Manejar la relación entre la renovación integral y sincrónica y la identificación de los pilares en esa política del Partido Comunista de Vietnam en cada etapa de desarrollo

PHUNG QUOC HIEN
Exmiembro del Comité Central del Partido Comunista, Exvicepresidente de la Asamblea Nacional
21:53, 02-28-2024

Revista Comunista - En la nueva etapa de desarrollo nacional, una de las cuestiones vitales es resolver de manera apropiada y razonable la relación entre la renovación integral y sincrónica, y la identificación de los puntos centrales y focos de la política al respecto del Partido Comunista de Vietnam (PCV). También significa manejar de manera armoniosa la relación entre los “focos” y el “conjunto”, entre lo general y lo específico, entre las estrategias, planificaciones y planes a largo y corto plazo en todos los ámbitos, con el fin de satisfacer las necesidades y exigencias de desarrollo del país en la nueva situación.

Relación entre la renovación integral y sincrónica, y la identificación de los puntos centrales y focos de la política al respecto del Partido

Las experiencias adquiridas durante los más de 93 años de liderazgo del Partido Comunista de Vietnam sobre la revolución del país señalan que, sin resolver apropiadamente la relación entre la garantía de una renovación integral y sincrónica, y la identificación de los puntos centrales y focos de la política sobre el tema, de su dirección e implementación, se producirán efectos severos en la eficiencia del cumplimiento de los objetivos trazados e incluso se ralentizará el desarrollo del país.

Cada etapa de desarrollo del país se caracteriza por sus propias circunstancias y condiciones, incluidas oportunidades, desafíos y requisitos. Eso requiere del PCV la renovación creativa para planificar políticas adecuadas en cada período. Una de las tareas es realizar una renovación integral y sincrónica, porque en general, con sus objetivos de desarrollo a largo plazo, Vietnam aspira a construir una nueva forma socioeconómica para sustituir la antigua. Al respecto, Karl Marx dijo: “Las relaciones sociales están estrechamente vinculadas con las fuerzas productivas. Con la adquisición de nuevas fuerzas productivas, los hombres cambian su modo de producción y, con el cambio del modo de producción, cambian todas sus relaciones sociales”(1). Es cierto que la renovación nacional no es indefinida, sino que debe tener un propósito, que es realizar cambios cuantitativos para generar transformaciones cualitativas, sustituir lo antiguo por lo nuevo, el capitalismo por el socialismo y el comunismo.

Sin duda, la renovación debe realizarse de manera integral y sincrónica. No obstante, la selección de los puntos centrales y focos de ese proceso es trascendental también. Pues, en un sistema social siempre existen “núcleos” que deciden la unidad y el desarrollo de todo el conjunto, por ejemplo, las infraestructuras determinan la superestructura, y las relaciones productivas deben ser consistentes con el nivel de las fuerzas de producción. Al mismo tiempo, durante el proceso de desarrollo siempre surgen “cuellos de botella” que se deben eliminar. Además, ese proceso siempre necesita de “locomotoras” e “impulsos” que lideren el desarrollo de todo el sistema. Se trata de una lógica del desarrollo. Ningún desarrollo se produce de manera “horizontal”, sino que siempre cuenta con “puntas de lanza”, o sea, los sectores pioneros. Por lo tanto, para realizar una renovación integral y sincrónica, resulta crucial encontrar los puntos centrales, focos e impulsos del desarrollo para concentrarse en ellos.

Entre la renovación integral y sincrónica y la selección de los pilares existe una relación orgánica y estrecha. Vietnam ha manejado esa relación en la práctica del desarrollo desde el inicio del proceso de Renovación (Doi Mo) en 1986 hasta el presente. Se puede dividirlo en los siguientes períodos, según sus características:

- Desde 1986 hasta 2000: Se trata del período inicial que construyó la base práctica y teórica para la renovación, durante el cual se alcanzaron grandes logros de significado histórico. El país se salvó de la crisis socioeconómica, el Producto Interno Bruto (PIB) se duplicó desde 1991 hasta 2000, las relaciones productivas se empezaron a adecuar al nivel de desarrollo de las fuerzas de producción, mientras que las condiciones de vida se mejoraron de manera notable. Vietnam logró romper el aislamiento y el bloqueo y creó una nueva posición e ímpetu para entrar en el nuevo período.

