El cumplimiento del principio del centralismo democrático en las labores del personal del Partido Comunista de Vietnam

MAI VAN CHINH
Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, subjefe permanente de su Comisión de Organización
00:05, 08-04-2023

Revista Comunista - El centralismo democrático es el principio fundamental en la organización y operación del Partido Comunista de Vietnam (PCV), siendo el factor que garantiza el consenso en la voluntad y acción de las filas partidistas, promueve la democracia, aúna la fuerza e inteligencia colectivas y asegura la eficiencia del liderazgo y la combatividad de la organización política. Ante la necesidad de seguir llevando adelante “la sensibilización y el cumplimiento serio del principio del centralismo democrático” planteada durante el XIII Congreso Nacional del PCV, se define como tarea apremiante perfeccionar el mecanismo para implementar este principio en las labores del personal satisfaciendo las exigencias de la nueva situación.

Centralismo democrático, el principio fundamental en la organización y operación del Partido Comunista de Vietnam

Los fundadores del socialismo científico coincidieron en el papel y la importancia del principio del centralismo democrático, una manifestación del liderazgo colectivo para garantizar que las directrices y lineamientos del Partido sean deliberados y decididos por la mayoría y reúnan las experiencias y opiniones de los militantes, evitando la subjetividad y el voluntarismo. Persistir en el principio del centralismo democrático posibilita que los militantes actúen de manera más activa y creativa, y que las decisiones del PCV sean fruto de la inteligencia y voluntad unificada del todo el Partido. Como dijo V. I. Lenin: “Los partidos pertenecientes a la Internacional Comunista deben estar estructurados de acuerdo con el principio del centralismo democrático…, el partido comunista sólo puede cumplir sus tareas siempre y cuando esté organizado de la forma más centralizada, donde exista una disciplina férrea que linde con la militar, y esté dotado de un Comité Central con gran prestigio y amplio poder, en el que confíen todos los militantes”(1). De acuerdo con Lenin, el centralismo democrático es el principio organizativo adecuado del partido proletario de nuevo estilo, que distingue al verdadero partido político de la clase obrera de otros. En tal sentido, “qué enorme diferencia separa al centralismo democrático del centralismo burocrático, por una parte, y del anarquismo, por otra”(2) y “no hay nada más erróneo que confundir el centralismo democrático con el burocratismo y la organización estereotipada”(3).

El Presidente Ho Chi Minh resaltó en repetidas ocasiones el papel y la importancia del principio del centralismo democrático. A su juicio, “el Partido está organizado según el principio del centralismo democrático. Es decir, cuenta con una única Carta, disciplina y órgano rector. Los individuos deben obedecer al colectivo; la minoría debe someterse a la mayoría; los subordinados, a los superiores; y los gobiernos locales, al central”(4); “el pueblo elige a representantes para que ejerzan el poder en su nombre. Eso es democracia. Las entidades del Gobierno están unificadas, lo que representa el centralismo. Desde los consejos populares y las comisiones administrativas de resistencia a nivel comunal, hasta la Asamblea Nacional y el Gobierno Central, la minoría debe someterse a la mayoría; los subordinados, a los superiores; y los poderes locales, al central. Eso es tanto democracia como centralismo”(5) y “desde los comités partidistas provinciales y distritales hasta las células, es obligatorio seguir el principio de “liderazgo colectivo, responsabilidad individual”. Las filas partidistas deben estar muy unidas por dentro. Todos los asuntos se deben deliberar de manera democrática y colectiva(6). Según el Presidente Ho Chi Minh, “la práctica de la democracia es la clave universal para resolver todas las dificultades”; sin embargo, la democracia debe estar asociada al centralismo, para garantizar el “liderazgo colectivo, la responsabilidad individual”. Enfatizó: “El liderazgo colectivo y la responsabilidad individual siempre deben ir de la mano… El liderazgo colectivo es democracia. La responsabilidad individual es centralismo. Éstos al ir juntos, significa centralismo democrático(7). El debido entendimiento y la aplicación estricta del principio del centralismo democrático hacen que el PCV sea cada vez más fuerte y unido en términos de ideología y acción, para que “nuestro Partido aunque esté formado por mucha gente, a la hora de luchar actúe como uno solo”(8).

