Garantía del bienestar social en la economía de mercado con orientación socialista, según el espíritu del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam
Revista Comunista - El bienestar social constituye una parte del ingreso nacional que se utiliza para satisfacer las necesidades materiales y espirituales de los miembros de la sociedad y es a menudo redistribuido, independientemente de la consignación según el trabajo que uno ha realizado. El Partido y el Estado de Vietnam conceden importancia a la garantía de esa condición para la población. El XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam dio un nuevo paso de desarrollo en la concepción teórica y orientación de políticas para los asuntos de bienestar social en la economía de mercado con orientación socialista.
El XIII Congreso Nacional partidista profundiza y ofrece un enfoque más integral y multidimensional sobre el bienestar social
Se puede notar fácilmente que la frecuencia con que se menciona el bienestar social en los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (1) es mayor que en los mandatos anteriores. En particular, el Informe Político de la magna cita partidista citó ocho veces el término de "bienestar social”(2). El bienestar social cubre muchos temas, desde la asignación de recursos en la economía de mercado hasta la relación entre el Estado, el mercado y la sociedad; la garantía del derecho de las personas al acceso a los servicios públicos; el papel y la responsabilidad del Estado en el proceso de renovación y mejora de la eficiencia de los servicios públicos; el desarrollo de la educación, cultura y salud; la gestión del progreso social; así como el cuidado de la vida de los estratos sociales, como trabajadores, campesinos, intelectuales, personas con méritos revolucionarios y pobladores de minorías étnicas... La creciente aparición del concepto de "bienestar social" en los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam no es una coincidencia, sino que refleja las nuevas percepciones y enfoques del Partido sobre este tema particularmente importante.
Primero, se accede desde el método de asegurar la implementación del progreso y la justicia sociales en la economía de mercado con orientación socialista sobre la base de dos pilares, a saber, el bienestar social y la seguridad social, colocados en una relación complementaria, interrelacionada y de apoyo mutuo. El enfoque aclara la confusión entre el bienestar social y la seguridad social, incluso las expresiones de aprensión sobre el concepto de bienestar social, que lo identifica como "subsidio" o un disfrute unilateral de los resultados económicos. Tanto la seguridad social como el bienestar social, aunque participan en la materialización del progreso y la justicia sociales, desempeñan funciones diferentes. Si la seguridad social, con sus pilares que son el seguro social y el seguro médico (en la red de seguridad social también se resalta la garantía del trabajo sostenible), tiene el objetivo de mantener los ingresos y compensar el déficit de ganancias frente a los riesgos, basado principalmente en el mecanismo financiero de pagar, disfrutar y compartir, evitando que las personas caigan en los extremos; el bienestar social se proyecta hacia metas más amplias.
El bienestar social tiene como objetivo: (I) Lograr una distribución equitativa de los resultados de la producción a través de la reasignación y minimización de la estratificación excesiva del ingreso derivado de la primera distribución en la sociedad; (II) Asegurar la igualdad en las oportunidades de desarrollo mediante la garantía del acceso igualitario de todos los miembros de la sociedad a los servicios básicos, esenciales y significativos que sientan las bases para el desarrollo de cada ser humano; (III) Promover el progreso social cuando todas las personas disfrutan del bienestar social, en pos de aumentar el índice de felicidad y fomentar la igualdad de género, mientras que las personas de bajos ingresos pueden evitar el "empobrecimiento" al no tener que gastar demasiado dinero en los servicios públicos. Los principales pilares del bienestar social son los servicios públicos básicos y esenciales que son gratuitos o de bajo costo (educación, salud y cultura, entre otros); las condiciones de vida de los trabajadores (vivienda social e instituciones culturales para obreros, y régimen de descanso y bonificaciones); y los beneficios comunitarios.
En la economía de mercado, el bienestar social no se beneficia de manera unilateral de los resultados económicos, el gasto para esa condición no es necesariamente un "subsidio", sino más bien una inversión en el desarrollo del ser humano y de la infraestructura social, especialmente en el contexto que las fuerzas laborales se convierten en el recurso más importante para el desarrollo de la economía del conocimiento y la economía digital. El bienestar social progresivo, eficiente y de calidad también significa asegurar el desarrollo de la sociedad en un orden estable y prevenir los riesgos de conflictos sociales derivados de la injusticia en la sociedad. Con un rol y una función tan amplios, el bienestar social y la seguridad social se complementan y garantizan conjuntamente el progreso y la justicia sociales, contribuyendo a mantener la orientación al socialismo.