Ese período se extendió durante tres congresos nacionales del PCV, empezando con el VI. Antes de esa magna cita, la situación era muy complicada: “La situación socioeconómica enfrentaba dificultades, tales como el lento crecimiento de la producción, la baja eficiencia de la producción y la inversión, los defectos en la distribución y comercialización de bienes, la ralentizada reducción de los principales desequilibrios económicos, el insuficiente fortalecimiento de las relaciones productivas socialistas, la penuria de la vida y la aparición de fenómenos negativos en muchos lugares, en algunos incluso resultaban severos”(2). El VI Congreso reconoció francamente las causas de esa situación: “Cometemos errores a la hora de evaluar la situación del país e identificar los objetivos y pasos de la construcción del socialismo”, en concreto: “aceleramos la industrialización mientras no existían las condiciones necesarias, actuamos de manera apresurada y a la vez laxa en la transformación socialista y tardamos en renovar el mecanismo de gestión económica ya obsoleto”(3). También señaló “el subjetivismo apresurado y el conservadurismo estancado en el arreglo de la estructura económica, la transformación socialista y la gestión de la economía, así como los nuevos y graves errores en la distribución y comercialización”(4). El Congreso también admitió con seriedad: “Son errores graves en los principales enfoques y políticas, en la dirección estratégica y la implementación(5).

En ese sentido, el VI Congreso Nacional del PCV adoptó políticas de renovación correspondientes con la situación práctica. “La tarea inclusiva y el objetivo general en el resto del primer período son estabilizar todos los aspectos de la situación socioeconómica y seguir creando las premisas para la aceleración de la industrialización socialista en la próxima etapa. Estabilizar la situación socioeconómica incluye estabilizar y desarrollar la producción, estabilizar la distribución y comercialización de los bienes, estabilizar y mejorar paso a paso la vida económica y cultural de la población, fortalecer la gestión, fomentar el orden y la disciplina de la sociedad y materializar la igualdad social”(6). El Congreso también planteó objetivos concretos: “incrementar la producción para satisfacer el consumo interno y obtener reservas, crear una estructura económica razonable para desarrollar la producción, desarrollar un nuevo nivel de las relaciones productivas, generar transformaciones sociales positivas y garantizar la necesidad de fortalecer la defensa y seguridad”(7). Además, el Congreso exigió: 1- “Elaborar y desplegar tres programas sobre alimentos, artículos de consumo y productos exportables(8); 2- “Realizar las tareas de transformación socialista de forma frecuente, con formas y pasos apropiados para nivelar las relaciones productivas y la naturaleza y el desarrollo de las fuerzas de producción e impulsar su crecimiento”(9); 3- “Renovar el mecanismo de gestión económica... Eliminar con determinación las huellas de la burocrática planificación centralizada”(10) y 4- “Resolver a toda costa los problemas urgentes en la distribución y comercialización de los bienes... Liberar la capacidad productiva... ampliar el intercambio de productos y abolir las restricciones y divisiones del mercado según la delimitación administrativa”(11).