Al liderar la obra revolucionaria a lo largo de 93 años, el Partido Comunista de Vietnam ha persistido en el centralismo democrático, considerándolo el principio básico que rige la organización y operación de la fuerza política, para garantizar su liderazgo centralizado y unificado, y promover la democracia dentro del Partido. Esa constancia  proviene de la naturaleza del PCV, las exigencias y misiones que le plantea la historia y las experiencias de otros partidos comunistas y obreros internacionales. El PCV reiteró en repetidas ocasiones: “El rigor en términos de principio es cuestión vital para el Partido y la mayor garantía para su vitalidad, transparencia y solidez”(9).

El Estatuto del PCV estipula: “El Partido es una organización compacta, unida en términos de voluntad y acción, que toma el centralismo democrático como el principio organizativo básico, para asegurar el liderazgo colectivo a la par de la responsabilidad individual”(10). Los contenidos básicos de ese principio son: 1- Los órganos directivos del PCV en todos los niveles son elegidos por votación, asegurando el liderazgo colectivo y la responsabilidad individual; 2- El máximo órgano directivo del PCV es el Congreso Nacional, la institución rectora en cada nivel es la asamblea de militantes; entre dos congresos, el órgano rector  del PCV es el Comité Central, en los niveles inferiores es el Buró Ejecutivo de los comités partidistas; 3- Los comités partidistas rinden cuentas y asumen la responsabilidad sobre sus actividades durante las asambleas correspondientes a su nivel, y ante los comités de niveles superiores e inferiores; notifican de manera periódica los resultados de su trabajo a las organizaciones partidistas a las a que están subordinados; y realizan las labores de crítica y autocrítica; 4- Las organizaciones partidistas y militantes deben cumplir las resoluciones del PCV; la minoría se somete a la mayoría; los subordinados, a los superiores; los individuos, a los colectivos; las organizaciones de todo el Partido, al Congreso Nacional y al Comité Central; 5- Las resoluciones de los órganos directivos del PCV tienen vigencia siempre y cuando sean aprobadas por más de la mitad de sus miembros; antes de votar, cada persona puede expresar su opinión; los militantes cuyas opiniones pertenezcan a la minoría pueden reservarlas y presentarlas al comité de nivel superior hasta el Congreso Nacional, pero deben cumplir con seriedad las resoluciones y no propagar ideas contrarias a esos documentos; los comités partidistas competentes deben considerar las opiniones y no discriminar a los militantes con puntos de vista minoritarios; 6- Las organizaciones partidistas deciden los asuntos sometidos a sus competencias, sin contravenir los principios, lineamientos y políticas del Partido, las leyes del Estado y resoluciones de los niveles superiores(11).

Entender en profundidad y aplicar con seriedad el principio del centralismo democrático constituye una exigencia de suma importancia en la organización y operación del PCV, al asegurar que siempre sea una organización consistente, unida, transparente, sólida, fuerte y con gran combatividad. El desprecio y la aplicación laxa de ese principio dañan el prestigio y la fuerza del Partido y constituye la causa fundamental de la burocracia, el autoritarismo, el menosprecio a las masas y los fenómenos de fragmentación, faccionalismo e indisciplina.

Entender y aplicar el principio de centralismo democrático en las labores de personal

Las labores de personal son todas las actividades directivas, organizativas y ejecutivas de los comités partidistas y entidades del sistema político de acuerdo con los lineamientos, resoluciones, conclusiones, directrices y reglamentos del Partido en términos de: Construir un contingente de cuadros en todos los niveles, especialmente el estratégico, que reúnan suficientes cualidades, capacidades y prestigio para cumplir las tareas; establecer los estándares, la  contratación, evaluación y planificación de cuadros; llevar a cabo la formación y capacitación de cuadros, así como su postulación; trasladar, movilizar, designar, utilizar, despedir y relevar a los cuadros; implementar políticas de recompensa y sanción; examinar, supervisar y controlar el poder para construir el contingente de cuadros con una calidad y estructura razonables y con creciente calidad para satisfacer las exigencias de la causa revolucionaria. En diferentes etapas de la historia del país, el PCV ha tenido diferentes misiones históricas y políticas, lo que resulta en variables contenidos y características de las labores de personal.

