La red de seguridad social que cimenta una economía humana en Vietnam

Asoc., DR. BUI VAN HUYEN - Asoc., DR. NGUYEN NGOC TOAN
Director del Instituto de Economía de la Academia Nacional de Política Ho Chi Minh - Miembro del Instituto de Economía de la Academia Nacional de Política Ho Chi Minh
13:20, 10-26-2021

Revista Comunista - La garantía de la seguridad social es considerada por el Partido Comunista y el Estado de Vietnam como una tarea sustancial en el progreso de la renovación nacional, que evidencia la buena naturaleza del sistema político del país. Durante los últimos años, la red de seguridad social de Vietnam ha contribuido a garantizar el bienestar social de la población y desarrollar una economía humana. En el futuro cercano, el país promoverá los logros alcanzados y resolverá las insuficiencias para perfeccionar su red de seguridad social, avanzando de ese modo en el camino hacia una economía al servicio del hombre.

El miembro del Buró Político del Partido Comunista y primer ministro de Vietnam, Pham Minh Chinh, y dirigentes de la provincia de Bac Ninh entregan obsequios a enfermos e inválidos de guerra en un centro especializado en el cuidado de esas personas en el distrito de Thuan Thanh _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

La red de seguridad social y la economía humana 

De acuerdo con la organización Oxfam, la economía debe ser diseñada y construida para satisfacer las distintas demandas de todos los seres humanos, a la par de proteger nuestro planeta. Se trata de una economía por el ser humano, que propugna la igualdad, equidad y sostenibilidad, en la cual el progreso social beneficie a todos sin dañar el medioambiente, mientras se respeten las contribuciones remuneradas y no remuneradas a la economía. En una economía humana, los gobiernos deben planificar políticas de igualdad para todos, incluidos mujeres y niños. Esa economía, en primer lugar, debe garantizar la igualdad de oportunidades e ingresos, y cuidar el medioambiente y los valores sociales (1).

Una de las exigencias de la economía humana es garantizar el derecho de la población a la seguridad social, con los ingresos mínimos y el acceso a los servicios sociales básicos. En la vida, cada persona no puede siempre estar amparada con ingresos estables para satisfacer sus demandas. ¿Cómo uno puede garantizar sus condiciones de vida y satisfacer sus demandas, por lo menos las mínimas, durante su vejez o en casos desafortunados? Por todo ello existe la red de seguridad social para garantizar los ingresos para aquellos que desafortunadamente pierdan o tengan reducidos sus ingresos debido al deterioro de la salud, la vejez, el desempleo y otras causas. 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define la seguridad social como “la protección que una sociedad proporciona a los individuos y los hogares para asegurar el acceso a la asistencia médica y garantizar la seguridad del ingreso, en particular en caso de vejez, desempleo, enfermedad, invalidez, accidentes de trabajo, maternidad o pérdida del sostén de familia(2). Para cubrir las demandas de diferentes grupos, el sistema de seguridad social se organiza en forma de una red, integrada por: 

Primero, el sistema de apoyo al empleo.
Segundo, el sistema de seguro social.
Tercero, el sistema de asistencias sociales.
Y cuarto, el sistema de garantía de los servicios sociales básicos.

Los componentes de la red de seguridad social se vinculan e  interactúan entre sí y tienen como fin cumplir el propósito común de prevenir los riesgos, proteger a la población e impulsar el desarrollo. En ese sentido, la red de seguridad social es un sistema que cimenta la construcción de la economía humana a través de la garantía de los ingresos y el acceso a los servicios sociales básicos de todos los pobladores, especialmente los grupos vulnerables, a saber, personas de edad avanzada y minusválidas, mujeres, niños y pobres. La ampliación de la cobertura de la red de seguridad social sobre toda la población para garantizar el acceso y aprovechamiento universal del bienestar social constituye una exigencia de la economía humana. 

