Partido Comunista de Vietnam: 95 años a la vanguardia por la Patria y el pueblo
Revisa Comunista - La fundación del Partido Comunista de Vietnam (PCV) en la primavera de 1930 fue un acontecimiento trascendental en la historia de la Revolución y de la nación. Durante los últimos 95 años, el PCV ha dedicado todo su corazón, mente y esfuerzo al servicio de la Patria y el pueblo, dispuesto a aceptar sacrificios y pérdidas, superando con firmeza todos los desafíos y dificultades, forjando una "historia dorada" y abriendo nuevas eras en la historia de la nación. Se trata de una era de la independencia y reunificación del país con la contundente victoria sobre el fascismo, el viejo colonialismo y el neocolonialismo; y una era de paz, construcción del socialismo, renovación e integración global, con grandes logros de trascendencia histórica. Esto constituye la sólida base que infunde gran confianza al PCV para continuar fortaleciendo su temple, inteligencia y combatividad, liderando con firmeza al país hacia una nueva era de desarrollo.
El PCV lidera con firmeza al pueblo de Vietnam en la materialización del anhelo de la independencia, libertad y construcción del socialismo
Casi un siglo atrás, el mundo se vio sumido en una grave crisis económica. El imperialismo propagó la opresión y la explotación, haciendo miserable la vida de los trabajadores en todo el mundo. El conflicto entre los pueblos colonizados y el colonialismo se intensificó. Los movimientos de liberación nacional se desarrollaron con fuerza en los países colonizados, incluido Vietnam. Sin embargo, las sucesivas luchas en el país fueron hundidas en sangre por los gobiernos coloniales y feudales. En ese panorama, la fundación del PCV fue el resultado de la aplicación creativa del marxismo-leninismo a la realidad de Vietnam, una colonia oriental atrasada con una clase obrera aún poco numerosa; así como de la fluida combinación del marxismo-leninismo con los movimientos obrero y patriótico vietnamita; estrechamente vinculados al pensamiento y la hazaña del líder Nguyen Ai Quoc. El nacimiento del PCV puso fin a la prolongada crisis en cuanto al camino hacia la salvación nacional y la clase dirigente de la Revolución. A partir de ahí, la Revolución vietnamita se colocó en la órbita de la revolución proletaria, plasmando la mayor verdad de la época: la Independencia Nacional asociada al Socialismo, la lucha por la liberación nacional asociada a la emancipación de clase, la liberación humana, bajo el liderazgo del PCV.
Establecimiento del Partido Comunista de Vietnam, el 3 de febrero de 1930 (cuadro de Phan Ke An) _Fuente: Museo de Ho Chi Minh
Para alcanzar el objetivo vital de eliminar el régimen de opresión y explotación del colonialismo y el feudalismo, convertirse en un país independiente y avanzar hacia la construcción de un nuevo sistema social, desde su creación y de forma continua durante los siguientes 15 años, el PCV inició y realizó movimientos de lucha a gran escala: el Movimiento Revolucionario de 1930-1931, que culminó con el Soviet Nghe-Tinh; el movimiento democrático de 1936-1939 en toda Indochina; y el movimiento de liberación nacional de 1939-1945, que alcanzó su auge con la ola de resistencia contra los japoneses para salvar la patria, lo que condujo directamente a la histórica victoria de la Revolución de Agosto de 1945, un acontecimiento que “conmovió el cielo y estremeció la tierra”. Superando innumerables peligros, dificultades y pérdidas, cargando en los hombros su noble misión por la Patria y el pueblo, el PCV siempre demostró su insustituible liderazgo y su firme voluntad política por la independencia y la libertad de la nación. Con su coraje, inteligencia y combatividad incomparables, el Partido condujo al pueblo vietnamita a salir de la miseria, devolvió al pueblo su papel de dueño del país y cosechó victorias de trascendencia histórica. Por primera vez en la historia mundial, el marxismo-leninismo se aplicó con creatividad, lo que condujo al éxito de la revolución de liberación del pueblo, derrocando a los regímenes colonial y feudal, logrando la independencia nacional y, al mismo tiempo, creando una nueva democracia, con el establecimiento del primer Estado democrático popular del Sudeste Asiático. La Revolución de Agosto de 1945 fue la manifestación del poder de Vietnam en la nueva era, cuyo núcleo fue la gran unidad nacional con la participación de todos los estratos patrióticos. El pueblo vietnamita, bajo el liderazgo del Partido Comunista, logró “liberarse por sus propias fuerzas”, al mismo tiempo que supo combinar esa fuerza con la del espíritu de la época, aprovechando la coyuntura histórica tras la caída del fascismo. A partir de ese momento, el PCV se convirtió en el partido en el poder.
