Revista Comunista - Implementando su maliciosa estrategia de “evolución pacífica" contra la revolución vietnamita, las fuerzas hostiles nunca han dejado de aprovechar las creencias y religiones para intervenir en los asuntos internos de Vietnam en un intento de destruir la gran unidad nacional, provocando la inestabilidad política y obstaculizando el proceso de desarrollo socioeconómico del país. Por tal motivo, identificar y fortalecer la lucha contra esos actos tiene una gran importancia en la tarea de construir y defender el país en la nueva coyuntura.

Al reunirse con dignatarios y representantes de las organizaciones religiosas, el miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista y primer ministro de Vietnam, Nguyen Xuan Phuc, ratifica la atención y el respeto del Partido y el Estado a la libertad de creencias y religiones de la población _Fuente: vnanet.vn

En la vida social, la religión es un campo sensible que capta la atención de la opinión pública nacional e internacional. Es también un área que puede ser fácilmente aprovechada en actividades que buscan dividir el gran bloque de unidad de la nación, provocando inestabilidad sociopolítica. Vietnam es un país multirreligioso. Con la política del "respeto a la libertad de creencias y religión" del Partido y el Estado de Vietnam, durante los últimos años la situación religiosa en el país ha sido estable, la vida religiosa ha cambiado profundamente tanto en cantidad como en escala, y los derechos a la libertad de credo y religión son respetados y garantizados. Las organizaciones religiosas acreditadas construyen y realizan sus prácticas conforme a la cultura tradicional, manteniéndose y acompañando a la nación. Las autoridades han cumplido bien la tarea de orientación y gestión, ordenado paso a paso las actividades religiosas, y sumado a los seguidores religiosos en el gran bloque de unidad nacional.

Hasta 2018, el Estado de Vietnam había reconocido y otorgado registros de operación a 43 organizaciones pertenecientes a 16 religiones con más de 26 millones de seguidores, 55,870 dignatarios, 145,561 subdignatarios y 29,396 establecimientos de culto. La mayoría de las entidades religiosas y dignatarios, subdignatarios y monjes operan de acuerdo con la ley, confían en el liderazgo del Partido Comunista y la gestión del Estado, y hacen contribuciones activas a la construcción y defensa nacional (1).

Sin embargo, bajo los impactos de la situación internacional, la otra cara de la globalización y el mecanismo de mercado, la estratagema de "politizar la religión" de las fuerzas hostiles ha afectado y provocado que la vida religiosa en Vietnam cambie constantemente, con riesgos potenciales y problemas emergentes como: aprovecharse de las actividades religiosas para violar la ley, incluso algunas con "colores políticos", así como deficiencias en la gestión religiosa para distorsionar las orientaciones y lineamientos del Partido, y las políticas y leyes del Estado. Otros problemas abarcan conflictos internos, disputas de poder, prácticas alejadas de las normas éticas y de la cultura tradicional del país, lucro, degradación de la moral en algunas organizaciones religiosas, y la aparición de religiones extrañas.

Las cuestiones mencionadas no solo generan dificultades para el trabajo religioso, sino que constituyen causas y condiciones para que las fuerzas hostiles intenten destruir el gran bloque de unidad de toda la nación, provocando inestabilidad sociopolítica, con actividades centradas concretamente en:

1- Aprovechar la religión para realizar actividades contra el Partido Comunista y el Estado de Vietnam, causando la inestabilidad política y social. En los últimos años, conscientes de la sensibilidad de las cuestiones religiosas, algunos extremistas religiosos se han coludido con organizaciones e individuos reaccionarios para celebrar "debates", "ruedas de prensa", redactar y distribuir documentos con contenido distorsionado y falso para la propaganda contra el Partido Comunista y el Estado de Vietnam, especialmente en los campos de la democracia y los derechos humanos. Han calumniado que el Partido y Estado de Vietnam suprimen la religión y que en Vietnam "no hay libertad religiosa". Distorsionaron que la anterior Ordenanza sobre Creencias y Religiones y la Ley de Creencias y Religiones vigentes en Vietnam son la "supresión de la religión" por la ley del Estado de Vietnam y no crean condiciones para el desarrollo de las religiones, y de ahí buscan aumentar los conflictos entre las religiones y las autoridades a todos los niveles. Al mismo tiempo, se han confabulado con organizaciones e individuos en el país y en el extranjero para establecer o participar activamente en asociaciones y grupos ilegales en nombre de la religión para reunir y desarrollar fuerzas. Varios dignatarios extremistas se aprovechan de las cuestiones sociopolíticas para incitar a los seguidores a protestar en las calles y provocar la inestabilidad sociopolítica. En particular, bajo el pretexto de "defender la libertad religiosa", algunas fuerzas extranjeras han emitido informes, e incluso leyes y resoluciones "condenando" la situación de los derechos humanos en Vietnam, especialmente en el ámbito religioso, ejerciendo así la presión diplomática y vinculando los asuntos de la democracia y los derechos humanos en esta esfera con los de la ayuda económica, inversión y desarrollo, para intervenir en los asuntos internos de Vietnam.

