Promueven los valores culturales en la construcción y rectificación del Partido, en respuesta a los requisitos actuales

Prof. Asoc., Dr. Nguyen The Tu
Academia Política de la región III
17:03, 09-24-2023

REVISTA COMUNISTA- La cultura es considerada una base espiritual de la sociedad que sirve como guía para todos los trabajos en general, incluida la construcción y rectificación de las filas partidistas. Para que el Partido sea cada vez más civilizado y humano, es importante comprender profundamente los valores especiales de la cultura y la ética en la vida social y en la construcción del sistema político, para satisfacer los requisitos y tareas del contexto actual.

El secretario general del Partido Comunista de Vietnam, Nguyen Phu Trong, visita la aldea de Kon Ro Bang, comuna de Vinh Quang (ciudad de Kon Tum, provincia de Kon Tum) _Fuente: baokontum.com.vn

1. La cultura se ha convertido desde hace mucho tiempo en parte indispensable de la vida de cada nación, cada pueblo y cada persona. En Vietnam, al referirnos a la cultura, se habla de la verdad, la bondad y la belleza, valores que guían las actividades en los campos de la política, la economía, la defensa, seguridad, relaciones exteriores y construcción del Partido… El Presidente Ho Chi Minh escribió: “Para sobrevivir, así como para el propósito de la vida, la humanidad creó e inventó el lenguaje, la escritura, la moralidad, el derecho, las ciencias, la religión, la cultura, el arte, las herramientas para la vida diaria en términos de vestimenta y alojamiento y métodos de uso. Todas esas creaciones e invenciones significan cultura(1). La cultura es el fundamento espiritual de la sociedad, y también la base del trabajo de construcción y rectificación del Partido. El Presidente Ho Chi Minh señaló: “La cultura debe ser una antorcha para iluminar el camino de la nación”(2). En la Conferencia Nacional de Cultura 2021, el secretario general Nguyen Phu Trong afirmó: “La cultura es el alma de la nación”.

El poder regulador de la cultura no solo se resume en el ámbito de la moralidad y el comportamiento en la comunidad, las relaciones humanas o dentro de cada persona, no se limita en la creación de una armonía específica, sino que en un nivel superior, la cultura se aprecia en el papel de ajustar las grandes relaciones, creando un desarrollo equilibrado, armonioso y sincrónico entre ámbitos importantes de la vida y de cada nación y el pueblo.

La esencia de la construcción y rectificación de las filas partidistas conlleva un sistema regulador de valores culturales, que impactan positivamente la legitimidad, la pureza y la fuerza del Partido, el liderazgo y el papel gobernante del Partido Comunista de Vietnam (PCV). La cultura impregna y rige el trabajo de construcción partidista en términos de política, ideología, moralidad, organización y personal. El sistema de valores culturales es una combinación de elementos tradicionales y modernos, y la cristalización de la quintaesencia cultural de la humanidad.

El sistema de valores culturales en el Partido se refleja en algunos contenidos, tales como: 1- La firmeza del Partido ante las dificultades y desafíos. 2- Determinar las decisiones políticas correctas para conducir al país hacia el desarrollo sostenible; 3- Los objetivos e ideales del Partido siempre apuntan a crear una vida próspera y feliz para el pueblo. Nuestro Partido no tiene otros intereses fuera de los de clase y de la nación; 4- La moralidad del Partido y de cada cuadro, militante recae en ser un “servidor” leal del pueblo; 5- Los principios de organización y las actividades del Partido, especialmente los del centralismo democrático y la unidad interna.

La práctica muestra que cuando el Partido alcance el nivel superior de la cultura, la moralidad y la civilización, su gobernanza será eficaz y duradera, y cumplirá de manera óptima su papel de liderazgo del país. Al afirmar la gran misión y la dedicación del Partido hacia la Patria y el pueblo, el Presidente Ho Chi Minh resumió: “Nuestro Partido es moral y civilizado” (3). Se trata de un denominador común, un valor universal establecido para las organizaciones del Partido y que cada cuadro y militante debe entender profundamente y seguir para que el PCV sea siempre un símbolo de la moralidad, la cultura, la conciencia y el honor del pueblo. Esta es la base para que el pueblo confíe en el Partido y le encomiende el liderazgo político en la actual causa revolucionaria.

2- El PCV es cada vez más plenamente consciente del papel y la importancia del fomento de la cultura en el Partido – factor que crea su fuerza endógena. Invertir en este trabajo es invertir esencialmente en la construcción del Partido, elevando su nivel de cultura y moralidad. Un partido transparente y fuerte impactará positivamente en todas las áreas de la vida social, mantendrá su liderazgo del país y se desarrollará en la dirección correcta. 

