Revista Comunista- El fortalecimiento de la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas en todos los niveles encierra un significado importante en el periodo actual, con el fin de mantener y consolidar el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam (PCV), mejorar la calidad del trabajo de construcción y rectificación de la fuerza política, controlar el poder de los dirigentes de las instancias partidistas y mantener la disciplina en las filas del Partido. Se trata de una base para evaluar, revisar y seleccionar a los cuadros de manera efectiva.

El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong (centro), visita y trabaja con el Comité partidista de Ciudad Ho Chi Minh _Fuente: sggp.org.vn

Urgencia del fortalecimiento de la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas

Los jefes de los Burós ejecutivos (órgano rector) de los Comités Partidistas desempeñan un papel de suma importancia en la dirección y gestión, al ser los encargados de adoptar decisiones directamente relacionadas con el funcionamiento y desarrollo de sus organizaciones y entidades. Por su rol y desempeño, esas personas deben estar capacitadas, entrenadas y probadas para tener suficiente capacidad, calidad, valentía y prestigio, erigiéndose realmente en “pioneros” en el proceso de renovación y desarrollo nacional. El XIII Congreso Nacional del PCV definió: “Construir el contingente de cuadros, en primer lugar, que los dirigentes tengan un firme temperamento político, moralidad pura, capacidad sobresaliente, se atrevan a pensar, hablar, hacer, asumir la responsabilidad, innovar, enfrentar las dificultades y desafíos, y actuar por el bien común, que posean una reputación elevada y sean verdaderamente pioneros, ejemplos y núcleos de la solidaridad. Establecer normas sobre la competencia y la responsabilidad de los jefes en las labores del personal y la gestión, cumplir con las regulaciones sobre el control del poder en el trabajo de cuadros y combatir la práctica del soborno para ganar posiciones e influencia.(1).

El fomento de la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas es un requerimiento inevitable en el nuevo período, con el fin de preservar y fortalecer el liderazgo del Partido, mejorar la calidad del trabajo de construcción y rectificación de las filas partidistas, controlar el poder, especialmente el de los dirigentes. Al mismo tiempo, esta labor juega un papel fundamental para garantizar la disciplina; descubrir oportunamente nuevos factores para promover, proteger lo correcto y a las personas buenas y los cuadros que se atreven a pensar, hacer, asumir la responsabilidad, actuar por el bien común; detectar de formar oportuna para prevenir y remediar las deficiencias y manejar las violaciones de las organizaciones partidistas y los militantes desde el principio, para no permitir que las pequeñas infracciones se acumulen y se vuelvan grandes, prolongadas y generalizadas; crear condiciones para que los jefes de las instancias partidistas promuevan su papel activo y creativo en la dirección y en el cumplimiento de las tareas políticas asignadas; y abordar los problemas como la pasividad en el trabajo o el desvío de la responsabilidad hacia otros. La inspección y supervisión sirve de base para la evaluación, revisión y selección de los cuadros. El XIII Congreso Nacional del Partido enfatizó: “Centrarse en la inspección y supervisión de las organizaciones del Partido, los dirigentes y los cuadros clave en los lugares donde es probable que ocurran violaciones, o existen problemas pendientes que atraen el interés público; manejar de manera oportuna, resuelta, exhaustiva, sincrónica y estricta las indisciplinas. El fortalecimiento de la gestión, inspección y supervisión sobre los cuadros y militantes, especialmente los líderes y gerentes clave, tiene como objetivos detectar y prevenir oportunamente desde el principio las violaciones, así como resolverlas temprano para que las pequeñas no se acumulen y se hagan grandes, prolongadas y generalizadas” (2).

Principios básicos del fortalecimiento de la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas

En primer lugar, el fortalecimiento de la inspección y supervisión sobre los jefes de Burós ejecutivos de los Comités partidistas de todos los niveles debe cumplir la Plataforma política, el Estatuto del Partido y los reglamentos sobre las labores del personal y de la inspección y supervisión; reforzar el liderazgo del Partido y la responsabilidad política de los jefes de las militancias, así como respetar estrictamente el espíritu de supremacía de la ley. Es necesario detectar oportunamente y multiplicar los factores nuevos y positivos, proteger a los cuadros que se atreven a pensar, hacer, asumir la responsabilidad y actuar por el bien común; a la par de prevenir desde el principio y tratar desde temprano los signos de deterioro para que no se conviertan en errores grandes y prolongados.

