Garantizan la orientación socialista en la elaboración e implementación de las políticas sociales en Vietnam

DR. BUI SY LOI
Exsubjefe de la Comisión de Asuntos Sociales de la Asamblea Nacional
11:59, 03-22-2024

Revista Comunista - Una característica fundamental de la orientación socialista de la economía de mercado en Vietnam es la vinculación de la economía con la sociedad y la sincronización de las políticas económicas con las sociales. La elaboración e implementación de las políticas sociales se debe integrar al panorama de la gestión del desarrollo social sostenible y manejar con armonía las relaciones sociales, especialmente el bienestar y la seguridad social, así como la seguridad humana.

El secretario general del Partido Comunista, Nguyen Phu Trong, visita a una familia con méritos revolucionarios en la provincia de Tuyen Quang _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Percepción sobre la garantía de la orientación socialista en la elaboración e implementación de las políticas sociales

Las políticas sociales asumen la misión de conseguir los valores centrales del socialismo. En otras palabras, los valores centrales del socialismo se materializan a través de las políticas sociales. El Testamento de Ho Chi Minh sobre la construcción de un Vietnam pacífico, unificado, independiente, democrático, próspero y fuerte está grabado en la mente del pueblo vietnamita como los valores centrales de la sociedad socialista. La Plataforma sobre la construcción del país en el período de transición hacia el socialismo (complementada y desarrollada en 2011) hereda y desarrolla el pensamiento de Ho Chi Minh en las condiciones de la nueva etapa. El Partido Comunista de Vietnam (PCV) identifica que los valores centrales que reflejan las características generales de la sociedad socialista que persigue el pueblo vietnamita son las de un pueblo rico, un país fuerte, democrático, justo y civilizado.

La superioridad de la sociedad socialista es que persigue los valores progresistas, humanitarios y basados en los intereses comunes de la sociedad, que existen en armonía con los individuales legítimos. Sobre el socialismo y el objetivo de desarrollar la sociedad hacia él, el secretario general del PCV, Nguyen Phu Trong, afirmó: “Necesitamos una sociedad en la que el desarrollo sea verdaderamente para el ser humano, no con fines de lucro que explote y pisotee la dignidad humana”(1).

En el actual período de transición, Vietnam persigue una sociedad basada en el desarrollo de una economía de mercado con orientación socialista que cuenta con características peculiares y va en paralelo con la construcción y promoción cultural y la gestión del desarrollo social sostenible. Las políticas sociales son las herramientas y medios principales del Estado para institucionalizar los lineamientos y visiones del PCV sobre la materialización del progreso y la justicia sociales, garantizar la orientación socialista en la solución de los problemas prácticos sobre la base del respeto de los derechos humanos, elevar la eficiencia del desarrollo social y contribuir al crecimiento económico y al progreso sostenible del país.

El objetivo general del socialismo es brindar a todas las personas una buena vida, desarrollar la sociedad de manera sostenible y adecuada a las condiciones históricas específicas y la tradición cultural del pueblo, garantizar la igualdad, el progreso y la justicia sociales, en aras de incrementar la calidad de vida y la felicidad de los pobladores.

En el proceso de renovación y desarrollo, el PCV está consciente profundamente y firme en el objetivo socialista, lo que se refleja en sus lineamientos sobre la construcción del socialismo, que pretende traducir en realidad las metas y valores centrales que persiguen la nación y el pueblo. Al lado de las políticas de desarrollo económico, las de defensa-seguridad y sociales tienen un significado de suma importancia, al afectar directamente la vida económica y cultural de cada hogar y ciudadano y manifestar la superioridad típica del socialismo. Las políticas sociales son las herramientas y medios que utiliza el Estado para materializar los objetivos según la orientación socialista.

Para garantizar la orientación socialista, una de las creaciones más destacadas del PCV es construir una economía de mercado con ella. El avance más importante en la percepción y la teoría del PCV a través de los distintos períodos, especialmente a partir del proceso de la renovación (Doi Moi) es el desarrollo de la economía de mercado con orientación socialista, cuyo resultado sirve como premisa para materializar los objetivos sociales, sobre todo los referidos al progreso y la justicia en la sociedad. Se trata de un avance teórico fundamental y creativo del PCV a través de 37 años de implementación del Doi Moi, que se origina de la realidad del país y el aprendizaje selectivo de las experiencias internacionales.

