Puntos de vista básicos de Ho Chi Minh, orientación para el mejoramiento de la gestión del desarrollo social en Vietnam en la actualidad

PROF. ASOC., DR. DOAN MINH HUAN
Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, Editor jefe de la Revista Comunista
10:44, 05-17-2021

Revista Comunista - Los puntos de vista sobre el desarrollo social forman parte del pensamiento de Ho Chi Minh y con sus valores progresistas, humanitarios y de desarrollo, continúan sirviendo como la antorcha en la causa de construcción de una sociedad vietnamita próspera y un país potente, democrático y civilizado, para contribuir así al impulso del avance integral y armónico de la nación en la actualidad.

El término “sociedad” en un sentido estrecho se puede definir como un aspecto de la estructura social integral (sustentada por sus pilares económico, político, cultural y social); una agrupación de las clases y capas sociales, familias e individuos. El punto de vista de Ho Chi Minh sobre el desarrollo social como parte de su pensamiento acerca de la liberación de la nación, las clases, la sociedad y el ser humano, se demostró apropiado con la situación práctica de la Revolución Vietnamita, cuenta con valores atemporales y sirve como orientación para la protección y el impulso de los derechos humanos, a la par de la construcción de una sociedad avanzada.

El Presidente Ho Chi Minh visita una clase nocturna de conocimientos generales y técnicos de los trabajadores de la planta automovilística 1-5, un ejemplo pionero del movimiento de educación del sector industrial en Hanoi, 1963 _ Fuente: hochiminh.vn

1. En momentos en que no se lograba la independencia nacional, el denominador común de todas las clases, capas y miembros de la sociedad de Vietnam era luchar por la liberación del país, y por eso el derecho de cada persona entonces se manifestaba en la lucha por los derechos del pueblo. Emancipar a la sociedad no era nada más que liberar al pueblo, con el objetivo inmediato de expulsar a los colonialistas e imperialistas, y entregar el poder al pueblo, pues sin la independencia es impensable el derecho al desarrollo de cada estrato social ni de cada individuo. 

En sus obras y artículos publicados en los años 20 del siglo pasado, Ho Chi Minh criticó fuertemente el contradesarrollo de la sociedad colonial, tales como las altas tarifas e impuestos, la intoxicación intencional de los colonialistas al pueblo vietnamita con alcohol y opio, una educación que pretendía limitar los conocimientos y el nivel intelectual de la población, y el mantenimiento de las costumbres obsoletas para dominarla. Por lo tanto, el desarrollo social debía partir de la emancipación del pueblo. Es decir, se debía anteponer la liberación del pueblo, mientras la emancipación clasista, social y humana tenía que servir para la primera tarea. No obstante, en el contexto del colonialismo con ciertas limitaciones, Ho Chi Minh procuró constantemente implementar medidas para mejorar la vida de los trabajadores. La política de establecer las asociaciones sociales de los empleados (tales como Cong hoi do - Asociación de Obreros Rojos, Nong Hoi do - Asociación de Agricultores Rojos, y los sindicatos) no solo tuvo como objetivo unificar las fuerzas para la lucha independentista, sino que en primer lugar esas agrupaciones sirvieron como medios para estimular a las masas a luchar por la mejoría de las condiciones de la vida cotidiana (tales como protestar contra las irrazonables tarifas e impuestos, reclamar la reducción de la renta de tierra y el tributo que debían pagar los agricultores, exigir la jornada laboral de ocho horas, denunciar la violencia de los patrones a los trabajadores y pedir la licencia por enfermedad), y formar su ideología política. De esa manera, el desarrollo social bajo el colonialismo se articuló con la maduración de las masas trabajadoras, la lucha por una vida mejor y la democracia, y formó parte del amplio movimiento de liberación nacional. 

