Pensamiento de Ho Chi Minh, la antorcha que ilumina el camino de renovación de Vietnam en la nueva era de desarrollo

Tran Thi Minh Tuyet*

22:20, 03-05-2025

Revista Comunista - Los logros alcanzados tras casi 40 años de Doi Moi (Renovación)  bajo el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam (PCV) han permitido al país acumular fuerza e ímpetu para un fuerte desarrollo en la siguiente etapa. Llega el punto de convergencia de todas las ventajas y fortalezas para llevar al país a una nueva era, la del ascenso nacional. En ese escenario, es preciso aplicar con firmeza y creatividad el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh, teniendo en cuenta la situación del país.

El pensamiento de Ho Chi Minh es la brújula que orienta la gran unidad nacional; la construcción del Partido, del Estado y de las fuerzas armadas populares; el desarrollo de la economía y la cultura; y la formación de la próxima generación de revolucionarios ayudando al país a superar miles de dificultades y desafíos. Los documentos del XIII Congreso Nacional del PCV afirman: “El pensamiento de Ho Chi Minh, junto con el marxismo-leninismo, es el fundamento ideológico del Partido y de la Revolución vietnamita, un inmenso y precioso patrimonio espiritual de nuestro Partido y pueblo, que ilumina eternamente la causa revolucionaria de nuestro Partido y pueblo”(1).

“El Tío Ho y las soldadas del movimiento de emulación patriótica en el Norte”, pintura al óleo de Vuong Trinh (1967) _ Fuente: Archivo del Museo de Bellas Artes de Vietnam

La inmortalidad del pensamiento de Ho Chi Minh reside en su simbolismo para la tendencia de la época y el valor eterno de la humanidad. El mundo reconoce que Ho Chi Minh “no solo luchó por una bandera, por una liberación superficial. Quiso realizar una lucha por la dignidad humana, por la liberación y el bienestar de todos los pueblos, y gracias a ello, la revolución que lanzó alcanzó nivel mundial”(2).

La vitalidad y el valor contemporáneo del pensamiento de Ho Chi Minh también emanan de su visión sobre la aspiración hacia los valores nobles del país, la nación y el pueblo. Consideraba que la “revolución” era avanzar hacia algo mejor: “La revolución es destruir lo viejo para transformarlo en nuevo, destruir lo malo para transformarlo en bueno”(3). No solo aplicó, sino que también desarrolló con creatividad el marxismo-leninismo, gracias al cual la Revolución vietnamita obtuvo victoria tras victoria. A partir de sus experiencias prácticas, pidió a los cuadros un espíritu de autocrítica, ya que “la situación objetiva cambia cada minuto; una política nuestra que hoy es correcta, mañana está obsoleta. Si no revisamos con seriedad nuestros pensamientos y acciones para deshacernos de lo obsoleto y erróneo, sin duda no podremos seguir el ritmo de los tiempos, nos quedaremos atrás y seremos superados por aquellos más perspicaces y ágiles”(4). Ante la enfermedad del conservadurismo y el dogmatismo, concluyó: “La sociedad avanza día tras día, y con ella deben avanzar también el pensamiento y la acción. Aferrarse obstinadamente a lo antiguo, como quien guarda un viejo sujetapapeles sin querer cambiarlo, no conduce a ninguna parte”(5).

Al liderar la construcción del socialismo en el Norte cuando el modelo soviético se consideraba el modelo a seguir, se mantuvo firme en su decisión de partir de las condiciones y circunstancias específicas del país para construir los valores únicos de la nación. Según Ho Chi Minh, “no podemos ser como la Unión Soviética, porque esta tiene costumbres y prácticas diferentes, una historia y una geografía diferentes… podemos tomar un camino diferente para avanzar hacia el socialismo”(6). En su Testamento, sin mencionar de manera directa un término específico, delineó la orientación hacia la creación de valores positivos para la nación y el pueblo: "Esta es una lucha contra lo viejo y corrupto, para crear lo nuevo y lo saludable"(7).