2. Aprovechar las actividades religiosas para violar la ley segregando la gran unidad nacional y alterando la seguridad política y el orden social. Recientemente, las disputas, demandas, reclamos, compras ilegales, ventas, usurpación, transferencia, donación ilegal de tierra y construcción de lugares de culto en contravención de las regulaciones relacionadas con la religión tienden a aumentar. Aprovechando las políticas de renovación, apertura y la libertad de credo y religión del Partido y el Estado de Vietnam, las religiones han incrementado las actividades para ampliar sus instalaciones, lo que ha dado lugar a una serie de litigios y demandas por tierras. En particular, los extremistas religiosos, organizaciones e individuos carentes de buena voluntad hacia el Estado vietnamita en el país y en el extranjero, se han aprovechado de esos sucesos para incitar a actividades de oposición, descontento y reacciones de los creyentes contra el gobierno, así como la división entre el gobierno y las religiones. Más seriamente, politizaron deliberadamente esos incidentes, distorsionaron y acusaron al gobierno de "tomar la tierra de la religión, ignorar los derechos de la población, encubrir a empresas y destruir el medioambiente", incitando la mentalidad de que el Estado de Vietnam trata de manera desigual a las religiones. Algunas organizaciones e individuos no cooperan con las autoridades en la declaración y realización de los trámites para obtener certificados de derechos de uso de la tierra con el fin de usurpar el terreno para ampliar sus establecimientos de culto.

Además de las violaciones de la ley de tierras, también se detectó el incumplimiento de las disposiciones de la ley en las actividades religiosas como el traslado y nombramiento de dignatarios, subdignatarios y monjes, y el establecimiento sin autorización de las autoridades de las instituciones religiosas afiliadas. Varios centros de formación religiosos no han implementado seriamente la asignatura de historia y derecho de Vietnam, que son materias oficiales del plan de estudios. Además, todavía existe la “dualidad en la formación” en algunas religiones, es decir, la capacitación de dignatarios en el país en combinación con el envío ilegal de ellos al extranjero para formarse.

Las violaciones antes mencionadas son aprovechadas por las fuerzas hostiles para intentar causar la división entre la religión y el gobierno, entre los creyentes religiosos y la población no creyente, así como aumentar sus actividades de sabotaje para provocar la inestabilidad política y social.

3- Establecer asociaciones y grupos que llevan el nombre de creencias o religiones extrañas, socavando la solidaridad nacional y amenazando la estabilidad sociopolítica. Aprovechando las cuestiones religiosas en las áreas de minorías étnicas, el declive de la ortodoxia de las religiones reconocidas por el Estado, las difíciles condiciones socioeconómicas... algunos sujetos han creado asociaciones y grupos en nombre de la religión, realizando actos que violan la ley y atentan contra la unidad nacional.

Además, aparecen en muchas localidades manifestaciones de creencias y fenómenos religiosos alejados de la cultura tradicional de la nación, como no adorar a los antepasados; llamar al padre y la madre como hermano y hermana; ofrecer el tratamiento médico mediante oraciones; y realizar propagandas prometiendo un buen futuro para engañar a las masas. Por ejemplo, las organizaciones "La Iglesia de Dios Madre", Falun Gong, Duong Van Minh, "Consistencia", "Maestra Suprema Ching Hai"… no solo generan conflictos dentro de las masas, afectando el bloque de gran unidad nacional; también producen efectos negativos para la estabilidad sociopolítica del país, creando la excusa para que las fuerzas hostiles distorsionen la situación religiosa en el país y calumnien a Vietnam como un país "sin libertad de religión".