Para defender la independencia, la libertad y la integridad territorial y construir un nuevo sistema político, durante 30 años de continuos esfuerzos, el PCV lideró a toda la nación en superar situaciones peligrosas, “todo colgado de un hilo”, derrotando a poderosos enemigos en el mundo. Nada más reivindicar la independencia, el Partido lideró al pueblo en la lucha contra el hambre, el analfabetismo y los enemigos internos y externos. Al evaporarse la oportunidad de las negociaciones de paz, emprendió una guerra de resistencia a largo plazo -"Nueve años para lograr un Dien Bien Phu. Una corona roja, una historia dorada"- la exitosa culminación de la guerra de resistencia contra el colonialismo francés, lo que condujo a la firma de los Acuerdos de Ginebra sobre el fin del conflicto y el restablecimiento de la paz en Indochina. Ante la intervención del neocolonialismo, que envió tropas para invadir y dividir Vietnam, el PCV asumió con determinación el liderazgo del pueblo en todo el país, llevando a cabo una resistencia persistente y una guerra revolucionaria, derrotando sucesivamente las estrategias bélicas del imperialismo estadounidense, hasta alcanzar la Gran Victoria de la Primavera de 1975, logrando la reunificación nacional. Esa hazaña "queda grabada para siempre en la historia de nuestra nación como una de las páginas más gloriosas, un símbolo brillante del triunfo absoluto del heroísmo revolucionario y la inteligencia humana, y pasa a la historia mundial como una gran hazaña del siglo XX, un acontecimiento de enorme relevancia internacional y de profundo significado histórico de época"(1).
La era de la independencia nacional y la construcción del socialismo (1930-1975) se caracterizó por la gloriosa victoria del pueblo vietnamita sobre el fascismo, el colonialismo y el neocolonialismo. Cada vez que la Revolución enfrentó serios desafíos y situaciones peligrosas, incluso sin precedentes en la historia, y sufrió grandes pérdidas, el PCV promovió con fuerza la resiliencia, el coraje y la inteligencia vietnamita, guiando a toda la nación a mantener siempre el espíritu revolucionario con una combatividad sin igual. El gran potencial del país se abrió con la independencia y la unidad firmemente consolidadas; el socialismo aunque construido inicialmente en tiempos de guerra y con el papel de gran retaguardia, alcanzó grandes logros, que fueron la premisa para la causa de la construcción del socialismo en todo el país.
