Implementación de la política monetaria y la gestión de divisas ante tendencia alcista de la inflación

PHAM THANH HA
Vicegobernador del Banco Estatal de Vietnam
21:15, 09-28-2023

Revista Comunista - En los últimos tiempos, Vietnam ha obtenido muchos logros destacados en la gestión macroeconómica. Al implementar la política coherente del Partido y el Estado de reestructurar la economía hacia la modernidad y el desarrollo rápido y sostenible, sobre la base de la estabilidad macroeconómica,  desde 2011 hasta la fecha, el Banco Estatal de Vietnam (BEV) ha logrado muchos resultados positivos en la administración de la política monetaria, los cuales han ayudado a aumentar la resiliencia de la economía ante los choques económico-financieros del exterior.

Gestión de la política monetaria para controlar la inflación, apoyar la recuperación y promover el crecimiento económico sostenible en Vietnam

En los últimos tiempos, Vietnam ha cosechado muchos logros destacados en la gestión macroeconómica. La macroeconomía se mantuvo estable, la inflación se controló en línea con el objetivo trazado, el mercado financiero y monetario permaneció estable. La tasa promedio de crecimiento económico en el período 2016-2020 fue del 6,0% al año, superior al 5,9% del periodo 2011-2015. Vietnam es uno de los países con el mayor ritmo de crecimiento en la región y en el mundo. Las balanzas de la macroeconomía se estabilizaron sobre la base de la consolidación del presupuesto estatal, el control de la deuda pública y la deuda externa; las reservas estatales de divisas aumentaron a un nivel récord, fortaleciendo la resiliencia de la economía ante los choques del mercado internacional. El entorno de negocios mejorado y el potencial de crecimiento ayudaron a Vietnam a responder a la tendencia de transferencia de las cadenas de valor globales y muchas organizaciones internacionales elevaron la calificación crediticia del país. La inversión extranjera directa (IED) en Vietnam se incrementó considerablemente, centrándose en los sectores de producción, procesamiento y manufactura, lo que le generó un superávit en el comercio exterior, mejoró la productividad laboral y la calidad del crecimiento, y elevó la competitividad nacional.

El miembro del Buró Político y primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, y delegados visitan la exposición de productos tecnológicos de algunos bancos _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

El exitoso control de la inflación se reflejó claramente en el período 2011-2015. Con los impactos de la crisis económica y financiera mundial, junto con las debilidades acumuladas durante muchos años en la economía interna, desde el primer año de ese quinquenio Vietnam enfrentó muchos desafíos grandes e interrelacionados, como la alta inflación (que aumentó del 9,2% en 2010 al 18,6% en 2011, incluso hasta 23% en agosto de 2011 con relación al mismo período del año anterior). Las principales balanzas de la economía se vieron afectadas. El déficit comercial se mostró elevado, lo que puso presión sobre las reservas nacionales, afectó el tipo de cambio USD/VND y aumentó el riesgo de inflación. Los mercados monetario, de divisas y oro reportaron fluctuaciones con altas tasas de interés para préstamos de hasta el 20-25% cada año, la liquidez del sistema de instituciones de crédito se tensó, las reservas de divisas disminuyeron, la dolarización y el patrón oro tendieron al alza en medio de la creciente subida de la inflación e inestabilidad macroeconómica.

En ese contexto, el Gobierno adoptó urgente y oportunamente soluciones integrales y sincrónicas, enfocadas en controlar la inflación, estabilizar la macroeconomía y garantizar la seguridad y el bienestar social para los pobres frente a importantes ajustes económicos debido al aumento de los precios. Específicamente: 1- En cuanto a la política monetaria, reducir la oferta y la tasa de crecimiento del crédito (asegurar que la tasa de crecimiento de los medios de pago totales sea del 15 al 16% y controlar el aumento del crédito por debajo del 20%), concentrar los fondos crediticios en la producción y los negocios, controlar estrictamente los préstamos para los sectores inmobiliario y bursátil; gestionar con flexibilidad la tasa de interés y los tipos de cambio, en consonancia con la evolución del mercado; 2- En cuanto a la política fiscal, disminuir el déficit presupuestario a menos del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) sobre la base de esforzarse por elevar los ingresos presupuestarios entre 7-8% y reducir los gastos corrientes en un 10% en comparación con las previsiones; revisar, acortar, reordenar y mejorar la eficiencia de la inversión pública; 3- Promover la producción y los negocios, incentivar las exportaciones, frenar el déficit comercial, ahorrar la energía; 4- Ajustar los precios de la electricidad y los combustibles en asociación con la garantía del bienestar social y el apoyo a los hogares pobres; 5- Fortalecer la seguridad y el bienestar social; 6- Impulsar las labores de información y propaganda.

