Impulsando la renovación del pensamiento y la ética profesional para construir un sistema de salud moderno, justo y eficiente que eleve la calidad de vida de la población y lleve al país hacia la prosperidad y el desarrollo
Editorial: El 24 de febrero de 2025, en la capital Hanoi, el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, To Lam, presidió una reunión con el Ministerio de Salud, en la cual felicitó al sector con motivo del 70.º aniversario del Día del Médico de Vietnam (27 de febrero de). La Revista Comunista tiene el honor de presentar a los lectores el texto íntegro del importante discurso pronunciado por el líder partidista durante esta reunión.
El secretario general To Lam visita la Sala de Tradiciones del Ministerio de Salud _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias
Hace 70 años, el 27 de febrero de 1955, el Presidente Ho Chi Minh envió una carta al sector sanitario con profundas enseñanzas. En ella, instruyó a los trabajadores de la salud a interiorizar la máxima “El médico debe ser como una madre cuidadosa” y pidió al Gobierno “construir un sistema de salud adecuado a las necesidades de nuestro pueblo”, que “debe basarse en los principios científico, nacional y popular”. Desde entonces, el 27 de febrero se convirtió en el Día del Médico de Vietnam. Las enseñanzas del Tío Ho se han convertido en la brújula de acción para los dirigentes, las generaciones de médicos y en el principio rector de todo el sector sanitario a lo largo de siete décadas.
Tras 70 años de construcción, esfuerzo, dedicación y crecimiento, el sector de la salud de Vietnam ha logrado grandes avances tanto en cantidad como en calidad, satisfaciendo la creciente demanda de atención médica y de servicios de diagnóstico y tratamiento de la población. Vietnam ha sido altamente valorado por la comunidad internacional por su cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas en el sector, con varios indicadores del sistema sanitario y de la salud pública superiores a los de muchos países con un nivel de desarrollo similar. El sistema de salud de Vietnam se ha consolidado y ampliado de manera constante, desde el nivel central hasta el local; desde las zonas urbanas hasta las montañosas, insulares, desfavorecidas y remotas. Las calificaciones profesionales, la capacidad investigadora y las competencias prácticas del personal médico han mejorado progresivamente, junto con los equipos, la maquinaria médica y fármacos cada vez más modernos y avanzados. La capacidad actual del sector no solo satisface las necesidades de atención sanitaria de la población, sino que también contribuye de manera significativa al desarrollo de la medicina mundial. El sector de la salud vietnamita reafirma cada vez más su papel en la colaboración para resolver los desafíos sanitarios globales.
Las grandes contribuciones del sector a la causa del cuidado de la salud del pueblo y al desarrollo nacional han sido reconocidas por el Partido y el Estado con altas distinciones. Miles de médicos han sido honrados con los títulos de Héroe del Trabajo, Héroe de las Fuerzas Armadas Populares, Combatiente Nacional de Emulación, Médico del Pueblo, Maestro del Pueblo, Médico Sobresaliente, Maestro Sobresaliente… Junto a estos nobles títulos, lo más importante es la confianza y el agradecimiento del pueblo hacia el equipo de galenos, que no han temido a las dificultades ni los sacrificios, y se han entregado por completo a la causa de la salud comunitaria. No es casualidad que la sociedad utilice las palabras “Maestro” o “Madre” para quienes contribuyen al sector de la salud.