Para los asalariados, la lucha ante la patronal les brindó ciertas mejoras, aunque muy modestas, en las condiciones de vida, sobre todo el aumento del salario y la reducción de la jornada laboral. Para los campesinos, aunque dejó de lado temporalmente el eslogan “tierra para los cultivadores” para centrarse en la liberación nacional, Ho Chi Minh abogó por confiscar los campos de los imperialistas y sus lacayos vietnamitas para luego redistribuirlos a los agricultores pobres, al tiempo que estimuló a los terratenientes a reducir la renta de la tierra y el tributo que pagaban los campesinos, así como reasignó los recursos de los terrenos públicos. A través de las movilizaciones revolucionarias como la difusión del alfabeto vietnamita y la asistencia humanitaria en caso de las malas cosechas o desastres naturales, pretendió promover el espíritu de solidaridad, la compasión y el apoyo mutuo entre los pobladores, aliviando así la miseria de aquellos que sufrían la opresión, injusticia y desventajas en la sociedad colonial.

2. Una vez reivindicada la independencia, el desarrollo humano es una tarea central y constante del Partido Comunista y el Estado de Vietnam. Ese hecho constituye el parámetro de la esencia benigna del socialismo y ratifica la legitimidad del Gobierno ante el pueblo. No es coincidencia que el 3 de septiembre de 1945, justo un día después de proclamar ante toda la nación la Declaración de Independencia de Vietnam, Ho Chi Minh planteó durante la primera sesión del Consejo del Gobierno Provisional seis tareas urgentes para atender los asuntos acuciantes de la sociedad, vinculados con los intereses primordiales del ser humano, a saber, luchar contra la hambruna y el analfabetismo, eliminar las irrazonables tarifas e impuestos, abolir la venta masiva de alcohol y opio con que se buscaba intoxicar a la población, organizar las elecciones generales con el sufragio universal y garantizar la libertad de religión y creencias.

Ho Chi Minh aspiró a que todos los adultos vietnamitas tengan empleo, ingresos estables y condiciones de vida constantemente mejoradas. El trabajo y el empleo no solo ayudan a la población a garantizar los ingresos y satisfacer las demandas de la vida, sino también coadyuvan al ser humano a perfeccionar su personalidad, apreciar los bienes y vivir con responsabilidad social gracias a los propios frutos de su trabajo, ratificando así la superioridad del nuevo régimen democrático. Por lo tanto, Ho Chi Minh firmó el 2 de marzo de 1947 el Decreto número 29 sobre el derecho de los asalariados (equivalente al Código de Trabajo vigente), que no solo resultó significativo entonces, sino que también expresó su teoría sobre el desarrollo social.

El secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, felicita por el Año Nuevo Lunar a trabajadoras de la Empresa Forestal de Hanoi que trabajan en la calle Thanh Nien _Foto: Archivo

Ho Chi Minh inició el movimiento de lucha contra la hambruna y el analfabetismo en 1945, en momentos en que los países occidentales, atrapados en la pelea por los recursos naturales y mercados, no concebían las consecuencias de la pobreza, el hambre y el analfabetismo en el desarrollo de cada país-nación y de toda la humanidad. También impulsó actividades de protección del medioambiente, particularmente el movimiento de plantación de árboles, cuando la humanidad aún mantenía los medios de supervivencia y desarrollo extrayendo los recursos naturales, sin darse cuenta de la “represalia” de la naturaleza por la explotación no acompañada por la protección y regeneración de lo que consumía. Ho Chi Minh presentó un punto de vista muy avanzado a su tiempo, incluso a la Organización Mundial de la Salud (OMS), al considerar la atención de salud del pueblo como una tarea estratégica, en la cual el sector de sanidad desempeña un papel central.

Esos puntos de vista tardaron décadas en percibirse en su profunda naturaleza, y convertirse en un programa de acción global articulado en los Objetivos del Milenio impulsados por las Naciones Unidas. 