Entonces, el VI Congreso Nacional identificó como tarea inclusiva, general e integral estabilizar la situación socioeconómica en condiciones complicadas, especialmente dificultades en la producción y comercialización de bienes. Aun en medio de una crisis, la estabilización socioeconómica resulta vital, el VI Congreso Nacional no olvidó la tarea a largo plazo de seguir construyendo las premisas necesarias para la aceleración de la industrialización. El Congreso identificó como clave la implementación de tres programas económicos para incrementar la producción y resolver los problemas urgentes de la vida. La magna cita encontró el “cuello de botella” que obstaculizaba la producción: la incompatibilidad entre las relaciones productivas y las características y el nivel de las fuerzas productivas. Basándose en esa conclusión, el VI pleno del Comité Central del PCV del VI mandato determinó desplegar de manera consistente la política sobre la estructura económica multisectorial liberando toda la capacidad de producción, institucionalizando con sincronía las políticas sobre los componentes de la economía y eliminando las restricciones inadecuadas. Los derechos a poseer, utilizar y heredar propiedades, a hacer negocios y disfrutar de ingresos legítimos, así como las obligaciones con el Estado tuvieron que ser institucionalizados para estimular a todas las personas a invertir en la producción y los negocios.

A partir de la perspectiva de renovación integral y sincrónica y señalar los “cuellos de botella” -problemas centrales cuya solución se debe priorizar- las decisiones adoptadas en el VI Congreso Nacional se convirtieron en las políticas importantes e históricas que abrieron paso a la reforma del país. Esas políticas fueron resumidas, ajustadas y complementadas por el PCV durante los VII y VIII Congresos Nacionales, particularmente con la redacción de la Plataforma sobre la construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo (1991). Con un lineamiento acertado, el PCV condujo la revolución vietnamita a superar la crisis interna, incluso frente al colapso del sistema socialista en la Unión Soviética y Europa del Este, acontecimiento que afectó de manera significativa a todo el sistema político y el pensamiento de los cuadros, militantes y pobladores en el país. No obstante, bajo el liderazgo acertado y firme del PCV, Vietnam alcanzó logros importantes e históricos en el período 1986-2000.

Durante esa etapa, a través de tres Congresos Nacionales, el PCV adquirió lecciones valiosas sobre la renovación: 1- Resulta necesario persistir en el objetivo de la independencia nacional y el socialismo basado en el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh; 2- La renovación debe basarse en las masas, garantizar el interés del pueblo y ser coherente con la realidad y siempre creativa. La implementación del Doi Moi debe derivarse de la realidad y la vida en la sociedad vietnamita, puede consultar experiencias mundiales positivas pero sin copiar ningún modelo ya existente. La renovación debe realizarse de manera integral, sincrónica y radical, con pasos, formas y métodos adecuados. Resulta necesario reajustar, complementar y desarrollar los enfoques, métodos y medidas, así como buscar y seleccionar nuevas soluciones flexibles y creativas, captar lo nuevo, aprovechar las oportunidades y superar el estancamiento para cambiar la situación(12). Entonces, a través de tres Congresos Nacionales, se planteó la necesidad de una renovación integral, sincrónica y radical, con soluciones, medidas y pasos adecuados a la realidad para resolver la relación entre lo común y lo específico, entre el objetivo y el itinerario, entre lo general y lo particular, y entre lo renovable y los principios inalterables que eviten la desviación del socialismo durante el Doi Moi.

- Desde 2001 hasta 2015: Este período marca la entrada del país en el nuevo siglo. El siglo XXI se caracteriza por grandes cambios, entre ellos el desarrollo vigoroso de la ciencia-tecnología. La economía del conocimiento  desempeñó un creciente papel en el desarrollo de las fuerzas productivas, mientras la globalización fue una tendencia objetiva en la cual participaron cada vez más países. Los logros alcanzados a 15 años de Doi Moi crearon una nueva posición y fuerza para Vietnam. “Al mismo  tiempo, el país enfrenta muchos desafíos. Los cuatro riesgos señalados por nuestro Partido -a saber, una economía que se queda atrás de numerosos países en la región y el mundo, la desviación del socialismo, la corrupción y burocracia y la “evolución pacífica” desarrollada por las fuerzas hostiles- todavía existen y evolucionan de manera complicada”(13).

