Desmontando el falso argumento de que sin multipartidismo no existe una democracia real en Vietnam
Revista Comunista - La historia revolucionaria de Vietnam desde 1930 hasta el presente evidencia que el liderazgo del Partido Comunista fue el factor decisivo del éxito de la revolución democrática nacional y la actual construcción del país hacia el socialismo. En Vietnam, “nuestro Partido” se ha convertido en una expresión cariñosa y respetuosa no solo para los más de cinco millones de militantes, sino también para todos los pobladores.
¿Multipartidismo significa democracia, unipartidismo significa sin democracia?
La teoría y la práctica sobre la relación entre los partidos políticos y la democracia en la historia y la actualidad señalan que el multipartidismo no significa automáticamente democracia, y el unipartidismo no equivale a la no democracia. La democracia no es sinónimo del multipartidismo, y la implementación del multipartidismo no significa la existencia de la democracia.
La democracia es un concepto histórico, que solo aparece cuando existe un Estado. Cada democracia está asociada a un determinado tipo de Estado, prescrito por la ley. También depende del nivel de desarrollo de la economía, la cultura y la sociedad en la correspondiente etapa histórica. Los países no son similares en términos de nivel de desarrollo económico, político, histórico y cultural, por lo cual no existe una democracia universal. Incluso dentro de un país, en cada período histórico cuenta con su correspondiente nivel democrático. Esa diferencia está determinada no solo por el sistema político (en términos de número de partidos), sino también por las condiciones económicas, culturales e históricas específicas en cada país. Al respecto, K. Marx escribió: “El derecho no puede ser nunca superior a la estructura económica ni al desarrollo cultural de la sociedad por ella condicionado”(1).
De hecho, el número de partidos políticos varía ampliamente entre los países: algunos cuentan con muchos, tales como el Reino Unido con 97, España con 87 y Francia con 76. Al mismo tiempo hay países unipartidistas, tales como Cuba, Laos, Ghana, Vietnam, Haití o Mónaco(2). La realidad evidencia que el número de partidos no refleja el nivel de democracia y libertad en los países. Singapur cuenta con numerosos partidos, pero el Partido de Acción Popular es el único gobernante. En China, además del Partido Comunista hay otros ocho partidos, todos reconocen al primero como el único gobernante.
Estados Unidos cuenta con un centenar de partidos, pero el Republicano y el Demócrata son las únicas organizaciones políticas que se turnan en el poder. En esencia, ambos son partidos de la burguesía, con naturaleza, posiciones de clase e ideología indiferentes, aparte de algunas políticas específicas.
Al estudiar la cuestión sobre el multipartidismo y la democracia en algunos países desarrollados, se reconoce que, excepto en las naciones nórdicas y Alemania -con gobierno formado por la alianza de varios partidos, sin el monopolio de los burgueses-, en los demás, tales como Francia y Japón, se nota el dominio de los partidos de la burguesía, mientras que Estados Unidos está gobernado principal y puramente por los mismos. La forma de competencia por el poder en esos países se realiza siguiendo el método de que “la arena política es el Parlamento”. Parece democrático, pero en realidad solo los grandes partidos (o sea, los de la burguesía apoyados por los oligarcas) ganan las elecciones, y como consecuencia, los poderes legislativo y ejecutivo están sometidos a la burguesía. Por lo tanto, aunque muchos países capitalistas (incluido Estados Unidos) son multipartidistas en términos de instituciones políticas y número de partidos, no existe ningún pluralismo, es decir, los partidos burgueses son los únicos gobernantes.
La realidad señala que, la existencia del multipartidismo en algunos países no significa que el derecho de la mayoría de los pobladores de ser el dueño de su nación se garantiza. Las sublevaciones y la competencia por el poder entre las fuerzas políticas en algunos países cobraron la vida de decenas de millones de personas, mientras que otras decenas de millones cayeron en la pobreza. La naturaleza del pluralismo y del multipartidismo es la división y competencia por el poder entre las fuerzas políticas, una forma de lucha entre clases y entre los grupos de una misma clase por ganar y mantener el control sobre el gobierno y la sociedad. Por lo tanto, el pluralismo y el multipartidismo nunca avanzan hacia una verdadera democracia, sino que su consecuencia social más típica es la apropiación y el aprovechamiento de los recursos sociales pero según un ratio injusto de “99% y 1%” que el movimiento Ocupa Wall Street expuso hace varios años.
El secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong, escribió: “La realidad es que las instituciones democráticas que siguen la fórmula de 'libre democracia'” que Occidente intenta promover e imponer sobre el resto del mundo no garantizan, en lo mínimo, que el poder pertenezca verdaderamente al pueblo, por el pueblo y para el pueblo -el elemento más esencial de la democracia. Ese sistema de poder todavía pertenece principalmente a la minoría rica y sirve para los intereses de las grandes corporaciones privadas. Una parte muy pequeña, incluso sólo 1% de la población, posee la mayoría de los bienes y materiales productivos y controlan tres cuartas partes de los recursos financieros, conocimientos y principales medios de comunicación, dominando así toda la sociedad. Es la raíz del movimiento “El 99% contra el 1%” que tuvo lugar en Estados Unidos a inicios de 2011 y se expandió rápidamente en numerosos países capitalistas. La retórica de la igualdad de derechos, pero sin la igualdad en condiciones para cumplirlos resulta que la democracia sigue siendo una cáscara, vacía y sin sustancia”(3). Nguyen Phu Trong señaló: “En la vida política, una vez que el poder del dinero prevalece, el poder del pueblo será abrumado. Por lo tanto, en los países capitalistas desarrollados, las elecciones proclamadas como “libres” y “democráticas” pueden cambiar el gobierno pero no pueden sustituir las fuerzas dominantes; detrás del multipartidismo sigue estando el autoritarismo de las corporaciones capitalistas”(4).
El actual mecanismo de ejecucción del poder estatal en numerosos países capitalistas desarrollados señala que, el presidente o el primer ministro tienen el derecho a vetar los proyectos parlamentarios e incluso declarar la disolución del Parlamento. Entonces, ¿dónde se muestra que “el poder pertenece al pueblo”? Incluso a la hora de realizar el sufragio universal -una de las expresiones superiores de la democracia, los países capitalistas enfrentaron dificultades en el establecimiento de la elegibilidad del votante, especialmente para las mujeres. “En el Reino Unido, en 1928; Francia, 1944; Italia, 1945; España, 1970; Suecia, 1971; mientras que en Estados Unidos, solo después de 1920 las mujeres obtuvieron el derecho a votar”(5).
El análisis teórico y el resumen práctico presentados aquí señalan que: El argumento de que “el unipartidismo sofoca la democracia y obstaculiza el desarrollo, mientras que el multipartidismo significa democracia y desarrollo” es absolutamente erróneo, sin ningún fundamento científico. El multipartidismo no es factor que garantiza una verdadera democracia, cuya naturaleza es que “el poder pertenece al pueblo”. La democracia se garantiza con múltiples elementos, entre ellos la orientación política de la fuerza gobernante, el mecanismo de gestión social, el nivel de desarrollo económico e intelectual de la población y el ejercicio del derecho del pueblo a ser el dueño. Por lo tanto, en cualquier país, unipartidista o multipartidista, si el partido gobernante y el Estado prestan atención a la garantía del poder real del pueblo, considerándolo como el verdadero dueño del poder -lo que se muestra a través de su plataforma, objetivos y planes de acción, así como la Constitución y la ley, acá existe la democracia.
La democracia y su práctica en el Vietnam gobernado por un solo partido
Primero, en Vietnam, desde 1989 hasta la fecha no existe el multipartidismo. Pero eso no significa que el país se haya quedado sin democracia, sino que surge de la demanda objetiva, por el desarrollo de la democracia, la estabilidad y el avance del país y la felicidad del pueblo, en otras palabras, por el cumplimiento del objetivo de “un pueblo rico, un país fuerte, democrático, justo y civilizado”.
El único liderazgo del PCV en la lucha por tomar y mantener el poder y en la construcción del socialismo es una selección inevitable de la historia y refleja la voluntad del pueblo vietnamita. La fundación del PCV el 3 de febrero de 1930 sigue tanto las leyes comunes como las históricas específicas de Vietnam y resolvió a fondo la crisis sobre el camino para la liberación nacional a finales del siglo XIX y a inicios del XX, abriendo una nueva era en la historia de construcción y desarrollo del país. El triunfo de la Revolución de Agosto de 1945 y la proclamación de la República Democrática de Vietnam (actual República Socialista de Vietnam) -el primer Estado democrático popular en el Sudeste de Asia; la victoria de las largas resistencias contra el colonialismo y el imperialismo por la liberación y reunificación del país, así como los grandes logros de significado histórico durante más de 35 años de Renovación, todo pertenece al pueblo, bajo el único liderazgo del PCV. Ese liderazgo sobre el Estado y la sociedad desde la fundación del PCV hasta el momento, es la elección de la historia y del pueblo vietnamita y resulta adecuado a las tendencias objetivas y la realidad de la construcción y desarrollo del país.
