Revista Comunista - En el período de Doi Moi (Renovación), el pensamiento, la percepción y las orientaciones del Partido Comunista de Vietnam (PCV) para la construcción de la cultura dentro de la organización política han generado una amplia influencia, convirtiéndose en su fortaleza endógena. Este proceso constituye asimismo una condición fundamental para edificar un Partido “ético y civilizado”, al tiempo que contribuye a mejorar la calidad de funcionamiento de todo el sistema político, con el fin de servir y responder de manera más efectiva a la vida y las aspiraciones del pueblo.

El secretario general del PCV, To Lam, se reúne con residentes de Huong Son, provincia de Ha Tinh, en diciembre de 2024 _Fuente: baohatinh.vn

La cultura- “el alma y la esencia” de la nación y la fuerza endógena que asegura el desarrollo progresivo, sólido y civilizado del Partido

La cultura es la combinación de valores materiales y espirituales creados por el ser humano, para el desarrollo del hombre y de la sociedad humana; las necesidades prácticas de la vida y las exigencias de la supervivencia humana son el origen y la fuerza motriz profunda de la cultura(1). La cultura se considera como la base espiritual de la sociedad, la fuerza endógena que asegura el desarrollo sostenible del país. De hecho, “la cultura es uno de los tres frentes (que incluyen además el económico y el político) donde los comunistas deben ser activos”(2), más concretamente, “la cultura es a la vez el resultado de la economía y la fuerza impulsora del desarrollo económico”(3). El Partido es la vanguardia que lidera el país y al pueblo, por lo que la cultura, con su valor compuesto y su fuerza inherente, debe convertirse también en el objetivo, el impulso y la fuerza endógena para el desarrollo y el progreso del PCV.

Durante el período de Doi Moi, el pensamiento y la percepción del PCV sobre la construcción de la cultura desde dentro ha logrado avances importantes, lo cual constituye un factor clave para la creación de la fuerza interna del Partido y contribuye a la construcción de las filas partidistas y un sistema político sólidos y transparentes. La Resolución 03-NQ/TW, adoptada el 16 de julio de 1998 por el Comité Central del PCV, sobre "La construcción y el desarrollo de una cultura vietnamita avanzada e imbuida de fuerte identidad nacional", declara: "Para construir y desarrollar la cultura para toda la sociedad, es necesario, en primer lugar, construir la cultura desde dentro del Partido y del aparato estatal”. Luego la Resolución 33-NQ/TW, aprobada el 9 de junio de 2014 por el Comité Central, sobre "La construcción y el desarrollo de la cultura y del pueblo vietnamita para cumplir con los requisitos del desarrollo sostenible del país", afirma la tarea de intensificar la construcción de la cultura dentro del Partido, las entidades estatales y organizaciones, considerándola un factor importante para crear un sistema político sólido y transparente". En su XIII Congreso Nacional, el PCV afirmó la necesidad de "estudiar, complementar y perfeccionar los valores éticos revolucionarios en el espíritu de que “el Partido es ético, es civilizado" para adaptarse a las nuevas condiciones y las tradiciones culturales de la nación"(4).

La fuerza del Partido reside, en primer lugar, en su propia esencia, es una fuerza interna, endógena, la base para que "Nuestro Partido sea ético y civilizado"(5). Si construir y desarrollar la cultura y los valores humanos se considera una tarea importante, creando un sólido "muro" que proteja al Partido, entonces fomentar la cultura desde dentro del PCV debe ser una labor de suma importancia para fortalecer la propia fuerza y ​​resistencia de la organización política contra todas las tentativas de sabotaje del enemigo. Al mismo tiempo, también se trata de un componente importante de la labor de construcción de las filas partidistas, la solución más fundamental y eficaz para seguir fortaleciendo la confianza del pueblo en el Partido, consolidando así su capacidad, posición y prestigio.

Hacer de la cultura una fuerza endógena que satisfaga las exigencias de la construcción y defensa del Partido en la nueva era, la del ascenso de la nación

Primero, hay que comprender, aplicar y concretar los lineamientos y políticas del Partido y del Estado sobre la preservación y promoción de los valores culturales al servicio del desarrollo del país(6). En paralelo con la construcción de los sistemas de valores nacionales y culturales y los estándares humanos asociados con la preservación y el desarrollo del sistema de valores familiares vietnamitas en el nuevo período, es necesario centrarse en la investigación y determinación de los estándares de la ética revolucionaria y las normas de comportamiento de los cuadros y militantes.