3. La sociedad solo tiene las condiciones para su desarrollo integral en el socialismo y los criterios de desarrollo social pueden dar forma a la sociedad socialista en cada escalón de progreso de la nación. Según Ho Chi Minh, los regímenes explotadores no pueden brindar el verdadero desarrollo social ni liberar plenamente las potencialidades y capacidades del ser humano. Justo desde los preparativos de la fundación del Partido Comunista de Vietnam, Ho Chi Minh presentó un análisis profundo de que las revoluciones democrático-burguesas solo pretenden sustituir un régimen explotador por otro similar, pero más completo. Con la firme creencia en la buena naturaleza del socialismo, Ho Chi Minh creyó que solo el socialismo puede emancipar completamente al ser humano de toda la opresión e injusticia brindándole una vida próspera, libre y feliz, a la par de crear las condiciones para el desarrollo integral del ser humano, como individuo y como parte de la comunidad. El socialismo según el punto de vista de Ho Chi Minh es un régimen dinámico y de desarrollo, que atiende las demandas legítimas del pueblo, a diferencia del modelo de socialismo dogmático, rígido y separado de las demandas prácticas de la vida. Teniendo en cuenta el desarrollo humano y social como el criterio más importante del socialismo, Ho Chi Minh utilizó un estilo de expresión sencillo para reflejar las necesidades esenciales en materia de calidad de vida que cualquier persona puede comprender. Se trata de una sociedad en la que “todas las personas son abastecidas, felices y libres; todas son sabias y éticas. Es una sociedad excelente y gloriosa” (1); la sociedad de un “pueblo rico y un país potente”, que “mejora la vida material y espiritual de la población”. De acuerdo con Ho Chi Minh, “No hay otro régimen que respete al ser humano, preste atención a los intereses individuales legítimos y garantice que sean satisfechos como el socialista”(2). Por ello, el desarrollo social solo puede alcanzar sus valores verdaderos en el socialismo. La construcción del socialismo no tiene otro objetivo que brindar el desarrollo social integral, donde el ser humano se sitúa en el centro.

4. El desarrollo social se basa en una economía potente y una estructura económica asociada a una estructura social correspondiente. Este punto de vista es muy importante, al orientar el desarrollo social en correspondencia con las condiciones concretas de Vietnam. En el contexto de la guerra, aunque dedicó mucha energía e intelecto a liderar la revolución por la liberación del pueblo y la reunificación del país, Ho Chi Minh prestó constante atención al desarrollo de una economía nacional sólida, que garantizara la capacidad de la retaguardia para apoyar al frente y al mismo tiempo mejorara el nivel de vida de la población. Consciente de que Vietnam en el período de transición hacia el socialismo era un país agrícola, pobre y atrasado, con una economía subdesarrollada, Ho Chi Minh abogó por acelerar la industrialización en el Norte para desarrollar la fuerza productiva, crear cada vez más bienes y mejorar las condiciones de vida. Denominó a esa estructura una “economía de dos pilares”, es decir, la industria y la agricultura.

El cambio en la estructura económica conduce inevitablemente al cambio en la estructura social. Al menos hasta antes de la política de reforma del socialismo (1958), Ho Chi Minh reiteró con frecuencia la importancia de mantener y estimular el desarrollo de la economía mercantil de múltiples componentes para beneficiar tanto al sector público como al privado. Vio claramente el papel de los estratos en el desarrollo económico y social. Por lo tanto, es necesaria una política de clase acertada, especialmente para los propietarios, que desempeñan un cierto papel en el impulso de la economía, la creación de empleos y el desarrollo social. En su obra Conocimientos políticos comunes, Ho Chi Minh argumentó que en la economía capitalista y privada, se “explota a los obreros, pero al mismo tiempo se contribuye al desarrollo económico”. Por lo tanto, presentó el punto de vista de beneficio mutuo tanto para el sector público como el privado, para el propietario como el asalariado. Esa perspectiva no solo refleja la relación entre el propietario y el asalariado, sino que también abarca la cooperación entre el empleador y el empleado. Es cierto que, después que el poder se devolvió a manos del pueblo, liderado por el Partido Comunista, la relación entre las clases ya no fue la misma que en el antiguo régimen. De acuerdo con Ho Chi Minh, “el capitalista no puede evitar explotar. Pero el Gobierno le prohíbe que sobreexplote a los obreros. El Gobierno debe proteger los intereses de los obreros. Al mismo tiempo, por el beneficio a largo plazo, los obreros permiten que el propietario obtenga una ganancia razonable, y no demandan demasiado”(3). Ho Chi Minh estimuló a los artesanos y mercaderes a enriquecerse de forma legítima y legal, y contribuir activamente a la revolución. Hay que tener en cuenta el contexto de aquel período, cuando la subjetividad que apresura la aniquilación de los sectores económicos no estatales aún predominaba en los países con el modelo socialista soviético, para apreciar el pensamiento de Ho Chi Minh, avanzado a su tiempo y respetuoso con la ley objetiva.

