Continuar perfeccionando del modelo de bienestar social en Vietnam: Enfoque basado en derechos humanos asociados con el desarrollo sostenible
Revista Comunista – El derecho a la seguridad social constituye uno de los derechos fundamentales del ser humano, al formar parte del grupo de los económicos, sociales y culturales. El sistema del bienestar social se establece de conformidad con la legislación nacional y es gestionado por la administración pública. Consciente de la importancia del derecho de la población al disfrute del bienestar social en el contexto de la estabilidad y el desarrollo de la nación, Vietnam ha establecido y sigue perfeccionado el sistema legal al respecto, con un enfoque basado en los derechos humanos asociados con el desarrollo sostenible.
Conocimiento básico sobre el modelo de bienestar social basado en los derechos humanos asociados con el desarrollo sostenible
El derecho al bienestar social es uno de los derechos humanos básicos, reconocidos en la Declaración Universal sobre el tema adoptada en 1948 por las Naciones Unidas, la cual estipula que “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad” (Artículo 22). El enfoque basado en el derecho al disfrute del bienestar social es el método que establece un conjunto de estándares para identificar los resultados deseados y toma los principios como las condiciones y el marco del proceso de acción para lograrlos. A diferencia del enfoque tradicional, ese método no solo valora los resultados, sino que también presta atención a los pasos necesarios para alcanzar las metas, evaluándolos como parte de la estructura del sistema de la seguridad social.
Los principios establecidos por las Naciones Unidas sobre los derechos humanos que se vinculan con la garantía del bienestar social incluyen: 1-La integralidad y universalidad en la garantía del bienestar social; 2- La invisibilidad en la garantía del derecho al bienestar social y entre ese derecho humano y los otros; 3- La interdependencia e interrelación en la garantía del bienestar social; 4- La igualdad y no discriminación en la garantía del bienestar social; 5-La participación e inclusión en el bienestar social; y 6- La responsabilidad y el Estado de derecho en la garantía del bienestar social.
El enfoque basado en los derechos humanos asociados con el desarrollo sostenible se ha convertido en una tendencia común en el mundo, dadas las siguientes razones:
En primer lugar, el desarrollo sincrónico de un sistema del bienestar social de múltiples niveles y flexible puede apoyar la capacidad de la población de prevenir, minimizar y enfrentar los riesgos. De acuerdo con las Naciones Unidas, la estructura integral del bienestar social está compuesta por 1- El sistema de seguro social (seguro de jubilación y de salud, subsidio a desempleados y seguro social a corto plazo); 2- El sistema de asistencia social (a la reducción de la pobreza y el hambre, y a los grupos vulnerables); 3- El sistema de subsidio social general (subsidio a hogares y personas de edad avanzada, y servicios de salud pública); y 4- El sistema de subsidio social privado.
En segundo lugar, el diseño del sistema del bienestar social según el ciclo de vida ayuda a resolver los riesgos diferentes en cada etapa de la vida: El embarazo y la infancia => el cuidado y la educación preescolar y primaria => la adolescencia => la edad productiva laboral => la vejez.
En tercer lugar, la política de la seguridad social se basa en los niveles de vida mínimos estandarizados por cada país, de forma que todas las personas que viven bajo esos niveles se beneficien de la política y programas de protección social.
En cuarto lugar, invertir en este sector significa invertir en el desarrollo y forma parte esencial de una exitosa economía de mercado. Ese hecho pone de relieve el papel de la seguridad social en el desarrollo humano, el impulso del crecimiento económico y el progreso sostenible.
En quinto lugar, construir un sistema de bienestar social con visión a largo plazo se corresponde con la estrategia de desarrollo de la nación, en aras de promover los valores humanos, el progreso sostenible y la prosperidad.
