Revista Comunista- Las grandes relaciones constituyen cuestiones teóricas clave, que reflejan las reglas dialécticas sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo en Vietnam. Son las relaciones esenciales e inevitables y cuestiones importantes que se resumen en la profundidad de la percepción teórica, guían la revolución vietnamita, se aplican en todos los aspectos de la vida social y generan efectos a gran escala. Las 10 grandes relaciones percibidas y generalizadas por el Partido Comunista de Vietnam en la teoría cuentan con gran valor y significado, al asociarse con los objetivos generales y las características del socialismo, así como orientaciones para construirlo, estableciendo  así un sistema de puntos de vista fundamentales de la teoría sobre la renovación nacional, el socialismo y el camino hacia un socialismo con identidad y características vietnamitas.

El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, visita un modelo de cultivo intensivo de té según las buenas prácticas agrícolas VIET GAP en la aldea de Coc Phat, en la comuna de Ban Bo, catalogada como nueva zona rural en el distrito de Tam Duong, provincia de Lai Chau _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

La identificación cada vez más clara, completa y comprensiva de las grandes relaciones, desde el sistema entero hasta sus componentes

Identificar las grandes relaciones es un proceso de muy alta generalización de la percepción teórica para encontrar las tendencias de desarrollo comunes, lo que hay dentro, sus contradicciones y su evolución cíclica. Se trata de un proceso largo y difícil, incluso con errores, antes de llegar a una percepción más correcta, completa, integral y profunda, que demuestra cada nivel, avance y desarrollo en el pensamiento teórico y la madurez y el crecimiento teórico del Partido Comunista de Vietnam (PCV).

El término “grandes relaciones” apareció oficialmente por primera vez en los documentos del X pleno del Comité Central del PCV del III mandato, efectuado en diciembre de 1964, sobre el comercio y los precios. Al analizar las características económicas básicas y el contenido de la revolución socialista en el Norte durante los primeros años de la transición hacia el socialismo, el Comité Central exigió por primera vez: “Construir de forma adecuada las grandes relaciones y resolver bien los principales conflictos...”(1). A inicios de la construcción del socialismo en el Norte, el pensamiento teórico del PCV todavía no reflejaba de forma completa las relaciones normativas, ni identificaba con exactitud la naturaleza y la manera de manejarlas. No obstante, era el comienzo, un punto de partida significativo y una premisa para el desarrollo del pensamiento teórico del PCV sobre las grandes relaciones en el período de transición hacia el socialismo en Vietnam. Después de la liberación del Sur y la reunificación nacional en 1975, todo el país comenzó la construcción del socialismo. Hasta antes del XI Congreso Nacional, efectuado en 2011, los documentos del PCV casi no identificaron y nombraron directamente las “grandes relaciones”.

La Plataforma sobre la construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo (complementada y desarrollada en 2011) se refiere por primera vez a las grandes relaciones como un todo sistémico, al requerir especial atención el estudio y manejo de las mismas, incluyendo: las relaciones entre la renovación, la estabilidad y el desarrollo; la renovación económica y la renovación política; la economía de mercado y la orientación socialista; la expansión de las fuerzas productivas y la construcción y perfeccionamiento de las relaciones productivas socialistas; el crecimiento económico y el desarrollo cultural, el progreso y la igualdad sociales; la construcción del socialismo y la salvaguarda de la Patria socialista; la independencia, autodeterminación y la integración internacional; el liderazgo del Partido, la gestión del Estado, el papel del pueblo como dueño de la nación.