La Plataforma sobre la construcción nacional en el período de transición hacia el socialismo (complementada y desarrollada en 2011) afirma: el PCV unifica el liderazgo sobre las tareas de personal, la gestión de los cuadros y la postulación de los militantes prominentes con suficientes cualidades y capacidades a los órganos directivos del sistema político. En el trabajo de personal, hay que “asegurar el cumplimiento serio del principio del centralismo democrático, es decir, el colectivo toma las decisiones, mientras se promueve plenamente la responsabilidad de los individuos, sobre todo de  los dirigentes, en las tareas de personal y la gestión de los cuadros”(12). El entendimiento y cumplimiento serio de ese principio es decisivo para garantizar el papel de liderazgo del PCV y promover la responsabilidad de los miembros del buró ejecutivo y jefes de todos los niveles. Además, asegura que las labores de personal se realicen de manera democrática, objetiva, justa y transparente, para elegir a las personas con suficientes cualidades, capacidades y prestigio de acuerdo con las regulaciones y requisitos.

En el período de renovación, el continuo perfeccionamiento de las instituciones, los logros de la renovación nacional y la amplia y profunda integración internacional, junto con las necesidades y tareas de la nueva etapa facilitan la implementación eficiente de las tareas de personal y la construcción del contingente de cuadros. A partir de los principios establecidos en la Plataforma y los Estatutos del PCV y la situación práctica, el Comité Central, el Buró Político y el Secretariado elaboraron y promulgaron una serie de resoluciones, regulaciones y reglamentos para materializar el principio del centralismo democrático en las labores de personal. También se clarifican las competencias, responsabilidades y relaciones laborales de los colectivos y dirigentes de los comités partidistas en todos los niveles con respecto al personal(13). Además, se redacta, revisa, complementa y perfecciona paso a paso el sistema de documentos sobre las labores de personal, para garantizar el liderazgo centralizado del PCV y promover la responsabilidad individual y la democracia en esas tareas.

Cumpliendo las resoluciones, normas y reglamentos del PCV, las tareas de personal en los últimos años se han renovado y vuelto cada vez más científicas, estrictas y ordenadas. Los procesos se realizaron con seriedad y en consonancia con las regulaciones, garantizando el liderazgo del PCV sobre las tareas de personal y la gestión de los cuadros según el principio del centralismo democrático, y a la vez promoviendo el papel y la responsabilidad de los comités partidistas, el buró ejecutivo y su jefe. Durante su XIII Congreso Nacional, el PCV afirmó que las actividades de construcción y rectificación de las filas partidistas y el sistema político se aceleraron en todos los aspectos con sincronía, determinación y eficiencia. Se fortaleció la responsabilidad de los comités partidistas, el comportamiento ejemplar de los cuadros y militantes, especialmente los dirigentes. Al mismo tiempo, se promovió la democracia, la unidad y el consenso dentro del Partido. “Se han asegurado básicamente la inclusión, integralidad, exhaustividad y pertinencia de los principios organizativos y operativos del Partido establecidos en los Estatutos…; los contenidos básicos del principio del centralismo democrático en la organización y operación del PCV estipulados en los Estatutos y las regulaciones e instrucciones del Comité Central han sido respetados y cumplidos por los comités partidistas”(15).