4. Realizar actividades religiosas supersticiosas, lucrativas y desviadas de las normas culturales y ética social. Recientemente, en varios establecimientos religiosos, se ha producido el fenómeno de comercialización relativos a las creencias y actividades religiosas. En particular, se han aprovechado de las creencias de las personas para lucrarse mediante actividades espirituales supersticiosas como presentar ofrendas para aliviar a alguien de su racha de mala suerte, adivinación, observación de hexagramas y curación espiritual de enfermedades... Organizaciones e individuos malintencionados se han aprovechado de estos problemas para atacar, distorsionar y causar desunión dentro de algunas religiones e incitar a los seguidores a separase y formar otras organizaciones. Los mismos son factores potencialmente peligrosos que amenazan la solidaridad interna de las religiones, así como el gran bloque de unidad nacional.

Aprovechar la religión y las cuestiones religiosas para dividir el gran bloque de unidad nacional, provocando la inestabilidad sociopolítica, es un acto muy peligroso que afecta gravemente la unidad nacional. También causa la división entre las religiones, entre las religiones y el gobierno, y entre los seguidores religiosos y la población no creyente. Todos estos constituyen factores complejos, con el riesgo potencial de conducir a un conflicto social. De hecho, han sucedido una serie de diferendos y litigios entre las personas relacionados con la religión debido al impacto de las actividades mencionadas. La estabilidad sociopolítica en algunos lugares y momentos se ha visto afectada. Por lo tanto, prevenir de manera proactiva y luchar eficazmente contras estas actividades desempeña un papel importante en este campo, así como en garantizar la estabilidad sociopolítica en Vietnam.

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La realidad muestra que las fuerzas hostiles pueden aprovechar las actividades y cuestiones religiosas para dividir el gran bloque de la unidad nacional, provocando inestabilidad sociopolítica, porque aún existen el ambiente y ciertas condiciones para hacerlo. Eso se deriva de la sensibilidad de los asuntos relacionados a la religión, la complejidad en las actividades religiosas, así como la eficacia de la gestión estatal en este ámbito. Por lo tanto, realizar bien la gestión estatal de las creencias y religiones es uno de los métodos efectivos para generar confianza de los creyentes en el gobierno y las políticas del Partido y el Estado sobre la religión, así como frustrar los intentos de aprovechar la religión para llevar a cabo los actos de sabotaje. Para cumplir esta tarea, es necesario atender de forma sincrónica los siguientes grupos de soluciones:

En primer lugar, hay que intensificar la divulgación y sensibilización de la sociedad sobre la religión y el trabajo al respecto. Los comités y autoridades locales deben seguir profundizando y aplicando estrictamente las instrucciones y resoluciones del Partido Comunista de Vietnam sobre el tema, y elevar la conciencia, el papel y sus responsabilidades en esta labor. Se debe impulsar la difusión sobre los lineamientos y políticas del Partido y Estado de Vietnam sobre la religión, especialmente la Ley de Creencias y Religiones y el Decreto No. 162/2017/ND-CP emitido el 30 de diciembre de 2017 por el Gobierno sobre las "Disposiciones detalladas de algunos artículos y medidas sobre la ejecución de la Ley de Creencias y Religiones", para que los funcionarios, poblares, organizaciones y seguidores los comprendan y cumplan de manera proactiva.

Es necesario promover las relaciones exteriores sobre la religión y participar activamente en foros internacionales y regionales sobre el tema. La intensificación de actividades de cooperación internacional, diálogos bilaterales y multilaterales, especialmente con Estados Unidos y países de la Unión Europea (UE), y la diplomacia popular ayudará a la comunidad internacional a entender correctamente las políticas del Partido y el Estado de Vietnam sobre el tema, y levantar su voz y apoyo al país en los foros bilaterales y multilaterales.  De igual manera, proporcionará informaciones oficiales para las luchas sobre los derechos humanos frente a las fuerzas hostiles que difaman a Vietnam acerca del tema de la "libertad religiosa", así como facilitará el acceso de las personas y organizaciones internacionales interesadas en conocer la situación y las políticas religiosas nacionales. A través de estas actividades, se divulgarán los logros de Vietnam en la garantía del derecho a la libertad de credo y religión, y se crearán las condiciones para que las personas y organizaciones religiosas participen en conferencias y foros religiosos internacionales.