En segundo lugar, se debe aplicar plenamente las normas de inspección y supervisión en el Partido y el sistema político en general. La inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós Ejecutivos de las militancias deben centrarse en: 1- La obediencia de la Plataforma política, el Estatuto, las resoluciones, directivas, decisiones, reglamentos, conclusiones e instrucciones del Partido, las políticas y leyes del Estado; 2- El cumplimiento de los principios de organización y funcionamiento del Partido, el Estatuto y los métodos de trabajo, la práctica democrática en las filas partidistas y la preservación de la unidad interna; 3- El liderazgo y dirección de la práctica de ahorro, prevención y lucha contra la corrupción, el despilfarro y los fenómenos negativos; la gestión y el fomento de las cualidades morales y el estilo de vida de los militantes; 4- El liderazgo, dirección y organización de la implementación de la reforma administrativa y judicial; 5- El liderazgo y dirección de los organismos encargados de hacer cumplir la ley en materia de investigación, acusación, juicio y ejecución de sentencia; 6- La contratación, recepción, planificación, capacitación, evaluación, rotación, movilización, nombramiento, promoción, asignación, utilización, postulación de candidatos, elección, recompensa, disciplina y ejecución de políticas de personal; 7- El liderazgo, dirección y manejo de las quejas y denuncias.

En particular, es necesario prestar atención especial a la inspección y supervisión sobre los jefes en la implementación de los criterios establecidos para los militantes y como miembros del Buró ejecutivo del Comité partidista y el desempeño de sus misiones y competencias de acuerdo con las normas del Partido y las políticas y leyes del Estado. También hay que monitorear el cumplimiento de su responsabilidad, ejemplaridad, el ejercicio de la crítica y autocrítica, las virtudes de laboriosidad, ahorro, integridad, rectitud, consagración total a la causa pública y un desinterés ejemplar. Los dirigentes partidistas siempre deben estar sujetos al escrutinio y y la supervisión de la militancia, sus miembros y las masas. Al mismo tiempo, se necesita fortalecer la responsabilidad en las tareas de inspección y supervisión de los Comités partidistas y sus Burós ejecutivos según las normas del Partido.

En tercer lugar, se debe esclarecer el contenido principal de la inspección y supervisión y las formas de realizarlas. Los Comités partidistas de todos los niveles deben ser plenamente conscientes de la importancia y urgencia de fortalecer la inspección y supervisión sobre los jefes, así como los miembros del Buró ejecutivo del Comité partidista; ejercer con efectividad la inspección y supervisión de las organizaciones del Partido desde el nivel superior hasta la base; elevar la conciencia, el temperamento político, la autoformación, la firmeza en la postura ideológica y el espíritu de responsabilidad, pionerismo y ejemplaridad de los cuadros y militantes, especialmente los dirigentes.  

Algunos requisitos específicos para fortalecer la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas

En primer lugar, los propios jefes deben dar ejemplo voluntariamente y cumplir con disciplina la inspección y supervisión; a la par de tener un temperamento político firme y ser pioneros en la defensa de la ideología del Partido y ejemplares en la implementación de las políticas y leyes del Estado, liderar el cumplimiento de la inspección y supervisión dentro del Partido, y dar ejemplo en el desempeño de las responsabilidades de liderazgo y dirección, así como en la implementación de la disciplina dentro de la fuerza política. Los dirigentes de los Comités partidistas en todos los niveles, sobre todo los de alto nivel, y los jefes de las organizaciones del Partido en los ministerios, sectores y localidades deben estar a la vanguardia en el cumplimiento del Estatuto del Partido, los reglamentos del Comité Central del PCV, el Buró Político, el Secretariado y las instrucciones de la Comisión de Control Disciplinario del Comité Central del Partido y los organismos subordinados sobre la inspección, supervisión y disciplina partidista; construir una organización política transparente y firme, tomar la delantera en la lucha contra los privilegios e “intereses de grupo” y mantener siempre la integridad y pureza de los militantes.