El Partido ha liderado con éxito la causa de construcción y defensa de la Patria, así como la renovación y la integración internacional del país
Justo después de la reunificación nacional, la revolución vietnamita tuvo que enfrentar innumerables dificultades y desafíos sin precedentes: las secuelas de la guerra eran extremadamente graves y requerían un largo proceso de superación; la soberanía fronteriza nacional se vio seriamente amenazada y debía ser firmemente defendida y consolidada; las fuerzas hostiles ejercían un cerco y aplicaban un bloqueo total contra el país, lo que exigía una lucha perseverante para su eliminación; el pensamiento subjetivo, voluntarista y la impaciencia en la gestión socioeconómica, junto con las limitaciones y deficiencias del modelo económico, se hacían cada vez más evidentes y requerían una renovación urgente; surgió una crisis económica y social que se agravaba progresivamente, la cual debía ser superada con gran esfuerzo. Al mismo tiempo, la situación mundial se volvió cada vez más desfavorable para la Revolución vietnamita. La Unión Soviética y los países socialistas de Europa del Este cayeron en una crisis integral. Varios partidos comunistas gobernantes en los países socialistas abogaron por la reforma, la apertura y la reestructuración. Ante la urgente necesidad de realizar una renovación -cuestión vital para el Partido, el país y el sistema político- el PCV demostró su firme voluntad política y, con valentía, al atreverse a “mirar de frente la verdad, evaluar correctamente la verdad y decir claramente la verdad”; perseveró en la recapitulación de la práctica, mantuvo la confianza en la fuerza del pueblo, tuvo el coraje de abandonar las mentalidades y métodos obsoletos, y aplicó de manera creativa el marxismo-leninismo a las condiciones concretas del país, en aras de iniciar una renovación integral para encontrar un camino adecuado hacia el socialismo en Vietnam y mantener la estabilidad y desarrollar el país. El VI Congreso Nacional del Partido, celebrado en 1986, trazó la línea de renovación, marcando un hito trascendental en el proceso de transición hacia el socialismo en Vietnam.
Frente al colapso del socialismo real en Europa del Este y la Unión Soviética, la fe en el camino hacia el socialismo se vio gravemente afectada. Con su inteligencia, firmeza política y sensibilidad ante la época, el PCV mantuvo su determinación de impulsar la renovación hacia el socialismo, basada en la aplicación creativa del marxismo-leninismo a las condiciones específicas de Vietnam. La determinación del PCV se demostró en el VII Congreso Nacional, efectuado en 1991, donde ratificó: “Para nuestro país, no hay otro camino para lograr la verdadera independencia nacional, la libertad y la felicidad del pueblo. Cabe destacar que esta es la elección de la historia, una elección decisiva desde 1930, con el nacimiento de nuestro Partido”(2). La causa de la renovación continuó desarrollándose con una firme determinación hacia el objetivo de independencia nacional y socialismo, sobre la base del marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh. A partir de ahí, Vietnam cosechó resultados alentadores, creando la premisa para avanzar a una nueva etapa, la de impulso a la industrialización, la modernización y la integración internacional.
Bajo el liderazgo del PCV, tras casi 40 años de renovación integral, el país ha alcanzado grandes logros históricos: Superó la crisis socioeconómica; ha acelerado la industrialización y la modernización; se ha convertido en un país en vías de desarrollo de ingresos medios; y su economía ha alcanzado un nivel superior y se ha desarrollado con dinamismo. Vietnam se ha posicionado entre las 40 economías líderes del mundo y entre las 20 con mayor volumen comercial a nivel global. La escala de la economía se ha multiplicado por cientos en comparación con el primer año de la renovación. No solo rompió el asedio y el aislamiento, Vietnam también se ha integrado de manera dinámica y proactiva a la comunidad internacional, al establecer relaciones diplomáticas con 194 países, ha forjado nexos de asociación estratégica integral, asociación estratégica y asociación integral con todas las potencias mundiales y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas; además de erigirse en miembro activo de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y de más de 70 organizaciones regionales e internacionales, mantiene relaciones con 230 mercados y es un vínculo importante en los 17 tratados de libre comercio (TLC) que han entrado en vigor, conectando con economías clave de la región y del mundo. Vietnam se ha consolidado como un símbolo de paz, estabilidad y hospitalidad, un destino para inversores, turistas y amigos internacionales.
El objetivo del Partido Comunista de Vietnam de luchar por la felicidad y el bienestar del pueblo ha alcanzado resultados significativos. Los campos de la educación, la formación, la ciencia y la tecnología, la salud, entre otros, han experimentado avances notables; el desarrollo sociocultural y de los valores humanos ha alcanzado un gran progreso; los sistemas de valores nacionales, culturales y familiares y los estándares del ser humano se se han definido con mayor claridad. Vietnam es considerado por las Naciones Unidas y la comunidad internacional como un ejemplo destacado en la erradicación del hambre, la reducción de la pobreza y la mejora continua de la vida económica y cultural de la población.