Portadores de póliza del seguro social disfrutan de servicios de salud de alta calidad en la Policlínica del distrito de Cam Khe, provincia de Phu Tho _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias 

Resultados de la construcción y despliegue de la red de seguridad social en Vietnam

La Resolución número 15-NQ/TW, adoptada el 1 de junio de 2012 durante el V pleno del Comité Central del Partido Comunista del XI mandato, sobre “Algunas cuestiones acerca de las políticas sociales en el período 2012-2020” planteó el objetivo de desarrollar el sistema de seguridad social de Vietnam adecuándolo a las condiciones de un país de ingreso medio y en sintonía con los estándares internacionales, con el fin de proteger cada vez mejor los derechos humanos fundamentales. Posteriormente, durante el VII pleno del Comité Central del XII mandato, el Partido Comunista clarificó las orientaciones y soluciones para las reformas de las políticas de seguro social dispuestas en la Resolución número 28-NQ/TW, adoptada el 23 de mayo de 2018, sobre “Las reformas de las políticas de seguro social”. En virtud de ese documento, los cambios incluyen: 1- Construir un sistema de seguridad social integrado por tres capas, la primera de los cuales consiste en el subsidio social de jubilación para las personas de edad avanzada sin pensión mensual ni seguro social. En el segundo nivel, se encuentra el seguro social básico, incluido el obligatorio y el voluntario basado en la contribución de los empleados y empleadores. El último nivel consiste en el seguro de jubilación complementario calculado según los principios del mercado, que ofrece a los contribuyentes otras opciones para poder beneficiarse de una pensión más alta; 2- Reajustar el plazo mínimo en que los ciudadanos deben participar en el seguro social para que disfruten de forma flexible las pensiones, a la par de cambiar el método de cálculo de esa asignación según el principio contribución-cobro y los principios de equidad, igualdad, responsabilidad y sostenibilidad. Además, ampliar la lista de grupos participantes en el seguro social obligatorio, promover la conectividad y complementariedad entre las políticas de seguro social, así como su flexibilidad para ampliar la cobertura de ese sistema. Al mismo tiempo, incrementar la participación de los trabajadores informales en el seguro social y reajustar las regulaciones sobre la cantidad de las contribuciones y el método de cálculo para expandir la cobertura del seguro social; 3- Renovar la elaboración e implementación de las políticas de seguro social para consolidar la confianza y la satisfacción de los contribuyentes; 4- Aumentar la edad de jubilación según el itinerario trazado, eliminar las deficiencias del sistema de seguro de jubilación flexibilizando los requisitos para los cobradores y fortaleciendo las regulaciones sobre el pago del seguro social en una sola vez. Reajustar la tasa de acumulación para que la tasa máxima de pensión que uno reciba en correspondencia con su contribución al sistema de seguro social sea compatible con las prácticas internacionales. Además, ajustar la pensión para que sea relativamente independiente en relación con el salario de los trabajadores y cambiar el método de cálculo de la pensión reduciendo las brechas en la asignación que reciben diferentes grupos de jubilados; 5- Diversificar la cartera de valores del Fondo de seguro social, garantizando la seguridad, sostenibilidad y eficiencia de las inversiones.

Al concretizar los lineamientos y orientaciones del Partido Comunista, el Estado de Vietnam ha construido un sistema legal y promulgado una serie de políticas para garantizar cada vez mejor el bienestar social, tales como leyes y políticas generales al respecto, así como herramientas legales específicas para cada ámbito. El Estado sostiene que la red de seguridad social de Vietnam se sustenta en cuatro pilares: empleo, seguro social, prestaciones sociales y servicios sociales básicos.

La red de seguridad social contribuye a crear empleos y reducir la pobreza, ayudando a los trabajadores a garantizar los medios de subsistencia e ingresos _Foto: Archivo

En términos de beneficiarios y nivel de disfrute, la red de seguridad social de Vietnam es multinivel y parecida a los pisos de protección social de la OIT. En tal línea, en el primer nivel, el Estado garantiza la seguridad mínima de los pobladores a través de los subsidios sociales, la reducción de la pobreza y el suministro de los servicios sociales básicos. El modelo de seguridad social de Vietnam se propone asegurar que todas las personas cuenten con un nivel mínimo de vida, especialmente los grupos vulnerables como niños, ancianos, minusválidos, mujeres, pobres y miembros de las etnias minoritarias. Sin embargo, esa tarea enfrenta numerosas dificultades, debido a las insuficiencias del nivel de desarrollo económico y del presupuesto estatal. Al optar por aplicar el modelo de seguro social multinivel con la pensión social en la primera capa, planteado por el Partido Comunista en la Resolución del VII pleno del Comité Central del XII mandato, Vietnam trabaja con vistas a garantizar la seguridad social mínima para los ancianos sin pensión ni otros ingresos. La segunda capa consiste en el seguro social, en el cual la población activa contribuye a ese sistema y disfruta de la protección en caso de enfermedad, accidente o maternidad. Al llegar la vejez, se beneficia de la pensión y después de su muerte, sus familiares recibirán beneficios para los sobrevivientes. Además, aquellos que desean una mayor compensación pueden elegir el seguro social complementario en la tercera capa. 