Se revisaron y modificaron oportunamente los documentos legales sobre la gestión de la política monetaria destinada a controlar la inflación y estabilizar la macroeconomía. En 2010, la Asamblea Nacional promulgó la Ley del Banco Estatal de Vietnam (BEV) en sustitución de la Ley del Banco Estatal de 1997. Esta legislación entró en vigor a partir de 2011 y define más claramente la función y la posición del BEV y el principal objetivo de la política monetaria que es estabilizar el valor de la moneda. Esta es una directriz que ayudó a centralizar la gestión de la política monetaria del BEV y alcanzar resultados positivos en las tareas de controlar la inflación, estabilizar la macroeconomía y contribuir al desarrollo rápido y sostenible de la economía de orientación socialista.

El trabajo de controlar la inflación y mantener la estabilidad macroeconómica no se implementó de manera segregada ni temporal, sino que se incluyó en las tareas integrales sobre el desarrollo socioeconómico sostenible, firme y consistente a lo largo de las diferentes etapas. Las direcciones generales al respecto se acometieron en paralelo con la política de renovación amplia y profunda del modelo de crecimiento, la reestructuración económica, la implementación de avances estratégicos, sobre la base de la unidad en pensamiento y acción de todos los niveles.

Al dar continuidad a la reorientación política oportuna, integral y sincrónica hacia la restauración de una base macroeconómica estable en el período 2011-2015, a partir de 2016, las directrices y políticas del Partido y el Estado se centraron en consolidar las bases macroeconómicas, promover el desarrollo de los motores impulsores del crecimiento económico a largo plazo, especialmente la agilización de la reestructuración económica; fortalecer la integración internacional sobre la base de garantizar la independencia y autonomía de la economía; acelerar la reforma administrativa, mejorar el entorno empresarial, desarrollar el sector privado, aumentar la productividad y la eficiencia, impulsar la economía digital y verde. El éxito en el control y la estabilización de la inflación y el desarrollo socioeconómico, así como en la captación de inversiones extranjeras, ayudó a estabilizar las expectativas de inflación, consolidar la confianza de la gente en el dong vietnamita (VND) y prevenir la dolarización de la economía.

Regular la liquidez del sistema de instituciones crediticias de manera flexible, garantizar la estabilidad del mercado monetario y controlar proactivamente la moneda para contener la inflación.

Los instrumentos de la política monetaria fueron operados de manera sincrónica y flexible por el BEV, en coordinación estrecha con la política fiscal para regular la liquidez, estabilizar el mercado monetario y mantener el volumen de dinero liberado, satisfaciendo oportuna y plenamente las necesidades de pago de la economía y garantizando al mismo tiempo el cumplimiento del objetivo de controlar la inflación. En concreto, el BEV se enfocó en: 1- Realizar la compraventa bidireccional de títulos valores de manera flexible a través de operaciones diarias de mercado abierto con tasas de interés y plazos razonables, siguiendo de cerca la evolución del mercado y el movimiento de los depósitos del Tesoro Estatal en el sistema bancario, como medida para regular la moneda, estabilizar el mercado interbancario y frenar la inflación. Esta herramienta ha desempeñado un buen papel a la hora de compensar el déficit de liquidez, garantizando una respuesta oportuna a la demanda de fondos disponibles de las entidades de crédito, especialmente en momentos en que sus necesidades de liquidez son elevadas. Al mismo tiempo, se retira rápidamente el capital cuando los fondos disponibles del sistema de instituciones de crédito sean excedentes, con el propósito de controlar la moneda; 2- Mantener un coeficiente de caja estable para crear condiciones para que las instituciones crediticias estabilicen la liquidez y el mercado monetario(1); 3- Refinanciar instituciones de crédito para respaldar la liquidez, asegurar la estabilidad del mercado monetario y asistir el manejo de deudas incobrables. Las tasas de interés de refinanciación y de redescuento se redujeron gradualmente en el período 2011-2020 y se mantuvieron estables en 2021 para adaptarse a la evolución de la economía. Durante la etapa 2020-2022, para apoyar a la economía frente al impacto de la pandemia de COVID-19, en implementación de las Resoluciones de la Asamblea Nacional y del Gobierno, el BEV desplegó programas de refinanciamiento para el Banco de Políticas Sociales para que proporcione préstamos destinados a pagar salarios a los trabajadores que vieron suspendidos sus servicios laborales y la recuperación de la producción (dos programas, con escalas respectivas de alrededor de 664 millones y 311 millones de dólares, con una tasa de interés anual del 0% y sin garantía); además de otros 166 millones de dólares, con la tasa de interés del 0%, para las instituciones crediticias que ofrezcan préstamos y apoyo a la Corporación de Aviación de Vietnam. Gracias a esas políticas, cientos de miles de trabajadores en paro durante la  COVID-19 aún recibieron sus salarios, lo que coadyuvó a la materialización de las políticas de bienestar social y ayudó a las empresas a mantener a su fuerza laboral para restaurar la producción y los negocios después de que la pandemia se controlara.