Después de 1945, además del PCV existían algunos otros partidos. Durante la primera legislatura de la Asamblea Nacional, en 1946 hubo la presencia del Partido Nacionalista y la Alianza Revolucionaria de Vietnam. Posteriormente, aparecieron el Partido Demócrata y el Partido Social. En tal contexto multipartidista, el PCV siguió siendo la única elección del pueblo vietnamita, lo que evidencia que esa organización política nunca se ha arrogado ni se arrogará el derecho a liderar el Estado y la sociedad sin la confianza y la elección de las masas. El PCV no tiene ningún interés propio. Durante los últimos 93 años, siempre existe y se desarrolla por el interés no solo de la clase obrera, sino también de los trabajadores y de todo el pueblo. Más allá, el interés de la clase obrera es también el de todos los trabajadores.
Por lo tanto, en Vietnam el liderazgo único del PCV cuenta con una base tanto teórica como práctica. La realidad evidencia que el PCV tiene suficiente capacidad de liderazgo para llevar la posición, el potencial y el prestigio del país a nuevas alturas.
Segundo, a la hora de evaluar el nivel actual de democracia en Vietnam, no se puede considerar solamente la cuestión del unipartidismo o multipartidismo, sino que se debe ver claramente el origen, el comienzo y el desarrollo de la democracia. Un país feudal y después colonizado, con una obsoleta economía agrícola caracterizada por la producción a pequeña escala y una sociedad principalmente de campesinos con nivel educativo limitado, arruinada por las huellas del feudalismo y el colonialismo, Vietnam sufrió décadas de guerra para reivindicar su poder y reconstruir el país. Efectivamente, su base social no era la ideal para el desarrollo rápido de la democracia, el cual incluso enfrentó muchas barreras originadas de las condiciones económicas, el nivel intelectual de la población, el nivel cultural y de la ley.
Con esa circunstancia de nacimiento, desarrollo y tiempo de construcción de la democracia, los logros alcanzados en Vietnam al respecto hasta el momento resultan innegables. Bajo el liderazgo del PCV, la causa revolucionaria trajo los derechos más fundamentales a la nación, el pueblo y toda la clase trabajadora. La nación ya es independiente, goza de la autodeterminación para elegir el camino de desarrollo y tiene los mismos derechos que otros pueblos y países en el ámbito internacional. Según el artículo 23 de la Constitución de 2013, los ciudadanos tienen derecho a la libre circulación y residencia dentro del país, y derecho a salir del país y regresar al país desde el extranjero. El ejercicio de esos derechos está regulado por la ley. “Los ciudadanos tienen derecho a participar en la gestión estatal y social, en los debates y la contribución de opiniones a las entidades estatales sobre las cuestiones de base, locales y nacionales”(6). La economía de mercado con orientación socialista se perfecciona cada vez más. Los sectores económicos son iguales ante la ley, se desarrollan juntos a largo plazo, son componentes importantes de la economía, cooperan y compiten entre sí de manera leal. La cultura se desarrolla de manera unificada en la diversidad multiétnica, basada en los valores progresistas y humanistas. La educación, salud, ciencia y tecnología se impulsan por el objetivo de progreso social y el desarrollo humano integral. Las 54 etnias en Vietnam conviven en la “igualdad, unidad, respeto y apoyo por el desarrollo conjunto”. Las religiones y creencias son iguales y operan libremente dentro del marco de la ley. Cada ciudadano tiene el derecho a la riqueza legítima, mientras se promueve la democracia asociada al mantenimiento de la disciplina y el orden social.
En la actualidad, las personas ejercen su derecho democrático de manera directa eligiendo sus representantes a través de las elecciones de diputados a la Asamblea Nacional y miembros de los consejos populares. El pueblo es el sujeto del poder estatal, por lo cual todas las personas pueden presentar, de manera directa o indirecta, sus aspiraciones y opiniones a las entidades estatales. Los canales para garantizar y promover el derecho del pueblo a ser el dueño se amplían cada vez más con creciente eficiencia. El lema “La gente sabe, discute, realiza, examina, supervisa y disfruta” se convierte en una norma e institución democrática en las organizaciones sociopolíticas y las actividades sociales, el principio de acción de todas las personas en la construcción del socialismo y la exigencia de un comportamiento ejemplar de los cuadros, funcionarios y empleados públicos en la atención al público, para proteger los derechos, intereses y aspiraciones legítimos del pueblo.