Durante los últimos años, esa red ha contribuido a la garantía de la seguridad social y la construcción de la economía humana en Vietnam, en aspectos como: 

Primero, la red de seguridad social ha contribuido a la creación de empleo y reducción de la pobreza, gracias a lo cual numerosas personas consiguieron trabajo y de ese modo obtuvieron medios de subsistencia e ingresos. La tasa de pobreza ha caído en el país: de 2016 hasta 2020 la tasa de pobreza multidimensional se redujo de 9,9 a 4,8 por ciento. 

Segundo, la cobertura del seguro social se ha expandido, elevando los beneficios de los titulares, especialmente en caso de maternidad, enfermedad y desempleo. El número de participantes en ese sistema aumentó de 13 millones 56 mil en 2016 a 16 millones 101 mil en 2020.

Tercero, se ha otorgado una mayor atención a las prestaciones sociales, lo que ha contribuido a garantizar las condiciones de vida de personas de edad avanzada, minusválidas o afectadas por los desastres naturales. Ese sistema ha atraído el respaldo cada vez mayor de la sociedad y las empresas. Hasta el momento, las políticas de prestaciones sociales son aplicables a la mayoría de los grupos de todas las edades, entre los cuales el tres por ciento de la población y el cien por ciento de las personas beneficiadas de esas políticas reciben el subsidio mensual. Mientras tanto, todos los afectados por los desastres naturales, la hambruna y las epidemias disfrutan de una asistencia oportuna. 

Cuarto, se ha prestado una mayor atención al suministro de los servicios sociales básicos, cuya calidad se mejora cada vez más. Gracias a los  esfuerzos por ampliar el acceso a los servicios sociales básicos como la educación, salud y agua potable, Vietnam obtuvo un alto índice de desarrollo humano y resultados impresionantes en la reducción de la pobreza, particularmente la multidimensional, y en la ampliación de la cobertura del seguro médico sobre más del 80 por ciento de la población.

Sin embargo, Vietnam también debe resolver algunas insuficiencias de su red de seguridad social, tales como: 

Primero, la cobertura de la red de seguridad social aún sigue siendo limitada en la actualidad. Aunque se propone garantizar la seguridad social a toda la población, de hecho la red nacional solo puede cubrir una parte de ella. Evidencia esa situación la baja tasa de cobertura del seguro social, pese a su mejoría en los últimos años. Por un lado, solo más del 30 por ciento de la población activa obtiene el seguro social, mientras que la cobertura del seguro de desempleo también resulta modesta; por otro lado, el número de titulares voluntarios del seguro social solo representa una parte marginal de los trabajadores participantes en ese sistema. Desde 2008 hasta la fecha, el sistema solo atrajo la participación de alrededor de 300 mil personas, en comparación con unos 40 millones de trabajadores informales en el país. 

Una situación similar ocurre con las prestaciones sociales. Actualmente la seguridad social cubre principalmente a los pobres y minusválidos desamparados o sin capacidad de automanutención, los mayores de 80 años de edad y trabajadores formales con el seguro social. Eso significa que una buena parte de la fuerza laboral todavía no participa en el seguro social y no se beneficia de ese sistema, en la actualidad y en el futuro tras su jubilación. Además, una considerable parte de personas en edad de retiro no obtienen el seguro social y no reciben las asistencias. El apoyo a los minusválidos y niños huérfanos resulta escaso, igual pasa con la asistencia a las personas con alto riesgo de insuficiencia económica o en el umbral de la pobreza.

Segundo, el modelo actual de seguridad social enfrenta el riesgo de insostenibilidad en medio del envejecimiento de la población. En 1996, por cada 217 contribuyentes al Fondo de seguro social hubo un beneficiario de pensión, pero en 2011, ese ratio fue de solo 10:1, hecho que ha cortado el superávit de ese financiamiento. Con el ritmo de crecimiento de los gastos, si no se rediseña el modelo actual, el deber superará pronto el haber, amenazando con agotar el Fondo de seguro social. Notablemente, la tendencia alcista de que los trabajadores, especialmente en las empresas y parques industriales, cobran en una sola vez el pago de seguro social, ha afectado el Fondo e incrementado el número de personas que no reciben ese beneficio al jubilarse. El financiamiento de los pagos también depende de manera considerable del presupuesto estatal.

