Desarrollo agrícola en Vietnam: Cuestiones y soluciones
Revista Comunista – La agricultura es un pilar económico de Vietnam, tanto en el pasado como en el presente, al tener los efectos más directos y significativos en la estabilidad y el desarrollo del país. En el futuro cercano, hay que implementar una serie de soluciones sincrónicas para que el sector “despegue”.
Algunas cuestiones planteadas al desarrollo agrícola en Vietnam
Vietnam tiene plena posibilidad de materializar la ambición de desarrollarse en un país fuerte y próspero. Para convertirse en un país industrializado, Vietnam -dados sus potenciales de infraestructuras, recursos humanos y gobernanza social- necesita tomar la agricultura como el punto de apoyo para industrializarse y modernizarse. La industrialización y modernización, en primer lugar, debe servir a la agricultura y el desarrollo rural. ¡Es nada más que la raíz y la fuerza intrínseca de la nación!
Sin embargo, durante los últimos años el desarrollo de la agricultura de Vietnam ha enfrentado diferentes problemas:
Primero, la agricultura nacional sigue siendo básicamente extensiva y a pequeña escala, lo que genera altos riesgos, baja eficiencia y aún menor valor agregado. La agricultura todavía no se asocia con la industria para formar un sistema donde puedan complementarse y apoyarse entre sí.
Segundo, la competitividad de los productos sigue siendo baja, debido a la falta de diversidad de los tipos de artículos, tamaños y colores desiguales, la escasez de las marcas reconocidas ampliamente y certificados de origen. La mayoría de los productos agrícolas de Vietnam se exportan en forma cruda sin procesamiento, representando del 70 al 80 por ciento de los envíos al extranjero(1). Además, las exportaciones del país dependen en gran medida de algunos mercados.
Tercero, el modelo de hogar productivo se está renovando con lentitud. Se trata de la principal forma de producción en la agricultura vietnamita, al representar el 90 por ciento del área total de cultivo. Durante los últimos años, el modelo económico basado en el hogar ha mostrado su eficiencia, pero ya alcanzó el “techo” de su desarrollo (en concepto de la ampliación de su escala).
Cuarto, las inversiones en la agricultura resultan escasas en comparación con su potencialidad. Esas finanzas se encuentran limitadas y dispersas y aún no corresponden con la potencialidad y contribución de la agricultura a la economía nacional. Por lo tanto, las infraestructuras técnicas de la agricultura y la ruralidad -en especial las que sirvan directamente a la producción agrícola- muestran muchos problemas y todavía no satisfacen los requisitos de desarrollo. Los servicios auxiliares tampoco están desarrollados, especialmente los de conservación poscosecha y logística. Las industrias de procesamiento y procesamiento profundo resultan retrasadas, con pequeña escala y tecnologías obsoletas.
Quinto, las condiciones económicas de los agricultores siguen siendo bajas e inestables. Pese a los cambios notables de la ruralidad y la mejora de los ingresos y niveles de vida de la mayoría de los agricultores, ese aumento no se equipara al alza de los gastos, lo que resulta en la baja acumulación de riqueza de los hogares productores. Por lo tanto, es muy difícil para los agricultores invertir en la ampliación de la producción, mejorar su capacidad o enfrentar por su propia cuenta las crisis de precios o riesgos climáticos y epidémicos.
Sexto, la mayoría de los trabajadores no está calificada. Alrededor del 70 por ciento no ha recibido ningún curso de formación especializado, mientras los trabajadores con títulos universitarios solo representan el 9%(3). La escasez de conocimientos científicos y administrativos, y la información sobre el mercado obstaculizan a las empresas y agricultores a la hora de adoptar decisiones para incrementar su rendimiento e ingresos.
Séptimo, pese a la fuerte tendencia de migración desde las áreas rurales, la cantidad absoluta de hogares residentes en esas zonas sigue creciendo. Hay siete millones 700 mil personas de edad avanzada que viven en las áreas rurales, lo que equivale al 67,2 por ciento, el doble de la cantidad de ancianos residentes en las urbes. Las condiciones difíciles de esas personas representan un gran obstáculo para el desarrollo rural.