El Partido es, ante todo, la vanguardia y, al mismo tiempo, la fuerza de élite que converge y difunde los valores culturales tradicionales de la nación. Por lo tanto, la cultura dentro del Partido desempeña un papel orientador en el proceso de construcción del sistema de valores nacionales y culturales, así como de los valores y cualidades del ser humano, en estrecha relación con la preservación y el desarrollo de los valores familiares vietnamitas en la nueva era. La importancia prestada a la construcción cultural dentro del Partido debe provenir de una clara comprensión del papel del PCV hacia todas las clases sociales, su papel dirigente y gobernante en el sistema político, así como su contenido y métodos de liderazgo; las relaciones entre el Partido y el pueblo, entre la construcción de la cultura dentro del Partido y la preservación y el desarrollo de los valores culturales tradicionales de la nación. Al mismo tiempo, esa tarea debe basarse en los fundamentos teóricos del marxismo-leninismo, el pensamiento de Ho Chi Minh, los valores culturales tradicionales de la nación, las tradiciones del Partido y los conceptos sociales de verdad, bondad y belleza; y en las normas sobre el manejo de las relaciones entre las organizaciones partidistas y sus militantes, entre los militantes y el pueblo, entre las organizaciones del Partido y las instituciones que integran el sistema político a través del contenido y los métodos de dirección, especialmente la actitud en la aplicación de la autocrítica y la crítica, en el enfrentamiento de los errores y las deficiencias; y en el estilo y los modales directivos de las organizaciones partidistas y de sus militantes...

Segundo, los valores culturales deben estar presentes y convertirse en un factor importante que defina el carácter revolucionario, científico y humanista de los lineamientos del Partido.

El papel y la misión del Partido se manifiestan de manera más concentrada en su capacidad para trazar las directrices que orientan la práctica del movimiento y el desarrollo de la revolución, garantizando que esta avance conforme a los objetivos establecidos. Los lineamientos revolucionarios no solo demuestran la entereza, la determinación y la inteligencia del Partido, sino que también encarnan la voluntad y las aspiraciones de las masas. Por lo tanto, en el proceso de trazar sus lineamientos, el PCV debe ser absolutamente leal al marxismo-leninismo y al pensamiento de Ho Chi Minh, respetar la realidad y las leyes objetivas y regirse por los valores tradicionales del Partido y del pueblo. Las orientaciones y los lineamientos del Partido deben emanar de las aspiraciones del pueblo y tener como objetivo supremo servir a su prosperidad, libertad y felicidad; bajo ninguna circunstancia puede permitirse que el individualismo influya o corrompa dichos propósitos. Los lineamientos del Partido representan la esencia del sistema político y la superioridad y los valores nobles del marxismo-leninismo, el pensamiento de Ho Chi Minh y el socialismo.

Tercero, la cultura debe convertirse en el factor más determinante, capaz de influir profundamente en la conducta, la actitud y el sentido de responsabilidad de cada organización del Partido y de cada militante.

Sobre la base de una comprensión plena y profunda de las orientaciones, líneas políticas, resoluciones y normas del Partido, así como de los valores culturales tradicionales de la nación, cada cuadro y militante debe asumir, creer y transformar dichos valores en su comportamiento cotidiano, de modo que se formen patrones de conducta acordes con el entorno, la posición y las relaciones laborales y sociales en las que participa. Además, los cuadros y militantes necesitan perfeccionarse sin cesar en todos los aspectos: la lealtad a la Patria y la firma adhesión al marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh, el objetivo de la independencia nacional y el socialismo, y la política de Doi Moi del Partido; el coraje ante todas las dificultades y desafíos; la independencia, autocontrol, autosuficiencia, autofortalecimiento; una elevada conciencia organizativa y disciplinaria - especialmente la disciplina en la expresión de opiniones- y la perseverancia en los principios de la construcción de las filas partidistas.  También les exige una actitud libre de ambiciones de poder o deseos materiales, junto con una determinación firme de prevenir y combatir la corrupción, los fenómenos negativos y toda manifestación de degradación moral, actuando con honestidad, dignidad y vergüenza ante cualquier comportamiento corrupto, propio o de sus allegados. Al mismo tiempo, deben contribuir a la educación y el fortalecimiento de las cualidades, la ética y la personalidad humanas, al reforzamiento del temple y la conciencia nacional, y a la preservación de la identidad cultural de la nación, de modo que el desarrollo de la economía de mercado no erosione los valores morales de la sociedad, y que la integración internacional no suponga la disolución de la identidad propia"(8).