El desarrollo de una clase obrera fuerte, digna de tomar el liderazgo de la revolución y capaz de dominar las instalaciones industriales, así como crear una gran cantidad de bienes para la sociedad (En la foto: Ensamblaje de autos en una fábrica de Ford Vietnam en la provincia de Hai Duong _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Los valores de esas instrucciones de Ho Chi Minh siguen vigentes en la actualidad, cuando Vietnam enfrenta numerosos problemas sociales que surgen de la economía de mercado, especialmente las relaciones complejas entre el propietario y el asalariado, así como entre el empleador y el empleado, las cuales se caracterizan por dos aspectos: por un lado, la cooperación para el desarrollo empresarial que beneficia tanto al empleador como al empleado; y por otro lado, la lucha por que el empleador cumpla las regulaciones legales, garantizando los derechos del empleado y aumentando constantemente los beneficios para los trabajadores. Esa realidad también plantea nuevas percepciones sobre la relación entre las clases en la economía de mercado cuando el poder pasó a manos del pueblo, el Partido Comunista se convirtió en el gobernante, y la clase obrera y los trabajadores cuentan con diferentes instrumentos para ejercer su derecho a ser dueños de la nación. 

5. El desarrollo social se basa en el principio de no exclusión, garantizando el derecho al desarrollo de todos los miembros de la sociedad. Según Ho Chi Minh, todos los vietnamitas que contribuyen al progreso y desarrollo del país y del pueblo en las condiciones específicas correspondientes a cada etapa histórica son miembros de las masas trabajadoras, cuyo derecho al desarrollo está protegido por el Partido Comunista y el Estado, a través de políticas de desarrollo de las clases obrera y campesina, el contingente de intelectuales y otros estratos sociales. Ho Chi Minh concedió importancia al desarrollo de una clase obrera sólida, digna de ejercer el liderazgo de la revolución, dominar las instalaciones industriales, crear abundantes bienes para la sociedad y desempeñar el rol de vanguardia en la renovación del método de producción, el estilo y las costumbres de vida, y la disciplina laboral asociada con el establecimiento de los sindicatos. Al lado del desarrollo de la clase obrera, Ho Chi Minh brindó especial afecto y atención a los campesinos, a través de políticas que les restituyeron el derecho a poseer los campos y estimularon la creación de cooperativas y grupos cooperativos para que los agricultores puedan resolver de conjunto las dificultades, promover la fuerza colectiva, incrementar incesantemente el bienestar social y construir áreas rurales civilizadas eliminando las costumbres obsoletas. Al apreciar la contribución, el sacrificio y el sufrimiento de los campesinos durante la guerra de resistencia, Ho Chi Minh siempre instó a que los poderes de todos los niveles no solo aprovechen, sino también se esfuercen por consolidar la fuerza de las masas. Antes de su partida física, pidió la exención de los impuestos para los campesinos una vez reunificado el país. Además, Ho Chi Minh consideró a los intelectuales como un tesoro del pueblo en su causa revolucionaria, por lo que llamó a respetar los talentos y crear las condiciones favorables para que el contingente de los intelectuales crezca y contribuya a la nación. Para alentar el desarrollo de la intelectualidad y su aportación a la causa revolucionaria de Vietnam, Ho Chi Minh, con su profundo entendimiento sobre las características de ese contingente, siempre manifestó su afecto sincero y respeto por los intelectuales y se esforzó por unirlos a la causa revolucionaria de todo el pueblo, de forma que crearan, junto con los obreros y los campesinos, el sólido bloque de unidad del Frente Nacional de Reunificación en Vietnam. Mientras prestaba especial atención al crecimiento de los estratos básicos en la sociedad, incluidas las clases obrera y campesina y la intelectualidad, Ho Chi Minh reconoció y apreció de forma acertada el papel de la burguesía sin o con escasos vínculos al imperialismo, y de los pequeños propietarios en la estructura social diversificada de Vietnam, el cual se debe promover plenamente y necesita una orientación de desarrollo apropiada con los intereses de la nación y la esencia del socialismo. 