Con su pensamiento y talento excepcionales, el Presidente Ho Chi Minh abrió una era gloriosa para el pueblo vietnamita: la era de la independencia nacional, asociada al socialismo. Bajo el liderazgo de Ho Chi Minh y el Partido Revolucionario que fundó (en 1930), el pueblo vietnamita vivió la etapa de la lucha por la independencia, reunificación y construcción del socialismo en el Norte (1930-1975) y el período de la transición nacional hacia el socialismo y renovación (1975-2025). Este proceso, impulsado por el PCV durante los últimos 40 años, ha alcanzado grandes logros gracias a la aplicación y el desarrollo creativos del pensamiento de Ho Chi Minh. Basándose en los logros de épocas anteriores, así como en la situación mundial y las necesidades de desarrollo del país, el secretario general del PCV, To Lam, ofreció una visión general de la "Era del ascenso de la nación vietnamita". Para comprender mejor este importante enfoque, es necesario analizar el proceso de la presentación de este contenido. El XIII Congreso Nacional del PCV, efectuado en 2021, propuso la visión de fomentar la aspiración de construir un país próspero y feliz, y estableció metas de desarrollo para los años 2025, 2030 y 2045, coincidiendo con los grandes hitos históricos del Partido y la nación. El momento de convertirse en un país desarrollado y de altos ingresos para 2045 está a sólo dos décadas de distancia, por lo que Vietnam debe acelerar su desarrollo y dar pasos agigantados adelante. Por lo tanto, el mensaje de la "era del ascenso de la nación" fue reiterado por el secretario general To Lam en las reuniones del Subcomité encargado de la elaboración de los documentos del XIV Congreso Nacional, en la clausura del X pleno del Comité Central del XIII mandato, efectuada el 20 de septiembre de 2024, así como en su discurso en la Universidad de Columbia en Estados Unidos, el 23 de septiembre del año pasado. Posteriormente, al intervenir el 21 de octubre de 2024 en la inauguración del VIII período de sesiones de la Asamblea Nacional de la XV legislatura, To Lam afirmó: "El país se encuentra a las puertas de la historia para entrar en la era del ascenso". El 31 de octubre de 2024, el líder partidista sostuvo un intercambio sobre los contenidos esenciales de la nueva era, la del ascenso de la nación, con participantes en el curso de formación y actualización de conocimientos y habilidades para los cuadros en planificación de miembros del Comité Central del XIV mandato (clase 3). Aunque sus intervenciones se hayan producido en distintos contextos, el secretario general To Lam ha enfatizado de manera constante que se trata de una era de desarrollo, de riqueza y de prosperidad, bajo la dirección y la gobernanza del Partido Comunista, con el objetivo de construir con éxito un Vietnam socialista: un país con un pueblo próspero, fuerte, democrático, justo y civilizado. El mensaje sobre la nueva era no sólo expresa la aspiración de traer felicidad al pueblo y una nueva posición para la nación, sino que también demuestra lo esencial del consejo del Presidente Ho Chi Minh: “Cada consigna del Partido debe expresar la voluntad y los objetivos de cientos de miles de militantes y de millones de ciudadanos”(8).

El carácter orientativo del pensamiento de Ho Chi Minh para la nación en la "era del ascenso" se manifiesta de manera muy profunda:

Primero, el pensamiento de Ho Chi Minh sobre las oportunidades revolucionarias constituye la base teórica para que el Partido posicione y transmita el mensaje sobre la era del ascenso. El surgimiento del concepto de "Nueva era" no solo demuestra el papel destacado de los dirigentes como individuos, sino que también nace de las exigencias de la realidad objetiva. Heredando la perspectiva del Presidente Ho Chi Minh, el mensaje del Partido sobre la "era del ascenso" se basa en un cuidadoso análisis del contexto internacional y condiciones nacionales, así como de las necesidades de desarrollo del país. Con respecto a la situación internacional, el PCV siempre afirma que la naturaleza de la época permanece inalterada; la paz, la cooperación y el desarrollo siguen siendo las principales tendencias de la humanidad; el mundo está en proceso de formar un nuevo orden, un orden multipolar, y el fin de la competencia estratégica entre las potencias mundiales puede llegar en 2030. Vietnam necesita acelerar su desarrollo para posicionarse en el nuevo orden mundial. Con respecto a la situación interna, Vietnam posee una importante posición comercial; la undécima mayor población en el mundo que aún se encuentra en la etapa de "estructura productiva ideal"; una economía que ocupa el puesto 35 a nivel global, y figura entre los países con mayor crecimiento económico del mundo; un sistema político muy estable; relaciones diplomáticas con 194 países y, entre los 9 socios con los que sostiene vínculos de asociación estratégica integral, cuatro son miembros permanentes del Consejo de las Naciones Unidas (China, Rusia, Estados Unidos y Francia). Los logros alcanzados tras casi 40 años de renovación han sentado las bases y la fuerza para el desarrollo revolucionario del país en el futuro. El secretario general To Lam afirmó: “Ha llegado el momento de que la voluntad del Partido se fusione con el corazón del pueblo en la aspiración de desarrollar un país potente, feliz y próspero y construir con éxito el socialismo para situarse a la par con las potencias mundiales”(9). Esta es una condición importante para implementar la nueva estrategia de desarrollo. Vietnam tiene la ventaja de quien comienza más tarde, que puede tomar atajos para llegar al destino con anticipación. Si aprende bien de las experiencias de otros países, puede minimizar el riesgo de cometer errores. Por lo tanto, llega el momento en que Vietnam cuenta con todos los factores necesarios para entrar en la etapa de desarrollo acelerado. La estrategia de "ascenso" también se origina en la constatación de que, junto con los logros alcanzados, Vietnam enfrenta numerosos desafíos, entre los cuales destaca de manera más evidente el hecho de que aún no se ha completado la obra de industrialización y modernización. Que Vietnam pueda convertirse en un país desarrollado para 2045 depende en gran medida de si logra culminar este proceso de industrialización y modernización. En principio, es imposible lograr nuevos resultados si se sigue utilizando los antiguos métodos; los problemas restantes sólo pueden superarse con nuevas ideas y métodos, por lo que es necesario impulsar una renovación más fuerte y radical. La orientación del Partido de "ascender" y "despegar" también surge de la necesidad de evitar la "trampa de la renta media", un obstáculo muy difícil de superar para muchos países tras salir de la pobreza sin un desarrollo consolidado. Vietnam salió de la lista de países pobres (en 2010) desde hace 15 años; solo le quedan otros 15 para acelerar su crecimiento, y debe hacerlo si no quiere caer en la "trampa de la renta media". Perder la oportunidad, o ignorarla, es sumamente lamentable. La guía del Presidente Ho Chi Minh ayuda al Partido a reconocer con sensatez la oportunidad y a aprovecharla con valentía.

Segundo, el pensamiento de Ho Chi Minh es la base para que el Partido defina el objetivo de la "Era del ascenso". El líder revolucionario siempre consideró la liberación nacional como el objetivo supremo y enfatizó: si el país es independiente, pero el pueblo no disfruta de libertad y felicidad, la independencia carece de sentido. Por ello, recordaba con frecuencia: El Partido, el Estado y cada cuadro deben actuar según el lema: todo lo que beneficie al pueblo debe hacerse con la mayor dedicación, y todo lo que le perjudique debe evitarse a toda costa. Su Testamento expresó su anhelo: "Mi último deseo es: que todo nuestro Partido y pueblo se unan para construir un Vietnam pacífico, unificado, independiente, democrático y próspero, y para contribuir de forma valiosa a la causa revolucionaria mundial"(10). En cumplimiento de su pensamiento, el Partido identifica el objetivo del Doi Moi y las características generales del socialismo vietnamita: Un pueblo rico, un país fuerte y una sociedad democrática, justa y civilizada. En las relaciones internacionales, Vietnam se compromete a ser un miembro responsable de la comunidad global, contribuyendo de manera activa a la construcción de un mundo de paz, amistad y cooperación. La visión del PCV y la orientación de su máximo dirigente muestran que entrar en la "Era del ascenso nacional" significa construir con éxito un Vietnam socialista, donde todas las personas tengan una vida próspera y feliz, y el país se convierta en una parte útil de la humanidad. En la situación actual, la máxima prioridad en la era del ascenso es convertir para 2045 a Vietnam en un país socialista desarrollado con altos ingresos para brindar felicidad y prosperidad a toda la población. A la luz del pensamiento del Presidente Ho Chi Minh y de su principio de mantener "firme en objetivos, flexible en estrategias y tácticas", se entiende que se debe ser “firme” en el objetivo del socialismo, pero ¨flexible” en el camino hacia ese destino, teniendo en cuenta los cambios de la época. Los objetivos de desarrollo muy ambiciosos de la era del ascenso, tales como la transformación digital, el desarrollo verde, el gobierno inteligente y la administración orientada a los servicios... son medidas para construir un Vietnam socialista en medio de la Cuarta Revolución Industrial.