Se deben institucionalizar las pautas y lineamientos del Partido Comunista de Vietnam sobre la religión. Los ministerios y ramas siguen examinando y asesorando al Partido y al Estado para que complementen y perfeccionen las políticas y leyes al respecto, así como otras normativas pertinentes compatibles con la Ley de Creencias y Religiones y tratados internacionales de los que Vietnam es signatario. Además, es importante garantizar la igualdad de responsabilidades e intereses entre las organizaciones religiosas y entre éstas y otras entidades sociales. Hay que prevenir que las organizaciones religiosas e individuos distorsionen o malinterpreten y violen las disposiciones de la ley, afectando la unidad nacional y la estabilidad política.

En segundo lugar, se debe fortalecer la gestión estatal de las creencias y religiones, intensificar la orientación de las organizaciones religiosas para que operen de acuerdo con la carta y estatutos reconocidos por el Estado de Vietnam y en consonancia con las disposiciones de la ley. Es necesario examinar y resolver a fondo las necesidades de la práctica puramente religiosa de la población, distinguir las actividades religiosas puras y las que usan la religión para otros fines, en aras de eliminar factores políticos extremos de las actividades religiosas. Hay que reforzar la disciplina, aumentar la eficiencia de la gestión estatal e integrar los contenidos y tareas del trabajo religioso a los objetivos y tareas de desarrollo socioeconómico y cultural en las regiones con un gran número de religiosos. Se requiere prestar atención a la supervisión y la inspección para no dejar que ocurra el fenómeno de despreciar la ley en el gobierno como en las organizaciones religiosas; manejar estrictamente las violaciones de la ley;  promover el papel del sistema político a nivel de base en la movilización de dignatarios, subdignatarios, monjes y seguidores religiosos para cumplir la ley y participar en los movimientos de construcción y garantía de la seguridad y orden social en la localidad.

Es necesario concentrarse en resolver eficazmente los problemas de viviendas y tierras relacionados con la religión. Las localidades han resuelto de forma radical los juicios y disputas sobre terrenos relacionados con la religión que duraron muchos años, a partir de las conclusiones del Primer Ministro, limitando las oportunidades para que las fuerzas hostiles se beneficien de la situación para tergiversar la realidad. Otra tarea consiste en completar la planificación de la tierra y conceder certificados de derechos de uso de la tierra a establecimientos religiosos; controlar la aprobación de proyectos de turismo cultural y espiritual asociados con las instalaciones de culto para asegurar la implementación de la gestión estatal de acuerdo con la ley. Es necesario revisar, evaluar y prestar atención para satisfacer las necesidades legítimas de uso de la tierra por parte de los centros religiosos, evitar que los extremistas lo utilicen como excusa para reunir a seguidores, establecer "focos", propagar información falsa o perturbar la seguridad y el orden. Las autoridades tienen que asignar cuotas para la declaración y el registro de uso de la tierra y la finalización anticipada de la concesión de certificados de derechos de uso de suelo a establecimientos religiosos para fines de 2021, previniendo las demandas ilegales, la usurpación o la transferencia.

Además, es importante intensificar la concientización de dignatarios, subdignatarios y monjes para mejorar la responsabilidad social en las actividades religiosas. Las autoridades de todos los niveles deben contactar y dialogar regularmente con dignatarios, sacerdotes y monjes para conocer su pensamiento y aspiraciones y resolver rápidamente las necesidades legítimas y los problemas que surgen en las actividades religiosas. También han de reconocer las contribuciones de individuos y organizaciones religiosas para alentarlos a mejorar su responsabilidad cívica en la implementación de políticas, leyes y movimientos de emulación, e informarles sobre los actos de las fuerzas hostiles que abusan de la religión y creencias para fragmentar la solidaridad religiosa y la unidad nacional, con el fin de ayudar a los creyentes a estar alertas, no creer y escuchar argumentos distorsionados, ni instigar o participar en actividades ilegales.