El comportamiento cultural hacia uno mismo exige que cada cuadro y militante posea verdadera firmeza, valentía, honestidad y una fuerte determinación, pues se trata de una lucha contra el propio yo. Actuar conforme a valores y normas culturales permite a cada militante mantener la entereza y la fortaleza necesarias para resistir las dificultades, tentaciones y presiones. La fuerza interna del Partido se crea a partir de los valores culturales y de la influencia que estos ejercen en el comportamiento de cada cuadro y militante.

Asimismo, en las relaciones con los camaradas y colegas, los valores que orientan la conducta de cada cuadro y militante deben basarse en la sinceridad, en el afecto y la ayuda mutua, todo ello sustentado en los principios morales, la justicia y la concepción de la belleza presentes en la cultura del comportamiento. El Presidente Hồ Chí Minh señaló claramente: “Comprender el marxismo-leninismo significa vivir con afecto y con sentido moral hacia los demás. Si uno conoce muchos libros pero vive sin afecto ni sentido moral, ¿cómo puede decir que entiende el marxismo-leninismo?(9).  Este es, precisamente, el valor humanista que debe guiar la construcción de las relaciones entre camaradas y colegas, fomentando la ayuda mutua y el progreso conjunto, y contribuyendo así al fortalecimiento de la unidad y cohesión dentro del Partido. Tal actitud resulta totalmente ajena a los comportamientos de encubrimiento o disimulo de errores, o al uso indebido de la autocrítica y la crítica para difamar, degradar o desacreditar a otros camaradas; y aún más ajena a la mentalidad de “mantener la armonía a toda costa”, que evita defender lo correcto o luchar contra lo erróneo.

Por otro lado, en el trabajo, cada cuadro y militante debe servir con todo su corazón a la Patria y al pueblo; hablar y actuar conforme a los puntos de vista, lineamientos, políticas y leyes del Partido y del Estado; ser dedicado y responsable, mantener siempre una actitud pionera y determinada en el desempeño de las tareas; atreverse a pensar, hablar, actuar, asumir responsabilidades, renovar, ser creativo y afrontar las dificultades y los desafíos; luchar contra las manifestaciones de evasión de responsabilidad, el miedo a la renovación y la creatividad, así como la ausencia de criterio o postura clara en el trabajo. Resulta fundamental comprender profundamente que, en la estrecha relación entre el PCV y el pueblo, el Partido es a la vez líder y servidor del pueblo; y que su fuerza reside en el estrecho vínculo con el pueblo, en el corazón y la confianza del pueblo. En consecuencia, es necesario perfeccionar constantemente el estilo de trabajo cercano al pueblo, crear condiciones para que las masas ejerzan sus derechos democráticos y apoyarse en el pueblo para construir un Partido íntegro y sólido. Para fortalecer la confianza del pueblo, el Partido debe ser, en la práctica, la encarnación de la moralidad, la civilización, la responsabilidad y la entrega al pueblo. Solo así, el Partido consolidará su fuerza interna y seguirá contando con el afecto, la confianza y la protección del pueblo.

Cuarto, es preciso practicar la cultura de dar ejemplo, promover la vanguardia y la conducta ejemplar de los militantes.

Actuar de manera ejemplar es uno de los valores culturales y éticos tradicionales del pueblo, y desempeña un papel importante en la concienciación y la persuasión para que las masas escuchen y sigan los buenos ejemplos. Para ejercer su papel dirigente, el Partido debe ser una fuerza de vanguardia, capaz de anticiparse, prever, hablar y actuar antes que los demás, y considerar ello como la forma de liderazgo más civilizada y progresista. Por lo tanto, practicar la cultura de dar ejemplo debe ser el elemento central de la construcción cultural dentro del Partido. Si dar el ejemplo se considera uno de los criterios éticos de los cuadros y militantes, especialmente de los dirigentes, practicar la cultura de actuar de manera ejemplar debe convertirse en una tarea regular y constante del Partido. Si un cuadro o militante no es íntegro ni ejemplar, si ha caído en la degradación moral o ha perdido su prestigio, no podrá liderar a nadie. Por lo tanto, "cuanto más alto sea el cargo, más ejemplar debe ser; los superiores deben ser ejemplares ante los subordinados, los comités partidistas deben serlo ante los militantes, quienes deben serlo ante las masas"(10). La manifestación de la capacidad, inteligencia, cualidades y conducta ejemplar de cada cuadro y militante es una imagen en miniatura de la ética y la civilización del Partido, un ejemplo para que las masas confíen en el Partido y lo sigan con todo el corazón.