Al mirar la historia de la medicina vietnamita, podemos afirmar que la medicina tradicional está estrechamente vinculada al proceso de construcción y defensa del país. Desde la época de los Reyes Hung, los vietnamitas han utilizado hierbas, la acupuntura y remedios populares para tratar enfermedades. Durante las dinastías Ly y Tran, se estableció el Instituto Médico Imperial para tratar enfermedades y realizar investigaciones médicas. El célebre médico Tue Tinh (siglo XIV) fue quien sentó las bases de la medicina tradicional con la filosofía de “Una medicina para tratar al hombre”, mientras que Hai Thuong Lan Ong - Le Huu Trac (siglo XVIII) se hizo famoso por obras como Linh Nam ban thu (Herbolario de Linh Nam) e Y tong tam linh (Compendio fundamental de la medicina). En la era moderna, contamos con el Instituto Pasteur de Saigón (1891), el Instituto Pasteur de Nha Trang (1895), el Hospital Cho Ray (1900), el Hospital Viet Duc (1904), el Hospital Bach Mai (1911)…
El moderno sector de la salud vietnamita se formó y desarrolló con fuerza durante los años difíciles del país. Cuando la guerra de resistencia contra el colonialismo francés y, posteriormente, contra Estados Unidos entraron en períodos de gran intensidad, el equipo de médicos se convirtió en uno de soldados en la primera línea, atendiendo a los combatientes heridos, los enfermos y las víctimas de la guerra. Frente a la escasez generalizada, médicos, enfermeras y personal sanitario establecieron hospitales de campaña en medio de los bosques, en grutas, sótanos y en los lugares más complejos. Numerosos ejemplos de médicos durante la guerra se han convertido en símbolos del coraje, el espíritu indomable y la inteligencia del pueblo vietnamita. El doctor Dang Van Ngu, quien falleció en el camino al frente, investigó el control de la malaria para los soldados. El profesor, doctor Ton That Tung, con su célebre método de cirugía hepática, salvó a miles de soldados heridos. La mártir y doctora Dang Thuy Tram se convirtió en un símbolo y en el orgullo de toda una generación que tomó las armas en una etapa inolvidable de la historia nacional. Las imágenes de médicos y enfermeras cargando a los heridos en medio de las balas, operando en condiciones de grave escasez de equipamiento o aceptando sacrificios para proteger a los pacientes, han quedado profundamente grabadas en la memoria de muchas generaciones.
A pesar de las duras condiciones de la guerra, en las que muchos centros de salud y hospitales se convirtieron en blancos de ataque, el sector de la salud logró mantener la atención sanitaria para la población, la prevención y el control de epidemias, y garantizar la salud de las fuerzas armadas, contribuyendo de manera importante al triunfo de la resistencia por la independencia.
Tras la reunificación total del país en 1975, el sector entró en una nueva etapa con grandes desafíos. Sin embargo, gracias a la determinación del Partido y del Estado, junto con su esfuerzo constante, Vietnam construyó paulatinamente un sistema sanitario integral, centrado en la población y garantizando el derecho de todos los ciudadanos a recibir atención médica.
Al entrar en el período de Renovación (Doi Moi), el sector de la salud también ha realizado cambios importantes para mejorar la calidad del servicio y garantizar la equidad en la atención sanitaria. Una de las reformas más relevantes fue la introducción del sistema de seguro de salud en 1992, marcando un paso importante para reducir la carga de los costos de examen y tratamiento médico para la población. De un modelo de seguro de salud voluntario, en la actualidad la tasa de participación en el seguro médico ha alcanzado más del 94% de la población, contribuyendo a garantizar que todas las personas tengan derecho a acceder a los servicios sanitarios con un costo razonable.
Además, se ha promovido la política de socialización de la atención sanitaria, lo que permite el desarrollo de hospitales privados en paralelo con el sistema público, creando un entorno competitivo saludable y mejorando la calidad de los servicios de diagnóstico y tratamiento médico. Los hospitales privados y los hospitales internacionales están apareciendo cada vez más, contribuyendo a reducir la carga de los establecimientos de salud públicos, especialmente en las grandes ciudades.
En las últimas décadas, el sector de la salud de Vietnam ha logrado avances significativos en la mejora de la calidad del tratamiento, la aplicación de alta tecnología y el desarrollo de la medicina moderna. Hospitales del nivel central como Viet Duc, Bach Mai, Cho Ray, Hue, 108… han dominado muchas técnicas médicas avanzadas. Los galenos han realizado con éxito complejos trasplantes de órganos, como trasplante de riñón, hígado, corazón y pulmón, ayudando a salvar la vida de numerosos pacientes con enfermedades graves. La cirugía robótica se ha implementado en los campos de cirugía, urología, neurología y oncología, contribuyendo a mejorar la precisión de los tratamientos. La tecnología de células madre se aplica eficazmente para tratar diversas enfermedades de la sangre, lesiones de la médula espinal, cirrosis y cáncer.