En segundo lugar, la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas es la tarea central y la primera prioridad, dado que estas personas ostentan importantes poderes y asumen la responsabilidad política en el liderazgo y dirección. En algunos lugares donde se realiza la política de “unificación” de poder, los dirigentes partidistas también desempeñan el papel de líderes de las agencias, departamentos y ramas, por lo tanto, su poder político es aún mayor. Eso requiere que los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de todos los niveles y las agencias encargadas de inspección y supervisión en las organizaciones del Partido y en el sistema político fortalezcan la vigilancia de los jefes y los someten a una supervisión regular y estricta, de modo que ellos mismos comprendan claramente su responsabilidad en el uso del poder y dirijan muy de cerca todas las actividades de sus órganos, no se atrevan ni tengan condiciones para incurrir en la burocracia, cometer actos de corrupción y negativos, ni abusar de su poder. Mediante la inspección y supervisión, es necesario detectar las limitaciones e insuficiencias para demandar la corrección oportuna de esas desviaciones y violaciones; y promover la innovación y el desarrollo. Se debe seguir de cerca el cumplimiento de las funciones, tareas y disciplina en las agencias y unidades de los jefes supervisados; y los asuntos importantes sobre el funcionamiento de esa entidad. El informe de inspección y supervisión debe mostrar claramente los resultados del desempeño de los jefes como las personas con la máxima responsabilidad, integridad y autodisciplina; al mismo tiempo que debe ofrecer consideraciones y señalamientos específicos para rectificar las limitaciones e insuficiencias. 

En tercer lugar, es preciso fortalecer la inspección y supervisión de los Comités partidistas desde el nivel superior hasta la base; así como de sus Burós ejecutivos desde el nivel superior a los subsiguientes y sus jefes. Los miembros del Buró Político, el Secretariado, el Comité Central del PCV, secretarios de los Comités partidistas de los ministerios, sectores y localidades deben prestar especial atención al fomento de la disciplina y el estilo de trabajo; inspeccionar y supervisar a sus subordinados; cumplir con sus responsabilidades de liderar de manera integral, estricta, honesta y autodisciplinada a las células a nivel de base y sus jefes; educar y alertar a sus subordinados al detectar problemas.

La Comisión de Control Disciplinario del Comité Central del PCV refuerza la supervisión sobre los Comités partidistas en las provincias y ciudades, agencias y unidades administradas por el gobierno central y sus jefes; y urge a ellos a fortalecer la gestión sobre los dirigentes de las instancias subsiguientes. Los líderes de la organización de nivel superior examinan y monitorean el desempeño de las funciones y tareas de los jefes de la de nivel subalterno (en primer lugar, los subordinados directos), considerándolo un contenido central del trabajo de inspección y supervisión anual, trimestral, mensual e incluso diario. Los resultados sirven de base para la revisión y selección de cuadros. Al detectar signos de violaciones o desviaciones, es necesario ejercer la crítica, educar y alertar oportunamente a los infractores de errores leves y aplicar medidas disciplinarias estrictas a quienes cometan violaciones graves.

En cuarto lugar, se debe implementar estrictamente el régimen de liderazgo integral y estricto de la organización partidista en asociación con la responsabilidad de su jefe. Los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de todos los niveles deben impulsar la inspección y supervisión exhaustiva y rigurosa sobre la implementación de responsabilidad de los militantes; e intercambiar y advertir con prontitud los casos en que los jefes incumplan sus responsabilidades o presenten problemas serios. Las comisiones de control disciplinario de todos los niveles deben supervisar la responsabilidad de los jefes partidistas en el desempeño de las funciones y tareas; organizar regularmente la inspección y supervisión, dar sugerencias y corregir las desviaciones y violaciones. Es preciso mejorar e implementar la administración general y estricta del sistema de evaluación de responsabilidades de los militantes y los miembros de los comités partidistas; los resultados de evaluación son una base importante para la selección y el nombramiento, y las actividades de recompensa y disciplina, así como para la revisión y selección de los militantes. Quienes incumplan sus responsabilidades o intencionalmente hagan lo incorrecto, y muestren signos de degradación, deberán asumir su responsabilidad de acuerdo con las normas del Partido; los miembros del Buró ejecutivo y el jefe de la militancia cuyos miembros cometen errores también tienen la responsabilidad solidaria y deben considerar el nivel de manejo adecuado para mantener la disciplina y el rigor en el Partido.