Quinto, hay que dar importancia y fomentar la cultura de la dimisión y la capacidad de admitir y corregir los errores para garantizar el fuerte desarrollo de un Partido revolucionario.

El Presidente Ho Chi Minh señaló: “Un partido que oculta sus deficiencias es un partido corrupto. Un partido que tiene el coraje de admitir sus deficiencias, señalarlas claramente, examinar con claridad las circunstancias que las originan y luego buscar todos los medios para corregirlas. Ese es un partido progresista, audaz, firme y genuino”(11). La experiencia de los 95 años de liderazgo revolucionario del Partido ha demostrado que, tras cada error y deficiencia, y cada vez que los corrige con determinación, el Partido se vuelve más firme y valiente, más transparente y sabio, y cuenta con mayor confianza y apoyo popular. El 3 de noviembre de 2021, el Buró Político emitió el Reglamento 41-QD/TW, sobre "La destitución y la dimisión de los cuadros", que demuestra los valores esenciales de la cultura de la renuncia en la ética de los funcionarios y políticos, tanto en el pasado como en el presente, rigurosos en sus principios, pero profundamente humanos y cargados de sentido moral. El Reglamento 144-QD/TW, adoptado el 9 de mayo de 2024 por el Buró Político, sobre "Las normas éticas revolucionarias para los cuadros y militantes en el nuevo período", también establece claramente que los cuadros y militantes deben “practicar la cultura de la dimisión cuando no posean la capacidad o el prestigio necesarios”...

La grandeza del Partido no reside solo en su capacidad de formular políticas y dirigir su implementación; en su sistema organizativo estricto y científico, y en sus cuadros y militantes íntegros, ejemplares, dedicados y estrechamente apegados al pueblo; en su sabiduría, creatividad, temple y firmeza en tiempos difíciles y desafiantes para la revolución, sino también en su cultura de comportamiento y actitud ante los errores y las deficiencias.

En la nueva era, la del ascenso de la nación, hay que continuar estudiando y perfeccionando los valores y normas en la organización y funcionamiento del PCV y prestar constante atención a la construcción de la cultura dentro del Partido, la cual debe estar siempre presente en la vida y convertirse en su fuerza endógena, contribuyendo a construir una organización política más grande y firme frente a todas las dificultades y desafíos.

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* DR, Subdirector de la Academia Política Tran Phu, en la provincia de Ha Tinh
(1) Ho Chi Minh: Obras Completas, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, tomo 3, pág. 458
(2) Documentos completos del Partido Comunista, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2000, tomo 7, pág. 316
(3) Resolución 03-NQ/TW, adoptada el 16 de julio de 1998 por el Comité Central, sobre “La construcción y el desarrollo de una cultura vietnamita avanzada e imbuida de identidad nacional”
(4) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2021, tomo I, pág.184
(5) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibid., tomo 12, pág. 403
(6) La Resolución 05-NQ/TW, adoptada el 28 de noviembre de 1987 por el Buró Político, sobre “La renovación y mejora de la capacidad de liderazgo y gestión de la literatura, las artes y la cultura y la estimulación de la creatividad para elevarlas a un nuevo nivel”; La Resolución 03-NQ/TW, aprobada el 16 de julio de 1998 por  el Comité Central, sobre “La construcción y el desarrollo de una cultura vietnamita avanzada y imbuida de identidad nacional”; La Resolución 33-NQ/TW, fechada el 9 de junio de 2014 por el Comité Central,  sobre “La construcción y el desarrollo de la cultura y del pueblo vietnamita para cumplir con los requisitos de un desarrollo nacional sostenible”; La Conclusión 76-KL/TW, adoptada el 4 de junio de 2020 por el Buró Político, sobre “La continuación de la implementación de la Resolución 33-NQ/TW del Comité Central del XI mandato, relativa a la construcción y el desarrollo de la cultura y del pueblo vietnamita para cumplir con los requisitos de un desarrollo nacional sostenible”…
(7) Nguyen Phu Trong: Luchar con determinación y perseverancia contra la corrupción y otros fenómenos negativos, contribuyendo a construir nuestro Partido y Estado cada vez más transparentes y fuertes, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2023, pág. 136
(8) Nguyen Phu Trong: Construir y desarrollar una cultura vietnamita avanzada imbuida de identidad nacional, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2024, pág. 246
(9) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 15, pág. 668
(10) Reglamento 144-QD/TW, adoptado el 9 de mayo de 2024 por el Buró Político, sobre “Las normas de la ética revolucionaria de los cuadros y militantes en el nuevo período”
(11) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 5, pág. 301