El XII Congreso Nacional modificó la relación “entre la economía de mercado y la orientación socialista” en una “entre el cumplimiento de las reglas del mercado y la garantía de la orientación socialista”. Al mismo tiempo, a las ocho originales grandes relaciones se añadió la novena, “entre el Estado y el mercado”. La Resolución del V pleno del Comité Central del XII  mandato complementó la percepción sobre la última relación, convirtiéndola en una “entre el Estado, el mercado y la sociedad”. El XIII Congreso Nacional fue escenario de nuevos reajustes, por ejemplo la relación “entre la renovación, la estabilidad y el desarrollo” se convirtió en una “entre la estabilidad, la renovación y el desarrollo”; la relación “entre el crecimiento económico y el desarrollo cultural, el progreso y la igualdad sociales” en una “entre el crecimiento económico y el desarrollo cultural, el progreso y la igualdad sociales y la protección ambiental”; la relación “entre la construcción del socialismo y la salvaguarda de la Patria socialista” en una “entre la construcción y salvaguarda de la Patria socialista” y la relación “entre el liderazgo del Partido, la gestión del Estado, el papel del pueblo como dueño de la nación” en una “entre el liderazgo del Partido, la gestión del Estado y el papel del pueblo como dueño de la nación”. Especialmente, el XIII Congreso Nacional presentó la relación entre la práctica de la democracia y el fortalecimiento del Estado de derecho y la garantía de la disciplina social. En total, hay diez grandes relaciones con carácter de regla sobre la renovación y el desarrollo en Vietnam.

Entonces, hasta el momento el PCV identificó diez grandes relaciones que se deben reconocer y manejar bien durante el proceso de construcción del socialismo, a saber: 1- Entre la estabilidad, la renovación y el desarrollo; 2- entre la renovación económica y la política; 3- entre el cumplimiento de las reglas del mercado y la garantía de la orientación socialista; 4- entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la construcción y perfeccionamiento gradual de las relaciones productivas socialistas; 5- entre el Estado, el mercado y la sociedad; 6- entre el crecimiento económico y el desarrollo cultural, el progreso y la igualdad sociales y la protección ambiental; 7- entre la construcción y la salvaguarda de la Patria socialista; 8- entre la independencia, autodeterminación y la integración internacional; 9- entre el liderazgo del Partido, la gestión del Estado y el papel del pueblo como dueño de la nación, y 10- entre la práctica de la democracia y el fortalecimiento del Estado de derecho y la garantía de la disciplina social.

Cada modificación de la totalidad o al contenido específico de cada relación tiene un significado profundo y es el resultado de un largo y meticuloso proceso de resumen práctico e investigación y desarrollo teórico. Las 10 grandes relaciones forman un todo relativamente completo, de importancia metodológica en la dirección de las actividades prácticas en todos los aspectos de la vida social. Los documentos del XIII Congreso Nacional subrayan que se trata de grandes relaciones, que reflejan reglas dialécticas y cuestiones teóricas centrales sobre la política de renovación del Partido.

Las grandes relaciones se conciencian de manera cada vez más profunda, creando un sistema de puntos de vista que siguen los principios metodológicos para guiar la solución adecuada de los problemas prácticos y contribuir a perfeccionar la teoría sobre el socialismo en Vietnam

Primero, sobre la naturaleza de las complejas conexiones exteriores e interinas de las grandes relaciones.

Ante todo, el manejo de las grandes relaciones se considera en un estrecho vínculo con el sistema de objetivos generales del socialismo, las ocho características de la sociedad socialista y las ocho orientaciones de la construcción del socialismo. La congruencia entre los cuatro contenidos mencionados constituye  los temas centrales del sistema teórico sobre la renovación del país durante el período de transición hacia el socialismo, así como sobre el socialismo y el camino hacia el mismo en Vietnam. Las grandes relaciones sociales son los instrumentos y medidas para aprender y materializar los objetivos de “un pueblo rico y un país próspero, democrático, justo y civilizado”, las características y orientaciones de la construcción del socialismo. Numerosos contenidos de cada gran relación sostienen vínculos estrechos, incluso se transforman recíprocamente en aquellos de las características u orientaciones de la construcción del socialismo. Por lo tanto, a la hora de aprender y manejar las grandes relaciones, siempre hay que considerarlas en el vínculo con las características y orientaciones de la sociedad socialista. De lo contrario, se perderá la sistematicidad y el propósito al que apuntan las grandes relaciones sin poder verse las leyes objetivas del desarrollo dentro de las mismas. Encontrar las reglas de la construcción del socialismo no es el destino final, sino un método y un medio cognitivo a nivel teórico para que el PCV ejerza un liderazgo científico y compatible con las leyes objetivas del desarrollo, resuelva las grandes contradicciones, alcance paso a paso los objetivos del socialismo, cumpla las orientaciones de la construcción del socialismo y materialice sus características.