Regular las tasas de interés de acuerdo con la evolución de la macroeconomía, los mercados financieros y monetarios y los objetivos de gestión de la política monetaria.

En el período 2011-2015, cuando la inflación aumentó (en 2011 fue del 18,6%), el BEV incrementó las tasas de interés de referencia en cinco ocasiones para contener la situación(2); controló directamente las tasas de interés (fijó los techos para las tasas de interés pasiva y activa) para el dong y el dólar, con el objetivo de estabilizar el mercado y resolver gradualmente el estrés de liquidez de las instituciones de crédito. Sin embargo, debido a las presiones inflacionarias y de liquidez, la mayoría de las instituciones crediticias, en muchas formas diferentes (gastos promocionales, comisiones...), aplicaron tasas de interés de depósito superiores al nivel máximo fijado por el BEV(3), lo que creó dificultades a las empresas prestatarias a la hora de pagar sus deudas, aumentó las deudas incobrables y planteó riesgos potenciales para las entidades de crédito. Para restablecer la disciplina del mercado, el Gobernador del BEV emitió la Directiva No. 02/CT-NHNN, el 7 de septiembre de 2011, que exigió a las instituciones de crédito cumplir estrictamente el límite máximo para tasas de interés prescrito y estipula las medidas para manejar seriamente las violaciones. Gracias a ello, se abordaron las infracciones y se aliviaron las tensiones en el mercado monetario. Desde mediados de 2012, las tasas de interés y el mercado monetario se estabilizaron, las medidas administrativas de regulación de las tasas de interés se levantaron gradualmente y el BEV relajó sucesivamente sus regulaciones, permitiendo a las organizaciones de crédito decidir de manera proactiva la tasa de interés pasiva con plazos de 12 meses o más, seguidos de aquellos de seis meses o más.

En el período 2016-2019, el mercado financiero y monetario mundial evolucionó de manera complicada cuando la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) y muchos bancos centrales de países y regiones aumentaron las tasas de interés. En ese contexto, siguiendo de cerca la situación de los mercados interno y externo, el BEV gestionó con flexibilidad su política monetaria para estabilizar y reducir las tasas de interés cuando las condiciones sean favorables, en aras de apoyar las actividades productivas y comerciales. En consecuencia, después de mantener las tasas de interés de referencia sin cambios en 2016, en el lapso 2017-2019, el BEV ajustó a la baja las tasas de interés de referencia en un 0,5% cada año, redujo un 0,2- 0,5% anual el límite máximo de la tasa de interés pasiva para los plazos menores de seis meses, así como 1,0% al año el techo de la tasa de interés activa a corto plazo para sectores prioritarios. Combinó la regulación con la atención oportuna de las necesidades de liquidez de las entidades de crédito, además de mantener tasas de interés adecuadas en el mercado interbancario; instruir a las instituciones bancarias revisar y equilibrar la capacidad financiera para aplicar tasas de interés razonables en aras de facilitar el acceso de las personas y las empresas al capital; impulsar el manejo de la morosidad para disponer de recursos en aras de seguir reduciendo la tasa de interés activa.