Tercero, el pensamiento de Ho Chi Minh inspira a todo el Partido, el ejército y el pueblo a esforzarse por cambiar el destino de la nación y situarse a la par con las potencias mundiales. El Presidente Hồ Chí Minh fue un hombre de grandes aspiraciones y de una fe inquebrantable en el pueblo y en el futuro de la nación. En los años en que el Estado revolucionario debía enfrentarse simultáneamente al hambre, al analfabetismo y a la invasión extranjera, él seguía abrigando la esperanza de que algún día el pueblo vietnamita pudiera “estar a la par de las potencias de los cinco continentes”. Creía que Vietnam es "una nación con una cultura milenaria, pero con la capacidad de rejuvenecer"(11) que se convertirá en una nación civilizada, contribuyendo a la civilización humana. La convicción de Ho Chi Minh en el brillante futuro de la nación se basa esencialmente en la fe en un pueblo heroico y en un Partido verdaderamente revolucionario. Al definir la era del ascenso nacional, el Partido está determinado a convertir al país en uno desarrollado.

Cuarto, el pensamiento de Ho Chi Minh sugiere motores de desarrollo para promover el ascenso del pueblo vietnamita. Según él, el sistema de impulsores de desarrollo del socialismo vietnamita es muy diverso. En primer lugar, el motor fundamental es el ser humano, considerado en dos dimensiones: individual y colectiva. A ello se suma la fuerza motriz política, concretada en el papel dirigente del Partido, la función gestora del Estado y la capacidad de movilización del Frente de la Patria de Vietnam y de las organizaciones político-sociales. El impulso económico se libera mediante la efectiva implementación del movimiento de las “tres construcciones y tres luchas” (elevar el sentido de responsabilidad, fortalecer la gestión económico-financiera y mejorar la técnica; luchar contra la corrupción, el despilfarro y la burocracia). El motor internacional se nutre de la cooperación y de la asimilación de los logros científicos y tecnológicos más avanzados de la humanidad.

Heredando y desarrollando el pensamiento de Ho Chi Minh sobre los motores del desarrollo en el nuevo panorama, el secretario general To Lam identificó siete orientaciones estratégicas para llevar al país a la "era del ascenso": 1- Renovar el método de liderazgo del Partido; 2- Perfeccionar el Estado de derecho socialista; 3- Optimizar el aparato organizativo; 4- Llevar a cabo la transformación digital; 5- Combatir el despilfarro; 6- Construir un contingente de cuadros cualificados y capaces; y 7- Para materializar eficazmente las siete orientaciones mencionadas, resulta indispensable aplicar soluciones prácticas inspiradas en el pensamiento de Hồ Chí Minh.

En cuanto a la renovación del método de liderazgo del Partido, el Presidente Hồ Chí Minh manifestó desde los primeros años de gobierno su firme determinación de “corregir los métodos de trabajo”, apenas dos años después de que el Partido asumiera el poder. Dio instrucciones claras sobre cómo ejercer un liderazgo correcto: tomar decisiones correctas, organizar la ejecución correctamente y realizar una supervisión efectiva. También enfatizó que, si el Partido desea ejercer bien su liderazgo, debe ser verdaderamente ético y civilizado, y apoyarse en el pueblo para construir las filas partidistas. Esta importante instrucción suya es la guía para implementar el lineamiento de renovación del método de liderazgo del Partido en la actualidad.