Aunque se debe distinguir el bienestar social y la seguridad social en la investigación, es necesario combinarlos y crear una relación recíproca y complementaria al diseñar las políticas relacionadas. El sistema de bienestar social progresivo, humano y eficaz contribuye a ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la seguridad social. Por ejemplo, un sistema educativo gratuito y de calidad ayuda a los adultos a encontrar oportunidades de trabajo, así como tener ingresos estables y condiciones para comprar seguros; mientras que el apoyo presupuestario favorece a los pobres en la compra de seguros médicos y acelera el cumplimiento de la cobertura universal de esos servicios.
Segundo, el enfoque se basa en los derechos humanos a una vida acomodada, la libertad y la felicidad, en los cuales la garantía del bienestar social constituye un contenido básico. Los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam afirmaron que una de las tareas clave del mandato 2021-2025 es "despertar la aspiración de desarrollar un país próspero y féliz..., mejorando la calidad de vida y el índice de felicidad de los vietnamitas”(3).
La realidad de la industrialización y el desarrollo de la economía de mercado muestran que muchos países cuentan con una Renta Nacional Bruta y un ingreso per cápita elevados, pero sus pobladores aún no se sienten felices; por el contrario, varias naciones en vías de desarrollo, cuyo ingreso per cápita no es alto, tienen el índice de felicidad más alto del mundo (como Bután). Aunque todavía no existe un conjunto de criterios para el índice de felicidad a nivel nacional e individual, en general, ese indicador tiene como objetivo medir el progreso y la justicia sociales mediante la garantía del bienestar social y la seguridad social, especialmente en términos de la salud (incluida la mental y la física), atención médica, armonía entre la vida material y la espiritual y cultural; equilibrio entre el trabajo y el descanso; oportunidades para acceder a servicios educativos, culturales y médicos (gratuitos o de bajo costo); ciertos ingresos para garantizar las condiciones de vida, evitando caer en la pobreza extrema; diversidad cultural donde las personas pueden disfrutar de un entorno saludable; así como la diversidad ecológica donde el ser humano convive y trabaja en armonía con la naturaleza. Asimismo, las personas también pueden experimentar una vida larga pero saludable y libre, trabajar y crear según su capacidad, así como vivir en un entorno seguro y libre de amenazas…
Independientemente de cómo se interprete y complemente el índice de felicidad, su núcleo sigue radicando en la garantía del bienestar de los ciudadanos. Desde el establecimiento del Estado revolucionario, después determinar el nombre oficial del país como la "República Democrática de Vietnam", se estableció el lema Independencia - Libertad – Felicidad, el cual fue catalogado por el Presidente Ho Chi Minh como las “tres políticas principales”. Luego de la reunificación nacional (en 1975), aunque el nombre oficial de la nación cambió a la "República Socialista de Vietnam", el lema aún se mantuvo. Heredando, aplicando y desarrollando creativamente el pensamiento de Ho Chi Minh en las nuevas condiciones, el XIII Congreso Nacional del Partido declaró "la aspiración de desarrollar un país próspero y feliz".
Tercero, hay que abordar el bienestar social desde la perspectiva de asociar la eficiencia con el desarrollo de una economía de mercado con orientación socialista. La garantía del bienestar social siempre requiere los recursos correspondientes. El Informe Político del XIII Congreso Nacional del Partido afirmó: “El mercado juega un papel decisivo en la determinación de los precios de bienes y servicios; y genera un motor impulsor para la movilización y asignación eficiente de los recursos”(4), “Regular los precios sobre los bienes y servicios de acuerdo con el mecanismo de mercado, incluso para los servicios públicos básicos”(5), “Los recursos económicos del Estado se utilizan de acuerdo con las estrategias, planificaciones y planes de desarrollo nacionales, y se distribuyen básicamente según el mecanismo de mercado”(6).
Los argumentos anteriores implican que: (I) Sólo sobre la base de una economía de mercado dinámica y eficiente, con continuo alto ritmo de crecimiento, se garantizarán los ingresos presupuestarios para el gasto en el bienestar social; (II) Se debe aplicar el mecanismo de mercado adecuado en el uso de los recursos movilizados para el bienestar social con el fin de asegurar la eficiencia y evitar el restablecimiento del "subsidio", que crea una mentalidad de dependencia de las personas, a través de una serie de renovaciones, tales como no involucrar las políticas sociales en los precios, enfocar la inversión en los beneficiarios en lugar de subsidiar a los proveedores de servicios públicos e incrementar la competitividad (tanto en el sector público como entre este sector y el privado) para mejorar la calidad de los servicios; (III) Los recursos públicos para asegurar el bienestar social deben ser distribuidos y utilizados según los planes y planificaciones; (IV) Los precios de los servicios deben basarse en el mercado, incluso los servicios públicos, mientras que los precios o tarifas de las entidades públicas autónomas deben calcularse de manera correcta y completa de acuerdo con el mecanismo de mercado.