La Plataforma sobre la construcción del país en el período de transición hacia el socialismo (complementada y desarrollada en 2011) y la Resolución del XI Congreso Nacional del PCV afirman: “Las políticas sociales acertadas y justas por el ser humano constituyen un fuerte impulso para poner toda la creatividad del pueblo al servicio de la causa de construcción y salvaguardia de la Patria. Hay que garantizar la igualdad y la justicia en los derechos y obligaciones de los ciudadanos”(2). La Plataforma de 2011 exige “vincular de manera estrecha y razonable el desarrollo económico con el cultural y social, materializar el progreso y la justicia sociales en cada paso y cada política; desarrollar con armonía las condiciones económicas y culturales de todas las personas y elevar constantemente la calidad de vida en términos de alimentación, vivienda, transporte, estudio, ocio, atención de salud y mejora del estado físico”(3).

Los documentos del XII Congreso Nacional afirman: “Asociar estrechamente las políticas económicas a las sociales, y el crecimiento económico a la mejora de la calidad de vida, de manera que el pueblo disfrute cada vez mejor los frutos de la renovación, construcción y desarrollo del país. Todas las personas deben tener oportunidades y condiciones para un desarrollo integral”(4). Se trata de puntos de vista y orientaciones importantes y acertados del PCV, los cuales garantizan que las políticas sociales resulten coherentes y compatibles con la orientación socialista de la economía de mercado en Vietnam. El XIII Congreso Nacional pide “entender plenamente y garantizar la orientación socialista en las políticas sociales. Fortalecer la gestión del desarrollo social y garantizar el progreso y la justicia en la sociedad y la sostenibilidad en las políticas sociales, especialmente las referidas al bienestar y la seguridad sociales, así como la seguridad humana. Materializar de manera sincrónica e integral los objetivos económicos, ambientales y de progreso y justicia sociales, renovando así la distribución de los recursos para elevar la eficiencia del desarrollo social”(5).   

Considerando los intereses humanos como foco del progreso social, que debe centrarse en el desarrollo humano, el PCV persiste en “movilizar todas las capacidades del Estado y el pueblo, del Gobierno central y los locales para resolver los problemas de las políticas sociales”(6) y “materializar el progreso y la justicia sociales en cada paso y cada política de desarrollo”(7) mediante la “formación de un clima y las condiciones para que todas las personas obtengan mejores puestos de trabajo e ingresos”(8) con el propósito de que “todos los ciudadanos disfruten de oportunidades y condiciones para su desarrollo integral”(9). El PCV instó a tomar medidas para “resolver bien la cuestión de los trabajadores, los puestos de trabajo e ingresos y garantizar la seguridad social… Prestar atención a la salud del pueblo, las tareas demográficas y de planificación familiar, la protección y el cuidado de las madres y niños y la construcción de familias felices”(10).

La profunda percepción y la firme determinación del PCV en la renovación integral nacional según la orientación socialista posibilitan que las políticas sociales se lleven a cabo en paralelo con los objetivos de progreso y justicia, mejoras de vida, desarrollo humano integral y disfrute equitativo por parte de todas las personas de los frutos de los avances. Las políticas sociales cuentan con tres contenidos fundamentales: Fortalecer la capacidad del capital humano (a través del incremento del bienestar de toda la población), mejorar el entorno de las actividades humanas (a través del desarrollo de las políticas laborales, de empleo, salud, educación, crecimiento empresarial e infraestructuras) y garantizar la seguridad social (a través del apoyo a la participación de los grupos vulnerables en el mercado laboral, el aumento de la cobertura del seguro social, las prestaciones sociales y la reducción de la pobreza).

La perspectiva sobre la justicia social se amplía, ahora no se trata solo de los beneficios económicos, sino también de las oportunidades, para todas las clases populares: “Crear el entorno y las condiciones para que las personas obtengan mejores puestos de trabajo e ingresos. Las políticas salariales y de recompensa deben generar un impulso para el desarrollo y regular de manera apropiada los ingresos en la sociedad. Hay que estimular el enriquecimiento legítimo en paralelo con la reducción sostenible de la pobreza, el recorte de las brechas de riqueza entre las regiones y los grupos de la población”(11). Hasta el XII Congreso Nacional, la perspectiva sobre las políticas sociales se corroboró y profundizó: “Elaborar e implementar políticas apropiadas para cada estrato social, manejar armónicamente las relaciones sociales… prestar suficiente atención a las clases y grupos vulnerables y las etnias minoritarias en las zonas remotas, contener la tendencia de la expansión de las brechas de riqueza y garantizar el desarrollo social estable y sostenible...”(12).