En el período 2020-2022, la gestión de las tasas de interés no sólo respondió oportunamente a los acontecimientos derivados de la pandemia para eliminar las dificultades para la economía, sino que también se ajustó flexiblemente de acuerdo con la evolución de la inflación interna y global, contribuyendo a controlar el aumento de los precios y estabilizar la macroeconomía. En 2020, justo después de que estalló la pandemia de COVID-19, el BEV redujo tres veces las tasas de interés de referencia, con una merma total del 1,5 - 2% anual (Vietnam se convirtió en uno de los países con la mayor rebaja de la región), en un esfuerzo por disminuir el costo de acceso al capital para las instituciones de crédito, creando condiciones para que estas rebajen las tasas de interés de préstamos; al mismo tiempo, instó a las entidades financieras a minimizar los costos operativos para centrarse en reducir la tasa de interés activa. En 2021 y los primeros ocho meses de 2022, aunque las tasas de interés en el mundo aumentaron, el BEV siguió manteniendo estables las tasas de interés de referencia, ayudando a las instituciones crediticias a acceder al capital con bajos costos y aminorar así la tasa de interés activa para apoyar a los clientes en la recuperación de la producción y el comercio. Instruyó a las instituciones bancarias rebajar los costos operativos para continuar reduciendo la tasa de interés activa con el fin de apoyar y acompañar a las empresas y pobladores en la superación de las dificultades. Gracias a ello, en el contexto del aumento de los tipos de interés mundiales, la tasa de interés activa promedio del sistema de instituciones de crédito disminuyó un 1% en 2020 y 0,8% en 2021.

Sin embargo, en el contexto de la creciente inflación global, la FED alzó su tasa objetivo seis veces a 3,75-4% al año y se prevé que seguirá aumentando en 2023, lo que provocará una fuerte apreciación del dólar y aumentará la presión sobre los tipos de interés y de cambio en el país, creando tensión sobre la inflación. Para seguir implementando medidas sincrónicas con el fin de controlar ese fenómeno, estabilizar la macroeconomía y garantizar la seguridad del sistema bancario, el BEV ajustó al alza las tasas de interés en medio del rápido aumento de las tasas de interés en el mundo y la creciente presión inflacionaria en el país.

Gestionar el crecimiento del crédito de forma segura y eficaz, de acuerdo con el objetivo de controlar la inflación y garantizar un suministro suficiente y oportuno de capital a la economía.

Después del período de alto crecimiento del crédito antes de 2010, a partir de 2011, el BEV fijó una relación razonable entre ese indicador y el crecimiento del PIB, a fin de calcular la tasa de crecimiento de los préstamos en la dirección de mejorar su calidad, ayudando gradualmente al sistema de instituciones financieras a cumplir con la función de proporcionar capital a corto plazo a la economía. Sobre esa base, el BEV determinó la meta de crecimiento del crédito desde principios de año, siguiendo de cerca la situación real y controlando estrictamente el ritmo de crecimiento mediante la asignación de objetivos para cada institución según su capacidad de expansión del crédito, calidad operativa y capacidad de gestión de riesgos. Durante el proceso de implementación, el BEV realizó revisiones y ajustes flexiblemente de acuerdo con la práctica. Como resultado, junto con la reducción de las tasas de interés a alrededor del 40% a finales de 2011, el crédito se controló adecuadamente y se ejecutó eficazmente, centrándose en áreas prioritarias, contribuyendo a promover un desarrollo económico sostenible.

Además, el BEV implementó activamente soluciones para mejorar la calidad y el acceso al crédito, como monitorear de cerca la concesión de capital para áreas potencialmente riesgosas, a fin de proponer oportunamente medidas para reforzar el control de riesgos y garantizar la seguridad de las operaciones bancarias. Controló estrictamente la demanda de préstamos en moneda extranjera para asegurar el cumplimiento de la política del Gobierno de limitar la dolarización de la economía, contribuyendo a estabilizar el mercado monetario y de divisas. Coordinó estrechamente con las autoridades locales para desplegar el programa de conexión entre bancos y empresas en aras de eliminar rápidamente las dificultades y crear condiciones favorables en el acceso a préstamos bancarios para pobladores y empresas, especialmente las pequeñas y medianas. Además, trabajó proactivamente con ministerios y sectores para construir y perfeccionar mecanismos y políticas, y desplegar eficazmente programas de crédito de acuerdo con las orientaciones del Gobierno.

