Identificar la naturaleza del capitalismo en el nuevo período para consolidar la orientación hacia el socialismo en Vietnam en la actualidad
Revista Comunista - La identificación exacta de la naturaleza del capitalismo en medio de los efectos integrales y profundos que genera la Cuarta Revolución Industrial en todos los aspectos (político, económico, cultural y social) tiene un gran significado al contribuir a complementar la base ideológica y teórica del Partido Comunista y consolidar la persistencia en el camino hacia el socialismo en Vietnam.
La naturaleza del capitalismo en la era actual
Desde sus inicios, el capitalismo ha pasado por diferentes etapas de desarrollo, desde el capitalismo libre-competitivo hasta el monopolista, el monopolista de Estado y, hoy, el capitalismo moderno en el contexto de la globalización.
K. Marx y F. Engels afirmaron: El capitalismo, como método de producción formado para reemplazar el feudal en la historia, es un sistema socioeconómico mucho más progresista que otros anteriores. En particular, gracias a la aplicación eficaz de las leyes de la economía de mercado, la burguesía, durante su dominación desde hace menos de un siglo, "ha creado fuerzas de producción más numerosas y masivas que las de todas las generaciones anteriores combinadas"(1).
Aunque desempeña un papel importante en la mejora de la productividad laboral y el impulso de un rápido desarrollo socioeconómico, el capitalismo sigue siendo un sistema injusto porque los avances económicos se aprovechan principalmente para servir a los intereses de la burguesía, por lo que cuanto más se desarrolla el capitalismo, más profundas son sus contradicciones internas; y la tendencia a la socialización de la producción ya no puede perdurar dentro del estrecho caparazón de la propiedad privada capitalista(2)... Por lo tanto, el capitalismo debe ser inevitablemente reemplazado por un nuevo sistema socioeconómico.
Al heredar y desarrollar las ideas de K. Marx y F. Engels, V. I. Lenin, durante su estudio sobre el capitalismo desde el período de libre competencia hasta el monopolio (desde finales del siglo XIX hasta principios del siglo XX), señaló la naturaleza económica y política del capitalismo monopolista, cuyo desarrollo conduce inevitablemente a la formación del capitalismo monopolista de Estado. En esencia, el posterior es una unidad dialéctica entre el poder económico del capitalismo monopolista y el poder político del Estado burgués, que tiene como fin proteger los intereses de la burguesía, lo que representa un cambio cuantitativo importante para que las relaciones de producción capitalistas sean más consistentes con el elevado nivel de desarrollo de las fuerzas productivas bajo el capitalismo. Por lo tanto, el capitalismo monopolista de Estado cuenta con gran potencial de desarrollo, pero ese progreso debe tener lugar en el marco del capitalismo y por lo tanto es limitado.
De acuerdo con Lenin, el desarrollo de la tecnología y las fuerzas productivas condujo a la acumulación de producción y al monopolio; por el contrario, la formación del monopolio promueve un mayor desarrollo de las fuerzas productivas. Los avances de la ciencia-tecnología abrieron un nuevo espacio enorme para el desarrollo de la producción y la mejora de la productividad y competitividad. El progreso de la tecnología y las fuerzas productivas aceleró la socialización de la producción y la transformación de las invenciones técnicas, creando así la capacidad de resolver temporalmente los conflictos entre las fuerzas productivas socializadas y la propiedad privada capitalista ya profundizada desde la etapa de libre competencia. A medida que la socialización de las fuerzas productivas iba un paso más allá, los conflictos fundamentales del capitalismo se intensificaron debido a la dominación del monopolio. Como consecuencia, las relaciones productivas y socioeconómicas creadas por el capitalismo experimentaron cambios profundos en términos de la propiedad y el modelo de gestión, de ellos se destaca la diversificación de las formas, sujetos y objetos de propiedad.
El papel regulador del Estado burgués también ha sido modificado a ciertos niveles, a través de programas, planes o el apoyo directo para planificar orientaciones apropiadas de desarrollo económico o ajustar el mercado y sus desequilibrios. El ajuste por parte del Estado a la economía hace que el papel económico del Estado se transforme de un factor externo (que crea el entorno y las condiciones para las actividades económicas) a un elemento interno que decide el proceso de reproducción capitalista. El Estado capitalista moderno no sólo promueve y regula el movimiento de la economía, sino que también es un gran propietario, que representa entre el 15 y el 34 por ciento de la inversión total en la economía(3). Por lo tanto, la gestión del Estado en ese sector es una herramienta para regular la economía.