Este enfoque permite ampliar la escala, mejorar la calidad del bienestar social, al tiempo que promueve el dinamismo de las personas y los proveedores, sin inducir al restablecimiento de los subsidios, así como emplea los recursos de manera efectiva para el bienestar social, un fundamento para el desarrollo económico.
Cuarto, el enfoque se basa en la necesidad de mantener con firmeza la orientación socialista en el proceso de renovación. Cuanto más se desarrolla la economía de mercado, más se exige mantener la orientación socialista, en la que garantizar el bienestar social es un método para administrar los objetivos en cada fase de la renovación. El XIII Congreso Nacional del Partido enfatizó la importancia de "resolver bien las deficiencias del mecanismo del mercado, garantizar el bienestar social y la seguridad social...”(7). El mercado a menudo conduce a externalidades negativas, información asimétrica y división entre ricos y pobres, por lo que, si no se cuida el bienestar social en asociación con el fortalecimiento de la responsabilidad del Estado, se generarán consecuencias impredecibles. Las fuerzas del mercado siempre buscan maximizar las ganancias, incluso sacrificar el bien público (como contaminar el medioambiente, descuidar la salud y la seguridad de las personas y aumentar la brecha entre ricos y pobres, etcétera); aprovechar la información para incrementar los ingresos, sin tener en cuenta los intereses de los clientes (por ejemplo, si se deja a los servicios médicos según el mercado, la única información que dan los médicos será asociada a indicaciones médicas y el paciente no tendrá datos sobre su enfermedad); así como distribuir los recursos de acuerdo a la eficiencia económica y el aporte capital, provocando que una parte de los pobladores que tienen menos posibilidades y carecen de la oportunidad de acceder a los recursos, caiga en el agujero de la pobreza, quedando relegada en el proceso de desarrollo.
Por tal motivo, el cuidado del bienestar social en asociación con el fortalecimiento de la responsabilidad del Estado es una forma de contribuir a corregir los defectos del mercado y suplir las carencias de los afectados mediante la asignación de recursos según ese mecanismo, especialmente frente a las externalidades negativas y la información asimétrica. Un sistema de bienestar social progresivo y eficaz (educación primaria y secundaria gratuita; seguro médico universal; buenos servicios de salud pública; precios de servicios de examen y tratamiento médicos efectivamente gestionados por el Estado y desarrollo de viviendas sociales con precios asequibles, etcétera) no solo garantiza el acceso equitativo a los servicios sociales básicos y esenciales, sino que también evita el "empobrecimiento" de los beneficiarios. Muchas políticas sociales también desempeñan la función de seguridad social, como la asignación del presupuesto estatal para apoyar a los pobres y pobladores de las minorías étnicas a comprar seguros médicos cuando sus ingresos familiares son bajos o las personas aún no tienen el hábito de adquirir de manera voluntaria esos servicios. Por esa razón, se necesita de la asistencia que actúa como un "cebo" por parte del Estado en un período determinado. Las mencionadas tareas progresistas, humanas y efectivas no solo brindan al bienestar social un significado de orientación socialista, sino que también constituyen una forma de administración de los objetivos del socialismo, incorporando los valores humanos del socialismo en la vida cotidiana que disfruta cada ciudadano.
Garantía del bienestar social basada en el desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista es colocada y manejada en la relación entre el Estado, el mercado y la sociedad, donde el Estado desempeña el papel fundamental
Primero, la garantía del bienestar social en el contexto actual debe basarse en el desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista. Esta constituye una diferencia básica del bienestar social en la economía de planificación centralizada en el pasado, que se encontraba al mando absoluto del Estado a través del "subsidio", prescindiendo del papel del mercado. Después de 35 años de Doi Moi (Renovación), Vietnam aprendió muchas lecciones valiosas, incluida la de respetar las leyes económicas objetivas para permitir la máxima liberación de la capacidad de producción, promover el crecimiento económico y crear una fuente de ingresos para garantizar la inversión en el bienestar social. Solo en una economía de mercado con orientación socialista, el gasto en la garantía del bienestar social realmente significa invertir en el desarrollo. Enfatizando este aspecto muestra que, si no se basa en una economía dinámica, desarrollada y productiva que asegure el equilibrio entre la acumulación y el consumo, es difícil construir un sistema del bienestar social efectivo y de calidad. Es necesario evitar la repetición de los errores de los modelos de aseguramiento del bienestar social que solo se preocupan por la consignación de los resultados de la producción sin encontrar la manera de promover el crecimiento económico, puesto que generan una mentalidad de dependencia y estancamiento en las personas, mientras que el bienestar social se aleja del sentido de inversión en el desarrollo.