Las plataformas, los lineamientos, políticas y resoluciones del Partido se trazan basándose en la promoción de la democracia y los fundamentos científicos para tomar decisiones precisas y oportunas que respondan a las necesidades urgentes de la vida y las aspiraciones del pueblo.

La construcción y rectificación de las filas partidistas se realiza de manera integral en términos político, ideológico, de la moral, organización y personal, y debe definir claramente los puntos de vista, principios, lemas y soluciones adecuadas a la situación actual. El Partido es siempre firme, resuelto, persistente y concentra su inteligencia y fuerza en el trabajo de construir y rectificar sus filas y un sistema político transparente y firme. La construcción del Partido en términos de ética está dirigida por el Comité Central del PCV, los comités y las organizaciones de la fuerza política en todos los niveles; y la conciencia y las acciones de los líderes y gerentes han cambiado positivamente.

Las organizaciones del Partido han prestado atención al fomento de la cultura, desde el perfeccionamiento del aparato organizativo de manera racionalizada, la determinación de funciones, tareas, reglamentos de actividades y relaciones de trabajo; el fortalecimiento de la solidaridad, la unidad, la coordinación y la ejecución eficaz de las tareas, hasta el comportamiento con el pueblo en el desempeño de las funciones públicas de las organizaciones partidistas y sus militantes.

Durante su XII Congreso Nacional, el Partido emitió 14 resoluciones y un reglamento, incluidas cuatro sobre la construcción de la fuerza política, creando condiciones favorables para que las organizaciones partidistas comprendan y organicen su implementación. Las regulaciones sobre el trabajo del personal son cada vez más sincrónicas y estrictas, y sirven como base para mejorar la calidad de esta labor y el control del poder. La supervisión e inspección registran cambios de contenido y métodos, contribuyendo a mejorar la calidad de la dirección y la capacidad combativa del Partido; así como educar y formar cuadros y militantes, y reforzar la disciplina en las filas partidistas.

Además de esos resultados, la realidad muestra que una parte de los cuadros y militantes, incluidos dirigentes y gestores, aún no han comprendido a fondo la importancia del trabajo de construcción y rectificación del Partido y el fomento de la cultura en sus dependencias.

Algunas organizaciones no se han centrado en la construcción del Partido en términos morales, por lo cual no han prestado suficiente atención a la educación, la formación y la gestión de los cuadros y militantes, especialmente la conciencia sobre la responsabilidad, el deber, la lealtad, el espíritu de servicio al pueblo y la inmunidad a la corrupción y la negatividad.

En el proceso de nominación y nombramiento de los cuadros, aún existen casos en los que se nombra a funcionarios que no cumplen con los requisitos y condiciones establecidos, generando frustración en la opinión pública.

Las limitaciones mencionadas tienen como raíz la falta de conciencia sobre el papel y la urgencia del fomento de la cultura en la construcción y rectificación del Partido, la capacidad limitada y la falta de proactividad y creatividad en la organización e implementación de la tarea. Además, algunos cuadros y militantes no promueven el espíritu de responsabilidad, el papel de vanguardia y la ejemplaridad, incurren en el individualismo, el egoísmo y van en contra de las normas morales y culturales.

3- Para promover el valor de la cultura en la construcción y rectificación del Partido para que sea transparente y fuerte, es necesario implementar bien las siguientes soluciones:

En primer lugar, se debe aumentar la conciencia y responsabilidad de los jefes de los comités y organizaciones partidistas, así como de cada cuadro y militante sobre el fomento de la cultura en el PCV.

El Presidente Ho Chi Minh afirmó: “Si el pensamiento no es correcto, es fácil cometer errores en el trabajo”(4). El fomento de la cultura en la construcción y rectificación del Partido contribuye a construir una fuerza política realmente transparente y sólida, mejorando el liderazgo y la posición gobernante del Partido. La construcción y la rectificación de las filas partidistas tienen una relación dialéctica; si la construcción es la base y la condición para la rectificación de las filas partidistas, entonces la rectificación ayuda a construir el Partido con mayor calidad y eficiencia. La ósmosis cultural deja impactos en cinco aspectos de la labor de construcción del Partido, desde la determinación de la plataforma, los lineamientos y resoluciones; el fomento de la moralidad en el Partido y la ética revolucionaria de cada cuadro y militante, hasta el establecimiento de un sistema y un aparato organizativo sincrónico y racionalizado que opere con eficiencia. En particular, los factores culturales ayudan a los cuadros y militantes a identificar el sistema de valores de la verdad, la bondad y la belleza, despertar su conciencia y discernir entre el bien y el mal, para desempeñar bien sus responsabilidades y tareas, y perfeccionar su personalidad. Ignorar los factores culturales producirá que la construcción y rectificación del Partido se desvíe y algunas organizaciones, cuadros partidistas y militantes cometan errores.