Durante el período de renovación, los lineamientos del PCV sobre las políticas sociales se han perfeccionado paso a paso y han alcanzado resultados positivos en la economía de mercado con orientación socialista, garantizando básicamente la justicia, la inclusión y la compatibilidad con los estándares internacionales. Además, protegen el derecho de los ciudadanos a la seguridad social y contribuyen al desarrollo económico, la estabilidad política y el orden social, además de mejorar las condiciones económicas y culturales de la población. Los documentos del XIII Congreso Nacional determinan que las políticas sociales deben “materializar el progreso y la justicia sociales e incrementar la calidad de vida y la felicidad del pueblo”(13).

Garantía de la orientación socialista en la implementación de las políticas sociales en Vietnam durante los últimos años

El progreso hacia el socialismo por el ser humano ha brindado cambios drásticos a Vietnam, entre ellos el incremento constante de su Índice de Desarrollo Humano (IDH). Según el Informe de Desarrollo Humano global 2021/2022, publicado el 9 de septiembre de 2022 por el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, el IDH de Vietnam alcanzó 0,703 puntos, para subir dos escaños ubicándose en el lugar 115 del total de 191 países calificados(14).

El hecho de que los logros económicos sirven como base para el cumplimiento inicial del objetivo de mejorar las condiciones de vida constituye una manifestación de la orientación socialista en la implementación de las políticas sociales. Vietnam tuvo un punto de partida humilde: En los años 90 del siglo XX, sufrió una grave crisis socioeconómica, que provocó la escasez de alimentos y productos de primera necesidad en muchas áreas. Con más de dos tercios de los hogares que vivían en carencia económica, Vietnam fue uno de los países más pobres en el mundo, con un ingreso per cápita de sólo 100 dólares. Esa cifra se multiplicó en más de 40 veces a lo largo de más de tres décadas, a cuatro mil 100 dólares. La mejora de la calidad de vida de todos los grupos y etnias, y en todas las partes del país, sirve como premisa y condición básica para garantizar la seguridad social y materializar el progreso y la justicia en la sociedad según la orientación socialista.

Vietnam fue reconocido por la comunidad internacional como “punto brillante” en la reducción de la pobreza. La tasa de pobreza cayó de más del 70 por ciento a inicios de los años 1990 a 2,23 por ciento en 2021. El ingreso promedio de los hogares pobres se multiplicó 3,5 veces durante los últimos 10 años. Los niveles de vida de los pobres y residentes en áreas desfavorecidas se elevaron. Los pobres con capacidad laboral recibieron asistencia para obtener medios de subsistencia adecuados a sus necesidades, atender a cursos de formación profesional y capacitación sobre habilidades productivas y comerciales, acceder a puestos de trabajo dentro y fuera del país para salir de la pobreza y enriquecerse.

Gracias a la especial atención prestada por el PCV y el Estado, las políticas dedicadas a las personas con méritos revolucionarios se implementaron de la mejor manera posible en las actuales condiciones socioeconómicas del país. Se tradujeron en un movimiento de reconocimiento y recompensa que se lleva a cabo de manera amplia, profunda y consistente desde el gobierno central hasta las localidades. El cuidado de las familias de las personas con méritos revolucionarios, inválidos y mártires de guerra atrajo la participación activa de todo el sistema político. Hasta 2020, el 99,5 por ciento de las familias de personas meritorias disfrutaron de niveles de vida iguales o superiores al promedio de la comunidad donde residían.

Las instituciones del mercado laboral han mejorado gradualmente, convirtiéndose en una medida fundamental para resolver la cuestión del empleo. Las políticas de apoyo a la creación de puestos de trabajo contribuyeron a cumplir el objetivo de activar toda la fuerza laboral y reducir el desempleo. Los resultados fueron notables: a través de los años, se crearon entre un millón 500 mil y un millón 600 mil puestos de trabajo anualmente. La tasa de desocupación general se mantuvo por debajo del tres por ciento, mientras la estructura del entorno laboral registró cambios positivos(15). Las relaciones en la distribución de la riqueza -que se realiza sobre la base del rendimiento laboral y la eficiencia económica- garantizan la igualdad e incentivan a los trabajadores. La política de salario mínimo se reajusta cada año para que el nivel actual satisfaga básicamente las necesidades de vida fundamentales, contribuyendo a garantizar los ingresos de los trabajadores. Durante los últimos 10 años, la mensualidad promedio se triplicó, a cuatro millones 200 mil dong (unos 171 dólares)(16). La calidad de los recursos humanos mejoró constantemente. La tasa de trabajadores formados en 2020 alcanzó el 70,25 por ciento, un incremento de 1,53 veces en comparación con 2012. La proporción de los trabajadores con certificados de cursos de al menos tres meses subió de 15,58 por ciento en 2011 a 26,1 por ciento en 2021.