Al lado de los logros democráticos, a través de más de 35 años del proceso de Renovación, bajo el liderazgo del PCV, el país alcanzó grandes avances de significado histórico, particularmente un desarrollo fuerte e integral en casi todos los aspectos de la vida socioeconómica. El ritmo de expansión económica se mantuvo alto (con un promedio anual de 7%); la transformación del modelo de crecimiento, la reestructuración de la economía y la realización de los tres impulsos estratégicos alcanzaron resultados positivos. El ingreso per cápita subió a los tres mil 512 dólares, 17 veces más que antes de la Renovación. La economía de mercado con orientación socialista se mejora, siendo cada vez más completa, moderna y con creciente nivel de integración internacional. Muchas infraestructuras modernas se construyeron y entraron en servicio. Los sectores cultural y social se continuaron impulsando. El desarrollo de los recursos humanos de alta calidad basado en la renovación y el fortalecimiento de la educación-formación se considera uno de los tres impulsos estratégicos. Las condiciones económicas y espirituales de la población se mejoraron de forma constante. La tasa de pobreza disminuyó rápidamente (con un ritmo promedio anual de 1,5% según los estándares internacionales), resultado que fue apreciado por la comunidad global. La seguridad y el bienestar social se mejoraron paso a paso, mientras el Índice de Desarrollo Humano alcanzó 0,704, ubicándose en el lugar 116 entre los 189 Estados clasificados en 2019, lo que colocó a Vietnam entre los países con el nivel mediano alto del mundo. Se prestó mayor atención a la preservación de los recursos naturales, la protección del medioambiente y la adaptación al cambio climático, mientras la fuerza de la unidad nacional se fortaleció.
En cumplimiento de la Resolución 27-NQ/TW, emitida el 9 de noviembre de 2022 por el Comité Central del PCV del XIII mandato, sobre la continua construcción y perfeccionamiento del Estado de derecho socialista de Vietnam en la nueva etapa, el aparato estatal se racionalizó paso a paso y funciona de manera cada vez más efectiva y eficaz. La construcción y rectificación del Partido y del sistema político se considera una tarea clave que se impulsó de forma integral, sincrónica y resuelta, brindando resultados notables. La defensa y seguridad se garantizó, mientras que se fomentó la lucha firme y consistente por defender la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la Patria, los intereses de la nación y el pueblo, el PCV, el Estado, el pueblo y el socialismo; así como proteger la seguridad y el orden social y mantener un entorno pacífico y estable al servicio del desarrollo del país. Las relaciones exteriores y la integración internacional cada vez más amplia y profunda alcanzaron resultados destacados, contribuyendo a mantener un clima pacífico y estable para el desarrollo nacional y elevar la posición y el prestigio del país en la arena internacional. Hasta el momento, Vietnam estableció relaciones diplomáticas con 189 países y es un socio confiable y miembro activo y responsable de la comunidad internacional. El país formó nexos de asociación estratégica y/o integral con 33 países y asumió la presidencia de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN) en 2020, el cargo de miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del mandato 2021-2022 e integrante del Consejo de Derechos Humanos en 2022.
El XIII Congreso Nacional del PCV declaró: “Nuestro país nunca ha tenido la fortuna, el potencial, la posición y el prestigio internacional como los tenemos hoy”(7). La historia de la Revolución Vietnamita afirmó: “... el liderazgo acertado del PCV fue el mayor factor decisivo de las conquistas de la revolución vietnamita”(8), “Se trata de un orgullo, el impulso, un importante recurso y confianza para que todo el Partido, el pueblo y el ejército superen todas las dificultades y desafíos, y se mantengan firmes en el camino de renovación integral y sincrónica para un desarrollo rápido y sostenible”(9).
Durante los últimos 93 años, bajo el liderazgo del PCV, el país y el pueblo vietnamita no solo han renacido, sino que se han desarrollado de manera incesante. De un país colonizado y feudal pobre, atrasado y sin nombre en el mapa mundial, e incluso invadido por los franceses y estadounidenses, Vietnam ha avanzado para ponerse al día. Esas evidencias constituyen una refutación indiscutible de argumentos como que “el unipartidismo sofoca la democracia” o “la existencia de un único partido lleva el país a la pobreza”.