Los Documentos del XI Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, en 2011, ratifican la necesidad de garantizar los derechos humanos y ciudadanos y otras condiciones del desarrollo integral, mientras que la Plataforma de construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo (enmendada y desarrollada en 2011) enfatiza que la sociedad socialista que persigue Vietnam debe materializarse en un pueblo rico y un país próspero, democrático, equitativo y civilizado; mientras que el ser humano debe ser el centro y el sujeto de su estrategia de desarrollo. Asimismo, son fundamentales el respeto y la protección de los derechos humanos, y la vinculación de los mismos con los derechos e intereses de la nación y el derecho del pueblo a ser el dueño del país (1). La Constitución de 2013 dispone, por primera vez en la historia, que “los ciudadanos tienen derecho a la seguridad social” (Artículo 34). El nuevo enfoque reconoce el derecho al bienestar social como una necesidad objetiva e inevitable de las personas, un objetivo de desarrollo del país, en línea con la tendencia progresista del mundo.
Identificación del modelo de bienestar social actual en Vietnam
La Resolución número 15-NQ/TW del quinto pleno del Comité Central del Partido Comunista del XI mandato, promulgada el 10 de junio de 2012, sobre “Algunos asuntos de las políticas sociales en el período 2012-2020” afirma que el sistema del bienestar social debe ser diversificado, integral y compartido entre el Estado, la sociedad y los pobladores, así como entre los grupos poblacionales de una generación y entre las generaciones. Además, debe garantizar la sostenibilidad y la igualdad. La garantía de la seguridad social también debe ser una tarea permanente e importante del Partido, el Estado, el sistema político y la sociedad.
La Resolución también establece que la estructura básica del sistema del bienestar social de Vietnam está integrada por cuatro pilares: Empleo, ingresos y reducción de la pobreza; seguro social; asistencia social a personas en circunstancias especialmente difíciles; y garantía del acceso mínimo a los servicios sociales básicos como educación, salud, vivienda, agua potable e información.
Ese punto de vista se corresponde con el nivel actual de desarrollo socioeconómico de Vietnam y sirve de base para la elaboración y aplicación de las políticas y leyes del Estado sobre el bienestar social, proceso que ha recibido el apoyo público.
En la garantía del bienestar social en concordancia con los lineamientos del Partido Comunista, el Estado desempeña un papel de suma importancia, al ejecutar las siguientes labores:
En primer lugar, el Estado elabora las políticas y leyes correspondientes a cada pilar del sistema del bienestar social, con principios y criterios determinados, al tiempo que adecua las herramientas legales a los compromisos internacionales firmados por el país y planifica los programas del bienestar social para crear un marco legal vinculante, factible y efectivo.
En segundo lugar, el Estado rige la implementación de las leyes, políticas y programas del bienestar social, además de desplegarlos en el sistema administrativo estatal y movilizar la participación de la comunidad en ese ámbito para garantizar que se beneficie a las personas necesitadas y alcancen el resultado esperado. Especialmente, el Estado resuelve los problemas relativos, garantiza el empleo y la reducción sostenible de la pobreza, ofrece asistencia urgente a las personas que sufren incidentes imprevistos, cuida y protege la salud pública, y asegura el acceso a la educación básica.
En tercer lugar, el Estado establece un sistema proveedor de los servicios públicos del bienestar social que opera de forma independiente y sin fines de lucro, para garantizar el acceso universal, desarrollar esos servicios mediante la movilización de los recursos, y aumentar la profesionalidad en las labores sociales.
En cuarto lugar, el Estado examina, inspecciona, evalúa y revisa periódicamente la implementación de las políticas y leyes de la seguridad social, al tiempo que crea el sistema de datos al respecto para satisfacer la demanda de las partes concernientes. Además, realiza reformas administrativas y aplica la tecnología de la información en la gestión y la aplicación de las políticas y leyes del bienestar social para garantizar la operación fluida de ese sistema, en beneficio de la población.
La implementación del marco legal sobre el bienestar social en Vietnam alcanzó resultados importantes. En el periodo 2011-2019, el país creó cada año nuevos puestos de trabajo para más de 1,6 millones de personas, al tiempo que mantuvo entre dos y 2,2 por ciento la tasa de desempleo. En 2019, la tasa de pobreza se redujo a cuatro por ciento, mientras que 15,18 millones de trabajadores, equivalente al 31 por ciento de la fuerza laboral, obtuvieron el seguro social. La cobertura del seguro médico alcanzó el 90 por ciento de la población, y se registraron tres millones 41 mil 731 beneficiarios de las políticas de asistencia social.
