Con toda ignorancia, la HRW sigue encubriendo y tolerando a quienes abusan del derecho a la libertad de expresión y prensa, y utilizan las redes sociales para violar la seguridad humana y nacional, el orden y la seguridad de la sociedad, y continúan propagando las acciones contra el país y el pueblo de Vietnam. 

Numerosos argumentos tergiversadores se basan en el prisma y la idiosincrasia política occidental para acusar que “los mencionados arrestos y juicios se realizaron para asegurar que el XIII Congreso Nacional del Partido Comunista transcurriera sin problemas y la oposición de las voces disidentes”. En Vietnam, para hacer cumplir la justicia no es necesario esperar hasta el congreso partidista, sino que cualquier persona que cometa violaciones penales o acciones contra la nación será investigada, procesada y juzgada abierta e imparcialmente por las autoridades encargadas de defender la justicia, en los tribunales y bajo el principio del derecho a la igualdad ante la ley. 

Cuarto, los argumentos tergiversadores no reflejan de forma honesta y objetiva la situación actual de los DD.HH. en Vietnam. 

En los argumentos que tergiversan y niegan los logros de Vietnam en materia de democracia y DD.HH. existen limitaciones y contradicciones porque esgrimen el nombre de los derechos humanos universales con un enfoque de la idiosincrasia política occidental, acciones pragmatistas e interesadas contra la renovación integral del país. Al contrario de las tergiversaciones de las fuerzas hostiles, la realidad en Vietnam ha sido un testimonio vívido sobre la garantía, protección e impulso de la democracia y los derechos humanos bajo el impacto de la economía de mercado y la integración internacional. En 2020 y 2021, el gobierno vietnamita promulgó una serie de políticas de seguridad humana y social para garantizar el abasto alimentario y estabilizar las condiciones de vida básicas para los pobladores, especialmente los pobres, a medida que la pandemia del COVID-19 golpeaba al mundo y al país. Por ejemplo, el paquete de rescate de más de 1,1 mil millones de dólares(3) fue una medida urgente y oportuna que no solo mitigó el impacto del COVID-19 en los derechos a la vida, la atención de salud y la subsistencia, sino que también confirmó la voluntad de Vietnam de anteponer los intereses de la población. En medio del impacto devastador de la pandemia y los desastres naturales, las políticas de apoyo directo y oportuno constituyen la base para proteger los derechos humanos y evidencian la determinación y los esfuerzos del Partido Comunista y el Estado de Vietnam en la protección, garantía e impulso de la democracia y los DD.HH.

_Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Vietnam también ha contribuido de forma activa a la protección e impulso de los derechos humanos en el mundo y ha sido apreciado por la comunidad internacional, lo que se reflejó en la elección del país al Consejo de DD.HH. y como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, con alto consenso y confianza de los países votantes. En 2020, Vietnam asumió la presidencia de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y de su Comisión Intergubernamental sobre los DD.HH. (AICHR). Durante la segunda reunión especial de la AICHR, efectuada a finales de noviembre de 2020 de forma virtual, los países miembros y el Secretariado de la ASEAN apreciaron que Vietnam, como presidente de la Comisión en 2020, condujo al ente a superar un período especialmente difícil debido a la pandemia, hecho que no solo ayudó a mantener la cooperación en la AICHR y su respuesta a los golpes del COVID-19, sino que también promovió la elaboración y aprobación de una serie de documentos importantes que rigen la colaboración de este mecanismo en el futuro cercano. 

Vietnam presta atención al impulso de los derechos básicos de la población en la ASEAN, especialmente los grupos vulnerables como mujeres, niños y personas con discapacidad, a la par de promover la amistad y unidad para crear el consenso y estimular la cooperación en la AICHR, en particular en lo referido a la garantía de los DD.HH. durante la pandemia, lo que recibió la alta valoración de los países miembros de la ASEAN. Más allá, participa de manera activa en la formación de los estándares internacionales sobre la garantía de los DD.HH., especialmente de los grupos vulnerables. Vietnam, Filipinas y Bangladesh participaron directamente en la elaboración de la Resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre el cambio climático y los DD.HH., aprobada en julio de 2019 en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra. 