Cada conexión importante dentro de las grandes relaciones se percibe de manera cada vez más profunda. El sistema está compuesto de diez grandes relaciones que comparten un mismo fin pero con diferentes características y posición.

La relación entre la renovación, la estabilidad y el desarrollo desempeña el primer, pionero y originario papel en el sistema. De sus tres componentes, la renovación se debe realizar primero, pues es el método del desarrollo, mientras que la estabilidad es la condición y el último factor es el objetivo. Se trata de una conexión restrictiva y vinculante entre la condición, el método y el objetivo del desarrollo a largo plazo. El desarrollo debe basarse en la estabilidad y alcanzarse mediante la renovación. Sin la estabilidad, será imposible el desarrollo, el cual, en cambio, crea la condición para una estabilidad sostenible y una continua renovación a niveles y requisitos más altos. Al conceder la mayor importancia a la renovación, el XIII Congreso Nacional del PCV cambió la “estabilidad” por la “renovación”, dando a entender que en la situación actual, resulta más importante que estabilizar los aspectos de la vida política y social, en aras de crear la premisa y las condiciones para el desarrollo.

La relación entre la renovación económica y la renovación política desempeña el papel central y fundamental, pues su manejo afecta y decide el manejo de las otras, o sea, “la economía se considera la base número uno del desarrollo, mientras la política es el factor más sensible y complejo  de la vida social”(2). La reforma económica es el avance del proceso de renovación de Vietnam, que se centra en el desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista para crear la base material y técnica del socialismo. La reforma económica se debe llevar a cabo simultáneamente con cada paso de la renovación política, la cual se centra en la renovación del pensamiento y el sistema políticos. La reforma económica debe ir por delante, pero eso no significa ralentizar la renovación política. Esta última se debe realizar paso a paso y con prudencia, en la cual se seguirá implementando lo clarificado, maduro, probado en la práctica y apoyado por la mayoría, mientras que si algo todavía no está regulado o quebranta las normas vigentes, hay que comprobarlo de forma piloto, adquiriendo  experiencias durante el proceso y expandiendo el experimento poco a poco, sin excesivo perfeccionismo ni prisas.

La relación entre la obediencia de las reglas del mercado y la garantía de la orientación socialista son dos lados de un todo unificado -la economía de mercado con orientación socialista, el modelo económico general del país en el período de transición hacia el socialismo. La observancia de las leyes de la economía de mercado (leyes del valor, de la oferta y la demanda o de competencia, entre otras) es inevitable a la hora de desarrollar una economía de mercado moderna y de integración que funcione de forma sincrónica y completa según las reglas de la economía de mercado. Sin esa observancia y las características de mercado, la economía funcionará de manera distorsionada, se desarrollará de forma voluntarista y será fácil de revolverse en una de planificación centralizada. Por otro lado, la orientación socialista de la economía de mercado es para garantizar sus objetivos socialistas. No se trata de una combinación forzada, sino una característica que define la naturaleza de la economía de mercado que Vietnam está construyendo y desarrollando. Sin esa orientación, la economía se desarrollará libremente sin control, persiguiendo los intereses de la minoría y cediendo espacio a las características de la economía capitalista, que amenaza con desviar la orientación socialsita.