Octavo, numerosos ámbitos científico-tecnológicos clave para la agricultura están retrasados. Resulta escasa la aplicación de ramas como la biotecnología, informática, tecnologías poscosecha, procesamiento y procesamiento profundo y ciencias de la era digital.
Noveno, las aldeas -el espacio vital de los agricultores- se están “deformando”. Las aldeas crean la fuerza de la cultura, la civilización y la energía que son la raíz del pueblo vietnamita. No obstante, en la actualidad están perdiendo sus tradicionales espacios culturales.
Además de las dificultades intrínsecas, la agricultura ha enfrentado y seguirá afrontando otros desafíos, tales como el cambio climático y la evolución impredecible e incontrolable de las epidemias, las tensiones comerciales, los conflictos geopolíticos y choques religiosos y culturales en el mundo.
No obstante, durante un proceso de integración económica internacional más amplio y profundo, Vietnam ha negociado, firmado o implementado casi 20 tratados de libre comercio, hecho que tiene efectos considerables en la economía en general y en la agricultura en particular. El mercado se continúa ampliando, y la posición de la agricultura se elevará gracias a mayores oportunidades de participar en la cadena de suministro global.
Gracias a la integración internacional, la agricultura recibirá nuevas inversiones, especialmente en las ramas de alta tecnología y orgánica, así como las industrias auxiliares -ámbitos por explorarse debido a la escasez de los recursos. Los efectos de las crecientes inversiones en la agricultura resultarán importantes para la economía vietnamita.
La nueva clase campesina -los agricultores de la cuarta Revolución industrial- se están formando y desarrollando. Cuentan con suficientes conocimientos y cualidades para construir una nueva agricultura, que se sustenta sobre las cooperativas, empresas, asociaciones y ramas poseídas por ellos.
Medidas para el desarrollo agrícola en el futuro cercano
Para reestructurar la agricultura de Vietnam en el futuro cercano, hay que priorizar la solución de los problemas, dificultades y desafíos conforme a las condiciones específicas del país y la situación global, además de considerar el desarrollo agrícola en el panorama de la renovación integral de la nación, la apertura económica y la integración internacional cada vez más amplia y profunda. Resulta crucial desplegar con sincronía las siguientes medidas:
Primero, hay que ampliar y profundizar la conciencia sobre la importancia y las ventajas de la agricultura.
Segundo, hace falta renovar el modelo de crecimiento, conectando de forma orgánica la agricultura con la industria, los servicios y el desarrollo urbano y rural. Además, hay que continuar reestructurando la agricultura y mejorar su valor agregado, impulsando el desarrollo sostenible y la construcción de la nueva ruralidad. La reestructuración debe centrarse en las inversiones y servicios públicos favoreciendo la formación eficiente y sostenible de las cadenas de valor basadas en las ventajas competitivas de cada región, localidad y producto; así como en las infraestructuras, la investigación y aplicación de la ciencia y tecnología, especialmente los servicios poscosecha, procesamiento y procesamiento profundo.
Tercero, resulta necesario conectar de forma orgánica el desarrollo urbano con el rural, el agrícola y el industrial. La industrialización y urbanización son tendencias inevitables, pero durante los últimos años el modelo de crecimiento basado en los “polos de desarrollo” todavía no vincula estrechamente las áreas rurales con las urbanas, la agricultura con la industria, dejando como consecuencia las crecientes brechas entre la ruralidad y las urbes, entre el sector agrícola y el industrial, entre los campesinos y los habitantes urbanos, entre los ricos y pobres, así como entre las zonas remotas y el resto del país.
Cuarto, hace falta una planificación agrícola inteligente hacia el mercado abierto.
Quinto, hay que construir y desarrollar la nueva clase de agricultores e invertir en los recursos humanos agrícolas, especialmente durante el período de oro de la estructura demográfica, para que los campesinos nacionales sean verdaderos empleados profesionales, que no solo trabajen en la agricultura, sino también hagan negocios a partir de ella.