Gracias a sus esfuerzos en el impulso y la protección de los DD.HH. a nivel nacional y regional, Vietnam fue postulado por los países de la ASEAN como el único candidato del bloque al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas del mandato 2023-2025. 

Para continuar luchando con eficiencia contra las tergiversaciones y negaciones de los logros de Vietnam en materia de democracia y derechos humanos

Promover, proteger y garantizar los derechos constituye una postura constante en todos los lineamientos y políticas del Partido Comunista y el Estado de Vietnam. La Plataforma de construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo (enmendada y desarrollada en 2021) coloca a los seres humanos en el centro de las estrategias de desarrollo y como el sujeto del desarrollo, y exige respetar y proteger los DD.HH., ligándolos a los derechos e intereses nacionales y el derecho del pueblo a ser dueño del país(4). Hasta su XIII Congreso Nacional, el Partido Comunista identifica que “el pueblo es el centro y sujeto de la renovación, construcción y salvaguarda de la Patria; por lo cual todas las orientaciones y políticas deben derivarse de la vida, las aspiraciones, derechos e intereses legítimos del pueblo y tener como objetivo la felicidad y el bienestar del pueblo”(5).

Para fortalecer la lucha contra los puntos de vista erróneos y hostiles, que tergiversan, calumnian y niegan los logros de la democracia y los DD.HH. de Vietnam, el país continuará siguiendo de cerca la situación para pronosticar oportunamente todos los complots y artimañas de las fuerzas opositoras. Además, seguirá renovando los contenidos y métodos combativos combinando el diálogo y la lucha, diversificar las formas de lucha y adoptar un enfoque directo a los temas y objetos de la lucha para identificar, criticar, desmentir y prevenir las intrigas de forma proactiva y desde la distancia. También continuará el procedimiento legal abierto y transparente para derrotar resueltamente los intentos y conspiraciones de subvertir la democracia y los DD.HH. como instrumento contra el sistema político-social de Vietnam, y en aras de aclarar, implementar y promover la democracia socialista en el país en la actualidad. 

Las tareas concretas que se deben priorizar incluyen:

Primero, concientizar y cumplir con seriedad las directrices del Partido sobre los derechos humanos, seguir de cerca la situación y anticipar los complots de las fuerzas hostiles y reaccionarias para adoptar soluciones apropiadas. 

Segundo, defender de forma dinámica y activa la base ideológica del Partido, la democracia socialista, el Estado de derecho socialista y la economía de mercado con orientación socialista en Vietnam. Participar activamente y contribuir directamente a la formación de los valores y leyes sobre los DD.HH. en las relaciones internacionales. 

Tercero, renovar los contenidos y métodos de lucha en el frente de los DD.HH., diversificar las formas de lucha manteniendo firmes la postura y los principios del país al respecto, adoptando medidas flexibles y humanitarias, abiertas, transparentes y democráticas para consolidar una opinión pública sana y consensuada. Cada funcionario y militante debe reforzar la vigilancia revolucionaria, prevenir y combatir por su propia cuenta la “autoevolución” y “autotransformación” y ayudar a otros a luchar contra esos fenómenos. 

Cuarto, elaborar y perfeccionar el mecanismo de asignación y coordinación en todo el sistema político para la prevención y combate contra la estrategia de “evolución pacífica” en materia de derechos humanos. En el manejo de los temas delicados relacionados con la democracia y los DD.HH., hay que mantener firmes la postura y los principios de la nación al respecto, a la par de adoptar métodos flexibles y recabar el respaldo amplio del público nacional e internacional. Además, es fundamental distinguir el conflicto con el enemigo y el conflicto interno para adoptar soluciones apropiadas, sin dejar ninguna laguna que las fuerzas hostiles puedan aprovechar para divulgar tergiversaciones y calumnias. 