Tercero, consciente de que el unipartidismo puede nutrir el autoritarismo, la autocracia y la pérdida de la democracia, el PCV presta especial atención a la construcción y rectificación de sus filas, considerándolo una tarea vital para el Partido y el socialismo. El XIII Congreso Nacional del PCV identifica la intensificación continua del fortalecimiento del Partido, la construcción del Estado de derecho socialista y un sistema político integral, transparente y sólido como una de las seis labores clave del mandato 2021-2026. El Partido, el Estado, las organizaciones sociopolíticas y el pueblo deben promover su papel en la movilización de todos los recursos para acelerar la renovación del país según la orientación socialista. Mediante el Estado, el PCV dirige a toda la sociedad y la nación hacia el socialismo. Como representante del derecho del pueblo a ser el dueño de la nación y el realizador de los lineamientos del Partido, el Estado debe cumplir bien la función de institucionalizar las directrices y puntos de vista del PCV en políticas y leyes, además de gestionar la sociedad para materializar la visión política del Partido y actuar en beneficio del pueblo, como expresan las palabras del Presidente Ho Chi Minh: “Todo lo que sea beneficioso para el pueblo, hay que intentar hacerlo; lo que sea dañino para el pueblo, hay que evitarlo a toda costa; prestar atención al desarrollo, fomento y ahorro de la fuerza del pueblo”. Por lo tanto, “todos los lineamientos del Partido, políticas, leyes y acciones del Estado son por el interés del pueblo, siendo su felicidad la meta a perseguir”(10). Como el dueño de la sociedad, el pueblo no solo tiene el derecho, sino también la responsabilidad, de participar en la planificación y aplicación de las orientaciones y lineamientos del Partido, así como las políticas y leyes del Estado.
Entonces, en la democracia socialista en Vietnam, “el Partido lidera, el Estado gestiona y el pueblo es el dueño” es la relación entre los sujetos unidos en términos de objetivos e intereses. Es también una de las grandes relaciones cuyo entendimiento y manejo se deben intensificar para materializar el objetivo: “En el sistema político socialista, la relación entre el Partido, el Estado y el pueblo es aquella entre los sujetos unidos en términos de objetivos e intereses”(11).
Para poner en pleno servicio la democracia en la sociedad, el PCV considera la práctica democrática entre los militantes una tarea central. El Partido Comunista es la fuerza gobernante y a la vez un miembro y el líder del sistema político en la práctica de la democracia en la sociedad. En ese sentido, el papel de “núcleo” del PCV resulta patente en la vida social. La amplia práctica de la democracia dentro del Partido facilita que los cuadros y militantes la apliquen y practiquen de manera extensiva en cada entidad, unidad y organización, sirviendo como ejemplos para la realización y el impulso de la democracia en la sociedad y contribuyendo a la eliminación del autoritarismo, la autocracia y la libertad indisciplinada que están degradando a una parte de los cuadros y militantes y afectando la reputación del PCV. Por lo tanto, el Partido debe cumplir mejor su tarea clave de construir las filas partidistas verdaderamente sólidas en términos de política, ideología, ética y personal. Además, resulta necesario construir un contingente de cuadros, especialmente los estratégicos y dirigentes, capaces de cumplir sus tareas y requisitos. Otras labores incluyen elevar la eficiencia de la lucha contra la degradación de la ideología política, la ética y el estilo de vida, así como la corrupción y el despilfarro, a la par de defender con determinación la base ideológica del Partido. El cumplimiento de esas tareas consolida y mantiene la buena naturaleza y la superioridad de la democracia socialista en el contexto del unipartidismo y promueve al máximo el poder político y social del pueblo en la vida real./.
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(1) Karl Marx y Friedrich Engels: Obras Completas, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), 1995, tomo 19, pág. 36
(2) Véase: Vu Minh Giang: “Partidos políticos en países capitalistas y la tendencia de democracia social” en el libro: “Nuevas cuestiones teóricas y prácticas en la actual situación”, Consejo Teórico Central, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, págs. 386-387
(3), (4) Nguyen Phu Trong: Algunas cuestiones teóricas y prácticas sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo en Vietnam, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2022, págs. 20-21, 21
(5) Nhi Le “Sobre la cuestión de “la democracia y el multipartidismo”, “el unipartidismo y el tema democrático”” en el libro Argumentos contra tergiversaciones erróneas y hostiles, Consejo Teórico Central, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2014, pág. 269
(6) Véase: Clásula 1, Artículo 28, Constitución de 2013, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2014, pág. 19
(7), (8), (9) Documentos del XIII Congreso Nacional del PCV, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2021, tomo I, págs. 25, 104, 104
(10), (11) Nguyen Phu Trong: Algunas cuestiones teóricas y prácticas sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo en Vietnam, Ibíd., pág. 28
Este artículo fue publicado por la Revista Comunista en línea en julio de 2023