Sin embargo, hay que admitir algunas insuficiencias del modelo actual del bienestar social de Vietnam:
En primer lugar, la percepción sobre el modelo del bienestar social en el contexto de la economía de mercado con orientación socialista y la integración internacional se ha mejorado, pero aún no resulta integral y coherente. De hecho, ese modelo se ha formado básicamente, pero todavía no se ha realizado una concientización rigurosa al respecto, ni se ha concretado de forma uniforme y oportuna ese tema en la planificación de estrategias y la institucionalización de las políticas y leyes. La estructura del modelo del bienestar social no ha adquirido completamente el enfoque basado en los derechos humanos y el desarrollo sostenible. Al mismo tiempo, el marco legal sobre la seguridad social, pese a numerosas enmiendas, aún resulta insuficiente, incoherente y desfasado en el contexto de una sociedad constantemente cambiante.
En segundo lugar, resulta incompleto el mecanismo para garantizar la igualdad social en las políticas y programas del bienestar social en el contexto del desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista. Tampoco se conjugan estrechamente el papel protagónico del Estado y el rol activo del mercado en la asignación de los recursos dedicados al bienestar social, tarea que aún depende del presupuesto estatal. Además, algunas políticas tienden a mercantilizarse, limitando el acceso de una parte de la población, mientras que otras dependen completamente del apoyo del Estado, hecho que nutre la burocracia y otros fenómenos negativos.
En tercer lugar, cuanto más desarrollada es la sociedad, más potencial y oportunidad tendrá el enfoque basado en los derechos humanos y el desarrollo sostenible, el cual, no obstante, se ve afectado y desafiado por los impactos generados por las continuas reformas institucionales, la integración global, el rápido envejecimiento poblacional y el cambio climático. Cuanto más riesgos sociales surgen, más alta y diversificada será la demanda por el bienestar social, pero en la actualidad, el apoyo estandarizado de las políticas al respecto todavía no puede abarcar a toda la población y tampoco incrementarse para garantizar el nivel mínimo de vida a los beneficiarios. En tal sentido, a esas políticas les falta la resiliencia a los riesgos e incidentes y la sostenibilidad, mientras que la capacidad de la población de cuidar de su propio bienestar no se ha aprovechado eficientemente.
En cuarto lugar, el sistema de entidades encargadas de la seguridad social ha crecido constantemente, pero el desarrollo tiende a concentrarse en las entidades de servicio público y hace falta la participación de la comunidad. Numerosos servicios no se han digitalizado, la atención a las personas necesitadas depende principalmente de la comunidad, mientras que las actividades profesionales de la rama no se han desarrollado, sin un contingente de funcionarios calificados.
En quinto lugar, la gestión estatal muestra insuficiencias en la implementación de las políticas, leyes y programas de bienestar social con el nuevo enfoque. Numerosos entes se encargan de las mismas labores. Las reformas administrativas, la aplicación de alta tecnología y la digitalización de los servicios todavía no satisfacen las demandas de la situación actual, pues el acceso de la población al sistema de la seguridad social aún es limitado, y la base de datos al respecto todavía no está completa y actualizada.
Las orientaciones para perfeccionar el modelo del bienestar social de Vietnam en el periodo 2021-2030
En primer lugar, la orientación general es desarrollar el sistema del bienestar social en el contexto de la estrategia de desarrollo socioeconómico y en concordancia con la capacidad de la economía nacional en el período 2021-2030, así como vincular el crecimiento económico con la garantía de la seguridad social, la igualdad social y por los seres humanos, para contribuir al crecimiento sostenible del país.
En segundo lugar, es necesario continuar perfeccionando un modelo de bienestar social flexible integrado por múltiples niveles, correspondientes al círculo de la vida y complementarias mutuamente, el cual deberá cubrir la totalidad de la población y garantizar el nivel mínimo de vida, y está compuesto por cinco pilares: 1- El mercado laboral, el empleo y el ingreso, incluyendo la demanda y la oferta de la mano de obra, así como la estructura infraestructural, el pronóstico y la información del mercado laboral y los servicios relativos; 2- El seguro social, incluidos el seguro social obligatorio, complementario y voluntario, el seguro médico, de desempleo y de accidentes y enfermedades del trabajo; 3- La asistencia social, incluyendo la asistencia permanente e inusual (dedicada a aquellos que sufren dificultades causadas por desastres naturales u otras razones de fuerza mayor) y la atención social; 4- Los pisos de protección social con la “canasta” de productos y servicios esenciales; y 5- Las labores profesionales de bienestar social.