Ante esa situación, el PCV afirmó: “La Plataforma es la bandera que lidera la lucha por el éxito de la construcción de un Vietnam que avanza paso a paso hacia el socialismo, y orienta todas las actividades del Partido en el presente y en las próximas décadas. Nuestro Partido y pueblo están decididos a construir Vietnam siguiendo el camino socialista basado en el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh(14). El X Congreso Nacional del Partido afirmó: La Plataforma sobre la construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo es la bandera de la renovación integral y sincrónica hacia el socialismo y declaró: “El desarrollo económico, la industrialización y modernización son las tareas centrales”(15).

Durante el X Congreso Nacional, la cuestión de la renovación integral y sincrónica y selección de los puntos centrales y focos de ese proceso se aclaró: La renovación se debe realizar de manera integral y sincrónica, heredando las experiencias y resultados alcanzados y adoptando pasos, formas y medidas adecuadas. Resulta necesario renovar desde la conciencia y el pensamiento hasta la acción; desde la economía, la política y las relaciones exteriores hasta los demás ámbitos de la vida; desde el liderazgo del PCV y la gestión del Estado hasta las actividades concretas de cada componente del sistema político. A la hora de renovar todos los aspectos de la vida, hay que seleccionar cuestiones sustanciales y pasos adecuados para garantizar el vínculo estrecho y sincrónico entre las tres tareas: El crecimiento económico como la tarea central, la construcción de las filas partidista como la clave y el desarrollo cultural como la base espiritual de la sociedad(16).

Gracias a los importantes resultados alcanzados durante el período 2001-2015 y los grandes logros de significado histórico a través de 30 años de Doi Moi, Vietnam salió de la crisis socioeconómica y el subdesarrollo, para convertirse en un país en vías de desarrollo de ingresos medios, que realizaba esfuerzos para promover la industrialización y modernización nacional y la integración internacional cada vez más amplia y profunda. El XII Congreso Nacional del Partido resumió cinco lecciones tras 30 años de Doi Moi, entre ellas: “la renovación debe realizarse de manera integral y sincrónica con pasos adecuados y apego a las leyes objetivas, derivarse y seguir de cerca la realidad, prestar atención a la síntesis práctica y la investigación teórica y resolver de forma oportuna y efectiva las cuestiones planteadas por la práctica”(17).

- Desde 2016 hasta el presente, el país alcanzó logros importantes, integrales y destacados. Sin embargo, para cumplir todos los objetivos trazados, le  queda un difícil camino por recorrer. Ante ese desafío, el XIII Congreso Nacional del PCV siguió afirmando la necesidad de acelerar de forma integral y sincrónica la renovación con tareas generales y a la vez identificó seis labores clave y tres impulsos estratégicos: 1- Perfeccionar sincrónicamente las instituciones para el desarrollo; 2- Desarrollar los recursos humanos, especialmente los de alta calidad; 3- Construir un sistema de infraestructuras sincrónico y moderno, tanto económica como socialmente.

A través de más de 35 años de Doi Moi, el PCV extrajo una lección teórica: La renovación debe ser integral y sincrónica, y al mismo tiempo contar con puntos centrales y focos adecuados a la realidad y debe resolver las cuestiones prácticas. Entonces, los principios básicos para manejar la relación entre la renovación integral y sincrónica y la identificación de los puntos centrales son:

1- Resulta vital persistir en el objetivo del socialismo, el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh como la guía para todas las acciones, evitando siempre el riesgo de desviación.

2- La renovación debe derivarse de la realidad y resolver las cuestiones planteadas en la práctica. La realidad debe ser la base para comprobar si un lineamiento, enfoque o política resulta correcto. Además, hay que renovar el pensamiento, evitando el estereotipo, la copia rígida o el error de imponer la voluntad subjetiva por encima de las reglas objetivas.

3- Se debe tener una visión general en situaciones específicas y al mismo tiempo seleccionar las cuestiones decisivas y clave, eliminando los “cuellos de botella” para lograr la mayor eficiencia al considerarlas en un panorama.