En quinto lugar, es necesario implementar el principio de centralismo democrático y perfeccionar el mecanismo de inspección y supervisión. Los Comités partidistas (empezando por sus Burós ejecutivos) y las comisiones de control disciplinario de todos los niveles deben fortalecer la inspección y supervisión sobre los jefes de la instancia subalterna en la implementación del principio de centralismo democrático, para que no caigan en el autoritarismo y la autocracia. La Comisión de Control Disciplinario del Comité Central del PCV se centra en inspeccionar y supervisar la implementación de dicho principio en los Comités partidistas en las provincias y ciudades bajo la administración central. Las dependencias de todos los niveles requieren una revisión oportuna y acciones correctivas al detectar que los jefes de la organización de nivel inferior han transgredido las normas del Partido; e informan al Buró ejecutivo de esa instancia o la de nivel superior si la revisión y las acciones correctivas no son efectivas. 

En sexto lugar, recibir la retroalimentación y someten a la rendición de cuentas a los jefes de la organización de nivel subalterno. Los Comités partidistas y las comisiones de control disciplinario fortalecen la inspección y supervisión regular para los jefes de los órganos subordinados (primero los subordinados directos); al mismo tiempo, les hacen comprender profundamente sus funciones, tareas y estilo de trabajo. Resulta necesario desplegar de manera efectiva un sistema de comunicación entre los jefes de las comisiones de control disciplinario y de las organizaciones partidistas y sus Comités para informar las cuestiones comunes y las violaciones severas a la disciplina del Partido y la ley dentro del ámbito de responsabilidad. Se debe realizar la revisión en una reunión ampliada del Buró ejecutivo del Comité partidista. El informe de aclaración al respecto debe publicarse hasta cierto punto. 

Principales soluciones para fortalecer la inspección y supervisión sobre los jefes de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas

En primer lugar, reforzar la inspección y supervisión en los Burós ejecutivos de los Comités partidistas

Primero, se debe fomentar la inspección y supervisión y llevar a cabo con seriedad la autocrítica y crítica en los Burós ejecutivos de los Comités partidistas. Los miembros y jefes de ese órgano rector deben apegarse estrictamente a la Plataforma política, el Estatuto y los reglamentos del Partido; en caso que detecten violaciones por parte de cuadros y militantes, deben considerarlas y manejarlas con prontitud. Los jefes partidistas precisan cumplir su rol de dirección y educación de los subordinados, y tomar la delantera en la crítica y autocrítica. Los miembros deben intercambiar opiniones regularmente; en caso de detectar cualquier problema en la organización, es necesario hablar con franqueza, asesorar y proponer soluciones con espíritu constructivo. Los miembros del Buró ejecutivo del Comité partidista deben ser honestos en la rendición de cuentas sobre sus asuntos personales, así como las cuestiones planteadas por las masas; garantizar la retroalimentación y llevar a cabo el control y monitoreo de forma periódica y también aleatoriamente.

Segundo, promover el papel de inspección y supervisión de los miembros del Buró ejecutivo del Comité partidista, así como mejorar su capacidad de detección y manejo de problemas. Ese órgano rector debe cumplir cabalmente sus responsabilidades de liderar la construcción y rectificación de las filas de la fuerza política; y desarrollar y perfeccionar las regulaciones al respecto. Sus miembros deben tener un alto sentido de responsabilidad y dedicación al trabajo, intercambiar y supervisarse mutuamente, contribuir al fomento del liderazgo y la combatividad del órgano. Si cualquier miembro viola la disciplina del Partido o la ley, debe informarlo con prontitud y veracidad a la instancia competente del Partido.

Tercero, hay que perfeccionar el mecanismo de control del poder en las actividades de los Burós ejecutivos y asignarlo racional y científicamente. Prevenir de manera resuelta las violaciones desde principio, sin permitir que los miembros conviertan el trabajo o el campo bajo su cargo en “coto privado” estando exentos de la dirección, inspección y supervisión del órgano rector. Se debe elaborar y completar los reglamentos de trabajo de esta entidad. En consecuencia, se requiere que los asuntos importantes sean discutidos por los miembros del Comité partidista, quienes deben expresar plenamente sus opiniones. Los temas que necesitan ser votados, pero aún generan opiniones divergentes, deben ser discutidos cuidadosamente antes de su votación.

Cuarto, los Burós ejecutivos desarrollan e implementan planes de actividades anuales, trimestrales y mensuales; administran y dirigen de cerca de sus militancias. Los jefes escuchan con frecuencia informes sobre el desempeño de los miembros de ese órgano rector y les advierten si no cumplen sus responsabilidades plenamente. Al mismo tiempo, deben escuchar las opiniones de las masas, implementar seriamente la crítica y autocrítica de los miembros del órgano rector y los militantes de la organización; y exhortarlos a realizar bien el trabajo de construcción del Partido y un gobierno transparentes y fuertes.