La relación entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la construcción y el perfeccionamiento graduales de los vínculos en la producción socialista es la ley más fundamental, que rige el desarrollo de la sociedad humana, así como la construcción del socialismo en Vietnam. Las fuerzas productivas deciden el contenido y la naturaleza de las relaciones productivas, las cuales, por su parte, definen los objetivos sociales de la producción, formando así los factores que impulsarán esas fuerzas si son apropiadas y viceversa. Dado el bajo nivel original de la economía, la tarea central y vital de la construcción del socialismo es desarrollar constantemente las fuerzas de producción para crear infraestructuras modernas. No obstante, es una tarea a largo plazo. Resulta imposible crear apresuradamente relaciones de producción que estén por encima, o incluso separadas del nivel de las fuerzas productivas, lo que intensificará el choque entre los dos lados del método de producción y empujará al país al abismo de una grave crisis socioeconómica como antes de la renovación nacional. Por lo tanto, además de encontrar medidas para desarrollar las fuerzas y liberar todos los recursos para el desarrollo con diferentes componentes económicos, hay que “perfeccionar paso a paso” las relaciones productivas socialistas, con múltiples formas de propiedad de los materiales, aprendiendo modernas formas de organización y gestión macroeconómica y gobernanza corporativa y perfeccionando el mecanismo de distribución. Al mismo tiempo, las relaciones productivas deben “evolucionar apropiadamente” no solo con el nivel de desarrollo de las fuerzas como se pensaba anteriormente, sino también con la naturaleza y los objetivos del socialismo.

La relación entre el Estado, el mercado y la sociedad es una nueva, oficializada durante el XII Congreso Nacional del PCV, formando un “trío” en la gestión del desarrollo social, cuyos componentes compiten, cooperan y se restringen entre sí mismos. En esencia, se trata del manejo de la relación entre los poderes estatal, económico y moral-cultural, representados por el Estado, las empresas y las organizaciones sociales, respectivamente. El Estado gestiona el mercado y al mismo tiempo es un sujeto y socio de él, centrándose en la facilitación del desarrollo y un entorno favorable, abierto, transparente e imparcial para el crecimiento de las empresas y organizaciones sociales. El mercado desempeña un rol clave en la distribución de los recursos, mientras las organizaciones sociales participan de manera cada vez más proactiva, profunda y efectiva en la gestión del desarrollo, la supervisión y retroalimentación social. Para armonizar la relación entre el Estado-mercado y la sociedad, una razonable designación de las funciones y el mecanismo de autorregulación entre esos tres actores resultan decisivos. También hay que tener en cuenta un factor externo -el papel y la capacidad de liderazgo del PCV en la regulación, el uso y promoción de las funciones del Estado, el mercado y la sociedad.

La relación entre el crecimiento económico y el desarrollo cultural, la materialización del progreso y la igualdad social y la protección ambiental es una importante que refleja un desarrollo sostenible apropiado frente a las tendencias actuales y demuestra la superioridad del socialismo. Es la gran relación con más componentes, de los cuales  el crecimiento económico es el núcleo que sostiene un vínculo coherente y contradictorio a la vez con los demás. El crecimiento económico asociado estrechamente con la realización de los demás componentes se convertirá en el desarrollo sostenible. Por el contrario, un crecimiento económico a toda costa, que ignora o se separa de los demás degenerará los valores culturales, provocará la desigualdad, conflictos e inestabilidad social, destruirá el medioambiente y causará otras consecuencias impredecibles, que frenan el desarrollo y el progreso social. Desde un desarrollo centrado en invertir y explotar recursos naturales, mano de obra barata y otras ventajas competitivas , se presta cada vez más atención a un desarrollo basado en la tecnología y gestión para aumentar la productividad, la calidad y la eficiencia del crecimiento. El desarrollo socioeconómico se considera como tarea central, mientras el cultural es la plataforma espiritual de la sociedad. El crecimiento económico va de la mano con la materialización del progreso y la igualdad sociales en cada paso, cada política y durante todo el proceso de desarrollo. Especialmente, la protección ambiental forma parte oficial de esta gran relación, lo que refleja una percepción acertada que concede importancia cada vez mayor al respeto, la protección y mejora del medioambiente, con puntos de vista sobre el desarrollo armónico y amigable con la naturaleza y el impulso de la economía verde y circular. Se trata de las tendencias de desarrollo inevitables y avances importantes del pensamiento teórico del PCV para adoptar orientaciones oportunas y apropiadas para el desarrollo sostenible en el futuro próximo.