En el período 2020-2022, en respuesta a los impactos negativos de la pandemia de COVID-19, el BEV emitió la Circular No. 01/2020/TT-NHNN, modificada y complementada por la Circular No. 03/2021/TT-NHNN y la Circular No. 14/2021/TT-NHNN, y orientó a las instituciones de crédito a reestructurar los plazos de pago de la deuda, mantener los grupos de deuda, eximir y reducir los intereses y tarifas con el fin de eliminar las dificultades para las empresas e individuos afectados por la pandemia en todos los sectores e industrias, conservar el flujo de caja para los prestatarios, y apoyar la producción y los negocios. Esas políticas fueron apreciadas positivamente por las compañías y la población; la Asamblea Nacional, el Gobierno y las organizaciones internacionales las consideraron oportunas y razonables. Desde el inicio hasta el final de su implementación en junio de 2022, el sistema de instituciones crediticias reestructuró los plazos de pago y mantuvo los tipos de deuda para casi 1,1 millones de clientes, con un valor acumulado de aproximadamente 30 mil millones de dólares; eximió y redujo intereses y tarifas y conservó el mismo grupo de deuda para casi 562 mil clientes, con una suma de préstamos de más de tres mil 800 millones de dólares.

Gestionar de forma activa y flexible los tipos de cambio de acuerdo con las condiciones de la macroeconomía y mercado, asegurando el fortalecimiento del dong vietnamita, manteniendo las expectativas y contribuyendo a estabilizar la inflación.

En el período 2011-2015, el BEV gestionó los tipos de cambio para garantizar la flexibilidad ante la tensión del mercado y consolidar la confianza en el dong vietnamita. En consecuencia, a principios de 2011, para estabilizar el mercado de divisas en medio de signos de tensión, el BEV ajustó al alza el tipo de cambio interbancario promedio en un 9,3% y redujo el margen comercial del ±3% al ±1%. Desde 2012, el mercado de divisas evolucionó de manera más estable; el BEV anunció diariamente el tipo de cambio interbancario promedio entre VND y USD; al mismo tiempo, publicó el ajuste máximo anual del tipo de cambio (alrededor del 1-2%) y aplicó medidas sincrónicas y flexibles para lograr los objetivos fijados (regular la liquidez de VND, mantener la diferencia entre el tipo de interés en VND y USD con el fin de aumentar el atractivo de la moneda nacional, aplicar el límite máximo a la tasa de interés pasiva en dólares  a partir de 2010 y reducirlo gradualmente al 0% anual a partir del segundo semestre de 2015, promover la comunicación para estabilizar la psicología del mercado, intervenir en el mercado de divisas en caso necesario, limitar el crédito en monedas extranjeras, endurecer la gestión del mercado cambiario), aumentó el margen nuevamente a ±3% en los últimos meses de 2015 cuando aumentó la presión en el mercado de divisas ante la tendencia al crecimiento de las tasas de interés de la FED. Los resultados de este período muestran que, en el contexto de altas expectativas de inflación y fluctuaciones en el mercado de divisas, la debilitación de la confianza en VND producida desde la etapa anterior y la depreciación de USD en el mercado mundial (debido a la implementación de la flexibilización cuantitativa (QE, en inglés) y el mantenimiento de las tasas de interés cercanas al 0% por parte de la FED durante la mayor parte de este período), el mecanismo de gestión de los tipos de cambio fue consistente con las condiciones macroeconómicas y del mercado. El tipo de cambio y el mercado de divisas se estabilizaron rápidamente a partir de 2012, la confianza en VND se recuperó y el BEV pudo comprar divisas, aumentando las reservas estatales en ese sentido.