Quinto, los Burós ejecutivos implementan estrictamente el régimen de registro y archivo para garantizar la sistematicidad y exactitud de los registros y no interfieren ilegalmente en el trabajo del personal. Si sus miembros incurren en este tipo de acciones, adoptan decisiones que violan los reglamentos y la ley, o carecen de equidad en la formulación de un proyecto, debe informarlo al Comité partidista. Al mismo tiempo, el órgano rector y los cuadros dirigentes deben resistir resueltamente cualquier intento de manipulación (especialmente en el trabajo del personal) por parte de sus familiares y allegados e informarlo al Comité partidista.

En segundo lugar, fortalecer la inspección y supervisión del Buró ejecutivo del Comité partidista de nivel superior sobre los de nivel inferior y sus jefes

Primero, las organizaciones del Partido en un nivel superior inspeccionan y supervisan a las de niveles inferiores, empezando por las subordinadas directas. Los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de nivel superior lideran con eficiencia la implementación de las tareas en los campos asignados, al mismo tiempo que hacen uso integral de los métodos y medidas, tales como verificar, monitorear, discutir, recolectar opiniones, informar, prevenir y corregir problemas para fortalecer la inspección y supervisión sobre los órganos de nivel inferior, especialmente los jefes.

Segundo, los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de nivel superior refuerzan el control sobre el poder de los órganos subalternos, sobre todo los jefes; y promover la estandarización de la inspección y supervisión en el Partido. Estos órganos rectores deben utilizar de manera efectiva los sistemas de control de poder, administración del trabajo y gestión de los recursos humanos; prestar atención a la construcción y mejora del sistema de gestión, inspección y supervisión de los jefes de manera estrecha y eficaz.

Tercero, los cuadros y militantes, especialmente los dirigentes partidistas, necesitan dar buen ejemplo en el cumplimiento de las normas del Partido y el Estado mientras sus cónyuges, hijos y familiares dirigen negocios; no aprovechar el poder para lucrar o crear “grupos de interés”, promoviendo sus propios intereses; controlar, avisar y no permitir que los familiares abusen de su poder en pos de sus intereses. Los Burós ejecutivos de los Comités partidistas y las agencias encargadas de la inspección en todos los niveles deben fomentar la supervisión de las relaciones de los cuadros, especialmente los jefes, con las empresas y organizaciones económicas y manejar con prontitud las denuncias sobre las violaciones de conformidad con la ley y la disciplina del Partido.

Cuarto, los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de nivel superior guían a los de nivel inferior para organizar las reuniones del Partido de acuerdo con el principio de centralismo democrático; mejorar la calidad de esas tareas, y determinar o aprobar el tema de las reuniones. Los miembros de las organizaciones del Partido en un nivel superior tienen asignado participar periódicamente en las reuniones de los niveles subsiguientes de acuerdo con los reglamentos. Las comisiones de control disciplinario y de organización de nivel superior inspeccionan, supervisan y guían a los órganos subalternos y sus jefes para que cumplan con seriedad los principios del centralismo democrático, la crítica y autocrítica y las normas sobre las actividades de la organización del Partido; señalan claramente y exhortan a esas entidades a superar con prontitud las limitaciones, debilidades y deficiencias; y al mismo tiempo, manejan sus problemas y recomendaciones. 

Quinto, es preciso fortalecer la inspección y supervisión sobre el trabajo del personal y realizar la revisión, evaluación y selección de cuadros. Los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de nivel superior deben monitorear de cerca el proceso de contratación, selección, formación, evaluación, rotación y nombramiento; supervisar estrictamente a los miembros de los Comités subordinados, especialmente los candidatos designados por los jefes de esta instancia partidista; analizar, valorar, asesorar y proponer opiniones relacionadas con la inspección y supervisión del trabajo del personal. Es necesario cumplir con los criterios, puestos de trabajo y procesos de inspección y supervisión sobre los cuadros y militantes. Las agencias encargadas de la inspección y supervisión deben actualizar proactivamente los registros de los cuadros de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas y funcionarios públicos, a la par de dar opiniones y conclusiones oportunas sobre la calidad de los militantes y los criterios de los miembros de ese órgano rector según lo prescrito; participar en la evaluación y clasificación del colectivo y cada miembro del Buró ejecutivo de manera integral, justa y objetiva; combinar con las conclusiones en la inspección y supervisión para servir de base a la revisión, evaluación y selección del personal.

