Construir una clase campesina y una Asociación de Agricultores de Vietnam firmes, por el desarrollo de un país próspero y feliz

LUONG QUOC DOAN
Miembro del Comité Central del Partido Comunista, Secretario de la delegación del Partido en la Unión de Jóvenes Comunistas y Presidente de la Asociación de Agricultores

21:52, 14-12-2023

Revista Comunista - Durante el período 2018-2023, las actividades de la Asociación de Agricultores de Vietnam (AAV) y los movimientos campesinos alcanzaron resultados notables en todos los ámbitos. Ante las nuevas oportunidades y desafíos, la AAV identificó como orientaciones para el período 2023-2028 la construcción de una organización firme con un creciente papel central de la clase campesina en el desarrollo de la agricultura, la economía rural y la modernización de la ruralidad, así como el estímulo a la aspiración de desarrollar una nación próspera y feliz.

El miembro del Buró Político y presidente de la Asamblea Nacional Vuong Dinh Hue, asiste a un concurso de producción sostenible de café en adaptación al cambio climático, que tiene lugar en la comuna de Hua La, en la ciudad de Son La, cabecera de la provincia homónima _Fuente: Agencia Vietnamita de Noticias

Resultados destacados a cinco años de la implementación de la Resolución del VII Congreso Nacional de la Asociación de Agricultores en el mandato 2018-2023

Sobre la agricultura, el campesinado y la ruralidad

La agricultura continuó confirmando su papel fundamental como una de las ventajas que posee el país para garantizar la seguridad alimentaria y como un pilar de la economía. La producción agrícola se expandió en términos tanto de escala como de nivel. La aplicación de alta tecnología y la formación de zonas productivas centralizadas de gran escala generaron productos clave(1), cambiaron y formaron nuevos métodos de producción para impulsar el desarrollo de la industria procesadora y los servicios, además de crear más puestos de trabajo e ingresos para los agricultores. Las exportaciones de productos agrícolas crecieron en términos tanto de volumen y valor como de tasa de productos de alta calidad, lo que colocó a Vietnam entre los principlaes exportadores mundiales de arroz, productos acuícolas y otros rubros(2). Los niveles y la mentalidad productiva de los agricultores mejoraron paso a paso, adaptándose gradualmente a la economía de mercado con orientación socialista.

Los agricultores forman una parte importante de la sociedad, al representar un tercio de la población nacional y el 49,17 por ciento de la rural, con más de nueve millones 100 mil hogares. La clase campesina, con una firme confianza en el liderazgo del Partido Comunista y las políticas del Estado, promovió su papel protagónico en el desarrollo de la agricultura, la economía rural y, particularmente, la modernización de la ruralidad. Participó de forma activa en la reestructuración agrícola, impulsó el papel de la economía familiar y de las granjas, y formó parte de modelos como los grupos cooperativos y las cooperativas, al igual que las conexiones con grandes empresas productoras(3). Al mismo tiempo, llevó la delantera en los movimientos rurales, preservación de la identidad cultural nacional y mantenimiento de la seguridad política y el orden social. Las cualificaciones, niveles de vida, ingresos y empleo de los agricultores mejoraron cada vez más(4).

Las áreas rurales registron avances visibles e integrales, confirmando su papel como pilar estratégico en la construcción y salvaguarda de la Patria. La economía rural se siguió desarrollando y reestructurando, con la reducción de la proporción de la agricultura y la subida de las industrias y servicios. Los residentes rurales y agricultores cambiaron paso a paso sus ámbitos laborales, y desarrollaron diversas actividades comerciales y servicios auxiliares a la producción y la vida. La construcción de la nueva ruralidad se convirtió en un movimiento extensivo con importantes resultados(5), mientras que las infraestructuras socioeconómicas y ambientales se fortalecieron en términos tanto de calidad como de cantidad, gracias a lo cual la fisonomía de las áreas campestres mejoró cada vez más, las condiciones de vida de la población se elevaron y se redujeron la pobreza y las brechas de desarrollo entre las zonas urbanas y rurales.