La política de seguro se convirtió en el pilar del sistema de seguridad social. Gracias a la cobertura cada vez más amplia del seguro social, la tasa de personas en la edad productiva que participan en este mecanismo aumentó con estabilidad durante los años, para alcanzar el 21 por ciento en 2021. En la actualidad, más de tres millones 300 mil personas se benefician de pensiones y prestaciones mensuales del seguro social. Especialmente, el desarrollo del seguro voluntario abrió la oportunidad para que los agricultores, empleados informales y personas de bajos ingresos participen en el mecanismo(17). La política de seguro de desempleo prestó asistencia a las personas que pierden su trabajo o cuyo contrato expira, y a las empresas a la hora de cumplir las políticas dedicadas a los empleados cesados, especialmente en medio de las dificultades financieras. Además, estableció la ayuda mutua entre los participantes y entre la comunidad empresarial.(18).

Las políticas de prestaciones sociales cubrieron a casi todos los grupos etarios, el 3,5 por ciento de la población y el cien por ciento de los beneficiarios de la protección social recibieron prestaciones mensuales. Se ofreció protección y cuidados a los niños, además de crear un entorno seguro para garantizar de forma cabal los derechos de los niños. Por otro lado, se protegió y promovió el papel de las personas de edad avanzada, mientras se prestó ayuda a los minusválidos en términos de rehabilitación, formación profesional y creación de empleo, para estabilizar y mejorar gradualmente su nivel de vida. 

El Índice de desarrollo de género de Vietnam se ubicó en el grupo más alto del total de cinco en el mundo. El papel y la posición de las mujeres se fortalecieron y elevaron tanto en la familia como en la sociedad. La tasa de dirigentes femeninas en las entidades partidistas, gobiernos en todos los niveles, empresas, establecimientos productivos y comerciales aumentó. Las mujeres representaron el 48 por ciento de la fuerza laboral y la mitad de los beneficiarios de la política de formación profesional para trabajadores rurales.

Por otro lado, el perfeccionamiento de políticas, el aumento de la inversión del presupuesto estatal y la renovación de los métodos de implementación posibilitaron un incremento drástico de la cobertura del seguro médico, para que los pobladores participen y se beneficien con mayor facilidad de ese mecanismo. Hasta 2021, 88 millones 800 mil personas, o sea, el 91 por ciento de la población, obtuvieron seguro médico; entre el 96 y el 98 por ciento de los menores de un año fueron vacunados completamente; las tasas de desnutrición y mortalidad infantil disminuyeron casi tres veces; la esperanza de vida promedio creció de los 62 años en 1990 a 74 en 2020. El fortalecimiento de la salud preventiva ayudó a controlar peligrosas epidemias y evitar su propagación masiva, incluidos grandes brotes de la pandemia de COVID-19. El sistema de salud a nivel de base se reforzó en términos de infraestructuras de establecimientos médicos y hospitales y personal, especialmente en los distritos pobres y comunas desfavorecidas.

La educación y formación se centra cada vez más en las personas, por el desarrollo libre e integral de las personas. Se sobrecumplió el objetivo de la educación universal desde el nivel preescolar (niños de cinco años) hasta el secundario; el 95 por ciento de los adultos son letrados y el 26,1 por ciento de la fuerza laboral obtuvo certificados de formación. El número de escuelas especializadas para las etnias minoritarias y comunidades montañosas aumentó, al igual que la cantidad de estudiantes en los internados, seminternados y centros de preparación universitaria para las minorías étnicas. Los programas y políticas de asistencia educativa a estudiantes pobres o procedentes de etnias minoritarias y áreas desfavorecidas se implementaron con eficiencia.

Pese a esos importantes logros, la implementación de las políticas sociales para garantizar la orientación socialista aún muestra problemas, especialmente el hecho de que la inversión en el desarrollo cultural y social carece de focos precisos y no está a la par con el nivel del progreso de la economía y la política a escala nacional.