Por tal razón, desde el comienzo del proceso de renovación hasta la fecha, cuando aborda soluciones para profundizar ese proceso, el Partido Comunista de Vietnam hace hincapié en la coherencia entre la política económica y la social, en aras de garantizar que el bienestar social y la seguridad social se asocien con el perfeccionamiento de las instituciones de la economía de mercado con orientación socialista. El incremento económico por sí solo no brinda los beneficios sociales a la población, sino que depende del papel y la responsabilidad del Estado de redistribuir los resultados del crecimiento económico, asegurando que todos los segmentos del pueblo puedan disfrutar de esas políticas. El XIII Congreso Nacional del Partido Comunista determinó que el mercado desempeña un papel decisivo en la movilización y consignación de recursos, al subrayar la importancia de “percibir de manera cabal y asegurar la orientación socialista en las políticas sociales; fortalecer la gestión del desarrollo social, garantizar el progreso y la justicia sociales, así como la sostenibilidad de las políticas al respecto, especialmente las de bienestar social, seguridad social y seguridad humana”(8).
Segundo, el hecho de que el Estado desempeña el papel fundamental en la garantía del bienestar social afirma la buena naturaleza del socialismo, a medida que corrige las fallas del mercado y compensa las deficiencias después de la primera consignación. (I) El Estado aplica instituciones, políticas y planes para promover el bienestar social, asegurar el ajuste razonable entre el incremento económico y la distribución de los resultados de ese crecimiento para la promoción del progreso y la justicia sociales, proyectar el plan de desarrollo económico hacia los objetivos sociales, tomando el desarrollo social y humano como motor impulsor del avance económico. Se planifica el desarrollo general y de cada sector y localidad, asegurando la armonía entre la inversión para el crecimiento económico y la garantía del bienestar social, especialmente a la hora de utilizar los recursos financieros y planificar el uso de terrenos. (II) El Estado reestructura el gasto presupuestario, como señalan las Orientaciones y tareas de desarrollo socioeconómico para el quinquenio 2021-2025: “Continuar reestructurando el gasto del presupuesto estatal hacia la sostenibilidad, aumentar el porcentaje de inversión para el desarrollo, reducir los gastos recurrentes, apoyar la implementación eficiente de los objetivos de desarrollo socioeconómico...También renueva, establece y perfecciona las instituciones de gestión del presupuesto estatal con el fin de mejorar la eficiencia de la distribución, gestión y uso de los recursos financieros en asociación con la reestructuración económica”(9). El gasto en el bienestar social debe verse como una inversión para el desarrollo. El capital destinado a la educación, salud, cultura, ciencia-tecnología, transporte público y vivienda social debe incrementarse gradualmente en paralelo con el crecimiento económico. Junto con las finanzas, la tierra también es un recurso importante que debe usarse racionalmente para expandir y mejorar el bienestar social, como abrir escuelas y hospitales sin fines de lucro, construir viviendas sociales y parques, plantar árboles, además de ampliar el transporte urbano y rural, entre otros. El Estado también debe mantener el papel líder para atraer al sector privado en la expansión de servicios de bienestar social, especialmente los servicios sociales de alto valor agregado, como la educación superior, servicios médicos contratados, cultura-recreación y deporte. (III) El Estado, como entidad gestora, debe ser responsable de controlar la calidad de los servicios y supervisar las actividades de cobranza y gestión de precios, para impedir las operaciones del mercado libre en la prestación de servicios públicos básicos. El pilar del bienestar social son los servicios públicos gratuitos o de bajo costo, muchos de los cuales son ofrecidos directamente por el Estado. No obstante, aún existen los llamados "cobros adicionales", que es prácticamente una “tarifa enmascarada”, por lo que se debe controlar y eliminar ese fenómeno de manera oportuna. Los servicios públicos asignados al sector no estatal, si sus precios no son controlados por el Estado, conducirán a la liberalización y perderán el carácter vinculado al bienestar social, induciendo a la espontaneidad del mercado, mientras que las personas con bajos ingresos “se empobrecen” al utilizarlos. Por tanto, la gestión estatal juega un papel muy importante en el mantenimiento de las características del bienestar social, desde la gestión de la calidad y el precio de los servicios y equipos (como medicamentos y equipos médicos, libros de texto y viviendas sociales). (IV) La responsabilidad del Estado radica en crear un ambiente de competencia dentro del sector público y entre ese renglón y el privado para motivar a los proveedores a mejorar la calidad de los productos.