Sobre las actividades de la Asociación de Agricultores y los movimientos campesinos

Las actividades de la AAV y los movimientos campesinos en el período concluyeron básicamente, con la mayoría de los objetivos cumplidos o sobrecumplidos atendiendo a lo planteado en el VII Congreso Nacional de Agricultores. El contenido y la forma de operar de las filiales de la AAV se renovaron, centrándose más en el nivel de base. Al mismo tiempo, los movimientos campesinos alcanzaron resultados prácticos.

Las actividades de sensibilización política e ideológica se realizaron de manera acelerada, amplia, profunda y oportuna. El aparato y el contingente de cuadros de la AAV se perfeccionaron para incrementar su eficiencia, en paralelo con la calidad de sus miembros. La inspección, supervisión y aplicación de sanciones disciplinarias se ejercieron con seriedad en consonncia con las normas, mientras que las actividades de reconocimiento a los ejemplos destacados se renovaron. El protagonismo de la AAV en la construcción de la clase campesina se confirmó cada vez más, contribuyendo a mejorar la conciencia política, los niveles y técnicas de producción y las condiciones de vida de los agricultores.

Los movimientos de emulación patriótica lanzados por la AAV atrajeron una amplia participación de los funcionarios y agricultores miembros y tuvieron efectos prácticos, contribuyendo al desarrollo socioeconómico y la reducción sostenible de la pobreza. Las actividades de consulta, servicios, asistencia, formación profesional y desarrollo de modelos económicos -entre ellos las cooperativas y grupos cooperativos- se impulsaron, lo que contribuyó a transformar la estructura económica y laboral, y mejorar las condiciones de vida. El papel central de la AAV en los movimientos campesinos para el desarrollo de la economía agrícola, la construcción de la nueva ruralidad y la protección ambiental resultó cada vez más evidente.

Al mismo tiempo, la AAV incrementó su participación en la supervisión con retroalimentación social, la garantía de la defensa y seguridad, las relaciones exteriores y la cooperación internacional. En esas actividades, alcanzó resultados positivos, contribuyendo a confirmar su papel en el sistema político y fortalecer su reputación y posición ante los amigos y socios internacionales.

Construir una clase campesina y la Asociación de Agricultores de Vietnam firmes para satisfacer las necesidades y tareas en el nuevo período

Se prevé que para 2028, la población de Vietnam alcance las 102 millones 300 mil personas, entre ellas 58 millones en las áreas rurales. Los agricultores representarán apenas el 20 por ciento de la fuerza laboral. El período de la estructura demográfica ideal se acortará a medida que la fuerza laboral tienda a envejecer. Una parte de los trabajadores poco calificados que abundan en las áreas urbanas y parques industriales retornarán a las áreas rurales para buscar medios de subsistencia en la agricultura. Las brechas de niveles de ingresos, medios de vida y oportunidades de desarrollo entre las clases dentro del estrato campesino y entre los estratos en la sociedad rural se profundizarán cada vez más. Eso, junto con la insuficiencia de los puestos de trabajo, la evolución compleja e impredecible del cambio climático y los efectos negativos del ciberespacio ha tenido y seguirá teniendo impactos en los agricultores y la sociedad rural.

Esa situación creará tanto oportunidades como desafíos para el desarrollo de la agricultura, la ruralidad, la clase campesina y la AAV, obligando a sus miembros al perfeccionamiento para poder cumplir los requisitos y exigencias en la nueva coyuntura, con soluciones sincrónicas y drásticas en el futuro cercano.

Primero, construir una Asociación de Agricultores firme y transparente.

Resulta esencial intensificar la sensibilización política e ideológica para hacer llegar de manera oportuna a los funcionarios, miembros y agricultores los lineamientos y resoluciones del Partido, las políticas y leyes del Estado, particularmente sobre la agricultura, el campesinado y la ruralidad. Además, hay que acelerar el aprendizaje y la aplicación del pensamiento, la ética y el estilo de Ho Chi Minh; difundir la tradición y la historia de la nación a los miembros y agricultores; diversificar y hacer que el contenido y las formas de concientización sean más llamativos y persuasivos.

Otras tareas a acometer incluyen perfeccionar, racionalizar y optimizar el aparato de las filiales de la AAV; construir un contingente de cuadros con suficiente capacidad y cualidades para cumplir las tareas asignadas; desarrollar y mejorar la calidad de los miembros.