La fuerza integral del país se ha consolidado y fortalecido cada vez más; la independencia, la soberanía, la integridad territorial y la orientación socialista se han mantenido firmes; el liderazgo y el papel gobernante del PCV y la gestión eficaz del Estado de derecho socialista se han garantizado, mientras se promueve el rol del pueblo como dueño del país; los más altos intereses de la nación se han asegurado sobre la base de los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, la igualdad, la cooperación y el beneficio mutuo.
Se ha consolidado y potenciado la fortaleza política, espiritual, económica, cultural, social, de defensa y de seguridad; a la par de frustrarse todos los complots y planes de sabotaje de las fuerzas hostiles, contribuyendo de manera significativa al éxito del proceso de construcción y salvaguarda de la Patria; la posición y el prestigio de Vietnam en la arena internacional se han afirmado y mejorado cada vez más.
La teoría de la política de renovación, el socialismo y el camino al socialismo en nuestro país se ha complementado y perfeccionado cada vez más. El PCV ha aplicado de forma consistente y creativa el marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh a la práctica de la construcción del socialismo en el país; ha resumido de manera periódica la práctica, complementado y desarrollado la teoría del socialismo y el camino hacia el mismo en Vietnam para adaptarla a la práctica de desarrollo de cada período. Sobre esta base, el PCV ha liderado al país a superar con firmeza todas las dificultades y desafíos, ha promovido sin cesar el proceso de renovación integral y sincrónica, y ha despertado el espíritu patriótico y la aspiración de construir un país potente, próspero y feliz. Los grandes logros históricos de la nación durante casi 40 años de implementación del proceso de renovación han sentado las bases y el impulso para seguir avanzando en el futuro.
A lo largo de la Revolución vietnamita, el PCV ha fortalecido constantemente su voluntad política y mejorado su capacidad de liderazgo y combatividad. En todas las circunstancias, el Partido persiste en la precisión, la cientificidad y el espíritu invencible del marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh; y en la inevitable victoria de la causa revolucionaria que el PCV, el pueblo vietnamita y el Presidente Ho Chi Minh han elegido. A pesar de haber atravesado numerosas etapas de altibajos, dificultades y desafíos, el Partido siempre ha confiado firmemente en la fuerza del pueblo, ha estado dispuesto a luchar arduamente por los intereses del pueblo y ha sabido encontrar formas de unir y promover su fuerza. Esa firmeza del PCV también se debe a su constante desarrollo de la voluntad revolucionaria, a la constante consolidación y renovación de su organización, y al fortalecimiento de la unidad entre las filas partidistas y de toda la nación. A través de las etapas revolucionarias, el PCV ha resumido de manera oportuna y seria las experiencias de lucha, forjando así el coraje y la voluntad revolucionarios de sus militantes y de las masas, generando una postura activa ante las nuevas situaciones y estando listo para afrontar cualquier desafío. La firmeza política del PCV también se expresa y origina en la constante atención a la autorrenovación y rectificación interna, que reconoce con seriedad y afronta con determinación las limitaciones en la planificación e implementación de los lineamientos revolucionarios; así como en la lucha con cero tolerancia contra las manifestaciones negativas dentro del Partido, para purgar de sus filas a aquellos que no mantienen las cualidades y la ética revolucionarias, careciendo del entusiasmo combativo.
El Partido Comunista lidera al país con firmeza hacia una nueva era de ascenso nacional y desarrollo próspero y fuerte, con el propósito de estar a la altura de las potencias mundiales.
