Revista Comunista - En los últimos años, el mundo y la región han experimentado muchos cambios impredecibles, en los que han surgido cuestiones de seguridad no tradicionales con una evolución compleja e impactos negativos para Vietnam. Fortalecer la seguridad humana y social contra esos desafíos se ha convertido en una tarea importante para garantizar la estabilidad y el desarrollo social sostenible en el país.

La garantía de la seguridad humana y social contra las amenazas no tradicionales en Vietnam en la actualidad

Identificar las amenazas no convencionales y sus impactos negativos en la seguridad humana y social

En el contexto actual, existen muchas cuestiones de seguridad no tradicionales que amenazan y repercuten negativamente en la seguridad humana y social, entre ellas se puede identificar varias que tienen un impacto directo en el medioambiente, los seres humanos, el entorno de vida y la salud, la vida y los medios de subsistencia de las personas:

En primer lugar, Vietnam es uno de los cuatro países del Sudeste Asiático más afectados por el cambio climático en las últimas dos décadas. Las estadísticas de ese periodo muestran que los desastres naturales, catástrofes y el clima extremo en Vietnam se han hecho presentes de manera anormal e irregular, con una tendencia a aumentar en frecuencia, escala e intensidad, causando graves daños a personas y propiedades.

El miembro del Buró Político y Primer Ministro Pham Minh Chinh visita a pobladores en las zonas costeras de la provincia de Kien Giang durante un viaje para inspeccionar la situación de la erosión en las localidades de Ca Mau, Kien Giang y Dong Thap _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

En segundo lugar, la contaminación ambiental se está convirtiendo en un problema cada vez más grave en Vietnam. La contaminación del agua (incluidas las aguas superficial, subterránea y marina) ocurre en muchos lugares, pero es especialmente grave en las zonas industriales relacionadas con actividades de descarga de desechos; la contaminación ambiental del suelo por el uso de fertilizantes, herbicidas e insecticidas químicos; la contaminación del aire causada por las fuentes locales y transfronterizas; el deterioro de los ecosistemas, como la disminución de los ecosistemas forestales, incluidos los bosques de cuencas y los manglares; y el ecosistema marino. Además, los desastres naturales también cobran muchas vidas, destruyen el entorno ecológico y afectan gravemente la vida humana y la sociedad.

En tercer lugar, las epidemias y pandemias, especialmente las nuevas como la de COVID-19, brotan cada vez con más frecuencia y tienden a extenderse a nivel mundial, provocando muertes y amenazando gravemente la vida humana, creando desafíos especialmente en materia de salud, atención sanitaria, empleo, ingresos, educación y agudizando la brecha entre ricos y pobres.

Las cuestiones de seguridad no tradicionales mencionadas tienen impactos adversos- directa e indirectamente- en el sistema de seguridad social, la gestión del desarrollo social y la implementación de las políticas sociales en Vietnam. Específicamente:

En primer lugar, impactan negativamente en la salud de las personas, sobre todo los pobres, las mujeres, los niños y los ancianos, aumentando la presión sobre los sistemas de salud y de seguridad social.

El cambio climático, con olas de calor prolongadas, provoca impactos negativos en la salud humana, pues aumentan las enfermedades, como la malaria, el dengue, las dolencias cardiovasculares y neurológicas, y la tasa de mortalidad en las personas mayores.

La contaminación ambiental afecta negativamente a la salud humana, lo que hace aumentar los costos relacionados con los exámenes y tratamientos médicos. La polución atmosférica con impactos de polvo fino y ultrafino, y la contaminación del suelo por la producción agrícola, la contaminación por metales pesados y la microbiológica afectan la salud humana a través de la respiración, la comida, la bebida y el contacto directo con el suelo y las fuentes de agua.

Las epidemias y pandemias plantean un peligro particularmente grave para la salud humana, ya que provocan una mortalidad elevada y en rápido aumento. Por ejemplo, la más reciente es la pandemia de COVID-19, que tiene un impacto directo en el sector salud, la educación y las actividades productivas y negocios a nivel nacional.