Al mismo tiempo, resulta necesario continuar renovando el contenido, la forma, calidad y eficiencia de las actividades de las filiales, sobre todo en el nivel de base. Hay que promover el papel proactivo y creativo de los dirigentes de las filiales en la organización del movimiento campesino en cada localidad; acelerar la transformación digital para elevar la eficiencia operativa de la AAV; renovar y diversificar las formas de movilizar a los agricultores; mejorar las condiciones económicas y culturales para los miembros y agricultores, y resolver de manera oportuna las dificultades y problemas emergentes en la vida social. Además, hace falta continuar agilizando los movimientos de emulación para estimular la participación de los miembros y agricultores en la producción y los negocios.

Segundo, formar  al agricultor vietnamita civilizado y desarrollado en todos los aspectos.

Resulta crucial fortalecer la conciencia política, los conocimientos legales, la responsabilidad social, el orgullo nacional y la aspiración de los agricultores a desarrollarse. Hay que estimular el patriotismo, la voluntad de autosuficiencia, autodeterminación y resiliencia, la creatividad y la aspiración de los miembros y campesinos a enriquecerse de manera legal; promover la unidad, la simpatía y asistencia mutua y la laboriosidad en el desarrollo de la agricultura, la economía rural y la nueva ruralidad.

Es preciso intensificar la formación, capacitación y perfeccionamiento de conocimientos, niveles de educación, habilidades y el pensamiento de cooperación y conexión de los agricultores en la producción y los negocios. Las filiales de la AAV necesitan incrementar las actividades de capacitación para difundir a sus miembros conocimientos sobre la economía agrícola desde el enfoque de la cadena de valor de los productos, así como sobre la agricultura ecológica, orgánica, circular, inteligente y precisa; la seguridad laboral, la protección ambiental y el uso correcto de la maquinaria, los fertilizantes y sustancias químicas en la producción; los avances científico-técnicos, y la economía, el mercado, la ley, la transformación y la economía digitales. También hay que equipar a los agricultores con técnicas de producción, mercadeo, ventas, uso de la tecnología de la información y los servicios públicos; además de mejorar su capacidad para participar en el mercado y la integración internacional, así como las habilidades administrativas de los miembros, campesinos, dueños de granjas y cooperativas.

Resulta fundamental estimular a los miembros y agricultores a practicar un estilo de vida civilizado, construir comunidades residenciales avanzadas, preservar y desarrollar la cultura tradicional. También hay que coordinar con las autoridades e instituciones la conservación y el desarrollo de los oficios tradicionales típicos de cada región, en paralelo con la protección del medioambiente, y alentar la participación de la comunidad en la preservación de los patrimonios culturales locales.

Al mismo tiempo, hay que estimular a los campesinos a participar en la implementación de las políticas y programas de seguridad social, atención de salud, educación y formación, cultura y deportes en las comunidades rurales. También resulta importante su participación en el seguro médico y social voluntario, además de incentivar su integración al mecanismo de seguro agrícola para mejorar su adaptación y resiliencia ante los riesgos de desastres naturales y epidemias.

Tercero, promover el papel central de los agricultores en el desarrollo de la agricultura, la economía rural y la construcción de la nueva ruralidad.

Hace falta impulsar el movimiento de emulación entre los agricultores para elevar la eficiencia de la producción y los negocios y estimular la asistencia mutua al servicio del enriquecimiento legítimo y la reducción sostenible de la pobreza. En ese sentido, hay que alentar a los agricultores destacados a desempeñar mejor su protagonismo en el desarrollo de la agricultura y la ruralidad y en el impulso de la conectividad en la comunidad campesina, así como a ayudar a otras personas a optimizar sus actividades económicas, incrementar los ingresos, escapar de la pobreza y enriquecerse de manera legítima. Además, resulta importante organizar balances para extraer experiencias en la realización de las actividades de las filiales de la AAV y honrar de manera oportuna a los individuos y colectivos destacados en los movimientos de emulación.

