Promover el valor del Esquema de la cultura vietnamita en la defensa de los fundamentos ideológicos del Partido Comunista y el rechazo de los argumentos erróneos y hostiles en la esfera cultural

PROF. ASOC., DR. DOAN MINH HUAN
Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, Editor jefe de la Revista Comunista

21:10, 06-09-2023

Revista Comunista - El Esquema de la cultura vietnamita, considerado como el primer del Partido Comunista de Vietnam (PCV) sobre esta esfera,  no solo propone construir una nueva cultura, sino también reitera la determinación de luchar contra todo lo antinacional, anticientífico y antipopular. El valor teórico y práctico del Esquema sigue iluminando el camino por la defensa de los fundamentos ideológicos del PCV y rechazar los argumentos erróneos y hostiles en los campos cultural y artístico en la actualidad.

Las grandes ideas culturales a menudo emergen en víspera de las revoluciones, pues proponen abrir paso para la liberación de la cultura y las artes de la cárcel que representan las mentalidades conservadoras y retrasadas, así como para la creación de lo nuevo y las premisas ideológicas para la revolución social. Para cumplir esos objetivos, la ideología y teoría cultural deben manifestar la voluntad de luchar contra el mal, el atraso y el retroceso. Creado en el torbellino de la lucha por la liberación nacional, el Esquema de la cultura vietnamita(1) (en adelante denominado Esquema) no solo pretendía construir una cultura revolucionaria, sino que también encarnaba la voluntad de combatir las políticas culturales colonialistas y fascistas, ideas reaccionarias, teorías y movimientos artísticos desfavorables para la salvación del país y la liberación del pueblo en aquel entonces.

El Presidente Ho Chi Minh y delegados al III Congreso Artístico Nacional, en 1962 _Fuente: hochiminh.vn

1. El Esquema se creó en 1943, en momentos en que la lucha por la  liberación nacional entraba en la fase preparatoria para el conflicto directo. Tanto los colonialistas franceses como los fascistas japoneses tomaban como blanco a los intelectuales, escritores y artistas; implementaban políticas de “intoxicación ideológica” que pretendían menoscabar la cultura vietnamita con mayor intensidad y trucos más astutos, con el fin de deteriorar la fuerza de la lucha por la liberación nacional. Frente a esas políticas francesas y japonesas, los intelectuales y jóvenes en general, y los escritores y artistas en particular, estaban divididos. Algunos se manifestaban indiferentes a la realidad, se aislaban en su propia “torre artística” y eludían las responsabilidades sociales. Otros, atrapados en las organizaciones y actividades emprendidas por los colonialistas y fascistas, se olvidaban del deber de salvar al país, algunos incluso trabajaban como sus secuaces. Sin embargo, una buena parte de los escritores y artistas nutrían el patriotismo y el espíritu rebelde contra el colonialismo y el fascismo, por eso se convirtieron en partidarios de la Liga para la independencia de Vietnam (Viet Minh). La Resolución adoptada por el Buró Ejecutivo del Comité Central del PCV en febrero de 1943 señala: “La cultura está completamente reprimida, todos los materiales propagandísticos y recreativos están censurados. Los escritores radicales están encarcelados o amenazados. Mientras, existe un grupo de escritores lacayos, quienes reciben subsidios para publicar libros y periódicos que adulan a los franceses y japoneses, así como las costumbres feudales atrasadas”(2). Ante esa situación, la Resolución enfatiza: “Movilización cultural: El Partido necesita designar a cuadros especializados en la cultura para iniciar un movimiento cultural progresista y de salvación nacional contra la cultura fascista retrasada. En las ciudades culturales como Hanoi, Saigón y Hue, entre otras, hay que establecer organizaciones culturales de salvación nacional y aplicar medidas públicas o semipúblicas para reunir a los intelectuales y personas dedicadas a la cultura (tales como organizar grupos de “cultura de vanguardia”, “investigadores del marxismo” o “de la historia vietnamita”(3).