Esta visión se opone a las ideas burguesas que exageran el papel de la clase de “élite” y “propietario” y subestiman el de los trabajadores, dejando atrás a los pobres, sin educación y vulnerables. También es ajena al sectarismo de la izquierda que prevaleció en los antiguos movimientos comunistas y proletarios internacionales en la absolutización del rol de los obreros y campesinos, mientras excluía la posibilidad de desarrollo y contribución de otras clases. Ho Chi Minh tiene una visión dialéctica acerca de la estratificación de la sociedad sobre la base del talento, virtud, dedicación y contribución práctica de cada individuo a la sociedad. Según él, debido a los orígenes socioeconómicos, factores biológicos y riesgos que posee y enfrenta cada persona, las oportunidades de acceso y la eficiencia en el uso de los recursos para el desarrollo no son las mismas entre los miembros de la sociedad.

Por lo tanto, razona, es necesario garantizar el derecho al desarrollo de todos los miembros de la sociedad, sin excluir a nadie, con el objetivo de “hacer que los pobres no sufran hambre, las personas que tienen suficiente para comer se vuelvan ricas, los ricos sean aún más ricos” (4). Desde este punto de vista, el enriquecimiento de una persona no amenaza las oportunidades de desarrollo de otras pues, por supuesto, debe hacerse rica de forma honesta y legal. Los pobres también tienen derecho al desarrollo si trabajan con esfuerzo para “tener suficiente comida” y luego “ser ricos”. Este argumento ofrece algunas sugerencias sobre el control de la estratificación social en Vietnam actual, como la riqueza legítima asociada a la promoción de la reducción sostenible de la pobreza, dando forma a una estructura social armoniosa.

El derecho a la igualdad, la solidaridad, el respeto y el desarrollo mutuo entre las etnias es garantizado a través del apoyo del Estado y los esfuerzos de cada individuo, familia y etnia _ Fuente: Archivo

Vietnam es un país multiétnico. Ho Chi Minh afirma que la diversidad étnica es una característica valiosa del país y, por lo tanto, debe garantizarse el derecho a la igualdad, la solidaridad, el respeto y el desarrollo mutuo entre las etnias mediante el apoyo del Estado y los esfuerzos de cada individuo, familia y etnia. Esto se opone a las ideologías racistas y nacionalistas, la política “divide y vencerás” del colonialismo. Ho Chi Minh señala que las etnias más desarrolladas deben apoyar y ayudar a las subdesarrolladas para avanzar juntas. También concede especial importancia al desarrollo rápido y fuerte de las regiones con un gran número de grupos étnicos, zonas montañosas y bases revolucionarias. Considera que el progreso de esas áreas garantiza no solo la seguridad y la defensa nacional, sino también el derecho al desarrollo armónico de las regiones y etnias.

Vietnam es un país con múltiples creencias y religiones. Ho Chi Minh resalta el respeto a la libertad de culto; estima de forma objetiva los valores culturales y morales de las religiones; muestra respeto a sus fundadores y sugiere numerosas políticas destinadas a confraternizar las religiones, fortalecer la solidaridad entre los católicos y no católicos y hacer que las mismas acompañen y contribuyan a la causa de liberación y desarrollo nacional. Por otro lado, critica y lucha sin concesiones contra todas las formas de discriminación religiosa, la violación del derecho a la libertad de religión y creencias de las personas, así como los actos que buscan aprovecharse de la fe de las personas en perjuicio de los intereses nacionales y la causa revolucionaria.