Tercero, el empresario – dueño de un negocio desempeña un papel importante en la expansión de los servicios de bienestar social en consonancia con la orientación del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de "Incentivar a los empresarios a ejercer la responsabilidad social y participar en el desarrollo social”(10), junto con la mejora del bienestar para los trabajadores y la inversión en el desarrollo de servicios sociales sin fines de lucro. En la economía planificada, el Estado autoriza a las empresas a ofrecer los beneficios sociales a sus empleados, como vivienda y regímenes de almuerzo y descanso. En la economía de mercado, además de promover la cultura empresarial, los propietarios también necesitan renovar su forma de gestión y considerar la mejora del bienestar de los trabajadores una inversión en el desarrollo de los recursos humanos, y deben extraer una parte de las ganancias para mejorar los beneficios sociales para sus trabajadores, como construir casas para que los obreros puedan comprar o alquilar a bajo costo, desarrollar instituciones culturales, aumentar los servicios sociales, así como mejorar los regímenes de almuerzo, descanso, salario y bonificación. El Estado alienta a los inversionistas a cumplir con los estándares ambientales, velar por el bienestar de los empleados y utilizar el terreno para construir viviendas sociales, como una herramienta de incentivo para atraer el flujo de capital de las compañías que defiendan la cultura empresarial. Además, el Estado debe reservar un presupuesto para el desarrollo de infraestructuras (electricidad, suministro de agua y tratamiento de aguas residuales, transporte, escuelas y clínicas) para las áreas planificadas a convertirse en viviendas sociales. Se trata de un "cebo" que ayuda a las empresas a reducir los costos de inversión en la construcción de esas viviendas. El Estado también necesita motivar a las firmas con grandes acumulaciones de fondos a transferir parte de su capital en el desarrollo de los servicios sociales sin fines de lucro, mediante políticas de exención tributaria e incentivos.
Cuarto, la sociedad ocupa un rol muy importante en la garantía del bienestar social. El Informe Político del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, en la parte referente al perfeccionamiento de las instituciones de la economía de mercado con orientación socialista, enfatizó: "Las organizaciones sociales desempeñan el papel de crear vínculos, coordinación de actividades y soluciones a los problemas que surgen entre los miembros; representar y proteger los intereses de los integrantes en relación con otros sujetos y socios; proporcionarles servicios de asistencia; presentar las aspiraciones e intereses de todos los estratos populares al Estado y participar en la crítica de leyes, mecanismos y políticas del Estado, además de supervisar las agencias estatales y el contingente de funcionarios en la aplicación de las leyes”(11). Las orientaciones y tareas de desarrollo socioeconómico para el quinquenio 2021-2025 especifican: "Renovar más enérgicamente los métodos de gestión estatal sobre la economía en la dirección de transferir las labores innecesarias para las organizaciones sociales, convirtiendo la prestación directa de servicios públicos al modo de pedido”(12). En ese espíritu, el bienestar social solo se garantiza con la participación activa por parte de la sociedad, en concreto, las organizaciones sociales y entidades no estatales que operan sin fines de lucro, hogares e individuos que utilizan esos servicios. El Estado puede realizar pedidos a organizaciones sociales y entidades presupuestadas para el suministro de servicios públicos esenciales, sin distinguir el sector estatal o el no estatal. Además, debe establecer mecanismos y políticas para alentar a las personas con altos ingresos y aquellas que aman su trabajo y carrera, a aportar capital para el desarrollo de escuelas, hospitales, fondos científicos y centros de protección social sin fines de lucro. Mientras, los hogares que disfrutan de servicios públicos proporcionados por el Estado, las empresas o la comunidad también deben adquirir el hábito de ahorrar y evitar el despilfarro, por lo que aceptar el pago voluntario de las tarifas constituye una forma para que los consumidores utilicen los servicios de manera positiva, responsable y sin dependencia. El Estado apoya a los hogares e individuos con circunstancias difíciles en la compra de seguros médicos (un bienestar social que garantiza la seguridad de las personas), pero solo cuando sus ingresos son escasos. A medida que su renta personal aumenta, se necesita cambiar esa costumbre y aportar para adquirir seguros de manera voluntaria. Cada familia debe trazar un esquema de gasto adecuado, combinando el bienestar familiar tradicional con la participación efectiva en el sistema del bienestar garantizado por el Estado y la sociedad, especialmente utilizar los recursos financieros de la familia como "capital recíproco" para disfrutar de manera efectiva los beneficios sociales, sin depender completamente del Estado y la sociedad. Junto a ello, se debe promover cabalmente el papel de las organizaciones sociales en la supervisión y crítica social, en pos de coadyuvar a mejorar la calidad del bienestar social.