Al perseverar en el principio del centralismo democrático, los procesos en el trabajo de personal se realizan de manera seria, estricta, abierta y transparente. Se ha aplicado de forma piloto la selección de dirigentes a través de exámenes para hacer ese proceso más democrático, imparcial, abierto, transparente y riguroso. La mayoría de los cuadros elegidos y designados reúnen las condiciones y requisitos establecidos, gracias a lo cual han cumplido bien sus deberes y ganado la confianza de otros cuadros, militantes y del pueblo. La selección, gestión, evaluación, planificación, formación, capacitación, traslado, designación y utilización de los cuadros, así como la implementación de las políticas relacionadas con el personal han sido estudiadas por los comités partidistas en debates democráticos y decididos por mayoría. También se han realizado votos de confianza periódicos y cada vez más ordenados a los dirigentes, lo que ayudó a construir un contingente de cuadros con suficientes cualidades, capacidades y prestigio para cumplir sus deberes y responder a las exigencias en la nueva situación.

No obstante, al lado de esos logros, el “cumplimiento de los principios de fortalecimiento de las filas partidistas, especialmente el referido al centralismo democrático, en algunas entidades todavía carece de seriedad, e incluso registró  violaciones”(16); “algunos contenidos del principio del liderazgo colectivo y la responsabilidad individual en la organización y operación de los comités partidistas todavía no cuentan con regulaciones compatibles con la práctica, especialmente sobre las relaciones y obligaciones entre el colectivo, los individuos y el dirigente, lo que dificulta determinar la responsabilidad individual en caso de infracciones”(17). Durante los últimos mandatos, el Buró Político, el Secretariado y los comités partidistas examinaron y aplicaron sanciones disciplinarias a muchos cuadros, entre ellos algunos colectivos y cuadros importantes violaron el principio del centralismo democrático y el reglamento de trabajo.

Los delegados votan para aprobar la Resolución de la asamblea del Comité partidista del distrito de Binh Gia, de la provincia de Lang Son, del mandato 2020-2025 _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Seguir concretando y perfeccionando el mecanismo de implementar el principio del centralismo democrático en las labores de personal del Partido, satisfaciendo los requisitos actuales

Durante su XIII Congreso Nacional, el PCV definió una serie de deberes y medidas para fortalecer el liderazgo centralizado y unificado, así como la responsabilidad de los comités de todos los niveles en las labores de personal, la construcción y gestión de cuadros. Para perfeccionar el mecanismo de implementación del principio del centralismo democrático en las labores de personal, cumpliendo con los requisitos actuales, es necesario llevar a cabo las siguientes tareas y soluciones principales:

Primero, continuar elevando la conciencia, el estudio y la aplicación del principio del centralismo democrático en las labores de personal. Es fundamental entender en profundidad los enfoques, directivas, normas y reglamentos del PCV sobre las tareas de personal en la nueva situación; realizar con eficiencia y uniformidad el principio sobre el liderazgo directo e integral del PCV sobre el trabajo de personal y la gestión de los cuadros en el sistema político. Las cuestiones sobre los lineamientos, estrategias y políticas; la evaluación, planificación, formación, capacitación, designación, utilización, nombramiento, destitución, relevo, suspensión, transferencia, rotación, adscripción, reconocimiento y sanción de los cuadros se deben someter a debates democráticos de los comités partidistas y su buró ejecutivo, y ser decididas por mayoría. En caso que existan diferencias entre las opiniones de los dirigentes y los colectivos de los comités partidistas, así como de los jefes de las entidades y unidades del sistema político, deben ser comunicadas a las autoridades competentes para su consideración y decisión. Los jefes de los comités partidistas y entidades deben proponer la decisión colectiva sobre las labores de personal en función de sus competencias, así como organizar su materialización. Los cuadros y militantes deben obedecer las resoluciones y decisiones de los comités partidistas, y los niveles subordinados, las de los superiores.