En tercer lugar, hay que perfeccionar el sistema de la seguridad social según los estándares nacionales relativos, aplicando paso a paso los criterios regionales e internacionales, a la par de promover la cooperación regional y global en ese renglón.
En cuarto lugar, hay que desarrollar el sistema del bienestar social hacia la universalidad y la cobertura sobre toda la población, con un itinerario apropiado. A corto plazo, hay que concentrar la prioridad en los grupos vulnerables, especialmente los niños con condiciones difíciles, personas de edad avanzada, minusválidos, pobres y comunidades de etnias minoritarias.
En quinto lugar, hay que garantizar el derecho de la población al bienestar social fortaleciendo la responsabilidad de todo el sistema político y de todos los ciudadanos. El Estado debe asumir el papel principal en esa tarea, especialmente en la inversión en las labores al respecto; y al mismo tiempo es necesario estimular la participación de los socios, empresas y la comunidad; así como incrementar la eficiencia de los paquetes de asistencia para mejorar la capacidad de la población de cuidar su propio bienestar, de incorporación social y desarrollo común.
Algunas soluciones para el futuro cercano
En primer lugar, se debe intensificar -con programas concretos, formas diversificadas, medidas avanzadas y tecnologías modernas de comunicación- la concientización del público y del sistema político sobre la naturaleza, los contenidos y las orientaciones destinadas a perfeccionar el sistema del bienestar social, en aras de mejorar los conocimientos al respecto y la responsabilidad en su implementación.
En segundo lugar, hay que seguir elaborando las orientaciones de la estrategia del bienestar social con el nuevo enfoque en el periodo 2021-2030 teniendo en cuenta la evaluación del despliegue de la Resolución 15-NQ/TW del Comité Central del Partido Comunista. Ese documento servirá de base para la redacción de una resolución sustitutiva para esta década, o la promulgación de la conclusión del Comité Central sobre la continua implementación de la Resolución 15-NQ/TW, con nuevos puntos de vista, contenidos, orientaciones estratégicas y soluciones, en pos de elaborar políticas y programas concretos sobre el tema.
En tercer lugar, hay que continuar institucionalizando el modelo del bienestar social mediante la enmienda y el perfeccionamiento de las leyes vigentes relacionadas con los cinco pilares al respecto (las leyes de Empleo, de Seguro Social, de Personas de Edad Avanzada y de Minusválidos, entre otras); a la par de diseñar legislaciones referentes a la asistencia y las labores sociales, en aras de establecer un código sobre la seguridad social.
Sobre el mercado laboral, el empleo y el ingreso, hay que 1- Continuar dando rienda suelta a la productividad para aprovechar al máximo el potencial y la capacidad de los recursos humanos al servicio del crecimiento económico y la creación de empleos sostenibles; 2- Desarrollar el mercado laboral de forma sincrónica en todo el país para armonizar la demanda y la oferta de la mano de obra; construir relaciones laborales armónicas, estables y progresistas; promover la igualdad en la distribución del salario y del ingreso, en concordancia con la productividad y la eficiencia laboral; garantizar la seguridad y la higiene de las condiciones laborales; e impulsar la cultura de seguridad en las empresas; 3- Crear y desarrollar rápidamente el mercado de la fuerza laboral calificada y 4- Construir de forma uniforme la estructura infraestructural del mercado laboral (integrado por los servicios laborales, la base de datos y pronósticos del mercado, entre otros elementos).