El bienestar social cubre una amplia gama de sectores, pero se centra en la garantía de las necesidades básicas, como la educación, salud, cultura, vivienda social, transporte público y bienestar de los trabajadores
Los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam mencionaron la amplia gama de sectores que abarca el bienestar social, con énfasis especial en el aseguramiento de las necesidades básicas y esenciales de las personas como vivienda, transporte, educación, salud y empleo...(13).
La educación gratuita constituye uno de los contenidos más importantes del bienestar social, ya que asegura los recursos humanos calificados e infraestructuras sociales para el desarrollo nacional y promueve la igualdad de oportunidades de desarrollo para todos los miembros de la sociedad. El XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam estableció la orientación de "construir e implementar una hoja de ruta hacia la matrícula gratuita para los estudiantes, comenzando con los de primaria y secundaria”(14), y que en el proceso de renovación del sistema educativo nacional, se preste atención especial a la enseñanza preescolar y primaria(15), porque se trata de los niveles fundamentales de la educación que contienen un alto sentido de bienestar. En consonancia con las direcciones de políticas mencionadas, es necesario "seguir aumentando la inversión en la educación y formación en asociación con la renovación de mecanismos y políticas para mejorar su eficiencia", además de perfeccionarlos “para promover la socialización de la educación en la dirección trazada y de manera efectiva”(16). El aumento de inversión en la enseñanza, avanzando hacia la erradicación de las tasas de matrícula en la educación primaria y secundaria, enfatiza la naturaleza y función del bienestar social al emplear el presupuesto de Estado para ese sector. La educación básica gratuita crea oportunidades de desarrollo para todas las personas, especialmente aquellas con bajos ingresos también pueden disfrutar de las mismas condiciones que las de altos ingresos en el acceso a los servicios educativos. La esencia de la educación gratuita reside en que el Estado transfiere una cierta cantidad de dinero en efectivo a los hogares, también se puede entender como que el Estado paga las cuotas en nombre de los educandos, en pos de ayudar a los pobres a reservar sus escasos ingresos para otros bienes y servicios y mejorar la calidad de vida. De ese modo, la educación no se convierte en una carga que empobrece a las familias. El XIII Congreso Nacional del Partido Comunista resaltó la efectividad de incrementar los fondos para la educación, es decir, destinar un presupuesto para la educación como una inversión en el desarrollo. Señaló que aumentar los gastos en este sector es necesario, pero se debe asegurar que ese monto se destina a los sujetos y categorías adecuados, en lugar de depender de la propuesta de cada organización, agencia y unidad sobre los beneficiarios. Los documentos de la magna cita partidista también plantean claramente la importancia de llevar a cabo la socialización de la educación, al señalar que el gran problema es clasificar cuáles son las actividades educativas a pedido de los educandos individuales y su capacidad financiera correspondiente, y cuáles son actividades educacionales sin fines de lucro asociadas a los respectivos mecanismos y políticas del Estado. Para las actividades educativas sin fines de lucro, se necesita del respaldo del Estado no solo con políticas, sino también con recursos, como terrenos para abrir escuelas y exención de impuestos para los casos que utilizan ingresos personales o herencias para invertir. En particular, la enseñanza preescolar juega un papel sumamente importante en la garantía del bienestar social. Sin embargo, algunos lugares se rigen a veces por el mercado, dando lugar a incidentes lamentables, como maestros que abusan de niños pequeños, el régimen de alimentación que no garantiza la nutrición e higiene, así como la falta de métodos y medios adecuados para la "educación temprana". En el mecanismo de mercado, se debe incentivar al sector privado a invertir en el desarrollo de escuelas para satisfacer la demanda de las familias con capacidad financiera que buscan buenas condiciones en cuanto a instalaciones escolares, transporte y alimentación. No obstante, no se puede permitir la discriminación entre el sector público y el privado en los estándares básicos (calidad de los profesores, materiales de aprendizaje, higiene e inocuidad alimentaria).