Iluminada por ese espíritu, la lucha ideológica y cultural se convirtió en un arduo frente, con impacto directo en toda la causa de liberación nacional. Construir una nueva cultura y combatir las políticas colonialistas y reaccionarias se convirtieron en los dos lados complementarios de la revolución cultural. Es imposible crear una nueva cultura antes de desmentir y combatir las políticas culturales reaccionarias de los colonialistas y fascistas, que promovían ideas retrasadas y supersticiosas para “intoxicar” la mente del pueblo. Luchar contra las ideas y políticas colonialistas exponiendo su naturaleza reaccionaria, peligrosa y tóxica se convirtió en una tarea urgente de la revolución cultural. En ese sentido, el contenido del Esquema, justo desde la razón de su creación, expresa una férrea voluntad de luchar contra las ideas y políticas culturales reaccionarias del colonialismo francés, el fascismo japonés y sus secuaces feudales.

2. El Esquema expone la naturaleza reaccionaria de las políticas culturales colonialistas y fascistas, que pretendían destruir la cultura nacional, intoxicar al pueblo, “adormecer” a los intelectuales, escritores y artistas, para que se olvidaran de sus responsabilidades con la causa de salvación del país y liberación del pueblo. El Esquema también aclara los principios de “nacionalización”, “masificación” y “cientificación” en la lucha ideológica-teórica cultural.

Ante la escalada de los movimientos de liberación, los colonialistas y fascistas, cada vez más preocupados, buscaron nuevas medidas e intensificaron el uso de sus herramientas ideológicas y culturales para desviar la opinión pública, “anestesiar” a las masas, dividir y seducir a los intelectuales, escritores y artistas confundidos ante la realidad. La intensidad del uso de las herramientas ideológicas y culturales fue señalada en el Esquema, que desenmascara los intentos de suprimir y prohibir las ideas progresistas, la creación de establecimientos distribuidores de publicaciones culturales y deportivas, y la organización de exposiciones, discursos, obras teatrales, proyecciones e intercambios de estudiantes a nivel internacional.

Bajo el feudalismo, difundir ideas reaccionarias era una estrategia continua y constante. Después de la fascistización del gobierno colonial, esa naturaleza reaccionaria se exponía al extremo. La política del fascismo japonés de lavarle el cerebro al pueblo con la ideología de “Gran Asia Oriental” o la del colonialismo francés de promover ideas místicas y escépticas para sembrar el pesimismo entre el pueblo, no consistían  nada más que en “intoxicar” la mente de las personas. El peligro del facismo japonés se escondía en el aprovechamiento de la indignación y el espíritu rebelde del pueblo vietnamita contra los colonialistas franceses para introducir la teoría “hermano mayor de los de piel amarilla”, propagando la ideología de “Gran Asia Oriental”, lo que hizo que muchas personas creyeran que Japón era el “salvador” de los asiáticos y que la cultura nipona “brindaba luces de progresismo y civilización a las razas del Gran Asia Oriental”(4)

El Esquema señala que el colonialismo francés y el fascismo japonés no excluyeron ningún ardid, tales como reprimir, aterrorizar, arrestar de forma arbitraria, detener, amenazar o sobornar a los pensadores, escritores y artistas progresistas, dividiendo la unidad nacional; censurar los productos culturales; apoyar y confabularse con organizaciones religiosas para propagar juicios idealistas místicas, y al mismo tiempo nutrir las costumbres obsoletas, mantener al pueblo vietnamita “encarcelado” en la oscuridad e ignorancia; y aplicar políticas demagógicas so pretexto de cuidar a la población, tales como abrir el establecimiento de la educación física superior o realizar “movimientos deportivos” y actividades de scout, con el fin de hacer que el pueblo olvidase su esclavitud y la dependencia del país. Además, importaron productos que promovían el romanticismo e ideas cínicas entre los jóvenes, propiciando el escepticismo y el pesimismo, debilitando la voluntad del pueblo.

Al presentar los principios de “nacionalización”, “masificación” y “cientificación”, el Esquema anexa cada uno con el contenido entre paréntesis que explica la tarea de luchar contra las manifestaciones “antinacionales, antipopulares y anticientíficas. De hecho, el sufijo “-zación” implica tanto la construcción de la nueva cultura como el combate contra las ideas reaccionarias, pero el hecho de que el documento aclare los contenidos relacionados con la lucha, enfatiza la importancia de esa labor en aquel momento. Solo con luchar contra las políticas reaccionarias del colonialismo francés y del fascismo japonés -ambos políticamente dominantes, socialmente opresivos y culturalmente esclavizantes- se podría eliminar el mayor y más fundamental obstáculo para allanar el camino para la revolución cultural, el levantamiento y florecimiento de la nueva cultura.