En segundo lugar, afectan los medios de vida, los ingresos, el empleo, la seguridad alimentaria, el sistema de infraestructura de la población y la comunidad. El cambio climático agrava las dificultades en cuanto a los medios de vida, destruye hogares, bienes y sistemas de infraestructura, provoca una grave escasez de agua y una prolongada intrusión de agua salada, afectando en gran medida la producción y los medios de vida de las personas, especialmente en la región central, el sudeste, las tierras altas centrales y el delta del Mekong.

El cambio climático y la salinización de las tierras agrícolas, junto con la contaminación del suelo, el deterioro de la calidad de la tierra, con poca fertilidad y desequilibrio nutricional debido a la lixiviación, la erosión, el barbecho y las inundaciones y los deslizamientos de tierra… reducen el rendimiento de los cultivos, la productividad agrícola y laboral, lo que lleva a una reducción de los ingresos de los agricultores y a impactos negativos en la seguridad alimentaria de Vietnam.

Además del vertido de desechos al medioambiente terrestre y acuático, el abuso de productos químicos fitosanitarios, herbicidas, estimulantes del crecimiento y antibióticos en la agricultura y la ganadería, así como los productos químicos utilizados en el procesamiento y conservación de alimentos, también tienen un gran impacto en la salud de los consumidores.

Las epidemias y pandemias impactan seriamente el desarrollo económico del país, causando una disminución en el crecimiento económico y la inversión extranjera directa. La pandemia también hace que muchas personas caigan en la pobreza extrema, umbral de pobreza y desempleo. Las medidas sanitarias de emergencia junto con las de confinamiento y distanciamiento social y la prohibición de concentraciones han provocado perturbaciones en las transacciones económicas y estancamiento de la producción y los negocios, especialmente en las actividades de importación y exportación, transporte y turismo, amenazando con cerrar negocios y provocando la pérdida de empleos y reducción de los ingresos de los trabajadores. El desempleo y el subempleo se han agudizado en este contexto.

En tercer lugar, causan otros problemas sociales, como la migración, la reducción de la calidad de la educación-formación y del acceso a los servicios sociales básicos.

El cambio climático y los desastres naturales plantean riesgos de daños, que pueden privar del derecho a la vida a las personas en las zonas afectadas y acelerar la migración de los pobladores en esas áreas. Esa situación conduce al desplazamiento de los empleos de la agricultura a otros sectores, lo que ejerce presión sobre la infraestructura urbana y la seguridad social en zonas con gran número de inmigrantes, especialmente en las áreas urbanas. La variación climática también reduce la capacidad de las personas para acceder a los servicios sociales cuando la infraestructura de transporte queda destruida por inundaciones y deslizamientos de tierra.

Las enfermedades y pandemias provocan asimismo ansiedad y creciente desigualdad social. El cambio climático afecta negativamente a la escolarización de los niños. Durante la pandemia de COVID-19, el sector de la educación y formación tuvo que cerrar las escuelas  y pasar a la enseñanza en línea, lo que afecta la calidad y el desarrollo académicos.

Algunos logros y cuestiones en el proceso de garantizar la seguridad humana y social ante las amenazas no convencionales en Vietnam

Durante el proceso de desarrollo, el Partido y el Estado de Vietnam siempre atienden y resuelven los problemas sociales, mejoran la vida material y espiritual del pueblo, centrándose en garantizar la seguridad y la protección social frente a las amenazas no tradicionales, lo cual contribuye a garantizar los derechos humanos y hace que las personas tengan una vida próspera, libre y feliz. Sobre la base de los puntos de vista y directrices del Partido, se han promulgado, complementado y modificado políticas y leyes con contenidos relacionados con la asistencia social en aras de ampliar los beneficiarios y elevar el nivel de los subsidios regulares, incluidas muchas regulaciones sobre las prestaciones sociales para personas desfavorecidas y vulnerables en zonas frecuentemente afectadas por desastres naturales e inundaciones.

Para responder rápidamente a la pandemia de COVID-19, la Asamblea Nacional y el Gobierno han emitido una serie de políticas para apoyar a las personas(1). Además, adoptaron políticas y programas sobre vivienda, nutrición y formación profesional, entre otros para ayudar a los pobladores ante los impactos del cambio climático, desastres naturales, inundaciones y epidemias.