Renovar y mejorar la implementación de las políticas sociales según la orientación socialista en la nueva etapa

El XIII Congreso Nacional del Partido continuó afirmando las principales orientaciones sobre las políticas sociales al exigir: “Ser completamente consciente y garantizar la orientación socialista en las políticas sociales. Reforzar la gestión del desarrollo social y garantizar el progreso y la justicia en la sociedad, la sostenibilidad en las políticas, especialmente las referidas al bienestar y la seguridad sociales, así como la seguridad humana. Implementar de manera sincrónica e integral los objetivos económicos, ambientales y de progreso y justicia sociales, renovando la distribución de los recursos para elevar la eficiencia del desarrollo social. Establecer e implementar con sincronía las instituciones y políticas de desarrollo social y gestionar el progreso de la sociedad de manera sostenible y armónica”(19). El desarrollo de una sociedad moderna y sostenible contribuye a alcanzar el objetivo de un “pueblo rico, un país fuerte, democrático, justo, civilizado” y el desarrollo humano integral, de forma que se pueda aprovechar las potencialidades y fortalezas de todas las personas para crear un progreso social armónico. En esa sociedad, los ciudadanos tendrán garantizados la seguridad y el bienestar sociales, un alto salario y una vida satisfecha, libre y feliz en un país potente y próspero. Para garantizar la orientación socialista, la renovación y mejora de las políticas sociales debe seguir los siguientes puntos de vista fundamentales:

Primero, las políticas sociales son para el ser humano y por el ser humano y desempeñan un papel importante en los lineamientos del Partido y el Estado; reflejan la naturaleza positiva del sistema político nacional y contribuyen de forma importante a la garantía de la orientación socialista, asociando el crecimiento de la economía hacia el progreso y la justicia sociales y no los sacrifican meramente por los beneficios económicos; garantizan la seguridad y el bienestar sociales de las personas y posibilitan que participen cada vez más en los logros de la renovación integral de la nación y los disfruten cada vez mejor.

Segundo, la elaboración e implementación de las políticas sociales se deben incluir en la gestión general del desarrollo social sostenible; manejar armónicamente las relaciones sociales, controlar la estratificación de la sociedad y resolver de manera oportuna y eficiente los riesgos para proteger la seguridad y el orden social; garantizar la igualdad de género y la sostenibilidad en las políticas sociales, especialmente la seguridad y el bienestar sociales y la seguridad humana, en aras de mejorar la calidad de vida y la felicidad de los pobladores.

Tercero, invertir en el cumplimiento de los objetivos de las políticas sociales es invertir en el desarrollo. Hay que movilizar y distribuir los recursos en proporción a la capacidad de la economía y los requisitos de la materialización de esos objetivos. Los recursos estatales desempeñan el papel principal, los sociales tienen un rol importante, y además hay que combinar los internos y externos a través de la cooperación internacional.

Cuarto, es preciso renovar y mejorar las políticas sociales de manera integral, moderna, inclusiva, sostenible y centrada en el ser humano, considerándolo como el sujeto, propósito, motor y recurso para el desarrollo. Además, se debe apoyar a las personas a enfrentar de manera oportuna y adaptarse con flexibilidad y eficiencia a los riesgos en la vida.

Quinto, la implementación  de las políticas sociales debe someterse al liderazgo directo e integral del PCV, la gestión estrecha y efectiva del Estado, la supervisión frecuente del Frente de la Patria y las organizaciones sociopolíticas, y la participación activa de los ciudadanos y empresas. En ese sentido, hay que alentar la aspiración al desarrollo, la tradición de simpatía y asistencia mutua, la unidad nacional y el espíritu de autosuficiencia y resiliencia del pueblo en la solución de cuestiones sociales.

Para cumplir con éxito los objetivos de las políticas sociales garantizando la orientación socialista, hay que continuar llevando a cabo los siguientes grupos de tareas principales:

Primero, resulta vital centrarse en el desarrollo humano, mejorar la calidad de la mano de obra, resolver de manera sostenible las cuestiones de empleo y desarrollar el mercado laboral. En específico, se deben reformar las políticas de empleo y estándares profesionales; crear suficientes y sostenibles puestos de trabajo, desarrollar un mercado laboral flexible, moderno, efectivo, sostenible e integrado al mundo; reducir el empleo informal; optimizar la demografía nacional, mejorar la calidad de la población, aprovechar eficientemente la estructura demográfica inclinada hacia los grupos en edad productiva, tomar la iniciativa para adaptarse al envejecimiento de la población; considerar la formación profesional como solución fundamental y revolucionaria para desarrollar los recursos humanos; y renovar otras políticas sobre las relaciones laborales, la seguridad y la higiene en el ámbito de trabajo.