Ho Chi Minh presta especial atención a las clases y grupos sociales que carecen de oportunidades de desarrollo y sufren desventajas en la sociedad vietnamita. Para las mujeres, la clase que ha sufrido hándicaps a raíz de las limitaciones del feudalismo, pide realizar una revolución para empoderarlas, promover la igualdad entre los hombres y mujeres, crear un ambiente favorable para que tengan oportunidades de participar en las labores sociales, estudiar y ascender en el trabajo, además de cumplir el rol de madre y esposa. Según Ho Chi Minh, si las mujeres no son emancipadas, significa que solo logramos liberar a la mitad de la población. Si no alcanzamos la igualdad entre hombres y mujeres, solo logramos el socialismo a medias… A los niños, considerados como los “brotes en una rama”, Ho Chi Minh siempre los alienta a estudiar y perfeccionarse moralmente en beneficio de sus familias y de la sociedad, asegurando el capital humano para el futuro del país. En este sentido, ratifica la necesidad de adoptar políticas de desarrollo integral en los aspectos físicos, mentales, morales y estéticos. Para las personas mayores, Ho Chi Minh respeta, confía, defiende y pide una política de cuidado y estímulo oportuno para promover sus experiencias, capital vital y la responsabilidad de dar ejemplo a sus hijos, ante todo, en la familia y la comunidad. Para los inválidos de guerra, mártires y personas con méritos revolucionarios –los que sacrificaron su vida por la independencia nacional en la guerra de liberación– consideró que deben recibir una atención especial mediante las políticas preferenciales. En su Testamento, Ho Chi Minh recomendó que después del triunfo de la revolución, la primera tarea que se debía cumplir era atender a los inválidos de guerra y las personas con méritos revolucionarios, construir parques y estelas para conmemorar las contribuciones de los héroes y mártires, ocuparse de su alojamiento, y abrir clases de formación vocacional para que los inválidos de guerra y sus hijos puedan “subsistir por sus propios medios”.

 

6. El desarrollo social se basa en el punto de vista de promover la igualdad de oportunidades entre los miembros de la sociedad, asegurando la armonía entre los derechos y obligaciones, y entre la dedicación y el disfrute. Este es un argumento muy importante que rige el diseño de las políticas económicas y sociales hacia los objetivos de desarrollo sostenible. Según Ho Chi Minh, para que cada persona se beneficie de las oportunidades de desarrollo, ante todo, debe vivir en paz, independencia, libertad y seguridad. Si un país pierde su independencia y soberanía, el pueblo no tiene libertad ni oportunidades de desarrollo. Una nación independiente, un entorno pacífico y una sociedad segura son condiciones esenciales para el desarrollo humano y la base para que cada miembro se esfuerce por el avance de la sociedad. Ho Chi Minh señala la importancia de la ampliación del sistema de bienestar social para crear los fundamentos del desarrollo integral del ser humano, sobre todo la educación, la cultura, la salud y la asistencia social. También presta atención especial a las personas que sufren dificultades y son menos afortunadas en la sociedad, como los niños, los inválidos de guerra, las mujeres y las minorías étnicas.

La ampliación del sistema de bienestar social brinda oportunidades y crea la base para el desarrollo integral del ser humano, especialmente a través de la educación, cultura, salud y asistencia social. (En la foto: Un soldado de la guardia fronteriza de Ma Lu Thang entrega mascarillas sanitarias gratuitas a los pobladores de la aldea de Hung Beng, en la comuna de Ma Ly Pho, del distrito de Phong Tho, en la provincia de Lai Chau, Vietnam) _ Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Según el punto de vista de Ho Chi Minh, la igualdad social constituye la armonía entre los derechos y obligaciones, entre la dedicación y el disfrute. Señala: “La distribución debe ser acorde al trabajo. A más trabajo corresponde mayor retribución, menos trabajo implica una retribución menor. El trabajo que sea difícil debe premiarse con una retribución alta, mientras el trabajo sencillo debe retribuirse en correspondencia. No debería haber una situación en que lo bueno, lo malo, lo difícil y lo fácil sean valorados de la misma manera. Eso es igualitarismo y hay que evitarlo” (5). Critica los privilegios porque son un factor de desigualdad en la distribución de los frutos de la producción, además de reducir las oportunidades de desarrollo de los grupos sociales desfavorecidos. También se opone al igualitarismo, puesto que el reparto equitativo es injusto cuando los que hacen más disfrutan de lo mismo que los que hacen menos, eliminando así la motivación de desarrollo. Se debe garantizar la igualdad social, pero diferenciando entre trabajo “difícil” y “fácil” o “trabajo complejo” y “trabajo simple”. La homogeneidad de estos dos conceptos en la distribución es ajena a la ideología de Ho Chi Minh, inhibe o elimina la innovación y la creatividad en la administración y las actividades científicas, culturales y artísticas… Por lo tanto, al crear un sistema de distribución adecuada no solo se ve desde la perspectiva del bienestar social, sino también la motivación de desarrollo social. Este es una cuestión importante en las condiciones del desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista en Vietnam en la actualidad.