En segundo lugar, hay que prestar atención a la educación y la capacitación para mejorar las cualidades políticas y morales de cada cuadro y militante del Partido.

La educación, capacitación y formación es en realidad un impacto cultural para que cada cuadro y militante mantenga el espíritu del Partido y sea consciente de sus propias responsabilidades y deberes para esforzarse. El Presidente Ho Chi Minh resumió: “todo ser humano tiene el bien y el mal en su corazón. Debemos saber hacer que la parte buena de cada persona germine como una flor en la primavera y la parte mala se desvanezca” (5). La educación y la formación deben estar asociadas al desempeño de tareas y los resultados se utilizan para que cada militante se evalúe de acuerdo con los estándares y las misiones asignadas y a partir de ahí siga esforzándose. Al mismo tiempo, las organizaciones del Partido deben implementar adecuadamente el principio de la crítica y la autocrítica. El objetivo de este trabajo es ayudarse mutuamente a potenciar sus puntos fuertes y superar percepciones y acciones incorrectas, “por un lado, es para corregirse mutuamente. Por otro lado, es para animarse e imitarse unos a otros”(6). Desde la esencia de la cultura, señaló el Presidente Ho Chi Minh, debemos centrarnos en criticar los hechos, no a las personas. Recomendó: “Quienes son criticados deberían estar dispuestos a escuchar los comentarios para corregir, no por críticas que desanimen u odien” (7). Por lo tanto, cada cuadro y militante debe examinarse, “autoevaluarse y autocorregirse” diariamente para perfeccionar su personalidad y progresar. La autoevaluación y la autocorrección son la valentía cultural de los comunistas que se atreven a identificar al “enemigo en sus corazones” al que deben enfrentar y erradicar. Esta es una batalla dura que requiere que cada cuadro y militante sea persistente y valiente para superarla.

La educación tiene un impacto desde la perspectiva cultural, para que cada cuadro y militante difunda el amor y el compañerismo. El espíritu de humanidad es la naturaleza de nuestro Partido, y también la arteria del marxismo-leninismo y el pensamiento Ho Chi Minh. Esta es la base lógica interna para que el Presidente Ho Chi Minh generalice: “Comprender el marxismo-leninismo es vivir juntos con empatía y apoyo mutuo. Con tantos libros que memorizan, si viven sin amor, ¿cómo pueden decir que entienden el marxismo-leninismo?”(8).

La educación de la moral revolucionaria debe asociarse a la lucha contra el individualismo, “el enemigo que no lleva espada ni pistola” pero fácilmente conduce a la gente cuesta abajo. Desde la práctica del liderazgo, el Presidente Ho Chi Minh advirtió: “Un pueblo, un partido y cada persona, ayer fue grande, tuvo gran atracción, no significa que hoy y mañana seguirán siendo amados y alabados, si los corazones ya no son puros, si caen en el individualismo”(9).

En tercer lugar, es preciso centrarse en formar un contingente de cuadros “talentosos y virtuosos”, con el deseo de contribuir.

El Presidente Ho Chi Minh resumió: los cuadros son la raíz de todos los trabajos, “el éxito o el fracaso de un trabajo dependerá de la calidad de sus cuadros””(10). La eficiencia de la cultura en la construcción y rectificación del Partido es alta o baja dependiendo de la calidad de sus cuadros y comités partidistas. En el contexto actual, los cuadros deben estudiar constantemente para mejorar sus cualidades, temperamento, conocimientos y visión dialéctica en aras de poder resolver los problemas planteados en la práctica y ser capaces de construir la organización de manera efectiva. 

Los cuadros deben ser conscientes de la importancia del factor cultural, porque es el sistema regulatorio para mejorar la conciencia, la conducta, la capacidad de organizarse y actuar por el bien del Partido, del colectivo y del pueblo. Cuanto más alto es el cargo, más ejemplar debe ser un cuadro. La ejemplaridad es el criterio y el parámetro de la cultura de cada cuadro. Por lo tanto, resulta necesario “dar importancia a la educación política e ideológica, elevar el sentido de responsabilidad, la autoestima y el honor de los cuadros para formar una cultura que renuncia a acciones de “comprar” cargo y poder”(11).

Para formar un contingente de cuadros “talentosos y virtuosos”, mejorar el profesionalismo y la capacidad de trabajar en el contexto de integración internacional, cada cuadro y militante debe esforzarse; renovar fuertemente todas las etapas del trabajo del personal, especialmente la evaluación, capacitación, formación, asignación y empleo racional de los cuadros.

En cuarto lugar, se debe vincular la mejora de la calidad de las reuniones del Partido con el fortalecimiento de la inspección, supervisión, disciplina y control del poder.