El sector de la salud también ha logrado importantes avances en la mejora de la esperanza de vida y la calidad de vida de la población. La esperanza de vida promedio de los vietnamitas ha ido aumentando de manera constante, pasando de aproximadamente 38 años en 1945, a 60 años en el período 1975-1980, hasta alcanzar actualmente un promedio de 74,5 años.
Junto con el desarrollo del sistema de salud, se ha puesto especial atención en la formación y mejora de la calidad de los recursos humanos médicos, lo que ha permitido que Vietnam cuente con un equipo de galenos y especialistas de nivel internacional. Universidades médicas de referencia, como la Universidad de Medicina de Hanoi, la Universidad de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh, la Universidad de Medicina y Farmacia de Hue… innovan constantemente sus programas de formación, fortalecen la práctica clínica y acceden a avances médicos de vanguardia. Los doctores vietnamitas de hoy poseen las mismas cualificaciones profesionales que sus homólogos internacionales y pueden realizar técnicas médicas avanzadas comparables a las de los países desarrollados. Muchos han publicado trabajos de investigación valiosos, altamente valorados por la comunidad médica mundial.
Sin embargo, además de los logros alcanzados, el sector de la salud vietnamita enfrenta numerosos desafíos, que requieren de una fuerte innovación para garantizar el objetivo de brindar atención médica a toda la población en la nueva coyuntura. Estos desafíos no provienen únicamente de factores internos del sector, sino también de factores económicos, sociales y tecnológicos.
Uno de los mayores desafíos del sector es llevar a cabo la tarea de cuidar la salud del pueblo y la salud comunitaria, creando recursos humanos de alta calidad para la sociedad y garantizando una vida sana y feliz para toda la población. Todos reciben atención médica para lograr el deseo de prolongar la vida y gozar de buena salud, en una sociedad sana, sin epidemias ni peligros. Este es el objetivo del Partido, del sistema político y también el anhelo del pueblo: esforzarse por alcanzar una esperanza de vida promedio de 80, 90 e incluso 100 años.
El sector de la salud no se limita únicamente a la atención médica, sino que también abarca la prevención de enfermedades. Aunque existe trabajo en medicina preventiva, este aún no ha cumplido con las expectativas. A través de la prevención de la epidemia de COVID-19 y de otras epidemias recientes, el sector de la salud ha mostrado limitaciones en el trabajo de prevención, especialmente en medicina preventiva. Es necesario enfocarse en la evaluación para extraer lecciones en la dirección y el trabajo profesional. Además, la prevención de enfermedades comunes (cáncer, enfermedades cardiovasculares, endocrinas, hepáticas, pulmonares, etc.) también enfrenta muchas dificultades que deben superarse pronto.
Asimismo, la protección del medio ambiente, la práctica regular de ejercicios físicos y la atención de la salud para los grupos vulnerables (adultos mayores, niños, mujeres, personas con discapacidad, personas pobres, huérfanos, personas sin hogar, etc.) aún no reciben la debida atención. El control de los alimentos, la higiene alimentaria, la adopción de regímenes nutricionales preventivos frente a los riesgos, así como los chequeos médicos periódicos para la población, aún no se han abordado de manera seria. Las enfermedades deben ser tratadas antes de volverse crónicas. La labor de divulgación sobre la prevención de enfermedades entre la población y la educación sanitaria comunitaria para que cada persona pueda prevenir enfermedades y fortalecer su resistencia sigue siendo limitada.
Segundo, la cuestión de la ética médica en el sector es una exigencia que requiere atención y solución. Todavía existen profesionales de la salud que carecen de honestidad en el ejercicio de la profesión, incluso con una pobre ética profesional, mostrando falta de responsabilidad hacia los pacientes, discriminación en la atención y el tratamiento, indiferencia ante el sufrimiento humano, búsqueda de beneficios personales y priorizando el interés material por encima del deber como médico. Persiste la duda sobre si aún existen profesionales sin títulos válidos, que persiguen logros formales, roban temas o trabajos de investigación de colegas y solo se preocupan por sus propios intereses... lo más peligroso es olvidar las enseñanzas del Tío Ho dirigidas a los cuadros del sector sanitario.