Desde 2016 hasta la fecha, la situación financiera mundial fluctuó de manera complicada (la FED aumentó las tasas de interés, USD volvió a subir, el yuan (CNY) se depreció, el Reino Unido se retiró de la Unión Europea (Brexit), estalló el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, brotó la pandemia de COVID-19, se inició el conflicto entre Rusia y Ucrania...). En ese contexto, el mercado cambiario interno enfrentó muchas presiones, lo que hizo que el método de gestión anterior ya no fuera apropiado. Por tal motivo, el BEV dejó de fijar la banda de fluctuación anual y proyectó la gestión hacia una dirección más flexible para mejorar la capacidad de absorber los choques externos, mientras se garantizan la estabilidad y la transparencia del mercado de divisas. En consecuencia, el BEV anunció diariamente el tipo de cambio de referencia que fluctúa de manera flexible en función de la evolución de los mercados interno y externo, las balanzas macroeconómicas y monetarias y los objetivos de política monetaria; aplicó un margen de fluctuación de ±3% a partir del tercer trimestre de 2015 (un incremento con respecto al ±1% anteriormente); implementó la intervención cambiaria con tipos de cambio y métodos flexibles (al contado y a plazo) para estabilizar el mercado y aumentar las reservas estatales de divisas en condiciones favorables. Las medidas de gestión del tipo de cambio se desplegaron estrechamente con las labores de comunicación y otros instrumentos de la política monetaria, así como con las soluciones de gestión de divisas para garantizar que el mercado se mantenga estable y funcione con fluidez, eliminando los impactos negativos en el mercado, limitando la dolarización, fortaleciendo la confianza y el interés en guardar VND. Gracias a ello, el mercado cambiario aseguró su estabilidad, con una liquidez fluida, y las necesidades legales de divisas se satisficieron cabal y oportunamente. En el período 2016-2021, en general, el tipo de cambio de referencia aumentó aproximadamente un 0,9% como promedio anual y las reservas estatales de divisas se incrementaron de forma considerable.

En los primeros 10 meses de 2022, al enfrentar las presiones, como la tendencia general del mundo, el BEV operó los tipos de cambio de manera ágil y proactiva, creó un espacio para que el mercado evolucione de manera flexible y absorba los choques del exterior, vendió divisas por intervención para complementar el suministro al mercado y limitar la fluctuación excesiva del tipo de cambio, contribuyendo a estabilizar el mercado de divisas y la macroeconomía, a la par de controlar la presión inflacionaria. El 17 de octubre de 2022, el BEV decidió ajustar el margen del tipo de cambio de USD/VND de ± 3% a ±5%, en adaptación proactiva al desarrollo impredecible de la coyuntura internacional. Como resultado, los tipos de cambio en el mercado se fluctuaron de manera flexible, con una liquidez fluida, y las necesidades legales de monedas extranjeras fueron satisfechas por completo. A pesar de que las monedas de otros países de la región se desvalorizaron fuertemente respecto a USD, gracias a los esfuerzos y las soluciones flexibles y proactivas del BEV, el VND solo se depreció alrededor del 9% en comparación con USD.

Intensificar proactivamente la divulgación para estabilizar las expectativas del mercado

De 2011 hasta el momento, las labores de comunicación del BEV se renovaron integralmente tanto en pensamiento como en acción y devienen una herramienta efectiva para divulgar los mecanismos, políticas y soluciones de gestión monetaria y bancaria. El BEV informó regular y oportunamente sobre las soluciones operativas y los resultados bancarios para orientar la opinión pública. Algunas medidas y logros alcanzados fueron:

Primero, las directrices, políticas y soluciones del BEV se transmitieron al público de manera oportuna y oficial a través de muchas formas de comunicación diversas y accesibles (conferencias de prensa periódicas, portal electrónico del BEV, foros y seminarios...), contrarrestando así la información tergiversada e inexacta, que afecta la psicología y la opinión pública.

Segundo, los planes y orientaciones de comunicación se elaboraron tanto para un período como para cada año, se desplegaron de manera uniforme y sincrónica en todo el sistema, con la coordinación estrecha de las unidades dependientes del BEV, así como dentro y fuera del sector. Se prestó atención a la información oportuna a los diputados de la Asamblea Nacional, expertos económicos y financieros.