Las reuniones del Partido deben ser sustantivas y sistemáticas, asegurar los principios y ser diversas en contenido y forma. Los miembros de los comités partidistas en la base, especialmente los jefes, deben mejorar el espíritu partidista y la profesionalidad en la dirección de las reuniones, respetar el principio del centralismo democrático, promover la democracia en los debates, en paralelo con el mantenimiento de la disciplina. La promoción de la democracia ayudará a los comités partidistas a tener más información, conocimiento y experiencias para tomar decisiones precisas que reciban el apoyo de las masas. Es necesario crear un espacio cultural en la organización del Partido para que sus miembros contribuyan con opiniones, compartan, se unan y asuman la responsabilidad en el fortalecimiento de la organización.

La inspección y supervisión son funciones de liderazgo del PCV. El Partido afirmó que el liderazgo sin inspección no vale. El Presidente Ho Chi Minh señaló “cuanto más hábil es la inspección, más expuestas son las deficiencias, sin embargo, definitivamente se reducirán” (12). La inspección y supervisión constituyen una herramienta útil para construir y rectificar las filas partidistas, y educar y entrenar a los cuadros y militantes, lo que ayuda a los comités y organizaciones del Partido a promover sus puntos fuertes, superar y prevenir las deficiencias e infracciones. 

Es importante establecer una cultura de inspección que sea justa, objetiva, transparente, educativa y disuasoria, se adecue a las personas y trabajos, no cause injusticia y demuestre comprensión, razón y profunda humanidad. Al mismo tiempo, hay que conceder importancia al seguimiento y control del poder de los cuadros que ocupan cargos clave y trabajan en áreas propensas a incurrir en faltas. El poder debe estar “encerrado” en jaulas de instituciones y mecanismos. Es importante “construir urgentemente mecanismos de prevención y disuasión para controlar la corrupción”(13).

En quinto lugar, resulta indispensable basarse en el pueblo para construir y rectificar el Partido.

El pueblo es la base política del Partido y el Estado de Vietnam. El Presidente Ho Chi Minh enseñó: “Debemos basarnos en las opiniones del pueblo para corregir a nuestros cuadros y organizaciones”(14). Por lo tanto, la construcción y rectificación del Partido en el periodo actual necesita la contribución activa y responsable de los pobladores. “No solo se ven buenas personas y buenas acciones, sino que también se ven malas personas y malas acciones en el Partido(15). El principal factor cultural es la confianza en el poder del pueblo, la propaganda y movilización de las masas para implementar las políticas del Partido y el Estado; el respeto y el espíritu progresista que sabe escuchar, aceptar las sugerencias del pueblo para superar las limitaciones. El establecimiento de un mecanismo para recopilar y recibir opiniones del pueblo es sumamente necesario para construir y rectificar el Partido. Se deben combinar los canales de retroalimentación, por ejemplo, las personas ofrecen sus comentarios y críticas a los cuadros y militantes directamente en conferencias temáticas, a través de buzones u organizaciones representativas, como el Frente de la Patria y las organizaciones de masas. Se trata de una base para que las organizaciones del Partido tengan más información y mejoren la calidad de su liderazgo, organización, educación y formación de cuadros y militantes de manera efectiva, especialmente en medio de los impactos adversos de la economía de mercado en la actualidad.

Cabe afirmar que la presencia de la cultura en la construcción y rectificación del Partido es un requisito objetivo, inherente y normativo. Partiendo del punto de vista de que “El liderazgo del Partido es el factor decisivo para todas las victorias de nuestra revolución”, el secretario general Nguyen Phu Trong enfatizó la necesidad de “prestar atención especial a la construcción y rectificación del Partido, considerándolo como una tarea clave y de vital importancia para el Partido y el sistema socialista (16)./.

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(1) Ho Chi Minh: Obras completas, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, tomo 3, pág. 458
(2) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 1, pág 25
(3) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 12, pág. 403
(4) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 7, pág. 114
(5) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 15, pág. 672
(6) (7) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 5, págs. 279, 272
(8) (9) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 15, págs. 668, 672
(10) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 5, pág. 313
(11) La Resolución No. 26-NQ/TW, del 19 de mayo de 2018, del séptimo pleno del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam del XII mandato sobre centrarse en la construcción de un contingente de cuadros a todos los niveles, especialmente el nivel estratégico, que reúnan cualidades, capacidad y prestigio a la altura de sus responsabilidades
(12) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 5, pág. 327
(13) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam, tomo 2, pág. 146
(14) (15) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibíd., tomo 15, págs. 338, 302
(16) Nguyen Phu Trong: Algunas cuestiones teóricas y prácticas sobre el camino hacia el socialismo en Vietnam. Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2022, pág. 29
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1010 (marzo de 2023)