Tercero, el sistema de atención primaria de salud aún presenta numerosas limitaciones y deficiencias, lo que afecta considerablemente la calidad de la atención médica. La inversión destinada al sistema de salud de base no satisface las necesidades reales; muchos puestos de salud comunales y centros médicos distritales carecen de instalaciones adecuadas y equipos modernos; la escasez de medicamentos y suministros médicos sigue afectando esa labor, especialmente en las zonas rurales y montañosas. La atención primaria enfrenta constantemente la falta de médicos y de personal. Algunas regiones con condiciones difíciles todavía encuentran obstáculos en la implementación del programa de vacunación ampliada debido a la complejidad del terreno y a las limitaciones en cuanto al personal sanitario. La debilidad del sistema de salud de base provoca, en consecuencia, la sobrecarga en los hospitales públicos de nivel superior.
Cuarto, aunque ya cuenta con un sistema de formación médica desarrollado, el sector de la salud todavía enfrenta la escasez de personal y de determinadas especialidades, sobre todo en las zonas remotas y de difícil acceso. Los ingresos del personal sanitario, sobre todo en los hospitales públicos, siguen siendo bajos en comparación con la carga de trabajo y el nivel de riesgo. Esto provoca que muchos médicos y enfermeras con talento se trasladen al sector privado o al extranjero para trabajar. Las localidades en áreas apartadas, remotas o insulares tienen dificultades para atraer y retener al personal sanitario. La capacidad profesional muestra grandes disparidades entre los diferentes niveles del sistema. Desde hace décadas se ha reconocido claramente que “la medicina es una profesión especial, que requiere selección, formación, empleo y remuneración especiales”; sin embargo, hasta hoy, solo se ha logrado una selección y formación especiales, sin alcanzar aún un régimen de empleo y remuneración verdaderamente especial.
Quinto, recientemente, muchos hospitales públicos han enfrentado dificultades en los procesos de licitación para la compra de medicamentos, equipos y suministros médicos. La causa principal radica en que el mecanismo de licitación aún presenta numerosas deficiencias, lo que provoca que ciertos medicamentos esenciales no puedan adjudicarse debido a precios demasiado bajos o a la falta de participación de los proveedores. La escasez de medicamentos, en particular los fármacos raros o de nueva generación, provoca que los pacientes no puedan acceder a ellos, tengan que esperar o incluso buscarlos por su cuenta a precios más altos, ya sea mediante encargos personales o a través de productos traídos de manera informal del extranjero. En algunos hospitales, las infraestructuras se han deteriorado sin recibir la inversión oportuna, afectando gravemente el entorno laboral de los médicos y personal sanitario, así como las condiciones de atención a los pacientes. Muchos equipos médicos avanzados y modernos no están disponibles en los hospitales públicos debido a las restricciones impuestas por los reglamentos de licitación o por determinadas disposiciones administrativas.
La aplicación de la tecnología y la digitalización en la salud también avanza lentamente. Aunque la sanidad mundial está transitando rápidamente hacia la atención médica inteligente y la digitalización de las historias clínicas, en Vietnam la transformación digital en el sector sigue enfrentando numerosos obstáculos. Las historias clínicas electrónicas y la telemedicina aún no se han implementado de manera generalizada, y muchos hospitales continúan utilizando documentación en papel. La infraestructura tecnológica para sincronizar los datos de salud a nivel nacional sigue siendo insuficiente; todavía no existen políticas que incentiven con fuerza a las empresas emergentes de tecnología médica, y la aplicación de los avances tecnológicos en la atención y el tratamiento de los pacientes es aún limitada.