Segundo, hace falta desarrollar un sistema de seguridad social de múltiples niveles, integral, inclusivo, flexible, adaptativo y capaz de garantizar el nivel de vida básico para todos los ciudadanos. En particular, hay que desarrollar un sistema de seguro social flexible, diversificado, de múltiples niveles, moderno, integrado al mundo de manera obligatoria y que cubra a toda la fuerza laboral. También se necesita construir un sistema de seguridad social de múltiples niveles, adaptativo y flexible para proteger a las personas de los riesgos en la vida, especialmente los choques a gran escala. Además, hace falta desarrollar políticas de protección social para las personas incapaces de salir de la pobreza garantizando el nivel de vida básico para todos los pobladores.

Tercero, resulta fundamental mejorar el bienestar social para todos los ciudadanos, sobre todo para garantizar el acceso y disfrute universal de los servicios sociales de calidad, con las siguientes prioridades: 1- Adoptar políticas revolucionarias sobre el desarrollo de viviendas, especialmente para las personas con bajos ingresos y obreros en los parques industriales; eliminar por completo las viviendas temporales e indecentes para los pobres y personas en el umbral de la pobreza; 2- Perfeccionar el sistema de educación nacional en la dirección abierta; generalizar la educación preescolar, primaria, secundaria y de bachillerato; construir una sociedad del conocimiento; mejorar la calidad de la educación en las zonas montañosas y remotas y habitadas por etnias minoritarias; desarrollar los servicios para la incorporación social de los niños con discapacidades; 3- Seguir desarrollando la red de establecimientos sanitarios a nivel de base, ampliando el acceso a los servicios de salud de calidad; incrementar la inversión en la salud preventiva para garantizar el cuidado a todas las personas y el control de epidemias; y expandir la cobertura del seguro médico a toda la población./.

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(1) Nguyen Phu Trong: “Algunas cuestiones teóricas y prácticas sobre el socialismo y el camino hacia el socialismo en Vietnam”, Revista Comunista, No.966, mayo de 2021, pág. 5
(2), (3) Documentos del XI Congreso Nacional del Partido Comunista, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2011, pág. 79
(4) Documentos del XII Congreso Nacional del Partido Comunista, Oficina del Comité Central del Partido Comunista, Hanoi, 2016, págs. 135-136
(5) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, Editorial Política Nacional Su That (La Verdad), Hanoi, 2021, tomo I, págs. 147-148
(6) Documentos completos del Partido Comunista, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2006, tomo 51, pág. 47
(7) Documentos del X Congreso Nacional del Partido Comunista, Editorial Política Nacional, Hanoi, 2006, pág. 101
(8) Documentos del XI Congreso Nacional del Partido ComunistaIbíd., pág. 80
(9), (10) Documentos del XII Congreso Nacional del Partido Comunista, Ibíd., págs. 136, 136-138
(11) Documentos del XI Congreso Nacional del Partido Comunista, Ibíd., pág. 80
(12) Documentos del XII Congreso Nacional del Partido Comunista, Ibíd.,págs. 134-135
(13) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, Ibíd.,tomo I, pág. 47
(14) Véase: “Índice de Desarrollo Humano de Vietnam sube dos escaños”, Periódico Nhan Dan (Pueblo) en línea, del 10 de septiembre de 2022, https://nhandan.vn/chi-so-phat-trien-con-nguoi-viet-nam-tang-hai-bac-post714578.html
(15) La tasa de trabajadores en el sector de agricultura-silvicultura-acuicultura disminuyó del 45 por ciento en 2015 al 32 por ciento en 2020
(16) El ingreso promedio de los trabajadores en 2020 fue de cuatro millones 200 mil dong (más de 170 dólares)
(17) Durante el período 2019-2021, se registraron un millón de personas adicionales, un aumento de cinco veces en comparación con hace 10 años
(18) El número de participantes en el seguro de desempleo aumentó de ocho millones 270 mil personas en 2012 a 13 millones 400 mil en 2021, equivalente al 30 por ciento de la fuerza laboral en las edades aplicables
(19) Documentos del XIII Congreso Nacional del Partido Comunista, Ibíd., tomo I, págs. 147-148

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No.1021 (septiembre de 2023)