Sexto, hay que analizar y evaluar con frecuencia la situación y apercibir a los cuadros, militantes, miembros y jefes de los Burós Ejecutivos que son objetos de muchas quejas y denuncias. Las organizaciones de nivel superior deben escuchar las opiniones de las de los niveles inferiores, así como sus  cuadros, militantes y las masas, absorber seriamente las opiniones con espíritu crítico y autocrítico. Las agencias encargadas de la inspección y supervisión y los departamentos de organización del personal analizan y evalúan periódicamente la situación, proponen soluciones a los problemas que surjan y aquellos pendientes relacionados con los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de nivel inferior y sus jefes.

Séptimo, los Burós Ejecutivos de los Comités partidistas y las comisiones de control disciplinario de todos los niveles fortalecen la inspección y supervisión sobre la superación de las limitaciones e insuficiencias; exhortan a la implementación de las conclusiones de la inspección; y aplican sanciones estrictas contra las violaciones severas de la disciplina del Partido y la ley. Asimismo, se perfeccionan los mecanismos de inspección, supervisión y disciplina de la fuerza política.

En tercer lugar, fomentar el liderazgo del Partido sobre el trabajo de inspección y supervisión

Primero, se precisa fortalecer el liderazgo de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de todos los niveles sobre el trabajo de inspección y supervisión, así como perfeccionar las normas relacionadas. Esos órganos deben cumplir estrictamente las regulaciones del Partido al respecto; centrarse en la inspección y supervisión de las organizaciones del Partido, los jefes y los cuadros clave en los lugares y áreas donde es probable que ocurran violaciones, o existen problemas pendientes que atraen el interés público; fomentar este trabajo de acuerdo con sus funciones y alcance de tareas; prestar atención a la supervisión regular de las organizaciones subordinadas y la autosupervisión de los militantes.

Segundo, los Burós ejecutivos de los Comités partidistas de todos los niveles ponen en alto el trabajo de inspección y supervisión dentro de la organización, y coordinan de manera estrecha las actividades de las agencias de inspección y justicia; entre los programas de supervisión de la Asamblea Nacional de los Consejos Populares de todos los niveles; entre los trabajos de supervisión, como supervisión democrática, administrativa, jurídica, de auditoría, financiera-contable, estadística, de las masas y la opinión pública. Deben promover la integración de las fuentes de información y el uso efectivo de los macrodatos de la Cuarta Revolución Industrial; establecer y perfeccionar el mecanismo de consulta, investigación, identificación y evaluación de la inspección y supervisión, las violaciones de la disciplina y la ley; y escuchar con frecuencia los informes de trabajo relacionados para coordinar de manera efectiva las formas de monitoreo.

Tercero, hay que promover más el papel de las comisiones de control disciplinario en todos los niveles con el fin de mejorar la eficiencia de la inspección y supervisión. Esos organismos deben fortalecer la inspección, supervisión e instar a los jefes y el colectivo de los Burós ejecutivos de los Comités partidistas y dirigentes en todos los niveles a cumplir la observancia de la Plataforma política, el Estatuto, resoluciones, directivas, reglamentos, decisiones e instrucciones del Partido, las políticas y leyes del Estado. Deben utilizar de manera efectiva los métodos de inspección y supervisión con el fin de reforzar la disciplina estricta y la ley, manejar resueltamente los actos de abuso de poder, la corrupción, el despilfarro y los fenómenos negativos, así como la negligencia y la irresponsabilidad. Es necesario fortalecer el liderazgo de las comisiones de control disciplinario en el nivel inferior, organizar la capacitación profesional y apoyar activamente la implementación de las tareas de inspección y supervisión. Se debe también fomentar la disciplina de estos organismos y perfeccionar el mecanismo de control interno, a la par de ejercer efectivamente el control sobre el poder./.

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 (1) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Editorial de Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, Tomo I, págs. 187-188
(2) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Íbid., Tomo I, págs. 189-190
(3), (4) Véase: Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, Íbid., Tomo II, págs. 197-198
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No. 999 (octubre de 2022)