Además, la creciente demanda de la seguridad social -debido al envejecimiento de la población y la elevada conciencia pública sobre esa protección- y la ampliación de la cobertura de las prestaciones y pensiones sociales han ejercido una gran presión sobre el presupuesto estatal, que actualmente constituye el financiamiento principal de los apoyos sociales y una parte del seguro social.

Tercero, el nivel de apoyo en el modelo actual de seguridad social resulta insuficiente y una parte de la población no tiene garantizadas las mínimas condiciones de vida. Los pagos para la garantía de la seguridad social representan una parte marginal del Producto Interno Bruto (PIB) y en los gastos totales del presupuesto estatal. En concreto, durante el período 2012-2018, el desembolso de la financiación para este fin ocupó solo el 2,44 por ciento del PIB y el 8,66 por ciento de los gastos presupuestarios. 

Además, los aún escasos recursos financieros se han dedicado de forma dispersa en numerosos programas y políticas, hecho que ha reducido la eficiencia de las inversiones para la seguridad social. La laxa gestión y supervisión de la asignación y uso de la financiación han posibilitado el dispendio y pérdidas que afectan la eficiencia de las políticas. 

Orientaciones para perfeccionar la red de seguridad social por una economía humana en Vietnam

Para perfeccionar la red de seguridad social con vistas a una economía humana, Vietnam necesita construir un sistema multinivel basado en el modelo de los pisos de protección social de la OIT. 

En el primer nivel, hay que garantizar la seguridad social básica, incluyendo los ingresos y las condiciones de vida mínimas a los pobladores. Como la seguridad social se considera un derecho inherente del ser humano, la primera capa del modelo de seguridad social debe garantizar la protección básica a toda la población. De hecho, ese nivel se dedica principalmente a los grupos vulnerables tales como niños, ancianos, discapacitados sin ingresos, pobres y personas desempleadas o subempleadas sin la capacidad de autogarantizar la seguridad social. En ese sentido, el sistema asegurará que esos individuos tengan acceso a los servicios básicos de la seguridad social, incluso si no puedan contribuir a la red. 

En la red común, el nivel de seguridad social básica está compuesto por cuatro elementos: 

Primero, la atención médica universal mediante la cobertura del seguro de salud sobre toda la población. En ese sentido, todos los pobladores recibirán la atención de salud y se beneficiarán del seguro médico en caso de enfermedad. Las personas con ocupaciones e ingresos comprarán el seguro médico obligatorio y disfrutarán de los beneficios que brinda, mientras que para aquellas sin recursos o con escasos ingresos, el Fondo de seguro social, el presupuesto estatal y otras fuentes de financiamiento cubrirán la totalidad o una parte de la compra.

Segundo, la seguridad social infantil. Como los dueños futuros de la nación, los niños tienen garantizados los derechos a la seguridad social básica, tales como a la alimentación, la nutrición adecuada, la vestimenta y el acceso a los servicios primordiales como educación, salud, vivienda, agua potable e información. La política de seguridad social básica para los infantes tiene como objetivo principal asegurar que los niños no pasen hambre y reciban una nutrición adecuada, reducir la tasa de desnutrición y garantizar que los pequeños en edad escolar puedan ir a los centros educativos, con vistas a universalizar la educación general. También se propone ofrecer a los menores de seis años la atención médica gratuita en todos los casos y asegurar que todos los huérfanos o desamparados sean atendidos en instalaciones de protección social o cuidados por personas y hogares voluntarios. Los cuidadores de huérfanos reciben un subsidio del Fondo de Atención Infantil, financiado por el presupuesto estatal y contribuciones de la comunidad.