La consolidación del Estado de derecho socialista requiere necesariamente la herencia del pensamiento de Ho Chi Minh, pues “es realmente raro que un líder de un movimiento patriótico en el mundo haya comprendido tan profundamente los asuntos del Estado de derecho como nuestro Tío Ho"(12). Una vez aconsejó: "La ley es del pueblo, utilizada para prevenir acciones perjudiciales para el pueblo y proteger los intereses comunes de la mayoría del pueblo"(13). Por lo tanto, en el proceso de perfeccionar el marco legal, es necesario asimilar lo más destacado de la experiencia mundial en materia de constitución y legislación, adaptándola a las condiciones de Vietnam, y combatir la inserción de intereses grupales, con el fin de crear un marco jurídico adecuado que garantice las necesidades del desarrollo nacional y una integración profunda en la comunidad internacional.

Al llevar a cabo la simplificación del aparato estatal, es necesario aplicar creativamente la instrucción del Presidente Hồ Chí Minh: “La depuración aumenta la productividad, permite hacer las cosas más rápido y mejor; la simplicidad debe ser moderada, sin engrosamiento ni formalismos innecesarios”. Esto significa que la racionalización no debe limitarse a una reducción mecánica de estructuras o “puestos”, sino que debe elevar la productividad, la eficacia y la eficiencia del aparato(14). Es decir, la racionalización no sólo busca reducir la plantilla y los "puntos de coordinación", sino que también debe mejorar la productividad, la eficacia y la eficiencia del aparato. Para lograrlo, es fundamental aplicar el conjunto de soluciones propuestas en el pensamiento de Ho Chi Minh: elevar la conciencia de responsabilidad y la ética profesional de los cuadros y militantes del Partido; utilizar al personal bajo el principio de “emplear a cada uno según su talento”; y combatir los males del “clientelismo” y del “localismo”. La recomendación del Presidente Ho Chi Minh de “colaborar con personas fuera del Partido”(15) reviste un significado especial, pues aunque la formulación de las directrices y políticas es responsabilidad del Partido, su implementación requiere de tecnócratas y expertos en cada área especializada.

En cuanto a la transformación digital y la innovación, aunque no mencionó esos temas de manera directa, el Presidente Ho Chi Minh valoraba altamente el papel de las ciencias, incluida la automatización y la innovación en métodos y formas de hacer las cosas. Una vez afirmó: “El socialismo, sumado a las ciencias, sin duda traerá a la humanidad la felicidad eterna”(16). Para impulsar el desarrollo de la ciencia-tecnología, el Buró Político emitió el 22 de diciembre de 2024 la Resolución 57-NQ/TW sobre avances en la ciencia-tecnología, la innovación y la transformación digital. Se propone que para 2030, Vietnam se sitúe entre los tres primeros países del Sudeste Asiático y entre los 50 primeros del mundo en términos de competitividad digital y desarrollo del gobierno electrónico; entre los tres primeros del Sudeste Asiático en la investigación y desarrollo de la inteligencia artificial; y sea el centro de desarrollo de diversas industrias y campos de tecnología digital en los que Vietnam cuenta con ventajas. Por lo tanto, es necesario aplicar las experiencias del Presidente Ho Chi Minh para impulsar un movimiento de alfabetización digital, ya que para tener un gobierno, una sociedad y una economía digitales, el primer requisito es contar con ciudadanos digitales. 