El sistema de salud debe asegurar la prevención efectiva de epidemias para satisfacer la demanda de consulta y tratamiento médico de las personas sin empobrecer a aquellas con bajos ingresos, mediante el seguro médico universal y los precios de servicios gestionados por el Estado, demostrando el carácter de un sistema del bienestar social progresivo, eficaz y humano. Ese espíritu se manifiesta en los objetivos del sistema de salud, que busca "asegurar que la salud de toda la población sea gestionada, protegida y atendida”(17). El desarrollo de la salud pública tiene como objetivo prevenir y minimizar las enfermedades, especialmente superar la tendencia creciente del malestar relacionado con el estilo de vida poco saludable y sin armonía con el trabajo y el desequilibrio entre la vida material y la espiritual. Esas "enfermedades relacionadas con el estilo de vida" pueden ser la obesidad, trastornos cardiovasculares, cáncer, diabetes, hipertensión arterial y cirrosis hepática, entre otras. En el contexto que las enfermedades transmisibles en la comunidad se desarrollan de manera más complicada, convirtiéndose en una grave amenaza para la seguridad humana, el sistema de salud pública desempeña un papel decisivo en la prevención y control de ese mal, evitando que se transforme en una crisis sanitaria, como la pandemia del COVID-19 por ejemplo. El XIII Congreso Nacional del Partido Comunista afirmó la importancia de "mejorar la calidad de la elaboración y la implementación de las políticas de nutrición, seguridad alimentaria, protección y cuidado de la salud y la estatura de los vietnamitas”(18). Para construir un sistema de salud capaz de garantizar el acceso de todos los ciudadanos a los servicios de examen y tratamiento médico sin empobrecerlos, el Congreso partidista exigió “renovar los mecanismos de financiamiento para la salud, el sistema de gestión y la prestación de servicios de ese sector”(19). El Estado debe centrar las inversiones en el desarrollo de un sistema de salud pública capaz de luchar contra las epidemias y enfermedades; ampliar la cobertura del seguro médico, incluso si tiene que seguir apoyando a los pobres y grupos minoritarios en la compra de esos servicios; además de gestionar de manera eficiente los precios (controlar precios de los equipos médicos y medicamentos, así como las prescripciones de los galenos sobre el uso de la alta tecnología en el tratamiento…) tanto en los hospitales públicos como en los no estatales. En ese sentido, para establecer un sistema de salud que refleje realmente el bienestar, no solo es necesario divulgar y educar sobre la ética médica a los doctores, sino también fortalecer la gestión estatal sobre los precios, en aras de impedir la comercialización de los servicios. Esto también significa “implementar de manera correcta y efectiva la socialización de la salud; garantizar la igualdad entre la sanidad estatal y la no estatal”(20), lo que abrirá oportunidades para el desarrollo de hospitales no estatales que operen sin fines de lucro(21), en asociación con la movilización al máximo de recursos de las empresas y la sociedad para la atención de la salud de la población.
El bienestar cultural de la población se asegura mediante la promoción del papel del Estado, las empresas y la sociedad. Los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam determinaron la necesidad de los mecanismos, políticas y soluciones para construir un ambiente cultural transparente y saludable, y mejorar las condiciones del disfute de la cultura de la población, en pos de garantizar la igualdad del acceso a las oportunidades al respecto (22). El bienestar cultural se garantiza mediante el desarrollo de instituciones con carácter de servicios públicos, cuyos beneficiarios disfrutan de tarifas gratuitas o baratas, tales como: acceso a Internet, televisión, radio, periódicos impresos, bibliotecas, museos y parques. Además, se incluyen los valores culturales comunitarios, como festivales y complejos históricos y paisajísticos asociados a la práctica religiosa gestionados por la comunidad. Se incluye también el acceso gratuito a productos culturales, artísticos y deportivos a través de canales de comunicación públicos. De esa manera, es imperativo centrarse en "superar la brecha en el nivel de desarrollo y la vida cultural entre las regiones y estratos sociales, prestando especial atención a las áreas remotas, pobladas por minorías étnicas y los parques industriales" a través de políticas diferentes, como el suministro de periódicos y radio, el acceso a Internet y la transmisión televisiva de manera gratuita a zonas desfavorecidas; a la par de invertir en la ampliación de las instituciones culturales comunitarias y para los trabajadores de parques industriales. El Estado, las empresas y sindicatos se responsabilizan de esa labor.