Para hacer frente a los desafíos que enfrenta actualmente el sector de la salud y en los próximos años, además de continuar implementando de manera efectiva las resoluciones del Partido en el ámbito de salud, quisiera destacar los siguientes doce puntos:
Primero, es necesario renovar el pensamiento sobre el sector. La salud no se limita únicamente a examinar y tratar pacientes; lo más importante es cuidar la salud de las personas para prevenir enfermedades. Se debe priorizar la investigación de medidas preventivas, el fortalecimiento de la salud, el aumento de la esperanza de vida; mejorar las capacidades en salud reproductiva, pediatría y geriatría; reforzar la atención primaria comunitaria; y aumentar el número de ciudadanos que acuden a los centros de salud para chequeos médicos anuales o semestrales.
Es fundamental concentrarse en eliminar las dificultades, obstáculos y cuellos de botella para que el sector sanitario pueda avanzar, de modo que Vietnam logre “un sistema de salud acorde con las necesidades de nuestro pueblo”, tal como deseó el Tío Ho hace 70 años.
Segundo, es necesario mejorar la ética médica del personal sanitario. Además de cumplir plenamente con las enseñanzas del Tío Ho dirigidas al sector, según las cuales “el médico debe ser como una madre cuidadosa”, cada doctor y trabajador de la salud, además de desempeñar con excelencia su especialidad, debe reforzar su conciencia en el respeto y la protección de la vida y la salud de los pacientes; tratar de manera justa, sin discriminación hacia la condición social del enfermo; respetar los derechos y la dignidad de los pacientes; ser honesto y objetivo en la práctica profesional; formarse continuamente para mejorar sus conocimientos y capacidades; y demostrar responsabilidad hacia la comunidad y la sociedad, para convertirse verdaderamente en una “madre compasiva” a los ojos de los pacientes y sus familias.
Tercero, hace falta consolidar y elevar la calidad del sistema de atención primaria de salud. Es necesario modernizar los equipos e infraestructuras de los centros médicos distritales y de los puestos de salud comunales; garantizar que la atención primaria cuente con suficientes médicos y personal sanitario cualificado, especialmente en las zonas remotas y de difícil acceso; y mejorar constantemente la calidad de los servicios médicos para hacer que la población se atienda en sus localidades en lugar de saturar los hospitales de nivel superior. Al mismo tiempo, se debe aumentar la eficacia de los programas de vacunación y de medicina preventiva, expandir la cobertura del programa ampliado de inmunización y asegurar que todos los niños reciban la vacunación completa. Junto con la tarea de diagnóstico y tratamiento de la población, es necesario reforzar las medidas de prevención y la atención primaria de salud para prevenir las enfermedades.
Hay que reducir la sobrecarga en los hospitales de nivel superior y desarrollar el sistema de hospitales satélite. Es necesario reforzar la formación y la transferencia de técnicas desde los hospitales centrales hacia los hospitales provinciales y distritales; invertir en el desarrollo de centros médicos especializados en las localidades para disminuir la presión sobre los grandes hospitales. Al mismo tiempo, se debe potenciar la aplicación de la tecnología en el diagnóstico y tratamiento, de modo que los pacientes en zonas remotas puedan acceder a médicos especialistas sin necesidad de trasladarse largas distancias; y construir sistemas de consulta médica en línea que apoyen el diagnóstico inicial. Asimismo, resulta fundamental ampliar las modalidades de cooperación público-privada y abrir más espacio a la participación del sector privado en la inversión y construcción de instalaciones sanitarias, hospitales, centros de cuidados... fomentando el desarrollo de hospitales y servicios médicos fuera del sector estatal.
Cuarto, se precisa mejorar las políticas de incentivos y la formación de recursos humanos de alta calidad en el sector sanitario. El Ministerio de Salud debe presentar pronto propuestas concretas para aumentar los salarios y regímenes de subsidios para médicos y enfermeras, especialmente en las zonas de difícil acceso; y brindar apoyo financiero a los estudiantes de medicina que se comprometan a trabajar en los centros clínicos de base tras su graduación. Al mismo tiempo, es fundamental promover la investigación científica y la cooperación internacional; colaborar con organizaciones de salud internacionales para la formación de médicos y la recepción de transferencias de tecnología avanzada; así como facilitar la participación de los médicos en congresos científicos y el intercambio de experiencias con especialistas extranjeros, con el fin de mejorar continuamente su nivel y experiencia profesional.