Las políticas mencionadas han traído resultados positivos. Se han fortalecido los sistemas de atención sanitaria básica y de salud preventiva, evitando que se produzcan a gran escala epidemias peligrosas, especialmente en los distritos pobres y comunas en condiciones difíciles, incluida la infraestructura de establecimientos médicos, hospitales y personal. Las prestaciones sociales también se están ampliando cada vez más a los beneficiarios y se han ajustado al aumento, contribuyendo a estabilizar la vida de los menos favorecidos en la sociedad. El número de personas que reciben la asistencia social regular aumenta cada año, alcanzando más de 3,5 millones de personas en 2021 (lo que representa el 3,5% de la población), un incremento de casi 2,5 veces respecto a 2010 (1,5 millones de personas), de los cuales más del 55% son adultos mayores. También se ofrece el apoyo no programado a las personas que enfrentan riesgos debido a desastres naturales y epidemias. En dos años (de 2020 a 2022), Vietnam ha gastado 86 billones de dongs (VND) para respaldar a más de 56 millones de personas y casi un millón de empleadores afectados por la pandemia de COVID-19 a través de su política de seguridad social. El Estado también promueve el apoyo en materia de vivienda y las condiciones de vida para los pobres y las personas de bajos ingresos en áreas afectadas por el cambio climático, desastres naturales e inundaciones. Los recursos para este trabajo provinieron de las fuentes presupuestarias y socializadas. A finales de 2020, las políticas y programas de mejora de vivienda han brindado apoyo habitacional a 648 mil hogares en las zonas rurales pobres, a más de 18 mil familias para prevenir tormentas e inundaciones en la región central, y 52 mil hogares en zonas inundadas del delta del Mekong...(2).

Sin embargo, además de los resultados positivos, garantizar la seguridad humana y social ante esas amenazas todavía tiene algunas limitaciones: La cobertura del seguro social sigue siendo baja, mientras que los riesgos relacionados con el trabajo, el empleo, las enfermedades son cada vez más diversos y tienden a aumentar. La asistencia no programada todavía no es del todo eficaz y oportuna en algunas regiones, localidades e instalaciones en caso de que ocurran crisis, desastres naturales y epidemias. El seguro médico aún no ha desarrollado paquetes específicos para los riesgos de salud debido a epidemias. La calidad de la atención sanitaria de base no cumple con los requisitos, especialmente en respuesta a los riesgos de epidemias peligrosas y difíciles de controlar, como la pandemia de COVID-19. Las viviendas para personas en zonas afectadas por desastres naturales y el cambio climático aún no están aseguradas.

Perspectivas y soluciones para garantizar la seguridad humana y social frente a amenazas no tradicionales

En el país, se prevé que las cuestiones de seguridad no tradicionales sigan desarrollándose de manera cada vez más rápida y compleja. El cambio climático, el aumento del nivel del mar, los desastres naturales, la contaminación ambiental y las epidemias son impredecibles y tienen impactos más fuertes que en los períodos anteriores, lo que hará disminuir los recursos y perturbará las actividades de producción y comercio internacional, especialmente en esferas donde Vietnam tiene potencial y un gran volumen de exportaciones, como la agricultura, la pesca y la silvicultura, afectando los ingresos y la vida de las personas y las comunidades, y aumentando la carga sobre el Estado en la implementación de políticas sociales.

El nuevo contexto demuestra que la mejor manera de asegurar recursos es desarrollarse de forma sostenible, independiente y autónoma en los campos y las industrias estratégicos y esenciales, como el sistema de salud, especialmente la medicina preventiva, la salud de base, el sistema de reserva nacional, equipos, bienes de primera necesidad, alimentos, medicamentos... Además, para responder proactivamente a las amenazas es necesario promover la transformación digital y aplicar la tecnología digital en la previsión, la recopilación de datos, la información y la gestión social.