Tercero, los métodos de comunicación se renovaron y diversificaron constantemente, acercándose más al público. Desde 2017, además de las conferencias de prensa periódicas o extraordinarias, el BEV coordinó con la Televisión de Vietnam, agencias de noticias y medios de comunicación para implementar programas de divulgación y educación financiera para la comunidad, en un esfuerzo por mejorar el conocimiento sobre el sector de las finanzas para diferentes segmentos de la población, contribuyendo a la materialización efectiva de los objetivos de finanzas integrales y pagos sin efectivo, y mejorando el acceso a los servicios bancarios en la economía...

Cuarto, se organizaron regularmente cursos de capacitación sobre el trabajo de comunicación para jefes de departamentos, agencias, unidades y sucursales; además de ensayos para mejorar el conocimiento sobre la banca a periodistas dentro y fuera del sector.

Quinto, el trabajo de información y comunicación se desplegó proactivamente antes, durante y después de la promulgación de documentos legales con el propósito de garantizar la transparencia y crear consenso en la opinión pública ante las nuevas políticas del BEV. La institución financiera se coordinó estrechamente con las autoridades para manejar con prontitud los incidentes que puedan afectar negativamente la confianza de los depositantes y la seguridad de las operaciones bancarias.

Sexto, se colaboró con las organizaciones financieras internacionales para promover el trabajo de información al exterior, elevar la reputación y la imagen de Vietnam en los foros mundiales y en el proceso de integración a la comunidad financiera y bancaria global.

Experiencia en gestión de divisas y limitación de la dolarización y el alza del patrón oro

En los últimos años, para limitar la dolarización y el alza del patrón oro, el Gobierno y el BEV persistieron en el objetivo de controlar la inflación, estabilizar la macroeconomía y apoyar el crecimiento económico, orientando gradualmente la relación de movilización-préstamo a la de compra-venta de monedas extranjeras y oro a través de las siguientes soluciones:

Limitación de la dolarización

Controlar la inflación y estabilizar la macroeconomía es la base más importante para consolidar la confianza de las personas y las empresas en el valor de la moneda nacional, así como para combatir la dolarización y el alza del patrón oro. El BEV combinó sincrónicamente soluciones e instrumentos de gestión de la política monetaria, especialmente con relación a las tasas de interés y tipos de cambio para mantener el atractivo del dong frente al dólar; reguló los límites máximos a la tasa de interés pasiva en dólares para organizaciones e individuos (reducción al 0% anual para fines de 2015) y emitió regulaciones para rebajar las necesidades de capital crediticio en moneda extranjera; impulsó activamente la divulgación y coordinó estrechamente con los ministerios, agencias y localidades para fortalecer la inspección y supervisión de la implementación de las regulaciones sobre el uso de divisas en el territorio y su salida del país.

Gracias al despliegue sincrónico de las soluciones anteriores, se consolidó la confianza en el dong, la dolarización se limitó drásticamente, la gente empezó a cambiar monedas extranjeras en dong para depositarlas en el sistema bancario, convirtiendo así recursos de divisas en dong para servir a la producción, el comercio y el desarrollo socioeconómico. Asimismo, la proporción de depósitos en monedas extranjeras sobre los medios de pago totales disminuyó del 15,84% a finales de 2011 al 10,98% a finales de 2015 y continuó reduciéndose hasta alrededor del 7% en la actualidad. Las entidades de crédito pasaron de las ventas netas a las compras netas de divisas.

En cuanto a la gestión del mercado del oro y la limitación al alza del patrón oro

En cumplimiento de las directrices del Buró Político y del Gobierno sobre la gestión estricta de los negocios del oro y la lucha contra su especulación y comercio ilegal, el BEV asesoró y presentó al Gobierno para su promulgación el Decreto No. 24/2012/ND-CP, del 3 de abril 2012 (Decreto 24) sobre el tema con dos objetivos principales: 1- Organizar y reestructurar básicamente el mercado de lingotes de oro, contrarrestar el impacto de las fluctuaciones del precio de ese metal precioso en los tipos de cambio, la inflación y la estabilidad macroeconómica; 2- Fortalecer el papel del Estado en la gestión del mercado del oro, prevenir y contrarrestar el alza del patrón oro en la economía y movilizar gradualmente los recursos relacionados con el oro para servir al desarrollo socioeconómico.