En este caso, la “nacionalización” se opone a la “colonización”, y va directamente dirigida “contra toda la esclavización y colonización para que la cultura vietnamita se desarrolle de manera independiente”(5). El Esquema define como objetivos del pueblo “luchar contra la cultura fascista feudal, regresión, esclavización, el oscurantismo y el engaño al pueblo. Promover la nueva cultura democrática de Indochina”(6). Se trata de un asunto apremiante en la causa común de salvación del país y liberación del pueblo, que propone eliminar la cultura de la esclavitud y romper todos los yugos ideológicos y culturales colonialistas y fascistas. Si en general el sufijo “-zación” se refiere a la transformación de una cosa, de un atributo a otro, entonces la “nacionalización” es una causa mucho más grande y compleja. La revolución cultural, que sustituye lo viejo por lo nuevo, se realiza ante todo a través de la revolución social que derroca al régimen colonial y restaura la independencia nacional. Por tanto, la “nacionalización” en el Esquema implica una ardua lucha en el frente ideológico y cultural para descolonizar y erradicar los elementos de regresión, confirmar y desarrollar una cultura imbuida de la identidad nacional. Hay que luchar no solo contra el pensamiento colonial y fascista, sino también contra las ideas filosóficas, literarias y artísticas que se inclinan hacia el escepticismo, pesimismo y cinismo, aprovechadas por el colonialismo para “anestesiar” al pueblo y socavar  la salvación del país. En otras palabras, la “nacionalización” cultural en aquel momento consistía principalmente en luchar contra todas las ideas y políticas reaccionarias de los colonialistas y fascistas que intoxicaban a la población, perjudicaban la causa de liberación nacional y provocaban consecuencias nocivas a largo plazo.

La “masificación” se opone a la centralización totalitaria, militarización y  fascistización, es decir, contra todas las políticas y acciones que hagan que la cultura traicione o engañe a las masas, no derive de las necesidades culturales del pueblo y perjudique al país. Este contenido abarca tanto la “construcción” como la “lucha” en el campo ideológico y cultural. Por un lado, la masificación significa exponer y combatir sin tolerancia todas las ideas e intentos para “envenenar” la mente del pueblo,  las ridículas actividades disfrazadas como “culturales” o “deportivas” que tenían como objeto engañar y “anestesiar” a las personas. La masificación también significa impulsar las actividades culturales verdaderamente de las masas, que atraen su participación en calidad de creadores y beneficiarios de la cultura. Bajo el férreo dominio colonial, el aprovechamiento de las organizaciones de masas para promover las actividades culturales legales y semilegales tuvo grandes efectos en la concientización y movilización de las personas, entre ellas los intelectuales, escritores y artistas. Solo las organizaciones verdaderamente de las masas pueden aportar valores a las mismas. Un ejemplo es la Asociación para la Propagación de la lengua nacional, una organización cultural con profundo carácter de masas, que ayudó a los pobladores a dominar paso a paso la escritura nacional, promoviendo así los niveles intelectuales, la voluntad y el temperamento del pueblo.

La “cientificación” se opone a todo lo que haga que la cultura vaya en contra de la ciencia, el progreso y la civilización. En el contexto de que los colonialistas franceses, los fascistas japoneses y el gobierno lacayo aprovechaban ideas místicas, idealistas y supersticiosas para poner a  “hibernar” a la población, el sector cultural, con su función ilustradora, debía determinar por su propia cuenta como tarea combatir las ideas atrasadas, reorientando la cultura hacia las virtudes de verdad-bondad-belleza. El Esquema rechaza las tendencias conservadoras, eclécticas, excéntricas, pesimistas, místicas e idealistas. La tarea urgente entonces era luchar contra las doctrinas e ideas erróneas, los puntos de vista de la filosofía asiática y europea con efectos más o menos dañinos en Vietnam; hacer prevalecer el materialismo dialéctico e histórico; combatir las escuelas artísticas inapropiadas, tales como el clasicismo, el romanticismo, el naturalismo o el simbolismo, con el fin de propiciar el realismo socialista. Otra labor importante era la lucha en materia de la lengua y escritura, tales como unificar y enriquecer el idioma nacional, estandarizar el estilo literario (principios, estructura gramatical, estilo de la lengua - notas del autor) de la cultura y reformar el alfabeto nacional.