Quinto, hay que reformar las finanzas sanitarias y garantizar la sostenibilidad del fondo del seguro de salud. Es necesario perfeccionar las políticas de seguro médico para apoyar a los grupos vulnerables, garantizando que los pobres, las personas con discapacidad y los niños cuenten con una cobertura sanitaria integral; al mismo tiempo, se debe mejorar la lista de prestaciones cubiertas por el seguro de salud con el fin de reducir la carga financiera de los pacientes que padecen enfermedades graves.
Sexto, se requiere perfeccionar la legislación sobre la sanidad. Es necesario elaborar una estrategia integral para la atención de la salud individual y comunitaria (elaborando y completando leyes sobre prevención de enfermedades, atención y tratamiento médico, prevención y control de enfermedades infecciosas, medicamentos, medicina tradicional, población, seguridad alimentaria, ejercicio físico y deporte, entre otras). El sector debe completar lo antes posible las normativas relacionadas con la gestión de los servicios médicos y de atención sanitaria; la prevención y el control de epidemias y la salud pública; la gestión de medicamentos, bioproductos y equipos médicos; el seguro de salud y la seguridad social; así como los derechos y obligaciones de los pacientes y del personal sanitario.
Séptimo, hace falta resolver pronto las deficiencias en los procesos de licitación para la compra de medicamentos y equipos médicos. Este no es solo un problema del sector sanitario, sino también de todo el sistema político. La orientación general es que allí donde surjan obstáculos deben superarse de inmediato; si es necesario modificar la ley; y si realmente se requiere un mecanismo especial, entonces establecerlo, con el fin de garantizar el suministro suficiente de medicamentos y materiales médicos, con buena calidad y a precios razonables.
Octavo, se debe seguir desarrollando la medicina tradicional en combinación con la moderna. La medicina tradicional desempeña un papel importante en el cuidado de la salud, especialmente en el tratamiento de enfermedades crónicas y en la rehabilitación. Por lo tanto, es necesario reforzar su papel dentro del sistema sanitario; combinar la medicina tradicional con la moderna en el diagnóstico y tratamiento; intensificar la investigación sobre las recetas populares y elevar el rigor científico de la medicina tradicional; invertir en centros de investigación de medicina oriental, desarrollar métodos terapéuticos eficaces basados en hierbas medicinales; apoyar la formación de especialistas en medicina tradicional y ampliar los modelos de integración entre la medicina oriental y occidental. Muy cerca de nosotros se encuentra un país con gran fortaleza —se puede decir que líder mundial— y muy próximo a la medicina tradicional vietnamita: la “medicina china”, la llamada thuốc Bắc, pero la cooperación entre ambas partes aún sigue siendo limitada.
Noveno, resulta vital reforzar la aplicación de la tecnología digital en la gestión y en la atención médica. Es necesario impulsar la transformación digital en la gestión sanitaria; implementar las historias clínicas electrónicas y sincronizar los datos de salud entre hospitales y centros médicos. Debe potenciarse el uso de la inteligencia artificial (IA) y el big data en el diagnóstico, tratamiento y análisis de tendencias epidemiológicas, al mismo tiempo que se invierte en el desarrollo de software que asista a los médicos en la toma de decisiones terapéuticas, incrementando la precisión en los diagnósticos. Asimismo, se debe promover la aplicación de la IA en el diagnóstico inteligente; los trasplantes de órganos; el desarrollo de la tecnología de células madre; las técnicas de terapia génica; la cirugía robótica; y la tecnología de impresión 3D para personalizar dispositivos médicos orientados a una medicina individualizada.