Segundo, seguir revisando, complementando y perfeccionando los documentos del Partido sobre las labores de personal, así como establecer regulaciones sobre las competencias y responsabilidades de los dirigentes en las labores de personal y la gestión de los cuadros. Además, hay que perfeccionar las normas y reglamentos sobre los títulos, criterios y mecanismos de evaluación; realizar votos de confianza periódicos o extraordinarios; concretar el mecanismo para que el pueblo contribuya con sus opiniones a la construcción de las filas partidistas; complementar las regulaciones relativas a la selección y designación de los cuadros haciéndola más competitiva, abierta y transparente, por ejemplo los candidatos deberán presentar programas de acción y comprometerse a cumplirlos; revisar, perfeccionar y renovar las actividades electorales del Partido, realizar elecciones con superávit de elegidos y ampliar los exámenes piloto para seleccionar a los dirigentes a niveles de departamento, servicio y oficina. Por otro lado, hay que aplicar de forma piloto algunas propuestas, tales como permitir a los dirigentes elegir y postular a las personas incluidas en la planificación de personal para el proceso de elección y designación de su subordinado; a los secretarios de los comités partidistas postular candidatos para puestos en el consejo permanente siguiendo itinerario adecuado que garantice el principio del centralismo democrático y que quienes nominen asuman la responsabilidad sobre su postulación; a la par que los jefes puedan nombrar a los cuadros incluidos en la planificación de personal y destituir a los subordinados directos, siempre y cuando asuman la responsabilidad de sus decisiones. Sobre la base de las normas y reglamentos del Comité Central, las organizaciones partidistas deben concretarlos y promulgar pautas acerca de las labores de personal, asegurando la uniformidad y coherencia, y promoviendo la democracia y transparencia en esas actividades.

Tercero, revisar con frecuencia, perfeccionar y cumplir con seriedad el reglamento de trabajo de los comités partidistas. Es crucial elaborar, perfeccionar y materializar el reglamento de trabajo, en pos de fortalecer el liderazgo de las organizaciones partidistas y la responsabilidad individual de sus integrantes, especialmente los dirigentes; y armonizar las relaciones dentro de los comités en materia de personal. Basándose en las normas y reglamentos del Comité Central, las organizaciones partidistas de todos los niveles deben revisar, complementar y perfeccionar su propio reglamento de trabajo en correspondencia con la situación real, esclareciendo las responsabilidades y competencias de los colectivos e individuos, las relaciones entre los comités de base, su buró ejecutivo, las agencias asesoras y auxiliares de los niveles superiores; así como los vínculos con los jefes de las entidades y unidades en el sistema político. El cumplimiento serio del reglamento de trabajo ayuda a crear una percepción correcta y completa de los principios de las actividades del PCV, especialmente del centralismo democrático, el liderazgo colectivo y la responsabilidad individual, en las labores de personal. Por otro lado, es necesario asociar la revisión colectiva e individual sobre el papel y la responsabilidad de liderar y dirigir el desempeño de las misiones políticas con la construcción de las filas partidistas y las labores de personal. Hay que revisar en profundidad el cumplimiento del reglamento de trabajo para extraer lecciones y experiencias, y considerar su elaboración y realización como una de las medidas para reforzar la capacidad de liderazgo, la combatividad, la unidad y el consenso entre las filas partidistas.