3. El Esquema afirma que el Partido debe mantener firme su papel de liderazgo y utilizar con flexibilidad múltiples formas de combate en los campos de la cultura y el arte.

Nada más plantear el tema, el Esquema aclara la actitud del Partido Comunista hacia el campo cultural -uno de los tres frentes (junto con el económico y el político) que los comunistas deben atender. El Partido no solo realiza la revolución política, sino también la cultural, pues solo al liderar el movimiento cultural, el PCV puede ejercer influencia en la opinión pública, y sus campañas de comunicación pueden dar frutos. La presentación del Esquema muestra que el Partido utilizó diversas formas de liderazgo cultural, tales como a través de las actividades ideológicas, organizaciones, militantes, comunicación y educación, persuasión y protección de los intereses legítimos de los intelectuales, escritores y artistas. Empleó formas de combate tanto directas como indirectas a través de los movimientos de masas legales y semilegales.

La lucha en el campo ideológico y cultural es muy complicada, pues los enemigos utilizan innumerables artimañas, por lo cual sin una base metodológica adecuada, el “arma” ideológica y cultural del Partido no puede tener efectos. El Esquema afirma que la lucha contra las doctrinas, ideas y escuelas artísticas inapropiadas debe basarse en el materialismo dialéctico e histórico. Solo sobre la base ideológica y teórica del marxismo sobre la cultura y el arte, se puede exponer la naturaleza de los ardides de los colonialistas franceses y los fascistas japoneses; armonizar la relación entre la cultura y la política en sintonía con la realidad de la lucha por la salvación del país y la liberación del pueblo; resolver de manera apropiada los inmediatos asuntos urgentes y las tareas de la revolución cultural después de la liberación; y evaluar con exactitud los valores y antivalores, funciones y antifunciones de los productos culturales en circulación entonces. Se reconoció el desconcierto de muchos escritores, artistas y otras personas dedicadas a la cultura -por ejemplo, la literatura realista crítica iba perdiendo la combatividad y la capacidad crítica, incluso entrometiéndose en cuestiones de individuales, olvidando el tema que más importaba -la salvación del país y la liberación del pueblo. Mientras, después de un período de auge, la literatura romántica entró en una crisis, donde incluso aparecieron semillas dañinas para la revolución y el pueblo. En esa situación, el marxismo despertó e iluminó a muchos intelectuales, escritores y artistas, para que se dieran cuenta de sus responsabilidades sociales. Basada en la base ideológica y teórica del Esquema, la obra “Resumen de la literatura” de Dang Thai Mai, publicada un año después, analiza y aclara de forma sistemática una serie de cuestiones literarias desde un punto de vista marxista(7), ayudando a muchos escritores a “remodelar” la mentalidad, darse cuenta de sus responsabilidades con el pueblo y la sociedad, y superar sus previas expresiones de pesimismo, escepticismo y desorientación.

El Esquema aboga por el uso de múltiples formas de organización, movilización y congregación de las fuerzas combativas en el campo cultural y artístico. Ellas son: aprovechar todas las posibilidades públicas y semipúblicas para difundir productos propagandísticos, crear organizaciones de escritores, luchar para reivindicar los intereses reales de los escritores, periodistas y artistas; y combinar las medidas secretas y públicas para aunar todas las actividades culturales progresistas bajo el liderazgo del Partido proletario marxista(8). Un éxito destacado después de la presentación del Esquema fue el establecimiento de la Asociación cultural de salvación nacional, integrada por prestigiosos escritores y artistas, quienes actuaban como núcleo de los movimientos culturales y artísticos. A través de la Asociación, el Partido reunió, orientó y movilizó a los intelectuales y artistas para que las actividades culturales y artísticas sirvieran de manera directa a la salvación del país y la liberación del pueblo. En momentos en que el espacio para luchar abiertamente se contraía en comparación con el período 1936-1939, el Partido propugnó el uso de otras formas adecuadas, en particular impulsar las actividades de la Asociación para la Propagación de la lengua nacional o aprovechar las organizaciones creadas por los colonialistas y fascistas para despertar el patriotismo entre sus miembros, ayudándoles a entender la realidad y  Viet Minh, con el fin de promover las actividades favorables para la revolución y minimizar las consecuencias de los actos dañinos realizados por los colonialistas y los fascistas en el campo cultural y artístico.