Además de los cambios en el mecanismo de combinación de personal, propiedad o gestión, los países capitalistas registran ajustes en las relaciones de distribución y la implementación de las funciones sociales del Estado burgués… En diferentes niveles, el Estado en los países capitalistas desarrollados muestra atención y concede importancia a la protección de los derechos humanos, civiles y de los trabajadores, a través de la regulación de los salarios mínimos, las condiciones de trabajo y las relaciones entre empleados y empresarios… A través de políticas fiscales, redistribuye los ingresos, y mediante las políticas de bienestar y seguridad social apoya a las personas en circunstancias difíciles, reduciendo la discriminación y los conflictos en la sociedad. Además, orienta a las empresas para que cumplan sus responsabilidades sociales y ambientales.
Frente a esos cambios, algunos opinan que el capitalismo actual es fundamentalmente diferente del que los clásicos K. Marx-F. Engels y V. I. Lenin generalizaron. Se habla de una sociedad poscapitalista, de un capitalismo popular o socialista en el que el bienestar se distribuye cada vez más equitativamente entre las personas y se desplaza la polarización entre la riqueza y la pobreza(4). Entonces, ¿ha cambiado realmente la naturaleza del capitalismo en la era actual? A continuación se presentan algunas ideas sobre la identificación de la naturaleza del capitalismo en el presente:
Primero, la búsqueda de ganancias ha sido y será el objetivo supremo y último de los capitalistas. La riqueza de los capitalistas proviene de esta fuente, tal como afirmó Marx en su obra El capital: “La producción de plusvalía o ganancia es la ley absoluta de este modo de producción”(5).
Por ende, la ganancia proviene de la plusvalía creada por los trabajadores durante el proceso de producción y la “explotación” sigue siendo la naturaleza del capitalismo moderno, expresada en formas más "sofisticadas" que aquellas de la etapa de libre competencia, lo que se refleja en la tasa de plusvalía constantemente al alza.
Más allá, la relación explotadora del capitalismo actual no sólo se limita a la interacción entre los capitalistas y los trabajadores contratados en los países capitalistas, sino que también se debe considerar el vínculo de dominación y explotación impuesta por los países desarrollados a los subdesarrollados y en vías de desarrollo, reflejado en la polarización de la riqueza en el mundo. En la era del capitalismo globalizado, la explotación de la plusvalía por parte del capitalismo ha adquirido un "carácter internacional", sustituyendo las antiguas formas de explotación por nuevos métodos y relaciones económicas que garantizan superbeneficios. Por lo tanto, gracias a formas comunes, como la exportación capitalista, el traslado de la mano de obra de un país a otro, la expansión de las empresas transnacionales(6), el expansionismo tecnológico, la conversión de la deuda externa en inversión capitalista, las multinacionales han obtenido enormes beneficios. Se trata de una de las formas de explotación aplicadas por las empresas transnacionales contra los países prestatarios y es una nueva manera en el período actual que la producción de plusvalía se internacionaliza, capitaliza y exporta para internacionalizar el capital con la diversidad de sus formas de producción. Como afirmaron Couldry y Mejías, el “colonialismo de datos” allana el camino para una nueva etapa del capitalismo(7), haciendo que la vida humana no sólo se apropie y explote directamente por el capitalismo para explotar las ganancias, sino que también sea continuamente monitoreada y administrada por éste. Si bien no se puede predecir exactamente cómo se desarrollará esta nueva fase y cuál será su forma final, es posible "diagnosticar" este nuevo orden social sobre la base de cómo está funcionando: mediante la explotación de las ganancias y la explotación ilimitada de la vida humana.
Segundo, el capitalismo sigue siendo un sistema injusto.
La desigualdad en el capitalismo se origina en la disparidad en la propiedad de los medios de producción. La polarización en las cuestiones de propiedad es en sí misma una manifestación de una creciente desigualdad social en cada país y a escala mundial. Las brechas de ingresos entre los países capitalistas desarrollados y los países en vías desarrollo crecieron de 30 veces en 1960 a 70 veces actualmente(8) y la riqueza de los multimillonarios se ha duplicado en los últimos 10 años. En consecuencia, la riqueza del uno por ciento más rico de la población es 74 veces mayor que la del 50 por ciento más pobre(9).
Pese a los “ajustes” adoptados para adaptarse, el capitalismo actual no puede eliminar la división entre ricos y pobres y la injusticia en la sociedad, sino que la polarización se sigue intensificando, lo que profundiza las brechas de riqueza, es decir, los países pobres se vuelven más pobres, y los ricos, más ricos. Las brechas de ingresos, niveles de vida y bienes entre los ricos y pobres en el mundo capitalista resultan enormes y tienden a crecer(10).