La labor de prevención y lucha contra el despilfarro debe llevarse a cabo con un espíritu tan enérgico como la lucha contra la corrupción, porque “el despilfarro, aunque no robe para llenar los bolsillos propios, resulta extremadamente perjudicial para el pueblo y para el Gobierno; a veces incluso más dañino que la malversación”(17). Hoy en día, el despilfarro se manifiesta de diversas formas, por lo cual resulta fundamental fomentar una cultura de ahorro dentro del Partido y entre la población, para que se convierta gradualmente en una necesidad intrínseca y un hábito cotidiano, como recalcó el Presidente Ho Chi Minh: “Un pueblo que sabe ser frugal, honesto y trabajador es uno rico en bienes materiales, sano en la mente, civilizado y progresista”(18).

Mientras tanto, la labor del personal es una cuestión de suma importancia, ya que los cuadros constituyen la raíz del trabajo. En la actualidad, además de una ética pura, firmeza ideológica y política, y estrechos vínculos con las masas, los cuadros deben poseer un pensamiento innovador; la voluntad de atreverse a saber, a pensar, hablar, hacer, asumir la responsabilidad, innovar y ser creativo, enfrentar las dificultades y los desafíos y actuar por el bien común; y la capacidad de trabajar en un entorno internacional. Para lograr un buen desempeño en el trabajo del personal, es necesario un mecanismo que obligue a quienes tienen derecho a designar a los cuadros a actuar sin parcialidad ni favoritismos, manteniendo la justicia y la integridad, mientras que los propios cuadros deben dedicarse por completo al servicio del pueblo. La confianza y el apoyo del pueblo constituyen la verdadera fuerza del Partido; por ello, si los cuadros son realmente siervos del pueblo, “por más grande o difícil que sea la tarea, sin duda alcanzaremos el éxito"(19).

El fortalecimiento del desarrollo económico es una dirección importante. La prosperidad económica ayudará a Vietnam a mejorar todos los aspectos de la vida de sus ciudadanos, su capacidad de defensa nacional y su posición internacional. Tras casi 40 años de renovación, al lado de los logros, Vietnam aún necesita realizar grandes esfuerzos. Para convertirse en un país desarrollado para 2045, Vietnam debe crecer en tasas de dos dígitos durante un largo período. En términos de potencial, esto es completamente factible. Lo que hace falta es lograr avances sustanciales en las instituciones, recursos humanos e infraestructuras; y al mismo tiempo, el crecimiento económico debe estar vinculado al progreso y la equidad social, y la protección del medio ambiente, con miras al desarrollo sostenible.

El mundo cambia a un ritmo rápido e impredecible, pero el pensamiento de Ho Chi Minh mantiene intacto hoy su valor. El mensaje sobre la "era del ascenso nacional", emitido por el secretario general To Lam, está alentando en las masas la aspiración y la fe en una nueva era de desarrollo nacional.El pensamiento de Ho Chi Minh continúa ofreciendo orientaciones para que las directrices y políticas del Partido se materialicen, conduciendo al país hacia una nueva era: la era del ascenso de la nación.

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* PROFA. ASO., DRA., Academia de Periodismo y Comunicación
(1) Documentos del XII Congreso Nacional del Partido Comunista, Oficina del Comité Central, Hanoi, 2016, págs. 7-8
(2) Presidente Ho Chi Minh, Héroe de la liberación nacional, gran personalidad cultural, Editorial de Ciencias Sociales, Hanoi, 1995, pág. 50
(3) Ho Chi Minh: Obras Completas, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), 2011, tomo 2, pág. 284
(4) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 4, pág. 28
(5) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 8, pág. 25
(6) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 10. pág. 391
(7) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 15, pág. 617
(8) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 5, pág. 345
(9) PROF., DR. To Lam: “Percepciones básicas sobre la nueva era, la del ascenso nacional”, Revista Comunista, edición 1050 (de noviembre de 2024), pág. 4
(10) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 15, pág. 614
(11) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 4, pág. 327
(12) Vu Dinh Hoe: El Estado de derecho humano de Ho Chi Minh, Editorial Tre, Ciudad Ho Chi Minh, 2008, pág. 924
(13) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 9, pág. 259
(14) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 7, pág. 432
(15) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 5, pág. 278
(16) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 11, pág. 354
(17) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 7, pág. 357
(18) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 6, pág. 128
(19) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 15, pág. 616