En cuanto al seguro social: Hay que continuar perfeccionado la ley al respecto, promulgada en 2014, sobre la base de la Resolución 28-NQ/TW, adoptada el 23 de mayo de 2018 por el Comité Central del Partido sobre las Reformas de las políticas del seguro social para desarrollar un sistema flexible, diversificado, multinivel, moderno y en línea con las tendencias globales, el cual debe armonizar la balanza entre la cantidad de la contribución de los compradores del seguro y la compensación, a la par de garantizar la igualdad y la responsabilidad compartida entre la sociedad, con vistas a cubrir toda la población. En tal sentido, es fundamental concretar las regulaciones sobre el pago adicional del seguro social, reajustar las tasas de contribución - compensación, ajustar la tasa de acumulación del fondo para maximizar el nivel de pensión, perfeccionar las normas referidas al subsidio social a los jubilados, el seguro de desempleo y el seguro médico, así como garantizar la sostenibilidad del fondo del seguro social a largo plazo.
Con respecto a la asistencia social: Hay que continuar implementando la Decisión 488/QD-TTg, adoptada el 14 de abril de 2017 por el Primer Ministro, que aprueba el proyecto de Renovación y desarrollo de la asistencia social en el período 2017-2025, con visión hacia 2030, en aras de elaborar el marco legal al respecto, institucionalizar un modelo del sistema de asistencia social integral, diversificado, multinivel, moderno y compatible con el ciclo de vida (desde el embarazo y la niñez/adolescencia <=> la edad productiva laboral <=> la vejez), el cual divide uniformemente la responsabilidad entre el Estado, la sociedad y cada individuo. También se necesita compatibilizar las políticas de subsidio social permanente correspondiente a cada grupo con el estándar de auxilio que permite acceder el nivel mínimo de vida, además de establecer los niveles de subsidio inusual en correspondencia con la gravedad de las pérdidas y desarrollar una red de establecimientos de asistencia social.
En lo referido a los pisos de protección social: Hay que establecer el marco legal al respecto en concordancia con la situación socioeconómica del país y el Convenio sobre la Seguridad Social (norma mínima) de la Organización Internacional del Trabajo, incluyendo: 1- La garantía del ingreso mínimo para el acceso al nivel mínimo y multidimensional de vida; 2- Los servicios básicos de atención mínima de salud, especialmente en la atención primaria de salud, la salud comunitaria y reproductiva de la adolescencia/juventud, y el seguro médico universal; 3- La educación básica, la atención y educación preescolar, la educación primaria y secundaria universal; 4- La seguridad de viviendas; y 5- El suministro de agua potable.
Con respecto a las labores sociales profesionales: Hay que establecer el marco legal al respecto incrementando la profesionalidad de esas actividades. En concreto, se necesita concretar la estructura orgánica de los establecimientos proveedores de los servicios sociales (con sus sedes, oficinas y sucursales), y promoviendo la participación de la comunidad en ese proceso. Especialmente, es importante clarificar la legitimidad de los establecimientos proveedores de los servicios especializados en la salud, ortopedia y rehabilitación, educación y formación profesional.
En cuarto lugar, hay que aplicar el nuevo modelo del bienestar social a los grupos en necesidad de la asistencia especial, a través de la elaboración e implementación del programa nacional de objetivos sobre la seguridad social en el periodo 2021-2030, un plan integral que debe sustentarse sobre cinco pilares: 1- Creación de empleo y reducción sostenible de la pobreza de los trabajadores y hogares con escasez económica (excepto las etnias minoritarias); 2- Atención de salud a niños con circunstancias especiales; 3- Atención a personas con graves discapacidades; 4- Atención a personas de edad avanzada que viven con dificultades extremas; y 5- Asistencia al desarrollo del trabajo social. El programa debe adoptar un enfoque integral y multidimensional en términos de mecanismos, políticas, recursos, constitución del aparato administrativo y coordinación de su implementación.
En quinto lugar, se debe resolver los problemas relacionados con la gestión y la inversión en las labores del bienestar social con el nuevo enfoque. Es decir, hay que reestructurar las funciones y competencias de los ministerios pertinentes, centralizado la administración en el Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y Asuntos Sociales. También es necesario garantizar los recursos financieros e incrementar la competencia y responsabilidad de las administraciones de base, con el fin de mejorar la eficiencia de las políticas y programas del bienestar social en cada localidad./.
----------------------
(1) Partido Comunista de Vietnam: Documentos del XI Congreso Nacional, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2011, pág. 76
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista, No. 945 (julio de 2020)