La relación entre la construcción y la salvaguarda de la Patria socialista refleja dos tareas estratégicas de la revolución vietnamita, que sostienen entre sí un profundo vínculo dialéctico y estratégico, influyen en otras grandes relaciones y todos los aspectos de la vida, y demuestran la estrecha conexión entre dos objetivos estratégicos: La construcción de un país próspero y fuerte y el mantenimiento de la independencia y el socialismo, así como la salvaguarda de la sagrada soberanía de la Patria. El manejo de esta gran relación es aplicado por el PCV en todos los ámbitos. Desde la política y economía, hasta la cultura y el sector de relaciones exteriores, todos son de “doble uso”, al asociarse con las tareas y objetivos de defensa y seguridad. El país persiste en considerar el desarrollo socioeconómico como tarea central y la garantía de la defensa y seguridad, una labor importante y regular; movilizar y aprovechar la máxima sinergia de todas las fuerzas para la construcción y salvaguardia de la Patria, de las cuales las fuerzas armadas desempeñan el papel central. Construir un país próspero y fuerte significa crear la fuerza y el ímpetu para proteger a la Patria con anticipación y desde la distancia. Mientras, la salvaguarda de la Patria crea la condición más importante para la construcción nacional. Por lo tanto, no se debe subestimar ninguna tarea, ni ser negligente tan siquiera por un momento. Con una profunda percepción sobre esta gran relación, el PCV la ha aplicado de manera flexible en numerosas cuestiones de defensa y seguridad en el período de renovación, garantizando los principios para resolverlas con eficiencia, hecho que ayudó a prevenir, neutralizar y eliminar grandes conflictos y riesgos de guerra; mantener un ambiente estable y pacífico para el desarrollo nacional y crear una posición estratégica para la salvaguarda de la Patria en la nueva situación.

La relación entre la independencia, la autodeterminación y la integración internacional muestra la estrategia del PCV de combinar la fuerza nacional con las tendencias globales desde temprano y durante toda la revolución vietnamita, la cual se ha intensificado aún más en la etapa de renovación. Cada uno de los tres componentes de esta relación no solo crea premisas para los demás, sino que también resuena e impulsa a los otros. La independencia es soberanía legal, la autodeterminación es soberanía efectiva; ambos factores crean la fuerza interna. Mientras, la integración global significa participar y formar parte de la comunidad internacional, es decir, una fuerza exterior. La integración internacional sólo resulta exitosa siempre y cuando un país logre mantener su independencia y autodeterminación con su propia fuerza y la identidad nacional en todos los aspectos, desde la política, economía, cultura y sociedad, hasta la defensa, seguridad y relaciones exteriores. De lo contrario, ese país llegará a ser dependiente y se perderá a sí mismo. Por otro lado, una integración global amplia, profunda y efectiva elevará la posición del país, posibilitará el aprovechamiento de los recursos externos para el desarrollo nacional, diversificará y entrelazará los vínculos de beneficio, contribuyendo así a promover la independencia, la autodeterminación y la fuerza interna. De absolutizar la independencia y autodeterminación, un país resultará aislado y cerrado, desaprovechando las oportunidades para utilizar los recursos externos. Como consecuencia, la fuerza interna no se nutrirá y se erosionará. Por el contrario, si un país pone demasiado énfasis en la integración internacional sin suficiente fuerza interna, resultará dependiente y perderá la independencia y la autodeterminación. Profundamente consciente de esta gran relación, el PCV armoniza el incremento incesante de la sinergia nacional, la independencia y autodeterminación en todos los aspectos e importantes decisiones y la integración global cada vez más amplia y profunda, con una voz y posición cada vez más apreciada en la arena internacional. La “diplomacia de bambú” desempeña el papel pionero en el manejo hábil, la ampliación y profundización de las relaciones internacionales. El país participa de forma más activa en la formación de mecanismos de cooperación, la elaboración de las leyes y estándares comunes que dan forma al tablero de las relaciones internacionales.