7. El núcleo del desarrollo social es la liberación de las personas de toda la opresión e injusticia, el desarrollo integral del ser humano, el respeto de los derechos e intereses legítimos del pueblo; la defensa de la seguridad y la garantía de un entorno sano para el desarrollo de las personas. Según Ho Chi Minh, el desarrollo social consiste en liberar a las personas de toda la opresión e injusticia y crear las condiciones para su desarrollo integral en los aspectos físicos, mentales, estéticos y morales. Para eso, es necesario destruir las bases económicas del régimen explotador, liberar la fuerza del trabajo y brindarles la libertad a las personas. El desarrollo económico no tiene un objetivo en sí mismo, sino que apunta a mejorar la vida material, desarrollar la fuerza física y aumentar la demanda de disfrute cultural de la gente. La creación de una nueva cultura y moral ayuda a las personas a formar una personalidad para vivir en armonía con la sociedad, con la comunidad, con la naturaleza y con uno mismo. Un sistema educativo progresista debe ser capaz de despertar y promover las máximas capacidades y cualidades inherentes del ser humano para que pueda superarse y contribuir de manera útil a la sociedad. Las instituciones democráticas deben crear un entorno donde las personas disfruten de libertad y puedan elevar al máximo su capacidad para dominar todos los aspectos de la vida social. El desarrollo económico, político, cultural y social tiene como objetivo satisfacer las necesidades crecientes de la población, atendiendo a sus derechos e intereses legítimos.

El desarrollo social en la ideología de Ho Chi Minh incluye muchas capas y clases: todo el pueblo, los estratos, grupos sociales, familias e individuos.  Mientras defiende los verdaderos derechos del individuo, critica y lucha enérgicamente contra el individualismo. Según Ho Chi Minh, los intereses individuales no se oponen a los colectivos y de la comunidad, mientras que el individualismo va en contra del bien común. Por lo tanto, es necesario tener una percepción correcta sobre los derechos individuales, especialmente los derechos ligados a las obligaciones, y al mismo tiempo luchar contra el individualismo. Los derechos individuales que no están apegados a las obligaciones y responsabilidades conducirán al egoísmo frente a los intereses comunes. El Partido Comunista y el Estado de Vietnam tienen la responsabilidad de educar, cultivar y desarrollar los buenos valores de los seres humanos; crear un entorno institucional para el desarrollo sano de la personalidad; respetar y proteger los derechos legítimos de las personas, y velar por la armonía de los intereses individuales con los colectivos y de la comunidad. Una buena sociedad constituye la condición necesaria para que cada persona disfrute de un desarrollo sano y reciba el apoyo activo de la sociedad en aras de garantizar su seguridad y capacidad de desarrollo.

Los puntos de vista básicos de Ho Chi Minh sobre el desarrollo social mantienen su valor en el contexto actual y necesitan la investigación y aplicación creativa en la dirección y orientación a la construcción y al desarrollo de la sociedad./.

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(1) Ho Chi Minh: Obras completas, Editorial de Política Nacional Su that (Verdad), Hanoi, 2011, Tomo 8, pág. 294
(2) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibid., Tomo 11, pág. 610
(3) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibid., Tomo 8, pág. 267
(4) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibid., Tomo 5, pág. 81
(5) Ho Chi Minh: Obras completas, Ibid., Tomo 13, pág. 216
Este artículo fue publicado en la Revista Comunista número 963 (abril de 2021)