Quinto, continuar capacitando al personal especializado en las labores ideológicas, teóricas, informativas, de comunicación, culturales, diplomáticas, de seguridad política y protección de la estabilidad política entre las filas partidistas. Construir y publicar en portales electrónicos en los idiomas vietnamita e inglés una base de datos sobre los logros de Vietnam en la protección y garantía de los derechos humanos, y los daños provocados por las acciones del imperialismo y las fuerzas hostiles a los DD.HH. del pueblo vietnamita.

Sexto, intensificar la concientización social y la divulgación de informaciones al exterior sobre los logros de Vietnam en la protección y garantía de los derechos humanos y ciudadanos después de 35 años de la implementación del proceso de la renovación integral del país. Promover el papel de la prensa y los medios de comunicación en la protección de los DD.HH. y la lucha contra las fuerzas hostiles en ese frente, contribuyendo a la implementación eficiente de los lineamientos del Partido y políticas del Estado al respecto(6).

Séptimo, prevenir y castigar con seriedad las violaciones de la ley e intentos de alterar la estabilidad sociopolítica en Vietnam, y publicar ampliamente las informaciones al respecto en los medios de comunicación nacionales e internacionales. 

Octavo, reforzar la supervisión e inspección sobre la lucha contra los argumentos erróneos y hostiles en materia de DD.HH. y hacer balance de esas tareas para extraer lecciones. Escuchar la opinión pública y prestar atención a la retroalimentación del Frente de la Patria y otras organizaciones sociopolíticas para mejorar la eficiencia de esa lucha. Detectar y honrar a los ejemplos en el cumplimiento de las labores relacionadas con los DD.HH., tales como funcionarios públicos, militantes, dignatarios religiosos, patriarcas de las comunidades y personas prestigiosas. Continuar perfeccionando la base teórica y práctica para mejorar la eficiencia de la lucha contra las intrigas de las fuerzas hostiles en el campo de la democracia y los derechos humanos en Vietnam en el futuro cercano./.

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(1) La Declaración sobre los principios del derecho internacional que regulan las relaciones de amistad y cooperación entre los países de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas de 1970,  https://thuvienphapluat.vn/van-ban/Van-hoa-Xa-hoi/Tuyen-bo-nguyen-tac-cua-Luat-Quoc-te-dieu-chinh-quan-he-huu-nghi-hop-tac-giua-cac-quoc-gia-phu-hop-voi-Hien-chuong-lien-hop-quoc-1970-65775.aspx, accedido el 10 de octubre de 2021
(2) Véase: NguyenThanhTuan: “Identificar y luchar contra los complots y tácticas de las fuerzas hostiles sobre los derechos humanos en Vietnam en la actualidad”, Revista Comunista digital, el 15 de enero de 2019,  https://www.tapchicongsan.org.vn/tap-oan-dau-khi-viet-nam/-/2018/53836/nhan-dien-va-dau-tranh-voi-am-muu%2C-thu-doan-chong-pha-cua-cac-the-luc-thu-dich-tren-linh-vuc-quyen-con-nguoi-o-viet-nam-hien-nay.aspx
(3) De acuerdo con la Resolución No.68/NQ-CP, adoptada el 1 de julio de 2021 por el Gobierno sobre “Algunas políticas de apoyo a los empleados y empleadores afectados por el COVID-19” o el paquete de rescate valorado en 1,65 mil millones de dólares validado en la Resolución No.116/NQ-CP, adoptada el 24 de septiembre de 2021 por el Gobierno sobre “La política de apoyo a los empleados y empleadores afectados por el COVID-19, con presupuesto extraído del Fondo de Seguro de desempleo”
(4) Documentos del XI Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2016, pág. 76
(5) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Editorial Política Nacional Su that (Verdad), Hanoi, 2021, tomo 1, págs 27, 28
(6) De acuerdo con la Decisión No.1309/QD-TTg, adoptada el 5 de septiembre de 2017 por el Primer Ministro sobre “La aprobación del proyecto de introducción de los DD.HH. en el programa de enseñanza del sistema de educación nacional” y la Decisión No.16/QD-TTg, adoptada el 2 de marzo de 2018 por el Primer Ministro sobre “El proyecto para mejorar la divulgación sobre los DD.HH. en Vietnam”.

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.979 (diciembre de 2021)