Los grandes logros alcanzados en los últimos 95 años se derivan del acertado camino revolucionario elegido por el PCV, el pueblo vietnamita y el Presidente Ho Chi Minh; de la firmeza política y el liderazgo sabio y talentoso del Partido, una fuerza política que siempre toma el servicio al pueblo como su propósito existencial y objetivo, y permanece absoluta e infinitamente fiel a los intereses de la nación y el pueblo; de la gran fuerza del patriotismo y la unidad nacional; de los esfuerzos y la determinación, la voluntad de autosuficiencia y resiliencia, y la aspiración del Partido, el Estado y el pueblo a la independencia, libertad y felicidad; del valioso apoyo y asistencia que los amigos internacionales y los pueblos de todo el mundo han dado a Vietnam.
Las hazañas revolucionarias también provienen del sacrificio de millones de héroes y mártires que han caído por la independencia, la soberanía y la integridad territorial de la Patria, así como por sus nobles misiones internacionalistas. También son fruto de las valiosas contribuciones del pueblo, que ha superado innumerables dificultades en el trabajo y la creatividad para construir y defender la nación, lo cual merece el más alto respeto y orgullo. Esto constituye una gran fuente de motivación y, al mismo tiempo, exige que cada persona viva y trabaje con mayor responsabilidad, no deba conformarse con los logros ni permitirse disfrutar de manera irresponsable de los frutos de los esfuerzos y sacrificios de las generaciones que las antecedieron. Todo el pueblo vietnamita necesita heredar, mantener, promover y seguir difundiendo los valores tradicionales de la nación y la Revolución en el nuevo contexto.
Actualmente, el mundo se encuentra en un período de cambio trascendental. El entorno de seguridad internacional es cada vez más tenso y complejo; las competencias geopolíticas se vuelven intensas; las fuerzas de la izquierda, progresistas y socialistas continúan desarrollándose, pero aún enfrentan dificultades; mientras las fuerzas hostiles y reaccionarias impulsan la estrategia de "evolución pacífica" con múltiples artimañas insidiosas, sofisticadas y peligrosas. La Cuarta Revolución Industrial, la formación de una economía y una sociedad basadas en el conocimiento y la necesidad de transformar el modelo económico de forma integral y reestructurar la economía mejorando su calidad, eficiencia y competitividad han creado oportunidades y ventajas, y han planteado enormes desafíos para la construcción y la defensa de la Patria.
Las experiencias de casi un siglo liderando de la Revolución por parte del PCV evidencian que las oportunidades no surgen por sí solas, sino que dependen principalmente de que el país esté preparado para recibirlas y sepa identificarlas con sensibilidad; superar los desafíos constituye la mayor de las oportunidades. El contexto mundial exige y crea oportunidades para que Vietnam continúe la causa de la renovación con mayores aspiraciones, pasos más sólidos, mayor velocidad y avances más contundentes. Al mismo tiempo, la era de renovación, desarrollo e integración ha fortalecido el potencial y la posición del país, estimulado las aspiraciones y vigorizado el ímpetu para el desarrollo nacional. Este es un momento en el que convergen los valores de la nación y de la época, de la tradición y la modernidad, de lo material y lo espiritual; donde la voluntad del Partido se entrelaza con el sentir del pueblo en el anhelo de construir un país próspero y poderoso. Llega el inicio de la nueva era; retrasarlo significa perder la oportunidad de desarrollo. Más que nunca, es necesario promover el espíritu de "autodeterminación, confianza, autosuficiencia, resiliencia y orgullo nacional", tomando la gran unidad de la nación y el puro internacionalismo como fuerzas motrices, movilizando con firmeza la fuerza del pueblo, vinculando estrechamente la voluntad del Partido con el corazón del pueblo como base, llevando al país a una nueva era -la de desarrollo próspero para alcanzar el nivel de las potencias mundiales- y esforzándose constantemente por contribuir más al mantenimiento de la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región y el mundo.