Décimo, hay que fortalecer la salud comunitaria, la divulgación sobre la prevención de enfermedades entre la población y el desarrollo del movimiento de ejercicio físico. Es necesario alentar a los pobladores a mejorar su condición física y practicar deportes; elevar la calidad de la educación física en las escuelas; construir infraestructuras deportivas comunitarias y promover la participación de la población en actividades físicas. Asimismo, se debe intensificar la labor de comunicación, fomentar los chequeos médicos periódicos y la detección temprana de enfermedades; estimular un estilo de vida saludable y la prevención de dolencias. Cada ciudadano también debe asumir la responsabilidad de elevar su conciencia en la protección de la salud, ejercitarse de manera activa y practicar hábitos de vida sanos.
Undécimo, se debe impulsar la cooperación internacional en la prevención y el control de enfermedades: en el actual “mundo plano”, la cooperación internacional para reforzar la capacidad de control y respuesta ante epidemias, así como en el tratamiento de enfermedades, constituye una parte esencial de la estrategia sanitaria global. Ello implica centrarse en el intercambio de información y datos epidemiológicos (situación de los brotes, origen, evolución, medidas de respuesta, coordinación en la supervisión y alerta temprana...); la cooperación en la investigación científica y el desarrollo de la industria médica; el apoyo financiero y técnico; la colaboración en la producción y distribución de medicamentos y vacunas; así como la elaboración de políticas y marcos jurídicos comunes, y el fortalecimiento de la capacidad de respuesta de emergencia a nivel regional e internacional, con prioridad inmediata en la cooperación con los países de la región y las potencias médicas.
Duodécimo, hay que fortalecer la higiene en el entorno de vida y el fomento de un espíritu sano, sin pesimismo ni actitudes negativas, evitando el consumo de sustancias estimulantes o adictivas. Además del esfuerzo por lograr que todas las familias, barrios y comunidades sean “Luminosos - Verdes - Limpios - Hermosos”, el sector de la salud necesita contar con programas que, en coordinación con otras entidades competentes, contribuyan a educar a la comunidad en la preservación de la higiene en los lugares de residencia y de trabajo; el tratamiento de los desechos; la garantía de fuentes de agua y aire no contaminadas; la seguridad alimentaria y la alimentación sana; el control de insectos y agentes transmisores de enfermedades; así como la mejora de las condiciones de higiene personal y comunitaria.
Proteger, cuidar y mejorar la salud del pueblo no es solo una tarea del sector sanitario, sino también una responsabilidad de cada ciudadano, de todo el sistema político y de la sociedad en su conjunto. Para alcanzar el objetivo de construir un sistema de salud moderno, equitativo y eficaz, se requiere la participación activa de los comités del Partido, las autoridades, el Frente de la Patria de Vietnam, las organizaciones de masas y los distintos sectores, en los que el sector de salud desempeña un papel central. Es necesario movilizar de manera integral todos los recursos, desde el perfeccionamiento de las políticas, la mejora del sistema sanitario de base y la atracción y retribución del personal médico, hasta la aplicación de tecnologías digitales y el impulso de la medicina preventiva.
Con la determinación de todo el Partido y de todo el pueblo, junto con los esfuerzos incansables del sector de la salud, se puede confiar en que este sector continuará desarrollándose con fuerza, contribuyendo a mejorar la calidad de vida del pueblo y llevar al país hacia una era de prosperidad y desarrollo. La existencia y el progreso duradero de Vietnam, así como la salud, la felicidad, la longevidad y el bienestar de su pueblo, dependen de la labor de atención a la salud pública y de la dedicación del sector sanitario. La salud humana es lo más valioso; con salud se tiene todo, y es el mayor anhelo. El primer deseo que las personas se transmiten mutuamente es el de buena salud… y el sector sanitario se honra en asumir la responsabilidad de ser la fuerza principal en la misión de cuidar la salud del pueblo. Una vez más, deseo enviar mis mejores felicitaciones a todos los profesores, médicos, enfermeros y trabajadores de la salud en todo el país. Les deseo siempre buena salud, firmeza y que sigan promoviendo el espíritu de que “el médico debe ser como una madre cuidadosa”, aportando cada vez más a la noble causa de proteger y cuidar la salud de la población.
*Título puesto por la Revista Comunista