Por ejemplo, Piketty señaló que desde 1914 hasta 1973, la tasa de crecimiento económico fue mayor que la de rendimiento del capital, por lo tanto, la vida material de los trabajadores fue mejor. Sin embargo, en los 40 años transcurridos desde 1973, la tasa de rendimiento del capital aumentó, superando la desacelerada tasa de crecimiento económico. Cuanto mayor es la tasa de rendimiento del capital que la tasa de crecimiento económico, más aumenta la desigualdad. Esta es una característica natural del capitalismo, que resulta en una desigualdad más grave(11).
Actualmente, en los países capitalistas más desarrollados, las brechas entre los ricos y pobres se han vuelto profundas. Según un informe de Oxfam, desde 2020, el uno por ciento más rico posee casi dos tercios de los nuevos activos de la humanidad, por un valor de 42 billones de dólares, casi el doble de los activos del 99 por ciento del resto(12). En particular, Estados Unidos registra cada vez más multimillonarios, cuyos activos han aumentado aproximadamente un 30 por ciento desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 y casi un 90 por ciento durante la última década. Mientras tanto, alrededor del 30 por ciento de la fuerza laboral estadounidense gana menos de 15 dólares por hora(14).
Durante la pandemia de COVID-19, desde marzo hasta septiembre de 2020, el impuesto temporal sobre las 32 corporaciones que obtuvieron las mayores ganancias durante la pandemia podría alcanzar los 104 mil millones de dólares en 2020(14), suficiente para cubrir los subsidios de desempleo para todos los trabajadores y el apoyo financiero para todos los ancianos y niños en los países de ingresos bajos y medianos. Además, en los primeros dos años de la pandemia de COVID-19, los activos de las 10 personas más ricas del mundo se duplicaron de 700 mil millones de dólares a 1,5 billones de dólares, mientras que los ingresos del 99 por ciento de la humanidad se contrajeron y en el mundo 160 millones de personas más cayeron en la pobreza. De hecho, estas cifras son la evidencia más clara de la desigualdad en Estados Unidos y entre los países en las últimas décadas.
La desigualdad también se expresa en la discriminación entre las clases de la población, especialmente el racismo. Aunque contenido parcialmente, el racismo no se ha detenido.
A escala mundial, la desigualdad también se manifiesta en la relación entre el centro y la periferia, es decir, entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo. La crisis provocada por la pandemia de COVID-19 puso de relieve la división social en los países capitalistas desarrollados, así como entre los países capitalistas desarrollados y los países en desarrollo. Mientras los países capitalistas acumulan riqueza, aquellos en vías de desarrollo enfrentan la pobreza, enfermedades y la ignorancia.
Por lo tanto, no importa qué ajustes se hagan, la naturaleza del capitalismo permanece sin cambios, tal como evaluó el Partido Comunista de Vietnam: "En esencia, todavía un régimen opresivo, explotador e injusto"(15). Esa opresión e injusticia, impuesta mediante la dominación del capitalismo monopolista y del capitalismo monopolista de Estado, no sólo está confinada dentro de cada nación, sino que está más internacionalizada que nunca.
Tercero, el capitalismo actual muestra cada vez más claramente su naturaleza extrema y agresiva, creando y consolidando el monopolio de las corporaciones capitalistas transnacionales.
La historia evidencia que el capitalismo, por el lucro, ha utilizado todos los trucos -incluso guerras de agresión- para ganar mercados, colonias e influencia. El capitalismo es el culpable de las dos guerras mundiales y de centenares de conflictos y carreras armamentistas en el mundo durante los últimos dos siglos.
Con la globalización económica, el proceso de expansión del dominio del capitalismo financiero va más allá de las fronteras nacionales y, a través de la exportaciones capitalistas, ha dominado los mercados. Para consolidar y expandir la dominación del capitalismo financiero, los países capitalistas han aumentado continuamente los costos para fortalecer su poder político y militar. El poder económico está respaldado por el tecnológico y militar. Los países capitalistas desarrollados de hoy, liderados por Estados Unidos, siempre han impuesto sus “leyes” al resto del mundo. Utilizar la fuerza para obligar a las naciones a la dependencia, amenazar el derecho de los pueblos a la autodeterminación e imponer los valores de las potencias económicas a las economías- son fenómenos cada vez más comunes.