Sexto, el Estado debe actuar como el verdadero artífice de la transformación amplia y profunda de la agricultura y la ruralidad, sobre todo el impulso de las inversiones y servicios públicos en el desarrollo agrícola y la modernización rural. El Estado centra sus esfuerzos en la macrogestión -tales como la elaboración de estrategias, la promulgación de políticas, las negociaciones legales y la asistencia al desarrollo del mercado- y en el suministro de los servicios públicos que los hogares agrícolas todavía no pueden atender por su propia cuenta. Al mismo tiempo, no interviene en las actividades económicas y servicios rentables, sino que los encarga al sector privado y los agricultores, a través de las asociaciones empresariales, cooperativas y organizaciones de productores.
Además, el Estado necesita seguir perfeccionando las instituciones y renovando los procedimientos administrativos y crear un clima de negocios y políticas favorables para atraer las inversiones empresariales en la agricultura. También debe impulsar la conexión entre la producción, el procesamiento y la comercialización de los productos en las cadenas de valor.
Séptimo, resulta fundamental reorganizar la producción con modelos de cooperación y conexión, en los cuales participan las empresas de manera amplia y profunda sobre la base de la renovación sustancial de las adecuadas formas de organización productiva, además de aplicar políticas radicales para estimular el crecimiento de la economía cooperativa con el fin de desarrollar las cooperativas formando cadenas de valor de los productos agrícolas, en las cuales esas sociedades conectarán a pequeños agricultores a grandes empresas, para crear así asociaciones profesionales y sindicatos de trabajadores rurales.
Octavo, hay que prestar más atención al desarrollo del mercado, especialmente el interno con 100 millones de consumidores, de los cuales la clase media abarca ya decenas de millones de personas. Al mismo tiempo, resulta importante impulsar las exportaciones de los principales productos a las economías complementarias a la vietnamita, tales como Japón, Corea del Sur, la India, la Unión Europea, el Medio Oriente y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. Además, hay que mantener y desarrollar de manera sostenible el mercado chino e incrementar los envíos a otros destinos potenciales.
La construcción de áreas de materias primas para cada destino para dominar y ampliar los mercados resulta de especial importancia.
Noveno, se debe priorizar la aplicación de los avances de la cuarta Revolución industrial, especialmente las tecnologías para la digitalización agrícola en los procesos clave e inmediatamente factibles, tales como el rastro del origen, la transacción y la comercialización de los productos. Además, hace falta intensificar la investigación, transferencia y aplicación de los avances científico-tecnológicos para mejorar la productividad y calidad.
Décimo, resulta crucial la protección del medioambiente, entre otras cuestiones.
El entorno rural es no solo el espacio para vivir, sino también el ambiente que crea la confianza en la calidad, la competitividad y el valor agregado de los productos agrícolas, así como la productividad de la agricultura. Eso explica la importancia de construir y desarrollar la agricultura circular y orgánica, y un crecimiento verde.
Por otro lado, son necesarias la adaptación proactiva al cambio climático y la gestión de los riesgos y epidemias. En tal sentido, hay que mejorar la capacidad de pronóstico y alerta desde la distancia, la gestión y el enfrentamiento a los riesgos climáticos, el alivio de los impactos del cambio climático y las epidemias, y la conexión de ese sistema con los servicios de asesoramiento agrícola.
Hace falta trazar y aplicar una estrategia nacional sobre la seguridad de las cadenas de suministro y reorganizarlas para incrementar su diversidad y enfrentar mejor las epidemias, desastres naturales, inestabilidades geopolíticas y fluctuaciones financieras y de precios. Para incrementar la productividad, calidad y sostenibilidad de la economía, hay que aumentar la conectividad entre la producción interna y las nuevas cadenas de suministro regionales y globales, sobre todo tomar la iniciativa para elaborar una estrategia nacional sobre la seguridad de esas cadenas.