La relación entre el liderazgo del Partido, la gestión del Estado y el papel del pueblo como dueño de la nación es la más general, comprensiva y amplia en la política y en la vida social. Confirma la naturaleza del socialismo, en el que el pueblo es el soberano. Es también el principio político general del sistema político de Vietnam, en cuyo centro están la estructura y el mecanismo operativo de los poderes político-estatal-popular, correspondientes a los tres sujetos del poder: Partido-Estado-pueblo. El Partido mantiene el papel de liderazgo sobre el Estado y la sociedad, ejerce su poder político ante todo con el Estado y a través del poder estatal. El poder estatal está en el centro y desempeña un papel clave. Sometido al liderazgo del Partido, el Estado cuenta con las funciones específicas de una institución que ejerce el poder autorizada por el pueblo, funciona de manera proactiva y mejora constantemente la eficiencia y vigencia de la gestión estatal. Al mismo tiempo, construye el mecanismo para promover prácticamente el papel del pueblo como sujeto de poder, siendo el poder del pueblo el supremo y originario.

La relación entre la práctica de la democracia, el fortalecimiento del Estado de derecho y la garantía de la disciplina social es la última, oficializada recientemente durante el XIII Congreso Nacional del PCV. Aunque nueva, esta relación tiene una especial relevancia, pues la democracia socialista es la naturaleza del sistema político de Vietnam. Eso, junto con su enorme influencia en todos los aspectos de la vida social y todas las personas, pone de relieve la importancia de reconocer y manejar bien esta relación, en medio de la construcción del Estado y la sociedad de derecho socialista en Vietnam. “La práctica de la democracia socialista, el fortalecimiento del Estado de derecho socialista y la garantía de la disciplina social sostienen una relación orgánica estrecha, dependiendo y sirviendo como premisa para la existencia de cada uno. El cumplimiento legal estricto protege los derechos democráticos y garantiza que sean aplicados de manera práctica, mientras que la materialización ampliada y promovida de la democracia fortalece aún más el Estado de derecho y el respeto a la disciplina social. La disciplina social es el resultado y la expresión externa de la legislaci´´on”(3). Hay que evitar ambos extremos: la pérdida de la democracia o democracia falsa y superficial y el populismo, democracia excesiva, libertad sin límite, anarquía y desprecio de la ley. La oposición o separación entre la práctica de la democracia y el fortalecimiento del Estado de derecho deja consecuencias impredecibles, amenazando la estabilidad política, la disciplina y el orden social…

                                    (Continuará)

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* La obra forma parte del Proyecto estatal KX.04.02/21-25: "Los logros en el desarrollo teórico del Partido Comunista sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo en Vietnam a través de 40 años de la renovación nacional"
(1) Documentos del Partido, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2003, tomo 25, pág. 295
(2) Nguyen Phu Trong: Sobre las grandes relaciones que se deben manejar bien en el camino hacia el socialismo en Vietnam, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, pág. 52
(3) Le Hai: “Resolver la relación entre la práctica de la democracia y el fortalecimiento del derecho y la garantía de la disciplina social, en el contexto del profundo entendimiento y buen manejo de las grandes relaciones del Partido” (segunda parte), Revista Comunista, número 946 (julio de 2020), pág. 54

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1017 (junio de 2023)