¿Por qué el Partido Comunista de Vietnam está decidido a propugnar el principio de centralismo democrático?

DR. BUI THANH CAO
Coronel, Academia Política del Ministerio de Defensa
21:08, 01-22-2024

Revista Comunista - El centralismo democrático es el principio fundamental en la organización y operación del Partido Comunista de Vietnam (PCV). La defensa y el mantenimiento resuelto de ese principio es una cuestión vital para la existencia del Partido y el socialismo en Vietnam.

El principio de centralismo democrático es fundamental para la organización y operación del PCV

El centralismo democrático es el principio fundamental en la organización y operación del Partido Comunista, el criterio para distinguir el partido político de la clase obrera, el genuino partido revolucionario, de otros partidos. El PCV afirmó: “El rigor en términos de principio es una cuestión vital para el Partido y la garantía más importante de la vitalidad, transparencia y solidez del Partido”(1). La ejecución efectiva del principio de centralismo democrático es una cuestión de la naturaleza del Partido Comunista. Por lo tanto, es absolutamente innegable este principio.

Los Estatutos del PCV, aprobados en su XI Congreso Nacional aclaran el contenido del principio de centralismo democrático: (i) 1- Los órganos directivos del PCV en todos los niveles son elegidos por votación, asegurando el liderazgo colectivo y la responsabilidad individual; (ii) 2- El máximo órgano directivo del PCV es el Congreso Nacional, la institución rectora en cada nivel es la asamblea de militantes; entre dos congresos, el órgano rector  del PCV es el Comité Central, en los niveles inferiores es el Buró Ejecutivo de los comités partidistas; (iii) 3- Los comités partidistas rinden cuentas y asumen la responsabilidad sobre sus actividades durante las asambleas correspondientes a su nivel, y ante los comités de niveles superiores e inferiores; notifican de manera periódica los resultados de su trabajo a las organizaciones partidistas a las a que están subordinados; y realizan las labores de crítica y autocrítica; (iv) Las organizaciones partidistas y los militantes deben cumplir las resoluciones del Partido. La minoría debe someterse a la mayoría, los subordinados, a los superiores, los individuos, a los colectivos, y los órganos del Partido al Congreso Nacional y el Comité Central; (v) Las resoluciones de los órganos directivos del Partido son válidas siempre y cuando reciban el respaldo de más de la mitad de los miembros. Antes de votar, cada miembro puede manifestar su opinión. La minoría tiene derecho a reservar su opinión y presentarla a los comités superiores hasta el Congreso Nacional, pero debe cumplir con seriedad las resoluciones y no difundir argumentos contrarios. Los comités competentes deben considerar esas opiniones y no discriminar a la minoría; (vi) Las organizaciones partidistas deciden sobre las cuestiones dentro de su competencia, sin contravenir los principios, lineamientos y políticas del Partido, las leyes del Estado y resoluciones de los niveles superiores(2)

La votación para aprobar el Reglamento de trabajo del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Entre el centralismo y la democracia existe una relación congruente y dialéctica, inseparable y no contradictoria. El centralismo se basa en la democracia, la cual debe ser liderada para garantizar el centralismo. La democracia es la condición y premisa del centralismo, el cual, en cambio, es la base para garantizar la práctica efectiva de la democracia. V. I. Lenin declaró: “Qué enorme diferencia separa al centralismo democrático del centralismo burocrático, por una parte, y del anarquismo, por otra”(3). La absolutización del centralismo conduce a la burocracia, la autocracia y el autoritarismo, mientras que una democracia absolutizada resultará en el abuso, la desorganización e indisciplina. Ambas manifestaciones son incorrectas y debilitan la fuerza del Partido.

La historia señala que, de abandonar el principio de centralismo democrático, un Partido Comunista se enajena del marxismo-leninismo y abole su papel de liderazgo. Lo sucedido en la Unión Soviética y los países socialistas en Europa del Este en los años 1990 evidencia que una vez abandonado el centralismo democrático, la naturaleza del Partido se “deformó” y “degeneró”. Luego, la abolición del Artículo 6 de la Constitución soviética sobre el papel de liderazgo del Partido Comunista dio paso al pluralismo,  multipartidismo y como consecuencia, la aparición de numerosas organizaciones y partidos políticos de oposición que compiten por el liderazgo. “Después de la abolición del Artículo 6 de la Constitución soviética, inmediatamente aparecieron los partidos como “hongos después de la lluvia”. Hasta 153 organizaciones emergieron y compitieron con el Partido Comunista de la Unión Soviética por el papel de liderazgo. A principios de 1991, el Partido Comunita de la Unión Soviética ya era la sombra de él mismo, y el colapso de la Unión Soviética a finales del mismo año era inevitable, cuando el Partido Comunista perdió su liderazgo”(4).