Con motivo del aniversario 95 de la fundación del PCV, todo el Partido y todo el pueblo vietnamita se enfrascan en cumplir con éxito la Resolución del XIII Congreso Nacional, con vistas hacia el aniversario 80 de la independencia y la fundación de la República Democrática de Vietnam, actual República Socialista de Vietnam, y el aniversario 50 de la reunificación nacional. También están determinados a alcanzar los objetivos de desarrollo para 2030 -año que marca el centenario de la fundación del PCV- y para 2045, el centenario de la fundación de la República Democrática de Vietnam, actual República Socialista de Vietnam, que pretenden convertir Vietnam en un país desarrollado con altos ingresos, donde las personas tengan una vida próspera y feliz, vivan en un entorno seguro y protegido, sin dejar a nadie atrás. Ante estos hitos trascendentales, los cuadros, militantes y el pueblo depositan grandes esperanzas y expectativas en las decisiones nuevas, firmes, acertadas y decisivas del Partido.
Las experiencias de liderazgo revolucionario durante el último siglo también patentizan que, precisamente en este momento crucial, más que nunca, el Partido Comunista de Vietnam debe fortalecer su firmeza, afilar su intelecto y reforzar su capacidad de lucha para estar a la altura de las exigencias y tareas que plantea la revolución. Hay que seguir promoviendo la construcción y la rectificación de las filas partidistas y del sistema político para que sean verdaderamente transparentes y fuertes; reforzar de manera constante la firmeza política, el liderazgo y la capacidad de gobernanza del PCV; prevenir y combatir con determinación y sin tregua la corrupción, el despilfarro y otros fenómenos negativos. El Partido lidera la solución eficiente de los asuntos actuales y emergentes, al mismo tiempo que crea un nuevo espacio de desarrollo resumiendo y heredando lo más refinado de la tradición, captando y promoviendo los valores y las nuevas oportunidades de la época; además de construir un Partido fuerte, que se erija en el gran organizador de toda la nación. El Partido es moral y civilizado, símbolo de la inteligencia y el temple de la nación, toma la vanguardia y guía a todo el pueblo con el espíritu de atreverse a pensar, hablar, ejercer y asumir responsabilidades y ser pionero a la hora de hacer cambios.
La práctica revolucionaria vietnamita demuestra que cada gran victoria siempre abre una nueva etapa de desarrollo con muchas ventajas, a la vez que impone nuevas y mayores responsabilidades a todo el Partido y el pueblo. Para seguir fortaleciendo la firmeza política, la capacidad de liderazgo y gobernanza, y la combatividad del Partido, así como impulsar la causa revolucionaria en la nueva era, se exige que el Partido mantenga firme en el objetivo de independencia nacional y socialismo sobre la base del marxismo-leninismo y el pensamiento de Ho Chi Minh; que se apoye firmemente en la fuerza del pueblo, promueva la democracia y concentre al máximo el poder del pueblo con el objetivo de brindar beneficios y felicidad al pueblo; que combine y potencie al máximo la fuerza de la nación con la de la época en la nueva era; y que garantice la independencia, la autodeterminación y la soberanía nacional en todas las circunstancias. Al mismo tiempo, el Partido debe fortalecer el temple, la voluntad y determinación de cada cuadro y militante en cada uno de sus puestos de trabajo; y luchar con firmeza contra las manifestaciones de degradación en la ideología política, la moral y el estilo de vida, así como la carencia de fe y aspiración al desarrollo.
El aniversario 95 de la fundación del PCV es también una oportunidad para que cada ciudadano en el país recuerde la trayectoria de casi un siglo de la Revolución vietnamita y cada época gloriosa que se ha abierto para la nación bajo el liderazgo del Partido. El orgullo por el glorioso Partido, el heroico pueblo vietnamita y el gran Tío Ho siempre infunde en cada cuadro y militante una gran voluntad y consenso para avanzar con firmeza hacia el éxito en la era del desarrollo y la prosperidad, en aras de situarse al nivel de las grandes potencias en todo el mundo, como lo deseaba el querido Presidente Ho Chi Minh, fundador y formador del glorioso Partido Comunista de Vietnam./.
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(1) Documentos de Congresos Nacionales del Partido Comunista, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2004, tomo 37, pág. 471
(2) Documentos del VII Congreso Nacional del Partido Comunista, Editorial Su That (La Verdad), Hanoi, 1991, pág. 109