La vivienda social y el bienestar de los trabajadores son cuestiones emergentes en el proceso de industrialización y modernización del país. Por ello, sobre las políticas relacionadas con la clase obrera, el Informe Político del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista subrayó la importancia de “cuidar la vida material y espiritual, la vivienda y el bienestar social de los obreros”(23). Las orientaciones y tareas de desarrollo socioeconómico para el quinquenio 2021-2025 especificaron las medidas para: Desarrollar y expandir los tipos de vivienda; promover el desarrollo de viviendas sociales y de alquiler baratas para trabajadores en las zonas industriales; crear condiciones para incentivar a todos los sectores económicos a participar en el desarrollo de esas viviendas para los beneficiarios de las políticas sociales según el mecanismo de mercado. Vietnam se esfuerza para que en 2025 la superficie media de la vivienda a nivel nacional alcance de 27 a 27,5 metros cuadrados por persona (24). Se trata de un gran problema del bienestar social porque desde la erradicación del subsidio de la vivienda, este sector se rige por el mercado, mientras que los ingresos de los trabajadores tanto del sector público como el privado no les permiten comprar o alquilar una vivienda, especialmente en el caso de los empleados de parques industriales e inmigrantes urbanos. En consecuencia, los asalariados se ven obligados a concentrar la mayor parte de sus ingresos en la compra o alquiler de casas, lo que limita su capacidad para comprar otros bienes y servicios para mejorar su calidad de vida. Por tal motivo, las orientaciones de políticas del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista reflejan nuevas perspectivas sobre el tema, en pos de garantizar el bienestar del pueblo, a la par que expresa una alta determinación en lograr los objetivos establecidos. La responsabilidad del Estado se refleja en la planificación del suelo utilizado para la construcción de viviendas sociales. Ese terreno debe emplearse para fines públicos y sociales, con el fin de reducir los precios de viviendas, pues el aumento de precios de los inmuebles se debe principalmente a que los precios de la vivienda social se igualan con los de la comercial y recibe poco apoyo del Estado, mientras pocas localidades planifican fondos de tierra para esos proyectos. El papel del Estado en este caso es sumamente importante, no solo para planificar terrenos exclusivamente para la edificación de viviendas sociales, sino también para implementar la exención o reducción de impuestos para las empresas dedicadas al negocio; destinar el presupuesto al desarrollo sincrónico de infraestructuras de electricidad, carreteras, escuelas, estaciones y servicios sociales en las áreas planificadas, y administrar los precios al respecto. De ese modo, las personas de bajos ingresos pueden alquilar o comprar una casa a precio razonable. Las empresas deben compartir parte de las ganancias invertidas en esos proyectos para los trabajadores de los parques industriales, en un esfuerzo por racionalizar los precios de alquiler o venta, evitando que se conviertan en una carga para las personas con bajos ingresos. Los sindicatos deben promover el papel de la negociación colectiva para presionar a los empleadores a prestar atención al bienestar de sus trabajadores, criticar y supervisar al gobierno en la formulación y la implementación de políticas relacionadas. El fondo financiero del sindicato debe ser apoyado por una organización empresarial rentable para ayudar a mejorar el bienestar de los trabajadores.
Si el bienestar social en el capitalismo tiene como objetivo aliviar los conflictos entre las clases, el en el socialismo aspira a que las personas disfruten de una vida próspera, libre y feliz, con condiciones para desarrollarse integralmente. La concepción teórica y orientación de políticas del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam reafirmó que la ampliación del bienestar social es cuidar el desarrollo del ser humano y las infraestructuras sociales, mientras que los gastos en esos servicios son la inversión para el desarrollo, en pos de mejorar constantemente la calidad de vida y la felicidad de la población, lograr el progreso y la justicia sociales, y contribuir a mantener la orientación socialista en el proceso de renovación nacional./.
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(1) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2021, tomo I, págs. 65, 86, 102, 116, 133, 147, 149 y 166
(2) Se reflejan en los siguientes contenidos: “Resultados de la implementación de la Resolución del XII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam y la obra del país luego de 35 años de Renovación” (págs. 65, 86 y 102), “Orientaciones de desarrollo nacional para el período 2021-2030” (pág. 116), “Continuar perfeccionando las instituciones de la economía de mercado con orientación socialista, centrándose en la eliminación de cuellos de botella” (pág. 133), “Gestión del desarrollo social sostenible, asegurando el progreso y la justicia sociales” (págs. 147 y 149), “Promoción de la fuerza de la gran unidad nacional” (pág. 166)
(3) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág. 202
(4), (5), (6) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, págs. 131, 132 y 129
(7) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág. 133
(8) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, págs. 147-148
(9) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo II, pág. 102
(10) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág.168
(11) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, págs. 131 y 132
(12) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo II, pág. 98
(13), (14), (15), (16) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, págs. 149, 138, 137 y 139
(17) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág. 151
(18), (19), (20) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág. 151
(21) Un hospital sin fines de lucro no significa que el establecimiento no genera ingresos, sino que sus ganancias adquiridas (después de pagar los salarios y deducir los gastos) no se distribuyen a los accionistas, sino se reinvierten en el desarrollo de la salud.
(22) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág. 144
(23) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo I, pág. 166
(24) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Ibid, tomo II, pág. 138
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No. 966 (mayo de 2021)