En los próximos tiempos, ante la compleja evolución de las cuestiones de seguridad no tradicionales, para garantizar la seguridad humana y social, es preciso ponerse de acuerdo sobre algunos puntos de vista básicos:

En primer lugar, garantizar la seguridad humana y social frente a esos desafíos es una tarea importante en la gestión del desarrollo social y la implementación de políticas sociales, con especial atención y énfasis en los grupos vulnerables, como los niños, ancianos, personas sin familia, enfermos, discapacitados, pobres, pobladores de zonas remotas y de minorías étnicas. También constituye la base y las condiciones para gestionar el desarrollo social sostenible en Vietnam.

En segundo lugar, es necesario implementar bien la vinculación de las políticas de desarrollo económico con las sociales. Hay que disponer de recursos y condiciones suficientes para la implementación de políticas que garanticen la seguridad humana y social. Se debe promover la inversión en el desarrollo del sistema de salud, la seguridad y el bienestar social, los servicios sociales, así como apoyar a los trabajadores y personas vulnerables ante grandes choques. Resulta importante invertir y mejorar la capacidad y habilidad para prevenir y controlar desastres naturales y epidemias, no sólo a corto plazo y a nivel local, sino también como un programa integral, de largo alcance y a nivel nacional.

En tercer lugar, se debe tomar como clave la prevención proactiva, contribuyendo a que las personas respondan con prontitud y se adapten de manera flexible y efectiva a los riesgos. Hace falta adaptarse paso a paso de forma proactiva al cambio climático; prevenir una mayor contaminación y degradación ambiental, resolver fundamentalmente problemas ambientales urgentes y mejorar gradualmente la calidad del medioambiente; prevenir y controlar epidemias y pandemias, centrarse en mejorar la fuerza y ​​la capacidad de la nación y la comunidad, así como de cada individuo; desplegar medidas y afianzar la cooperación para prevenir y minimizar los daños causados ​​por esos retos.

En cuarto lugar, es necesario considerar la garantía de la seguridad humana y social contra amenazas no tradicionales como una responsabilidad y obligación de todo el sistema político, las agencias, organizaciones e individuos, en los que el Estado desempeña un papel clave, al asegurar los recursos para su implementación teniendo en cuenta las capacidades y condiciones de desarrollo económico. Hace falta promover la socialización y la participación de la comunidad, organizaciones, empresas y personas; implementar una descentralización fuerte y clara entre los ministerios y agencias centrales y locales; definir claramente las responsabilidades y poderes de los dirigentes y promover el papel de la comunidad, las organizaciones sociopolíticas y la cooperación internacional.

A partir de la perspectiva y orientación anterior, se pueden identificar algunas soluciones en un futuro próximo:

En primer lugar, divulgar para elevar la conciencia sobre la seguridad humana y social frente a las amenazas no convencionales.

El Partido y el Estado deben sintetizar la práctica, la teoría de la investigación y aclarar la importancia, los principios y contenidos sobre el tema.

Se debe promover la investigación y el estudio de los logros, modelos y experiencias en el mundo y aplicarlos de manera adecuada y creativa al contexto de Vietnam. Hace falta resumir y evaluar los modelos en la práctica en algunas localidades, extraer los buenos haceres, modelos y experiencias, mejorando así el pensamiento y la capacidad de gobernanza social sobre el tema para los puestos de liderazgo y gestión en todos los niveles, especialmente a nivel local y en la base, para evitar la falta de visión y la inconsistencia en la promulgación de políticas y medidas de respuesta.

Es preciso impulsar la divulgación de informaciones, atraer la atención y la participación de todos los sujetos, promover los roles y responsabilidades de las personas, las comunidades, las empresas y toda la sociedad en garantizar esta labor. Además de los canales de prensa y medios de comunicación, hay que potenciar programas educativos, de formación, seminarios, campañas de comunicación para a partir de ahí, ayudar a las personas a tomar medidas de respuesta oportunas y adecuadas a la situación que se presente. Las instrucciones y advertencias deben ser concisas, fáciles de entender y claras, y la información debe difundirse rápidamente a todas las áreas y personas.

En segundo lugar, perfeccionar las políticas para garantizar la seguridad humana y social  contra las amenazas no tradicionales.