Otras tareas incluyen movilizar la participación de los agricultores en los programas de objetivos nacionales en el período 2021-2025 y hasta 2030 elaborados por el Gobierno, los ministerios, las agencias y filiales de la AAV sobre la construcción de la nueva ruralidad, la reducción sostenible de la pobreza y el avance socioeconómico de las comunidades minoritarias y remotas; incrementar el apoyo para que los miembros y campesinos participen en la reestructuración de la agricultura, el progreso de la economía rural, la modernización de las áreas campestres, la adaptación al cambio climático y el enfrentamiento a desastres naturales; proteger el medioambiente; e impulsar los modelos de reducción de la pobreza, diversificación de los medios de subsistencia y mejora de la calidad de vida y los índices de desarrollo humano de las minorías étnicas, especialmente en las localidades menos favorecidas.

Además, hay que apoyar el desarrollo de nuevos modelos de producción agrícola, de conexión y cooperación basados en las cadenas de valor, y de negocios efectivos en la agricultura y la ruralidad. Resulta fundamental impulsar la aplicación piloto de nuevos modelos de producción, tales como la agricultura ecológica, verde, orgánica, circular, inteligente y de alta tecnología; así como la combinación con la industria (procesamiento y reciclaje de productos de desecho y subproductos agrícolas) y con los servicios (turismo experimental, protección ambiental y negocios de productos agrícolas).

Hay que promover la participación de los miembros y agricultores en el desarrollo de la economía colectiva en la agricultura y la ruralidad, tales como las cooperativas y grupos cooperativos que aplican alta tecnología y digitalización. Al mismo tiempo, hace falta aplicar de forma piloto las cooperativas y grupos cooperativos -cuyo establecimiento es instruido por las filiales de la AAV- para crear las conexiones de producción basadas en la cadenas de valor, la aplicación de alta tecnología y la transformación digital; además de evaluar y multiplicar esos modelos.

Cuarto, impulsar los servicios, el asesoramiento y el apoyo al desarrollo de la producción y los negocios.

Resulta importante un mayor apoyo a la promoción y la venta de los productos agrícolas, mediante las actividades de conexión con los mercados y participación en ferias y exposiciones, la creación de vínculos con los sistemas de distribución, el asesoramiento sobre la construcción de la marca y la indicación geográfica de los productos, el establecimiento de códigos de áreas de plantación y de instalaciones de envasado, el registro y protección de marcas, la trazabilidad y control de la higiene alimentaria.

Es necesaario abastecer de equipos e insumos agrícolas a los campesinos. Las filiales de la AAV deben coordinar con las autoridades e instituciones el asesoramiento y el suministro de servicios para que los miembros y agricultores adquieran y apliquen equipos mecánicos e invernaderos avanzados, graneros para ganado y la acuicultura moderna asociada con un proceso de producción de alta tecnología que garantice la higiene alimentaria.

Hace falta intensificar la capacitación y formación profesional para los miembros y agricultores, en paralelo con la creación de puestos de trabajo para satisfacer la demanda de la fuerza laboral en el mercado, las empresas y cooperativas, así como para facilitar la transformación de las estructuras laboral y económica rural de cada región. Además, hay que renovar el contenido y diversificar las formas de capacitación, incrementando la práctica asociada a modelos reales, el aprendizaje en línea y de campo, el estudio e intercambio de experiencias.

Otras tareas importantes incluyen mejorar la eficiencia de la provisión de crédito y financiamiento a los agricultores, continuar renovando y optimizar la operación de los fondos de apoyo a los campesinos, así como desarrollar las fuentes de capital de esas instituciones en todos los niveles. 

Asimismo, hay que aumentar la consultoría, la difusión de conocimientos legales y la asistencia jurídica a los agricultores en diversas formas y medidas, adecuadas a cada grupo de involucrados y regiones. De esa manera, podrán comprender con exactitud la ley para participar con eficiencia en empresas conjuntas, asociaciones y modelos de cooperación, con sus derechos e intereses legítimos protegidos. Además, se debe proporcionar información, servicios de consultoría y apoyo legal para garantizar la seguridad e inocuidad alimentaria.