Después de la promulgación del Decreto 24, el BEV emitió documentos para su implementación, que estipulaban que la posición en oro al final del día de las entidades de crédito no podrá exceder del 2% en comparación con su capital propio ni mantener en un nivel negativo, con el fin de prevenir los riesgos de fluctuación del precio del oro, así como garantizar la seguridad de las instituciones financieras en el negocio de compra y venta de lingotes de oro. Para transformar la relación de movilización y préstamo de capital en oro en una relación de compra y venta de ese recurso, el BEV siguió promulgando normas que exigen a las instituciones de crédito suspender la movilización y préstamo de capital en oro (Circular No. 11/2011/TT-NHNN) y no movilizar capital en oro, excepto en el caso de la emisión de certificados a corto plazo a petición de los clientes, cuando la cantidad de oro para el cobro de deudas y el inventario no sea suficiente para pagar (Circular No. 12/2012/TT-NHNN). Al mismo tiempo, el BEV reforzó la inspección y el manejo de los problemas surgidos para acelerar ese proceso. Esas soluciones sincrónicas ayudaron a eliminar los riesgos al movilizar y conceder capital en oro, poner fin al patrón oro en las operaciones del sistema de instituciones de crédito, convertir los recursos de oro en dong para emplear en la producción y el comercio, aumentando los ahorros a través de depósitos en instituciones de crédito.

Orientación para la gestión de la política monetaria en los próximos tiempos

La política monetaria debe gestionarse de manera proactiva y flexible, en coordinación estrecha con la política fiscal y otras políticas macroeconómicas, con el objetivo de priorizar el control de la inflación, contribuir a la estabilidad macroeconómica y apoyar el crecimiento económico sostenible. Por tal razón, en los próximos tiempos es preciso centrarse en implementar las siguientes cuestiones:

Primero, se debe gestionar los tipos de interés de acuerdo con la evolución del mercado y los objetivos de la política monetaria; alentar a las instituciones de crédito a reducir costos y mejorar la eficiencia operativa a fin de reducir las tasas de interés de préstamos.

Segundo, hay que gestionar flexiblemente los tipos de cambio, coordinar de forma sincrónica las medidas e instrumentos de la política monetaria para estabilizar el mercado de divisas, contribuir a estabilizar la macroeconomía, controlar la inflación y aumentar las reservas estatales de divisas cuando las condiciones sean favorables.

Tercero, resulta necesario gestionar el crecimiento del crédito de forma segura, creando condiciones favorables en el acceso a las fuentes crediticias para la economía. Hay que dirigir a las instituciones financieras a impulsar el crecimiento del crédito de manera segura y efectiva; centrarse en los sectores productivos y comerciales, especialmente los prioritarios según la política del Gobierno; orientar la estructura crediticia de acuerdo con la transformación estructural de la economía, en aras de promover el crecimiento y el desarrollo sostenible; continuar controlando estrictamente el crédito para áreas potencialmente riesgosas, controlar el crédito en moneda extranjera de acuerdo con la hoja de ruta destinada a limitar la dolarización de la economía según la política del Gobierno.

Cuarto, se requiere coordinar estrechamente con los ministerios y agencias el intercambio de información sobre la gestión macroeconómica y las actividades bancarias, en un esfuerzo por crear unidad y sincronización en la implementación de las políticas macroeconómicas del Gobierno. Es necesario continuar promoviendo actividades de comunicación y asegurar la transparencia de la información sobre las políticas monetarias y bancarias./.

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(1) El coeficiente de caja en VND fue del 3% para depósitos de menos de 12 meses y del 1% para 12 meses o más; mientras esa proporción en moneda extranjera fue del 8% para depósitos a menos de 12 meses, del 6% para 12 meses o más y del 1% para entidades de crédito en el exterior.
(2) La tasa de interés de refinanciamiento aumentó del 9% al 15% anual; la tasa de interés de redescuento, del 7% al 13% anual; y la tasa de interés de préstamos de día de pago interbancario en línea, del 9% al 16% anual.
(3) La tasa de interés pasiva en VND en muchos bancos se incrementó hasta el 17% anual; y la tasa de interés pasiva a la vista en dong, hasta el 14% anual, equivalente al límite máximo prescrito por el Banco Estatal de Vietnam, lo que indujo al aumento de los tipos de interés de préstamos, en algunos casos hasta el 25% anual.
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1009 (marzo de 2023)