La militarización de la economía, la carrera armamentista, la formación y expansión de los consorcios militares-industriales a escala mundial durante el proceso de globalización bajo las condiciones de la dominación capitalista monopolista son manifestaciones de la inhumanidad del capitalismo. La búsqueda de elevadas ganancias monopólicas en la producción militar ha incentivado a los países a intensificar la fabricación y la carrera armamentista, lo que resulta en la subida de los costos financieros de la producción de armas militares. Según un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, publicado en 2022, Estados Unidos lideró el mercado mundial de armas con gastos en defensa que alcanzaron los 877 mil millones de dólares, lo que representa el 39 por ciento del total global.
Firme en el camino hacia el socialismo en Vietnam
Para contribuir al desarrollo teórico sobre el socialismo y el progreso rápido y sostenible de Vietnam en la nueva era, hay que prestar atención a las siguientes cuestiones:
Primero, en la situación actual hace falta una perspectiva integral para explicar de manera plena la naturaleza, las características y las nuevas manifestaciones del capitalismo, con el fin de evaluar con exhaustividad la elasticidad de su estructura económica y su capacidad de autoadaptación. Por lo tanto, se requiere una investigación objetiva y exhaustiva, evitando el absolutismo, la subjetividad y el voluntarismo en la lucha ideológica, sino un enfoque integral y multidimensional. Al evaluar el capitalismo actual, es preciso considerar tanto los aspectos positivos como los negativos. Por un lado, hay que fortalecer la confianza y superar el atraso en la percepción teórica sobre el capitalismo, y al mismo tiempo seguir explicando sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo en Vietnam.
Una nueva percepción sobre la naturaleza y las manifestaciones del capitalismo en la era actual es una base teórica científica importante para fortalecer la confianza y la firmeza en el camino de transición al socialismo trazado en la Plataforma para la construcción del país durante el período de transición al socialismo (complementada y desarrollada en 2011): Avanzar hacia al socialismo es la aspiración de nuestro pueblo y una elección correcta del Partido Comunista de Vietnam y del Presidente Ho Chi Minh, que va en sintonía con la tendencia de la historia(17). Tiene como objetivo construir “una sociedad en la que el desarrollo sea verdaderamente para las personas, no para el lucro que explota y pisotea la dignidad humana; el desarrollo económico va de la mano del progreso y la justicia social, sin aumentar las brechas entre los ricos y pobres ni la desigualdad social. Ignorar el sistema capitalista significa ignorar su opresión, injusticia y explotación; sus malos hábitos e instituciones políticas que van en contra del sistema socialista, ni siquiera ignorar los logros y valores civilizados que la humanidad ha alcanzado durante el período de desarrollo capitalista. Por supuesto, heredar estos logros debe ser selectivo desde un punto de vista científico y de desarrollo"(18).
Segundo, el capitalismo actual sigue siendo un tema de investigación importante, dado el presente panorama mundial con grandes diferencias y evoluciones más rápidas que a finales del siglo XIX y principios del XX. De hecho, es innegable que el capitalismo se ha ajustado, adaptado y aprovechado los logros científicos y tecnológicos para sobrevivir, seguir desarrollándose y adoptar nuevos elementos y características. Por lo tanto, es preciso realizar una investigación completa, objetiva y exhaustiva para aclarar la naturaleza, el contenido, las manifestaciones y los impactos de los ajustes al capitalismo moderno, así como las tendencias del desarrollo humano. Eso contribuye a proporcionar una base científica y argumentos para continuar complementando y desarrollando el marxismo-leninismo, el pensamiento de Ho Chi Minh y los lineamientos de renovación, así como para materializar los objetivos estratégicos y aspiraciones del pueblo como lo determinó el XIII Congreso del Partido.
Tercero, en la nueva fase de la Cuarta Revolución Industrial y la globalización, la apertura y la integración se vuelven inevitables. Durante ese proceso, surgen tanto oportunidades como desafíos y riesgos. Aunque la paz, la cooperación y el desarrollo son las tendencias de la época, facilitando la atracción de los recursos externos para el desarrollo económico, la industrialización-modernización del país y la construcción de infraestructuras económicas y técnicas del socialismo, persisten la hegemonía y coerción, que son desafíos y riesgos que requieren una profunda percepción y alerta, para evitar la ambigüedad y debilitamiento de la guardia, y adoptar políticas y medidas proactivas y efectivas para prevenirlos y abordarlos. Los países pequeños y medianos, guste o no, deben captar las tendencias en las relaciones entre las potencias mundiales para planificar y ajustar sus políticas exteriores, fortaleciendo tanto la cooperación como la lucha para persistir en las cuestiones estratégicas y de principios, y al mismo tiempo adoptar tácticas flexibles para llevar a cabo con eficiencia la integración global en medio de un mundo en constante cambio./.