También resulta esencial continuar preservando y promoviendo los valores culturales, con énfasis en el desarrollo de las comunidades rurales. Las áreas campesinas son espacios que guardan el alma, el espíritu y los valores culturales fundamentales del pueblo vietnamita. Comunas, distritos y provincias son meras unidades administrativas al servicio de la gestión estatal y pueden ser divididos o fusionados, al contrario de las aldeas. Las “casas” y “aldeas” han creado y seguirán creando la fuerza de Vietnam. No es por casualidad que en el vocabulario vietnamita existen las palabras “lang nuoc” (combinación de “aldea” y “país”) o “nuoc nha” (país y casa), es decir, ¡sin las aldeas y casas, no existiría el país!
Además, hay que sustituir las exportaciones de materias primas por los productos profundamente procesados y estimular a las empresas a priorizar el procesamiento, la producción y el suministro de insumos y reducir la dependencia de los mercados importadores para construir una economía agrícola autosuficiente y prevenir las interrupciones en las cadenas de suministro. Se puede alentar a las empresas -especialmente las que lideran las cadenas- a incrementar las inversiones agrícolas con las siguientes medidas: 1- Mantener las inversiones públicas e incrementar la eficiencia de las finanzas dedicadas a la agricultura, tales como las depositadas en las infraestructuras y sistemas de transporte y drenaje; 2- Ofrecer servicios públicos al sector para crear zonas agrícolas suficientemente grandes al servicio de las fábricas de procesamiento profundo y 3- Adoptar políticas para estimular las inversiones empresariales según el modelo de asociación público-privada, formando así zonas de materias primas y conexiones interregionales./.
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* Este artículo es resultado del Proyecto KX04-20/21-25
(1) Trung Chanh: “Vietnam es gran exportador de productos agrícolas, pero en su mayoría crudos”, Revista Kinh te Sai Gon (Economía de Saigón) Online, del 28 de abril de 2021, https://thesaigontimes.vn/viet-nam-la-cuong-quoc-xuat-khau-nong-san-nhung-da-phan-la-san-pham-tho/
(2) Quoc Binh: “Eliminar las barreras para desarrollar la agricultura”, Periódico electrónico Nhan Dan (Pueblo), del 30 de obtubre de 2019, https://nhandan.vn/xoa-rao-can-de-phat-trien-nong-nghiep-post375408.html
(3) Hoang Thi Minh Ha-Dinh Thi Hao: “La estructura laboral por niveles para satisfacer las necesidades de desarrollo económico hasta 2025”, Revista Economía & Finanzas de Vietnam, edición de enero de 2021
(4) Tri Nhan: “Formalizar el trabajo informal”, Revista Mercado financiero y monetario, del 29 de noviembre de 2022, https://thitruongtaichinhtiente.vn/de-lao-dong-phi-chinh-tro-thanh-lao-dong-chinh-thuc-43388.html
(5) Nhat Duong: “Vietnamitas longevos pero no sanos”, Revista Economía de Vietnam, del 15 de diciembre de 2022, https://vneconomy.vn/tuoi-tho-nguoi-viet-cao-nhung-khong-khoe-manh.htm
(6) Gia Thanh: Aprovechar el Tratado de Libre Comercio para enviar verduras y frutas a la “tierra prometida” de la UE, Periódico El mundo & Vietnam, del 16 de mayo de 2022, https://baoquocte.vn/tan-dung-evfta-dua-rau-qua-toi-manh-dat-vang-eu-183802.html
(7) Do Van Huan-Dinh Thi Thuy: Invertir en las actividades de investigación + desarrollo y renovación de tecnologías de empresas procesadoras y manufactureras, Revista Números & Eventos, del 18 de enero de 2022, https://consosukien.vn/dau-tu-hoat-dong-nghien-cuu-phat-trien-va-doi-moi-cong-nghe-cua-doanh-nghiep-che-bien-che-tao.htm
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1023 (octubre de 2023)
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