Resulta crucial intensificar la transferencia de alta tecnología y nuevas técnicas a los miembros y agricultores; además de aplicar los últimos avances científico-técnicos y nuevas tecnologías de punta en la producción, conservación y procesamiento de productos agrícolas y la gestión de la higiene alimentaria; promover el papel de la AAV como puente entre el Estado, los científicos, las empresas y los agricultores para agilizar la transferencia científico-tecnológica, especialmente de alta tecnología, la biotecnología y tecnologías amigables con el medioambiente en la producción agrícola, el procesamiento de alimentos y la transformación digital para los agricultores.

Quinto, participar en el fortalecimiento de las filas partidistas, la construcción de un sistema político sólido y la promoción de la gran unidad nacional.

Las filiales de todos los niveles deben desempeñar bien el papel representativo de la clase campesina en la elaboración de los documentos y resoluciones del Partido, las políticas y leyes del Estado, mediante la participación proactiva y directa en la redacción de los contenidos relacionados con la agricultura, los agricultores, la ruralidad, las funciones y tareas de la AAV. En ese sentido, hay que renovar la recopilación de opiniones y aspiraciones de los agricultores siguiendo de cerca y despertando su conciencia como dueños de la nación. En concreto, se puede llevar a cabo diálogos directos, foros y contactos organizados para escuchar las opiniones de los miembros y agricultores; comprender de manera proactiva y rápida las cuestiones prácticas planteadas durante su participación en el desarrollo socioeconómico y la modernización rural en aras de ofrecer propuestas en la elaboración, modificación, complementación y perfeccionamiento de las políticas y leyes; y hacer que los temas de supervisión y retroalimentación social se conviertan en actividades obligatorias y regulares de las filiales.

Resulta importante mejorar la calidad y eficiencia de la supervisión y retroalimentación social, además de continuar aplicando con seriedad las directivas del Secretariado del Comité Central del Partido y las normas del Buró Político sobre esas actividades del Frente de la Patria de Vietnam y las organizaciones sociopolíticas. Se debe promover el papel y optimizar las actividades de supervisión y crítica de las filiales en todos los niveles, especialmente sobre los contenidos relacionados con la agricultura, los agricultores y la ruralidad.

De igual modo, hay que implementar con eficiencia los programas de coordinación entre las filiales de la AAV y las autoridades del mismo nivel, agencias, organizaciones y empresas para apoyar los movimientos campesinos y el fortalecimiento de la alianza de los obreros-agricultores-intelectuales, promoviendo la cooperación y conexión entre los campesinos y otros estratos en el deasarrollo de producción y negocios.

Sextoparticipar en la garantía de la defensa y seguridad e impulsar la cooperación internacional y la diplomacia popular.

Resulta necesario intensificar la sensibilización a los funcionarios, miembros y agricultores sobre las tareas de defensa y seguridad nacional, las tradiciones revolucionarias, la vigilancia ante los complots de sabotaje de las fuerzas hostiles contra el Partido y el Estado. Asimismo, hay que implementar bien la política de "retaguardia del ejército" y las actividades de agradecimiento a las personas con méritos revolucionarios, al igual que difundir la tradición “Al beber agua, se recuerda el manatial”  entre las jóvenes generaciones.

Hay que promover la coordinación de los miembros y agricultores en las actividades de patrullaje fronterizo, suministro de información y denuncia de criminales; así como su participación en los equipos mediadores y de autogestión comunitaria, brigadas anticriminales y grupos para difundir conocimientos legales, contribuyendo a mantener la seguridad política y garantizar el orden social en las zonas rurales y fronterizas.

Las filiales de la AAV deben fortalecer el liderazgo, el asesoramiento, la coordinación y participación proactiva en las actividades de relaciones exteriores y de integración internacional. En ese sentido, pueden tomar la iniciativa para organizar eventos, participar en foros internacionales y actividades de promoción de exportaciones de bienes agrícolas; llevar a cabo la formación y transferencia tecnológica para mejorar las habilidades de los agricultores; atraer una variedad de recursos para apoyar los programas y proyectos sobre la agricultura, el campesinado y la ruralidad; y coordinar la solución de cuestiones y problemas relacionados con los campesinos en las relaciones internacionales, contribuyendo a mejorar la eficacia de la diplomacia popular en la nueva situación, en sintonía con los lineamientos del Partido.