Cuarto, promover plenamente el papel y la responsabilidad de los comités partidistas, su jefe y sus miembros en las labores de personal. Para cumplir bien el principio del centralismo democrático en las tareas de personal, el colectivo de los comités partidistas y sus secretarios, así como los dirigentes de las localidades, entidades y unidades del sistema político deben tomar seriamente las riendas para asegurar la aplicación cabal y estricta de los principios, normas, reglamentos y procedimientos; realizar frecuentes autorrevisiones para corregir de manera oportuna los defectos y asumir la responsabilidad por los errores en el trabajo de personal. Los cargos  directivos deben ejercer de forma rigurosa sus competencias y responsabilidades al respecto, informar de manera oportuna, completa, precisa y honesta a las autoridades competentes los contenidos relacionados con el personal sometido a su supervisión y gestión; expresar con claridad su postura y responsabilizarse de la misma, tener derecho a reservarse sus opiniones y asumir la responsabilidad personal al postular el personal, evaluar y certificar los registros, currículos y documentos relevantes del personal a su cargo; responsabilizarse por las infracciones incurridas en tareas de personal en las localidades, entidades, unidades y ámbitos bajo su gestión. Por otro lado, se debe promover el papel y la responsabilidad de los secretarios de los comités partidistas para garantizar  el cumplimiento serio de los principios, normas, reglamentos y procesos en el trabajo de cuadros; hacer abiertos y transparentes los contenidos sobre las labores de personal de conformidad con las normas; dirigir la preparación minuciosa de los archivos del personal y proporcionarlos a otros miembros de la organización partidista de acuerdo con el reglamento de trabajo; toma oportuna de decisiones en  los procedimientos y conceder suficiente tiempo para que los debates colectivos sean verdaderamente democráticos. Ninguno debe disuadir, manipular, imponer criterios  subjetivos, influir, bloquear información, presionar a otros para que comenten, evalúen, voten y tomen decisiones de personal por  indicaciones suyas. Hay que presentar conclusiones cabales, precisas, honestas y objetivas sobre los contenidos debatidos; y hacer llegar de manera oportuna y completa, con honestidad, objetividad y respeto, las opiniones del colectivo a las autoridades competentes, especialmente en los asuntos en los que existan discrepancias.

Quinto, intensificar la inspección y supervisión de las tareas de personal. Los comités partidistas y comisiones de control disciplinario en todos los niveles deben prestar especial atención a la elaboración e implementación de los programas y planes de inspección y supervisión sobre las tareas de personal y el cumplimiento del principio del centralismo democrático en esas actividades. Es preciso impulsar los exámenes, supervisiones e inspecciones periódicas y extraordinarias, los temáticos y sectoriales, aquellos realizados por los niveles superiores a los subordinados y viceversa, y al mismo tiempo se debe conceder mayor importancia a la amonestación, la prevención y el tratamiento de las violaciones. Por otro lado, los comités partidistas deben intensificar el control sobre las agencias asesoras y auxiliares, las entidades subordinadas, los cuadros y funcionarios sometidos a su gestión en el cumplimiento de las labores de personal. Otras tareas a acometer incluyen inspeccionar, verificar y emitir  de manera oportuna conclusiones sobre las cuestiones emergentes en las labores de personal en todos los niveles y sectores; derogar  y retirar las decisiones incorrectas; y aplicar sanciones oportunas y serias a los colectivos e individuos que infrinjan el principio del centralismo democrático, la disciplina del Partido y las leyes del Estado, para mantener la disciplina en las tareas de personal. Es esencial también hacer abiertos y transparentes los requisitos, procesos, procedimientos y registros de personal, así como proporcionar e intercambiar la información y rendir cuentas cuando sea necesario. Por otro lado, hay que promover el papel supervisor de los órganos electos, la supervisión y retroalimentación social del Frente de la Patria, las organizaciones sociopolíticas y el pueblo sobre la construcción de las filas partidistas y el contingente de cuadros. Además, hace falta reforzar el mecanismo de interpelación y comparecencia en las labores de personal y considerar la ampliación de las formas para realizar encuestas sobre el nivel de satisfacción del pueblo acerca de los dirigentes. También hay que perfeccionar el mecanismo para atender y solucionar con formas adecuadas y efectivas las peticiones, comentarios, quejas y denuncias enviadas por los pobladores a los comités partidistas y de dirección de las localidades, entidades y unidades, al igual que a través de los medios de comunicación./.

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(1) V. I. Lenin: Obras Completas, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2006, tomo 41, pág. 253
(2), (3)  V. I. Lenin: Obras Completas, Ibíd., tomo. 36, págs. 185, 186