Sin una sola bala, el “pluralismo político y multipartidismo” manifestó un poder “destructivo” sin precedentes, al socavar rápidamente la combatividad de la Unión Soviética -una superpotencia, con un partido integrado por más de 20 millones de personas y un ejército de más de cuatro millones de soldados equipados con unas de las armas más modernas y poderosas del mundo- obligándola a “cruzarse de brazos”. El colapso de la Unión Soviética provocó el derrumbe del sistema socialista en Europa del Este, lo que patentiza de nuevo que, en cualquier circunstancia y situación, es imperdonable abandonar el principio de centralismo democrático para defender el papel de liderazgo del Partido Comunista.

El centralismo democrático demuestra la naturaleza del Partido, por lo cual no se puede decir si ese principio es apropiado o inapropiado en diferentes períodos de guerra o de paz. El centralismo democrático es un principio inconmutable durante el proceso en que el Partido Comunista lidera la revolución vietnamita. En cualquier circunstancia y situación, el centralismo democrático es un principio capital del PCV, que se complementa y desarrolla constantemente en sintonía con la evolución y el progreso de la revolución, como recoge la célebre frase de Ho Chi Minh: “Firme en objetivos, flexible en estrategias y tácticas”.

La democracia no depende de que sea unipartidismo o multipartidismo, sino de la naturaleza del partido gobernante. En el caso de Vietnam, el PCV es el único partido en poder porque representa a la clase obrera, tomando como objetivo principal y constante los intereses de los obreros, trabajadores y de todo el pueblo, y realiza de manera incesante la construcción y rectificación de las filas partidistas para que sean verdaderamente transparentes y sólidas. El carácter democrático y progresista depende de la naturaleza y el propósito del Partido, no del número de partidos, del unipartidismo o multipartidismo.

La realidad de la revolución vietnamita desde que tomó el PCV el liderazgo evidencia que es innegable el principio de centralismo democrático. El PCV es el factor decisivo de todos los logros de la revolución vietnamita. Desde su fundación, el PCV determinó que debe estar “organizado en un estilo democrático centralizado”(5). Desde entonces, sus Estatutos siempre afirman: “El Partido es una organización firme, unificada en voluntad y acción, que toma el centralismo democrático como principio organizativo fundamental...”(6). Con la firmeza política y el acertado liderazgo, el PCV reunió a las masas para que se levantaran, superando con valentía todas las dificultades y desafíos para hacer realidad la Revolución de Agosto de 1945, que “rompió todas las cadenas” y “destruyó todos los grilletes” derrocando el colonialismo y el feudalismo, estableció la República Democrática de Vietnam (hoy República Socialista de Vietnam) y transformó al pueblo de esclavo en amo de la nación.

Siguiendo esa gloriosa tradición, bajo el liderazgo del PCV el pueblo de Vietnam obtuvo la resonante victoria de la batalla de Dien Bien Phu y después de la Ofensiva General de la Primavera de 1975, que venció al imperialismo estadounidense y al gobierno lacayo de Saigón, reunificó el país, abrió el camino hacia el socialismo y pavimentó el cumplimiento de nobles misiones internacionalistas.

A más de 35 años del proceso de Renovación (Doi Moi), Vietnam alcanzó grandes logros de significado histórico, los cuales han hecho la imagen del país “más digna, más grande y más hermosa”. Las condiciones de vida de la población han mejorado; el sistema político se ha construido y fortalecido para garantizar la estabilidad de la nación; la defensa y seguridad se han reforzado para mantener firme la independencia, soberanía e integridad territorial; las relaciones exteriores y la integración internacional se han ampliado de manera constante, mientras la posición y el prestigio de Vietnam en la arena internacional se han elevado.

Defender y mantener con determinación el principio de centralismo democrático del Partido

Por todo lo mencionado, proteger y mantener el principio de centralismo democrático es una cuestión vital para el Partido Comunista y la existencia del socialismo en Vietnam.

Para defender y mantener ese principio en la organización y operación del PCV en la actualidad, hay que llevar a cabo con eficiencia las siguientes medidas:

Primero, sensibilizar a los cuadros y militares sobre los temas sustanciales del principio de centralismo democrático, su posición, papel e importancia; prevenir y luchar contra la degradación de la ideología política, la ética y el estilo de vida, así como las manifestaciones de “autoevolución” y “autotransformación” entre las filas partidistas.