Se debe continuar ampliando la amistad y cooperación internacional para garantizar la seguridad y la inocuidad alimentarias; así como estudiar e intercambiar experiencias, bienes y productos agrícolas entre los agricultores vietnamitas y extranjeros, especialmente con potencias mundiales y países vecinos como Laos, Camboya y China, lo que contribuirá a ampliar el mercado de productos agrícolas, mantener la paz y proteger la seguridad fronteriza y los intereses nacionales.

Resulta vital intensificar la divulgación de informaciones a los funcionarios, miembros y agricultores -especialmente en las zonas fronterizas e insulares- sobre la política exterior del Partido y el Estado, las cuestiones internacionales y las oportunidades y desafíos de la integración internacional.

Al promover con firmeza las tradiciones patrióticas, el espíritu nacional, la unidad y la creatividad, los cuadros, miembros y agricultores en todo el país podrán aprovechar las oportunidades y ventajas, superarán las dificultades y desafíos para implementar con éxito las orientaciones, objetivos y tareas de la AAV y los movimientos campesinos en el nuevo período, contribuyendo al cumplimiento de la Resolución del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, por un Vietnam próspero y feliz, con un "pueblo rico, un país fuerte, democrático, justo y civilizado"./.
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(1) Al cierre de 2022, Vietnam contaba con ocho mil 689 productos OCOP, principalmente arroz (de los deltas del Río Rojo y del Mekong); café, caucho y pimienta (la Altiplanicie Occidental y el Sudeste del país), anacardo (Sudeste), fruta y verduras, pescados sin escamas y camarones (Delta del Mekong, costa central)...
(2) En 2020, las exportaciones de arroz alcanzaron tres mil 120 millones de dólares; el café, dos mil 740 millones de dólares; el caucho, dos mil 380 millones de dólares; el anacardo, tres mil 200 millones de dólares; y los productos hortícolas, tres mil 270 millones de dólares. En 2021, los envíos de productos agrícolas totalizaron los 48 mil 600 millones de dólares, para un incremento de 14,9 por ciento en comparación con 2020. Esa cifra de 2022 fue de 53 mil 200 millones de dólares, equivalente a un aumento del 9,5 por ciento, de esa suma las exportaciones de camarones alcanzaron cuatro mil 33 millones de dólares; el café, tres mil 940 millones de dólares; el arroz, tres mil 490 millones de dólares; el caucho, tres mil 310 millones de dólares; verduras y frutas, tres mil 340 millones de dólares y anacardo, tres mil 70 millones de dólares.
(3) El país cuenta con 18 mil 945 granjas, con un valor productivo promedio de 138 mil dólares al año. Los ingresos promedio de sus empleados regulares superan los 193 dólares al mes. Además, registra 29 mil 21 cooperativas, entre ellas 19 mil 384 agrícolas, equivalente al 68,8 por ciento del total. Esas instituciones atraen seis millones 400 mil miembros, con dos millones 600 mil trabajadores, y generan ingresos promedio de 141 mil dólares, un incremento de 35 por ciento. Las ganancias promedio alcanzan 14 mil 378 dólares, equivalente a un aumento de 71 por ciento. Los ingresos promedios de sus empleados regulares son de dos mil 200 dólares, un incremento de ocho por ciento en comparación con 2021.
(4) Los ingresos per cápita de las áreas rurales alcanzaron mil 638 dólares en 2020, un aumento de 87 por ciento en comparación con 2015. Asimismo, la tasa de hogares pobres cayó del 10,69 al 4,2 por ciento.
(5) Al cierre de 2022, 18 provincias del país registraron la totalidad de sus comunas reconocidas como nuevas áreas rurales. Cinco provincias (Dong Nai, Nam Dinh, Ha Nam, Hung Yen y Hai Duong) finalizaron la tarea de construcción de nuevas áreas campestres. 255 unidades distritales de 58 provincias y ciudades cumplieron los estándares de nuevas áreas rurales o finalizaron dicha tarea. De las ocho mil 225 comunas, seis mil y nueve fueron reconocidas, lo equivalente al 73,05 por ciento, de ellas 937 cumplieron los estándares elevados y 110 fueron declaradas áreas rurales ejemplares.

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1027 (diciembre de 2023)