Se debe implementar buenas soluciones para garantizar la seguridad y bienestar social y resolver las dificultades económicas de las personas y comunidades cuando ocurren desastres naturales, epidemias y crisis. Resulta importante promover el apoyo a las minorías étnicas, los pobres y las personas desfavorecidas para acceder a servicios sociales básicos y adaptarse al cambio climático. Es necesario fortalecer los fondos de ayuda social en muchos niveles para brindar apoyo oportuno a las personas en riesgo, además de implementar seguros contra amenazas climáticas, inundaciones y sequías para los sectores vulnerables.

Hace falta mejorar la capacidad y calidad de las actividades de medicina preventiva y servicios clínicos de base para prevenir y controlar epidemias de manera proactiva, así como mejorar la calidad de la previsión, seguimiento, detección, prevención y control eficaz de las epidemias. Es imprescindible invertir en un fuerte desarrollo del sistema de salud de base, aumentando los médicos y el personal de salud para brindar atención primaria a las personas y prevenir enfermedades causadas por los efectos del cambio climático, la contaminación ambiental y las epidemias...

Hace falta garantizar que los puestos de salud a nivel comunal y distrital cuentan con suficiente equipo médico y medicamentos esenciales para brindar primeros auxilios a las personas afectadas por desastres naturales o epidemias. Además de promover el desarrollo y la aplicación de la ciencia y la tecnología en ese campo, es preciso mejorar la calidad de los exámenes y tratamientos médicos, completar la planificación del sistema hospitalario y construir más hospitales de alto nivel en algunas regiones y localidades clave.

Se debe perfeccionar las políticas para apoyar los seguros, el capital para restaurar la producción y los ingresos, y respaldar a las personas en el cambio de profesiones después de "shocks" causados ​​por amenazas a la seguridad no tradicionales. Hay que resolver bien el problema de la vivienda para los trabajadores independientes, los de parques industriales y los que migran a las grandes zonas urbanas. Hay que innovar en la formación profesional para los trabajadores afectados que han perdido su empleo y fortalecer las políticas y programas destinados a apoyar la creación de empleo para las personas damnificadas por desastres naturales, epidemias y el cambio climático. Se debe apoyar la transición laboral mediante la apertura de clases gratuitas sobre habilidades; promover la información sobre el mercado laboral y desarrollar servicios de búsqueda de empleo.

En tercer lugar, innovar las actividades de gestión social para responder de forma proactiva y rápida a situaciones de emergencia derivadas de amenazas no tradicionales a la seguridad.

Es necesario construir un aparato y sistema para pronosticar y advertir de crisis, incidentes inusuales y emergencias de manera temprana y remota ante riesgos y amenazas de seguridad no tradicionales; perfeccionar los procesos de respuesta automática a emergencias para que las medidas puedan desplegarse inmediatamente cuando haya crisis, pandemias u otros desastres. Se debe fortalecer la conexión y coordinación interregional e interprovincial, evitar la congestión en la circulación y distribución de bienes entre regiones y localidades; mejorar la eficacia y la eficiencia, así como asegurar la viabilidad de las políticas sociales, económicas, sanitarias, educativas en las nuevas condiciones. Las cadenas de producción deben organizarse según eslabones multilaterales, diversos o paralelos para evitar interrupciones cuando ocurren crisis o emergencias.

Se debe construir y fortalecer un sistema de apoyo social flexible, adaptándose a los riesgos provocados por desastres naturales y epidemias, profesionalizar el trabajo social para responder con prontitud a las emergencias, incrementar el apoyo a los vulnerables, los pobres y las minorías étnicas para que puedan acceder a los servicios sociales básicos y se adapten al cambio climático. Hace falta establecer una cadena integral de servicios de asistencia social, incluidos los de prevención, intervención y respuesta en situaciones de crisis y emergencias.

Cuarto, movilizar recursos y garantizar las condiciones para la implementación de políticas que garanticen la seguridad humana y social y la protección social contra las amenazas no tradicionales.