Los niños son los futuros dueños de la nación y tienen garantizados los derechos al bienestar básico, incluido a la alimentación y nutrición y los servicios básicos tales como la educación y la salud _Foto: Agencia Vietnamita de Noticias

Tercero, la seguridad social para los ancianos, discapacitados y personas que no pueden trabajar. Las personas mayores y minusválidas no obtienen ingresos debido a su estado de salud. Mientras algunos ancianos reciben la pensión tras contribuir al fondo nacional durante su período laboral. Para los ancianos sin pensión y los discapacitados, la seguridad social les garantiza los ingresos mínimos a través del suministro de la pensión o las asistencias sociales. El financiamiento provendrá del fondo de pensión social, el presupuesto estatal y otras fuentes, entre ellas las contribuciones de la comunidad. Como más de la mitad de los ancianos en Vietnam no reciben pensión, es imposible proveer apoyo inmediato a esas personas, sino en el futuro cercano. Se deberá renovar el modelo de seguridad social ampliando los grupos beneficiarios según un itinerario concreto, sin superar la capacidad financiera del presupuesto estatal y mediante la movilización de las fuentes comunitarias. Además, hay que elevar la edad de jubilación y estimular a los ancianos a realizar trabajos adecuados con su salud, de forma que obtengan no solo mayores ingresos, sino también un mejor estado físico y mental y una vida más útil.

Cuarto, la seguridad social para los pobres, desempleados y subempleados. Ese grupo tiene suficiente salud pero está desamparado debido al desempleo, el subempleo u ocupaciones con insuficientes ingresos. La seguridad social básica debe apoyar a esas personas a través del subsidio, tales como el de desempleo, y la creación de oportunidades para que cambien y encuentren otros trabajos o emprendan sus propios negocios, y de ese modelo obtengan suficientes medios para ganarse la vida. Sin embargo, es crucial establecer un límite y gestionar estrechamente los subsidios para este grupo, para prevenir el abuso y la dependencia excesiva del apoyo social. 

De hecho, la seguridad social básica en el primer nivel se dedica principalmente a los grupos vulnerables como niños huérfanos, hogares pobres, ancianos sin pensión y personas discapacitadas, quienes no tienen suficientes medios de subsistencia. En efecto, esta primera capa busca beneficiar a los sujetos de los sistemas de apoyo al empleo y reducción de la pobreza, de prestaciones sociales y de servicios sociales básicos. 

Para aquellos en condiciones de trabajar, la garantía de los ingresos en caso de incidentes o jubilación se basa en los niveles segundo y tercero de la red de seguridad social.

En la segunda capa, la seguridad social se basa en la contribución obligatoria o voluntaria de los trabajadores. Constituye el pilar de ese nivel el sistema de seguro social basado en los aportes de los empleados y empleadores. Es decir, los contratantes y contratados pagarán las primas del seguro social y recibirán la indemnización en caso de pérdida de ingresos por enfermedades, carencia de capacidad laboral o baja por maternidad,  y después de la jubilación. El nivel de disfrute se basa parcialmente en la contribución y en el principio de reparto entre los contribuyentes. El mecanismo basado en la correlación contribución-cobro garantizará la igualdad entre los sectores público y privado, y entre los titulares del seguro social obligatorio y voluntario. Además del seguro social, este grupo de personas podrán disfrutar del acceso a los servicios básicos (y avanzados) y recibir apoyo si pierden su empleo y asistencias en caso de circunstancias desafortunadas. 

Mientras tanto, el tercer nivel, o de seguridad social avanzada, satisface la demanda de los individuos y hogares aspirantes a recibir beneficios más altos. Es decir, los hogares e individuos pueden comprar el seguro social avanzado para obtener una alta pensión, o el seguro médico complementario para disfrutar de una mejor atención de salud. También pueden contribuir al sistema de seguridad social para recibir mejores servicios, conforme a la política del país de estimular el financiamiento y la participación de la comunidad en la construcción y gestión de las infraestructuras y proyectos públicos.

Esa red permitirá garantizar la seguridad social básica a toda la población, incluidos los ingresos mínimos y el acceso a los servicios esenciales. También constituye la base para construir una economía humana en Vietnam./.

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(1) A. P. Butt, J. Remme, L. Rost, S. A. Koissy-Kpein “Exploring the need for gender-equitable fiscal policies for a human economy: Evidence from Uganda and Zimbabwe”, Oxfam Research Reports, 2018
(2) OIT: “Hechos concretos sobre la seguridad social”, ILO.org
(3) C. Arnold, T. Conway y  M. Greenslade: “Cash transfers Literature Review”, Londres: Departamento de Desarrollo Internacional, 2011
(4) Barrientos: “Social protection and poverty. Social Policy and Development Programme”, Instituto de las Naciones Unidas para Estudios sobre Desarrollo Social, Ginebra, 2021, pág. 42

Este artículo fue publicado en la Revista Comunista No. 966 (mayo de 2021).