4- Resulta crucial anteponer los intereses de la nación y el pueblo. Lo que sea beneficioso para el pueblo, hay que hacerlo resueltamente; lo perjudicial, hay que evitarlo a toda costa. La satisfacción y el apoyo del pueblo son “puntos bonus” para la precisión de los lineamientos y políticas del Partido. Sin embargo, hay que evitar absolutamente la demagogia, que podría afectar el papel de liderazgo del Partido.

Ciudad Ho Chi Minh, a más de 36 años de Doi Moi _Fuente: nhiepanhdoisong.vn

Resolver la relación entre la renovación integral y sincrónica y la identificación de los enfoques y las tareas centrales según el espíritu del XIII Congreso Nacional del Partido

El XIII Congreso Nacional del Partido dio el pronóstico sobre la situación nacional y global en los próximos años e identificó las visiones y orientaciones de desarrollo. Sus puntos de vista y objetivos generales y específicos se dividen según los tres períodos de desarrollo hasta 2045. En particular, se presentaron 12 orientaciones estratégicas para el período 2021-2030 hacia un desarrollo integral y sincrónico. Al mismo tiempo, se plantearon seis tareas clave y tres impulsos estratégicos para el actual mandato.

Como la Resolución del XIII Congreso Nacional señaló los principios analizados anteriormente, surge una cuestión: ¿Cómo manejar la relación entre la garantía de las orientaciones de desarrollo y la realización de las tareas centrales e impulsos estratégicos? ¿Y cuáles serán los impulsos estratégicos después del XIII mandato?

Tanto teórica como prácticamente, es innegable que la economía decide el desarrollo. Sin el crecimiento económico y la estabilidad social, un país no puede desarrollarse de forma sostenible, lo que impacta la confianza del pueblo en el liderazgo del Partido. Por lo tanto, el PCV siempre considera el desarrollo económico como objetivo central. La identificación de tres impulsos estratégicos a través de tres Congresos Nacionales consecutivos (los XI, XII y XIII) también sirve para ese objetivo. De igual modo, los “cuellos de botella” que afectan el desarrollo pendientes de solución se encuentran principalmente en la economía, a saber, las imperfecciones institucionales, los insuficientes recursos humanos y la escasez de sincronía de las infraestructuras. El PCV considera el liderazgo del desarrollo económico una tarea clave y transversal de los comités partidistas en todos los niveles, la cual se antepone por encima de todas las demás. Eso evidencia que el desarrollo económico es el centro de las tareas centrales. Al final, un nuevo método productivo formado por las fuerzas modernas, equipadas con relaciones avanzadas y compatibles con su nivel de desarrollo, decidirá la aparición de una nueva forma socioeconómica, dotada de un sistema interno sólido desde la economía hasta la sociedad, de las infraestructuras a la superestructura, desde la cultura, las artes, la ciencia-tecnología hasta el derecho…

Sin embargo, en la economía, el perfeccionamiento del estatuto de la economía de mercado con orientación socialista es la mejoría de las instituciones financieras dentro del mecanismo del mercado, tales como el sistema financiero, tanto público como privado, tanto micro como macro, que abarca el presupuesto estatal, el banco central y el mercado financiero (de crédito, valores y seguros). El sistema financiero empresarial (de compañías estatales, privadas o de inversión extranjera) e incluso el familiar también deben perfeccionarse. Por otro lado, hay que clarificar la descentralización y la autonomía financiera. Se trata del mayor “cuello de botella” que debe eliminarse de forma oportuna para evitar consecuencias impredecibles. En otras palabras, eliminar los obstáculos que afectan el sistema financiero nacional significa destrabar los “vasos sanguíneos” de la economía.