Necesariamente hay que incrementar el capital del presupuesto de inversión y diversificar las fuentes de capital movilizadas para programas, planes y reservas nacionales con el fin de garantizar la seguridad humana y la protección social. El Estado garantiza apoyo a las personas para responder con prontitud y flexibilidad a los impactos de factores de seguridad no tradicionales. Establecer y desarrollar fondos de prevención de riesgos y fondos de desarrollo social sostenible en localidades con mecanismos de gestión operativa transparentes y flexibles para movilizar eficazmente fuentes de contribución, especialmente en los casos urgentes, garantizar con prontitud la seguridad pública, la seguridad social y la protección social. Asimismo, se requiere fortalecer la participación del sector privado y las alianzas público-privadas en la movilización de recursos para implementar políticas que garanticen la seguridad social y la protección social contra las amenazas no tradicionales a la seguridad. Fortalecer las reservas nacionales y de bienes estratégicos y esenciales para responder proactivamente de manera temprana y remota a las amenazas no tradicionales a la seguridad. Se debe adoptar políticas y regulaciones completas sobre actividades benéficas y voluntarias, garantizando la publicidad, transparencia y rendición de cuentas.

Quinto, promover la investigación y la aplicación de los logros científicos y tecnológicos y la transformación digital para garantizar la seguridad humana, la seguridad social y la protección social contra amenazas no tradicionales a la seguridad.

Es importante mejorar la calidad de la investigación en materia de pronósticos, la capacidad de evaluar, analizar y prever riesgos, monitorear de cerca y captar de manera proactiva las situaciones de emergencia, evitar caer en la pasividad ni ser sorprendidos por amenazas a la seguridad no tradicionales, sobre esa base establecer de manera proactiva y oportuna políticas y medidas de respuesta apropiadas. Se debe tener pronósticos tempranos sobre la evolución de las amenazas no tradicionales a la seguridad y el diseño de medidas para responder a situaciones que probablemente ocurran para limitar los riesgos para las personas y la sociedad. Hay que promover la aplicación de la tecnología y la información en estadísticas, previsiones, alertas y respuesta a desastres naturales, inundaciones, epidemias, además de apoyar a las personas en el acceso a la información y en la aplicación de la tecnología digital.

Resulta crucial fortalecer los programas de investigación relacionados con el cambio climático para proporcionar una evaluación más integral de sus impactos (a corto y largo plazo) sobre todo en lo referente a la seguridad y la protección social. Es necesario promover la aplicación de los avances científicos y tecnológicos, mejorar la capacidad de gestión ambiental, previsión y alerta temprana de la contaminación ambiental, e investigar modelos de desarrollo económico adecuados para cada región, cada tipo de clima y cada territorio afectado por el cambio climático para garantizar los medios de vida y la seguridad alimentaria de las personas./.

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(1) Tales como la Resolución N° 42/NQ-CP, del 9 de abril de 2020, del Gobierno, sobre las medidas de apoyo a las personas que enfrentan dificultades debido a la pandemia de COVID-19; la Resolución N° 03/2021/UBTVQH15, del 24 de septiembre de 2021, del Comité Permanente de la Asamblea Nacional, por la que se promulgan políticas de apoyo a los empleados y empleadores afectados por la pandemia de COVID-19 con cargo al Fondo del Seguro de Desempleo; la Resolución N° 116/NQ-CP, del 24 de septiembre de 2021, del Gobierno, sobre las políticas de apoyo a los empleados y empleadores afectados por la pandemia de COVID-19 con cargo al Fondo del Seguro de Desempleo; la Decisión N° 28/2021/QD-TTg, emitida el 1 de octubre de 2021 por el Primer Ministro, que regula la implementación de políticas de apoyo a los empleados y empleadores afectados por la pandemia de COVID-19 con cargo al Fondo del Seguro de Desempleo...
(2) Según el Informe del Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Asuntos Sociales sobre los resultados de la implementación de la política social en el período 2012-2020, orientación para perfeccionarla hasta 2030 con visión a 2045, en la Conferencia en línea sobre los 10 años de implementación de la Resolución del V Pleno del XI Comité Central del Partido Comunista de Vietnam “Algunas cuestiones de política social en el período 2012/2020”, 16 de diciembre de 2022

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No. 1019 (agosto de 2023)