En tercer lugar, se debe luchar resueltamente contra los actos que aprovechen la religión para sabotear al Partido Comunista y al Estado de Vietnam. Las fuerzas competentes han desplegado medios y medidas, especialmente promueven la movilización de los creyentes y las medidas diplomáticas para combatir esos actos. Hay que orientar de forma oportuna a la opinión pública sobre los grandes problemas, especialmente los relacionados con la religión, y atraer la atención de dignatarios y seguidores religiosos. También es necesario intensificar la lucha contra los argumentos distorsionados que buscan dividir el gran bloque de unidad nacional, y honrar a las personas y organizaciones religiosas que han implementado bien el precepto de "vivir una buena vida cívica y religiosa" y participar activamente en movimientos de emulación patriótica.

Hay que detectar oportunamente y prevenir con eficiencia acciones que se aprovechen de las creencias y fenómenos religiosos, para realizar actividades opuestas y separatistas con colores políticos, impidiendo la formación de organizaciones ilegales. También se ha de seguir de cerca la situación de las actividades religiosas, para no ser pasivo, pecar de falta de previsión y permitir el surgimiento de "focos", hay que centrarse en recopilar y consolidar pruebas sobre las violaciones de los sujetos extremistas religiosos para desarrollar planes de manejo adecuados, además de trabajar con organizaciones relacionadas y hacer públicas esas infracciones a los seguidores y pobladores, creando así el consenso en la lucha contra esos actos.

Es importante también intensificar la lucha contra las actividades que se aprovechen de los derechos humanos religiosos, y tomar la iniciativa en la divulgación de informaciones al exterior sobre el tema; prestar atención y apoyar las actividades religiosas de las comunidades vietnamitas en el extranjero, y evitar que las fuerzas hostiles las aprovechen para dividir la unidad nacional; y promover el amor de los vietnamitas en el extranjero por su tierra natal.

En cuarto lugar, se debe mejorar la efectividad y eficiencia del sistema político a nivel de base, consolidar las entidades encargadas del trabajo religioso para que sean fuertes y estables, y tengan la autoridad suficiente para cumplir bien esa labor; así como asegurar que el contingente de funcionarios encargados del trabajo tenga capacidades y calificaciones adecuadas para poder gestionar y dialogar con personas y organizaciones religiosas. Al mismo tiempo, los comités partidistas y gobiernos en todos los niveles necesitan prestar atención a la consolidación de las bases políticas en áreas con gran número de seguidores religiosos, especialmente en los lugares donde operen dignatarios extremistas, así como promover el papel de las organizaciones de masas, y promover la participación de dignatarios y seguidores en las actividades de esas entidades.

Es necesario fomentar el conocimiento y la formación profesional de los cuadros y militantes del Partido que se ocupan del trabajo religioso, especialmente a nivel de base, con el fin de construir un contingente de cuadros profesionales calificados con firmeza ideológica, eliminar percepciones erróneas y malinterpretaciones sobre políticas y leyes; investigar de forma proactiva, actualizar la información y asesorar en el trabajo religioso; desarrollar un mecanismo de coordinación en este campo entre niveles, ramas y agencias del sistema político para mejorar la rendición de cuentas en la solución de los problemas religiosos emergentes, especialmente la lucha contra las conspiraciones para dividir el gran bloque de  unidad nacional.

Se puede decir que estabilizar la situación de las creencias y la religión es uno de los factores importantes que contribuyen al éxito de la renovación nacional, el desarrollo económico y social, la solidaridad nacional, y la seguridad y defensa en Vietnam. Por lo tanto, la gestión estatal de las creencias y religiones y la garantía de la seguridad en este ámbito son tareas importantes que garantizan el derecho a la libertad de credo y religiones, y mejoran la vida espiritual del pueblo, al tiempo que limita los actos de sabotaje de las fuerzas hostiles en aras de la estabilidad y el desarrollo sostenible del país./.

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(1) Comité de Asuntos Religiosos del Gobierno: Informe de Resumen de 2018, y orientaciones y tareas para 2019

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.940 (abril de 2020)