4. El valor teórico y práctico del Esquema sigue iluminando el camino para defender la plataforma ideológica del Partido Comunista y rechazar los argumentos erróneos y hostiles en la actualidad.

Es considerado como la Plataforma que ilumina, orienta y promueve el campo cultural en la causa de salvación del país, liberación del pueblo y construcción de una nueva cultura después de la proclamación de la independencia y reunificación nacional. En la actual lucha para defender la plataforma ideológica del Partido, el Esquema mantiene su relevancia:

- Creado a partir de las exigencias de la lucha por la liberación nacional, en un período arduo repleto de desafíos difíciles, el Esquema encarna la voluntad, la valentía y el espíritu luchador del pueblo. Sseñala que, mientras haya conflictos entre las clases y de intereses nacionales, la lucha en el frente ideológico y cultural es siempre un arma de crítica fundamental que el PCV debe controlar y utilizar para proteger la verdad, la justicia y los intereses de la clase obrera y del pueblo, así como para combatir el mal y la regresión; promover las virtudes de la verdad, bondad y belleza, allanando el camino para la revolución social. La pauta directiva de luchar de forma determinada contra todo lo antipopular, antinacional y anticientífico sigue siendo válida en el presente y el futuro. El método de construir una nueva cultura a partir de la lucha contra lo reaccionario y atrasado, vinculando la revolución cultural con la social, sigue iluminando las actuales tareas ideológicas y culturales. Eso también significa que, para construir una cultura moderna y rica en identidad nacional, se debe conceder una importancia merecida al frente ideológico y cultural, especialmente en momentos en que aparecen en la sociedad digital muchos productos culturales extranjeros, que resultan inapropiados para la construcción y conservación de la identidad nacional, e incluso representan una amenaza de invasión cultural, arriesgando los intereses de la nación y el pueblo. El combate contra las fuerzas hostiles y reaccionarias requiere el arma ideológica y cultural; asimismo para una cooperación e integración cultural efectiva, es esencial una orientación ideológica y teórica cultural acertada. La escasez de productos culturales y artísticos dignos de la causa de renovación integral nacional, en muchos casos, no se debe a la falta de recursos, sino a la insuficiente capacidad orientativa de la plataforma ideológica y teórica cultural y artística. El Esquema muestra que el desarrollo de la cultura nacional debe comenzar en el fortalecimiento de las tareas ideológicas y teóricas, haciéndolas capaces de orientar, liderar y responder a las necesidades del crecimiento del país en la nueva era.

- El valor teórico y práctico del Esquema señala que, la lucha ideológica y teórica en el campo cultural y artístico es vital en todas las épocas, sin embargo, dependiendo de las circunstancias, objetivos y tareas revolucionarias en cada periodo concreto, se elige el contenido apropiado. En la actualidad, el imperialismo cultural sigue existiendo en formas diversas y sutiles, y se propaga a través de las doctrinas políticas y de seguridad, el poder blando, el intercambio de estudiantes, la exportación e importación de productos culturales y las plataformas digitales transfronterizas. Las fuerzas hostiles, reaccionarias y los oportunistas políticos hacen todo lo posible para negar los logros de las artes revolucionarias, distorsionar los lineamientos culturales y artísticos del PCV, promover la llamada “cultura independiente de la política” e incitar a los intelectuales, escritores y artistas a través de la red. Esas operaciones en el campo ideológico, cultural y artístico son muy complejas; algunas son actos de sabotaje; algunas son tergiversaciones so pretexto de figuras literarias y artísticas; algunas se realizan desde dentro o desde el exterior; mientras otras implican la confabulación entre invididuos dentro y fuera del país. Muchos intelectuales vacilan; algunos que participaron en la revolución ahora se declaran “arrepentidos” e incluso reniegan de sus creaciones anteriores. El Esquema señala que, para luchar con eficiencia contra las fuerzas hostiles y reaccionarias, hay que identificar las manifestaciones de sabotaje, oportunismo y deterioro del temperamento político, así como las acciones que dañan a la plataforma ideológica y cultural, para luego determinar la manera correcta aplicable a cada sujeto. El ciberespacio se está convirtiendo en el principal frente de la lucha ideológica, cultural y artística que el Partido Comunista y el Estado de Vietnam deben dominar, en el que necesitan actuar de forma proactiva y organizar con determinación y sincronía las fuerzas combatientes en los campos político, ideológico, cultural, económico, jurídico y administrativo…