En el desarrollo de los recursos humanos se centra en los de alta calidad, de conformidad con la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido. Sin los recursos humanos calificados para la economía del conocimiento, el país caerá en la “trampa de ingreso medio” cuando la economía alcance un cierto límite de ingresos. Por un lado, el XIII Congreso Nacional del Partido fijó como meta elevar la tasa de recursos humanos formados y certificados a entre 35 y 40 por ciento. Si bien es relativamente ambicioso, ese objetivo podría resultar insuficiente para satisfacer las exigencias de desarrollo del país. Por otro lado, la calidad de la educación-formación en la actualidad es un problema que afecta a los recursos humanos. Si no se resuelven los problemas actuales y no se realizan cambios revolucionarios, será difícil construir la economía del conocimiento y alcanzar un desarrollo sostenible.

Con respecto a la construcción de infraestructuras, el transporte resulta la “locomotora de los impulsos”. Los sistemas fluvial, ferroviario y urbano, así como la interconectividad y la logística son “cuellos de botella” cuya eliminación se debe priorizar después que la instalación de las autopistas Norte-Sur y Este-Oeste se termine en 2025.

Según lo planeado, después de 2030 Vietnam contará con un sector industrial moderno e ingreso mediano alto. Pero antes de ese hito, si las cuestiones identificadas como impulsos estratégicos durante el XIII Congreso Nacional se trasladan al XIV, deberán haber sido resueltas básicamente y serán tareas regulares y continuas. Entonces, se deberá cambiar el centro de atención a otras cuestiones clave, tales como la protección del medioambiente, el enfrentamiento al cambio climático, la salinización de los suelos, la erosión de las costas ribereñas y marítimas, los desechos y el agua residual, que están afectando severamente el desarrollo del país. Además, hay que concentrarse en el desarrollo de la ciencia-tecnología y la innovación en las industrias clave, tales como la ingeniería mecánica y las industrias marítima y de defensa-seguridad, para garantizar la soberanía nacional en medio de los cambios impredecibles e importantes en la región y el mundo. El país también debe prestar especial atención a la cuestión del bienestar y la seguridad social, especialmente en la educación y la salud, para garantizar la justicia y la felicidad del pueblo cumpliendo el objetivo del socialismo. 

En resumen, cada período de desarrollo del país requiere de una renovación integral y sincrónica, la selección de las tareas centrales y el manejo eficiente de la relación entre ellas en los lineamientos del Partido. Esa renovación debe ser coherente con el rápido desarrollo del mundo, especialmente en medio del florecimiento de la ciencia-tecnología y la evolución complicada e impredecible de la situación regional y global. En el contexto que la población de Vietnam superaron los 100 millones de personas y los cambios socioeconómicos plantean requisitos más altos a la gobernanza nacional, la “clave universal” para armonizar la relación entre la renovación integral y sincrónica y la identificación de las tareas centrales es renovar el pensamiento económico en particular, y el de liderazgo del PCV en general en todos los aspectos, sobre todo la ideología, la política, la ética, la organización y el personal, para poder desarrollar el país de manera rápida y sostenible en el nuevo período./.

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(1) Karl Marx y Federico Engels: Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 1995, tomo 4, pág. 187
(2), (3), (4) Documentos del VI Congreso Nacional del PCV, Editorial Su That (La Verdad), Hanoi, 1987, págs. 211-212, 212, 212
(5), (6), (7), (8), (9), (10), (11) Documentos del VI Congreso Nacional del PCV, Ibíd., págs. 213, 214-215, 215, 215, 217-218, 218, 220
(12), (13), (14), (15) Véase: Documentos de Congresos Nacionales del PCV en el período de renovación (VI, VII, VIII y IX), Editorial Política Nacional, Hanoi, 2005, págs. 631, 619, 632-633, 639
(16) Véase: Documentos del X Congreso Nacional del PCV, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2006, págs. 70-71
(17) Documentos del XII Congreso Nacional del PCV,  Oficina del Comité Central, Hanoi, 2016, pág. 69

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1018 en julio de 2023