(4), (5) Ho Chi Minh: Obras Completas, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, tomo. 8, págs. 275, 263-264
(6) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 12, pág. 438
(7) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 5, pág. 620
(8) Ho Chi Minh: Obras Completas, Ibíd., tomo 6, pág. 17
(9) Documentos completos del Partido Comunista de Vietnam, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2004, tomo 37, pág. 830
(10) Estatutos del Partido Comunista de Vietnam (aprobados el 19 de enero de 2011 durante el XI Congreso Nacional), Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, pág. 5
(11) Véase: Estatutos del Partido Comunista de Vietnam (aprobados el 19 de enero de 2011 durante el XI Congreso Nacional), Ibíd., págs. 17-19
(12) Reglamento 80-QD/TW, del 18 de agosto de 2022 del Buró Político sobre la descentralización de la gestión de cuadros, nombramiento y postulación de candidatos.
(13) Tales como: La Decisión 218-QD/TW, del 12 de diciembre de 2013 del Buró Político sobre la promulgación de regulaciones sobre el suministro por el Frente de la Patria, las organizaciones sociopolíticas y el pueblo de opiniones sobre el fortalecimiento del Partido Comunista y la construcción del Gobierno; el Reglamento 42-QD/TW, del 3 de octubre de 2016 del Secretariado sobre las funciones y relaciones laborales del buró ejecutivo de los comités partidistas municipales y provinciales; el Reglamento 04-QDi/TW, del 25 de julio de 2018 del Secretariado sobre las funciones, tareas, competencias y organización del aparato especializado en asesorar y auxiliar a los comités partidistas provinciales y municipales; la Decisión 162-QD/TW, del 5 de diciembre de 2018 del Secretariado, sobre la promulgación del Reglamento laboral ejemplar de los comités de asuntos partidistas subordinados directamente al Comité Central; el Reglamento 10-QDi/TW, del 12 de diciembre de 2018 del Buró Político, sobre las funciones, tareas, competencias y relaciones laborales de los comités partidistas en las ciudades y provincias subordinadas directamente al Gobierno central; la Decisión 168-QD/TW, del 28 de diciembre 2018 del Secretariado, sobre la promulgación del Reglamento laboral ejemplar de los comités partidistas en las ciudades y provincias subordinadas directamente al Gobierno central; el Reglamento 202-QD/TW, del 2 de agosto de 2019 del Secretariado, sobre las funciones, tareas, competencias y relaciones laborales de los comités partidistas distritales y sus consejos ejecutivos y permanentes.

(14) La Decisión 244-QD/TW, del 9 de junio de 2014 del Comité Central del Partido Comunsita de Vietnam sobre la promulgación del Reglamento Electoral del Partido; el Reglamento 89-QD/TW, del 4 de agosto de 2017 del Buró Político sobre el marco normativo de los títulos y la orientación del conjunto de criterios para la evaluación de dirigentes y gerentes en todos los niveles; la Conclusión 24-KL/TW, del 15 de diciembre de 2017 del Buró Político, sobre el principio de movilización y designación de los cuadros rotativos del Comité Central; el Reglamento 132-QD/TW, del 8 de marzo de 2018 del Buró Político, sobre la revisión, evaluación y calificación anual de colectivos e individuos en el sistema político; la Resolución 26-NQ/TW, del 19 de mayo de 2018 del VII pleno del Comité Central del XII mandato, sobre la construcción de un contingente de cuadros de todos los niveles, especialmente el estratégico, con suficientes cualidades, capacidades y prestigio para cumplir las tareas encomendadas; el Reglamento 179-QD/TW, del 25 de febrero de 2019 del Buró Político, sobre el mecanismo de examen y supervisión de las tareas del personal; el Reglamento 205-QD/TW, del 23 de septiembre de 2019 del Buró Político sobre el control del poder en las tareas del personal y la lucha contra la ascensión indebida al poder; y el Reglamento 214-QD/TW, del 2 de enero de 2020 del Buró Político sobre el marco de títulos y criterios para la evaluación de los cuadros administrados por el Comité Central, el Buró Político y el Secretariado
(15) Documentos del XIII Congreso Nacional del PCV, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2021, tomo II, págs. 267-268
(16) Documentos del XIII Congreso Nacional del PCV, Ibíd., tomo I, pág. 90
(17) Documentos del XIII Congreso Nacional del PCV, Ibíd,, tomo II, pág. 273

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1008 (febrero de 2023)