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(1) K. Marx y F. Engels: Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 1995, tomo 4, pág. 603
(2) Nguyen Viet Thao: “El capitalismo global en el proceso de desarrollo de la humanidad: Su nacimiento, características y naturaleza inherentemente contradictorias”, Revista Comunista, edición 1.021 (septiembre de 2023), pág. 101
(3) Le Van Sang: El sistema de regulación económica del Estado capitalista monopolista moderno, incluido en el libro El capitalismo hoy, Editorial Ciencias Sociales, Hanoi, 1991, pág. 72
(4) Tran Xuan Truong: El destino histórico del capitalismo, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2004, pág.15
(5) K. Marx y F. Engels: Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 1995, tomo 23, pág. 872
(6) Actualmente existen unas 60 mil corporaciones multinacionales y 500 mil sucursales, las cuales controlan el 40 por ciento de la producción industrial, el 60 por ciento del comercio internacional y el 80 por ciento de las nuevas técnicas del mundo capitalista
(7) Nguyen Hong Hai Dang: “El colonialismo de datos: ¿Cómo los datos nos colonizan?”, Revista Tia Sang (Rayo de Luz), del 30 de junio de 2021, https://tiasang.com.vn/dien-dan/chu-nghia-thuc-dan-du-lieu-du-lieu-do-ho-chung-ta-the-nao-28259/
(8) Nguyen Khac Than: Colección de lecturas sobre el capitalismo moderno, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2002, pág. 141
(9) Véase: “Oxfam: La riqueza de los milmillonarios estadounidenses creció 30 por ciento en los últimos tres años”, Periódico electrónico Hanoimoi, del 18 de abril de 2023, https://hanoimoi.com.vn/tin-tuc/The-gioi/1061717/oxfam-tai-san-cua-cac-ty-phu-my-tang-khoang-30-trong-3-nam-qua
(10) Nguyen Viet Thao: “El capitalismo global en el proceso de desarrollo de la humanidad: Su nacimiento, características y naturaleza inherentemente contradictorias”, Ibidem, pág. 102
(11) Philip Kotler: “Confrontar el capitalismo: Soluciones reales para un sistema económico en problemas”, Editorial Tre, Hanoi, 2017, pág. 44
(12) Anh Phương: “La riqueza de los milmillonarios está aumentando dos mil 700 millones de dólares cada día”, Periódico Sai Gon giai phong, del 16 de enero de 2023, https://www.sggp.org.vn/tai-san-cua-cac-ty-phu-dang-tang-27-ty-usd-moi-ngay-post675925.html
(13) “Oxfam: La riqueza de los milmillonarios estadounidenses creció 30 por ciento en los últimos tres años”, Periódico electrónico Hanoimoi, del 18 de abril de 2023, Íbid.
(14) Véase: “Persiste la desigualdad en el mundo”, Periódico electrónico VTV new, del 26 de septiembre de 2022, https://vtv.vn/the-gioi/bat-binh-dang-van-ton-tai-dai-dang-tren-the-gioi-2022092611173068.htm
(15) Documentos del XI Congreso Nacional del Partido Comunista, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, pág. 68
(17) Véase: “Modelo, objetivos y orientaciones principales de la Plataforma sobre la construcción del país en el período de transición hacia el socialismo (complementada y desarrollada en 2011)”, Revista Comunista en línea, del 18 de abril de 2011, https://www.tapchicongsan.org.vn/hoat-ong-cua-lanh-ao-ang-nha-nuoc/-/2018/1690/mo-hinh%2C-muc-tieu-va-cac-phuong-huong-co-ban-duoc-xac-dinh-trong-cuong-linh-xay-dung-dat-nuoc-trong-thoi-ky-qua-do-len-chu-nghia-xa-hoi-%28bo-sung%2C-phat-trien-nam-2011%29.aspx
(18) Nguyen Phu Trong: “Algunas cuestiones teóricas y prácticas sobre el socialismo y el camino al socialismo en Vietnam”, Revista Comunista en línea, del 16 de mayo de 2023, https://www.tapchicongsan.org.vn/media-story/-/asset_publisher/V8hhp4dK31Gf/content/mot-so-van-de-ly-luan-va-thuc-tien-ve-chu-nghia-xa-hoi-va-con-duong-di-len-chu-nghia-xa-hoi-o-viet-nam
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No. 1030 (enero de 2024)