Segundo, practicar la democracia en paralelo con el fortalecimiento de la disciplina en el Partido y la sociedad. Los comités partidistas en todos los niveles deben ser plenamente conscientes de que la ejecución de la democracia, el fortalecimiento del Estado de derecho y la garantía de la disciplina social constituyen un punto de vista constante del Partido. La práctica de la democracia entre las filas partidistas debe asociarse con la disciplina. Asimismo, hay que manejar bien la relación dialéctica entre la práctica de la democracia con el fortalecimiento del Estado de derecho y la garantía de la disciplina social. Cada cuadro y militante deben promover la democracia, actuar de manera ejemplar y cumplir de manera voluntaria y seria la disciplina del Partido, las políticas del Estado y los reglamentos de sus entidades para contribuir a la construcción del Partido Comunista como verdadero símbolo de la democracia y disciplina, así como de organizaciones partidistas transparentes y firmes, entidades y unidades sólidas, integrales, ejemplares y destacadas.

Tercero, cumplir con seriedad el principio de “liderazgo colectivo, responsabilidad individual”. Los comités partidistas en todos los niveles deben aprender y aplicar bien las resoluciones, directivas, reglamentos y normativas. Hay que implementar estrictamente los reglamentos de trabajo de los comités partidistas y las regulaciones en las labores ideológicas, de personal, organización y liderazgo; elaborar y aplicar bien el mecanismo de control del poder especificando y cuantificando la responsabilidad y competencia de los dirigentes; manejar con eficiencia la relación entre el colectivo directivo y los dirigentes; reforzar el mecanismo de reserva de la opinión minoritaria; y clarificar gradualmente la autoridad y las obligaciones de los colectivos e individuos para garantizar el liderazgo colectivo y promover la responsabilidad individual, minimizando las infracciones.

Cuarto, los comités partidistas, cuadros y militantes deben promover la democracia y fomentar la responsabilidad a la hora de cumplir las misiones políticas de sus entidades y unidades. Además, tienen que cumplir bien las regulaciones sobre el comportamiento ejemplar, especialmente de los cuadros estratégicos  y dirigentes en todos los niveles. También deben impulsar la crítica y autocrítica, proteger la unidad interna, obedecer la disciplina partidista, la Constitución y las leyes del Estado y los reglamentos de las entidades y unidades donde trabajan. Cada cuadro y militante deben entender que cumplir el principio de “liderazgo colectivo, responsabilidad individual” es tanto una obligación como la mejor medida para evitar los errores en el trabajo.

Quinto, es preciso intensificar la inspección y supervisión, aplicar de forma oportuna sanciones severas a las organizaciones y militantes por las violaciones del centralismo democrático y luchar resueltamente contra los argumentos que piden la abolición de ese principio. Los comités partidistas, sus dirigentes y las comisiones de control disciplinario en todos los niveles deben comprender a fondo los puntos de vista, lineamientos, resoluciones, directivas y regulaciones sobre el fortalecimiento de las filas partidistas, la inspección y supervisión del Partido(7). Hay que prestar mayor atención al monitoreo de las actividades de las organizaciones partidistas y los militantes, especialmente los cuadros estraégicos y dirigentes en todos los niveles, así como prevenir, detectar e investigar de manera proactiva a las organizaciones e individuos con indicios de violar el principio de centralismo democrático y y aplicarles sanciones serias por las infracciones y actos de tolerancia y encubrimiento de las transgresiones./.

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(1) Documentos del Partido Comunista: Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2004, tomo 37, pág. 772
(2) Véase: “Estatutos del Partido Comunista (aprobados durante el XI Congreso
Nacional)”, periódico electrónico del Partido Comunista, del 24 de septiembre de 2015, https://tulieuvankien.dangcongsan.vn/ban-chap-hanh-trung-uong-dang/dai-hoi-dang/lan-thu-xi/dieu-le-dang-do-dai-hoi-dai-bieu-toan-quoc-lan-thu-xi-cua-dang-thong-qua-1472
(3) V. I. Lenin, Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2005, tomo 36, pág. 185
(4) “Argumentos erróneos sobre la posición y el papel de liderazgo del Partido”, periódico Dan toc va Phat trien (Etnias y Desarrollo), del 21 de febrero de 2022, https://baodantoc.vn/nhung-luan-dieu-sai-lech-ve-vi-tri-vai-tro-lanh-dao-cua-dang-1645352409400.htm
(5) Documentos del Partido Comunista: Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 1998, tomo 2, pág. 119
(6) Estatutos del Partido Comunista de Vietnam, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, pág. 5
(7) Reglamento 22-QD/TW, del 28 de julio de 2021, del Comité Central del Partido sobre las actividades de inspección, supervisión y control disciplinario; el Reglamento 37-QD/TW, del 25 de octubre de 2021 del Comité Central sobre las acciones prohibidas para los militantes; la Instrucción 02-HD/TW, del 9 de diciembre de 2021, del Comité Central sobre la implementación del Reglamento 22-QD/TW acerca de las actividades de inspección, supervisión y control disciplinario

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1016 (junio de 2023)