- El método de liderazgo del Partido desempeña un papel de suma importancia en la garantía del éxito de la lucha ideológica y cultural. El Esquema define los métodos, formas y medidas de liderazgo del PCV. Son diversos, flexibles y adecuados para el campo cultural y artístico, por lo cual se convierten en el factor más decisivo para asegurar el éxito de ese combate. La lucha ideológica requiere, en primer lugar, de armas ideológicas y teóricas capaces de exponer las bases económicas y el origen psicológico y social de todas las doctrinas que influyen en el pensamiento de los escritores -como lo señalado en el Esquema. También requiere obras teóricas culturales capaces de orientar y dirigir la construcción de la cultura y las artes del país en la nueva era. Además, se debe fortalecer y renovar la forma de las organizaciones que sirven como “patio de juegos” de los creadores de productos culturales y artísticos -tanto la élite como las masas- para reunir las fuerzas combatientes en el campo cultural y artístico. En el período actual, son las asociaciones socioprofesionales de los escritores y artistas, universidades autónomas o institutos de los intelectuales, “think tank” de los expertos, medios de comunicación, casas editoriales, foros e incluso grupos que operan directamente en el ciberespacio. También es necesario vincular esa tarea con el desarrollo del contingente clave, especialmente los pensadores, escritores, artistas, expertos y científicos, quienes reúnen un firme temperamento político, profundo conocimiento teórico, abundantes experiencias y suficiente prestigio para aunar a otros intelectuales. El Esquema pide no “meter a todos en el mismo saco”, es decir, hay que distinguir claramente las ideas reaccionarias de aquellas que afectan las actividades creativas sin efectos positivos en la causa revolucionaria en períodos específicos; los escritores “lacayos” (de los invasores extranjeros), aquellos vacilantes y escépticos; las personas que cumplen la responsabilidad social de los intelectuales a través de la crítica, de aquellas que realizan acciones hostiles so pretexto de ejercer la “crítica”. La lucha en el frente ideológico y teórico de la cultura y las artes debe destruir todas las políticas y tácticas de colonización cultural, aislar a los reaccionarios y oportunistas, además de concientizar a los vacilantes para que se pongan del lado de la nación, el pueblo, la verdad y la justicia. Guiado por el Esquema, el Partido Comunista de Vietnam logró persuadir a muchos intelectuales indiferentes ante la realidad para que cambien su postura, participen en la salvación del país, cumplan sus responsabilidades sociales y contribuyan de forma importante a la nación y al pueblo./.

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(1) Aprobado en la reunión Buró Ejecutivo del Comité Central del PCV, efectuada en febrero de 1943 en Vong La, en Dong Anh-Phuc Yen.
(2), (3) Documentos completos del Partido Comunista, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2000, tomo 7, págs. 283, 301
(4), (5), (6) Documentos completos del Partido Comunista, Ibíd., tomo 7, págs. 318, 319, 320
(7) Véase: Pham Quang Long: “La posición y el papel de la cultura en la victoria de la Revolución de Agosto de 1945”, publicado en el Portal electrónico del Consejo Teórico Central el 30 de agosto de 2018,  https://hdll.vn/vi/nghien-cuu---trao-doi/vi-tri-va-vai-tro-cua-van-hoa-trong-thang-loi-cua-cach-mang-thang-tam-nam-1945.html
(8) Véase: Documentos completos del Partido Comunista, Ibíd., tomo 7, págs. 320-321

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1009 (marzo de 2023)