Desarrollo de las industrias de procesamiento y manufactura en Vietnam: Percepción y orientación de las políticas (Primera parte)

DR. TRAN TUAN ANH
Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam, Secretario del Comité de Asuntos Partidistas, Ministro de Industria y Comercio
17:53, 04-21-2021

PRIMERA PARTE: PAPEL DE LAS INDUSTRIAS DE PROCESAMIENTO Y MANUFACTURA EN LA ECONOMÍA
 

Revista Comunista- Las industrias de procesamiento y manufactura han demostrado su importancia en el proceso de industrialización y desarrollo económico, reflejada desde el ascenso del Reino Unido en el siglo XIX hasta el de Estados Unidos, Alemania y Japón a mediados del siglo XX, o los nuevos países industrializados a finales del siglo XX y recientemente de China. El éxito de esas naciones al convertirse en países de ingresos altos durante el período de la industrialización es una evidencia de que las industrias de procesamiento y manufactura constituyen un camino al desarrollo y una clave para la prosperidad de cada país.

El éxito de varias naciones durante el período de la industrialización para convertirse en países de ingresos altos es una evidencia de que las industrias de procesamiento y manufactura constituyen un camino al desarrollo y una clave para la prosperidad de cada país _Foto: Archivo

Contribuciones de las industrias de procesamiento y manufactura al PIB y la generación de empleos

El Producto Interno Bruto (PIB) de una nación está compuesto por tres sectores económicos principales que son la agricultura, la industria-construcción y los servicios. La agricultura  y la industria-construcción son los campos que generan la riqueza y bienes tangibles, mientras que los servicios brindan productos intangibles. Los productos intangibles y tangibles están estrechamente vinculados entre sí en la cadena de valor y todos aportan a la economía. La cadena de valor representa una serie de actividades por las que un producto debe pasar por la secuencia de actividades para transformarse de una idea a un producto específico y en cada etapa que atraviesa el producto, se agrega valor al artículo.

La cadena de valor suele iniciarse desde los estudios de desarrollo hasta las labores de diseño, fabricación, marketing, distribución y servicios posventa. La fabricación intermedia conecta principalmente las actividades del sector de servicios. A pesar de generar menor valor agregado en la cadena, la producción es indispensable, porque la falta de la etapa productiva no puede brindar una cadena de valor completa. Hoy día, gracias a la integración económica y la globalización, la cadena de valor va más allá del territorio de un país para convertirse en una cadena de valor mundial. Las etapas productivas intensivas en mano de obra y con bajo valor agregado se trasladan a los países en vía de desarrollo para aprovechar el costo laboral y sus ventajas comparativas. Aunque ser trasladas al exterior, las labores de la producción de estas cadenas dependen completamente de empresas suministradoras de servicios creados a partir de las investigaciones del desarrollo, el sistema de distribución y el desarrollo de la marca comercial instaladas en los países desarrollados.

La producción proporciona una base importante para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades e innovación asociada con el estudio y el desarrollo. Los países industriales desarrollados son también la cuna de nuevas ideas, invenciones e industrias importantes para el futuro de la economía, que incluyen materiales avanzados, biotecnología, nanotecnología y dispositivos mecánicos de precisión. El advenimiento de las tecnologías innovadoras también proviene de las industrias de procesamiento y manufacturera que fueron la base de las revoluciones industriales. El mundo ha experimentado cuatro revoluciones industriales, cada de ellas iniciada por un cambio radical en la tecnología de producción. Si las invenciones e iniciativas relacionadas con la mecánica y la fabricación son la base de las primeras dos revolucionarias industriales, las del sector electrónico y mecatrónica constituyen el fundamento de la tercera y la cuarta. Las corporaciones multinacionales y empresas líderes en las industrias de procesamiento y manufactura, la mayoría de ellas en los países industrializados, son las pioneras en el desarrollo de las tecnologías.

El sector industrial consta de cuatro rubros principales, a saber: minería; industrias de procesamiento y manufactura; producción y distribución de electricidad-gas; y suministro de agua. De ellas, las de procesamiento y manufactura juegan un papel clave, creando el mayor valor agregado para este sector. En los países industrializados, ya sean desarrollados durante mucho tiempo o emergentes, las industrias de procesamiento y manufactura aportan un 20 por ciento del PIB. En 2019, esas industrias en China ocuparon un 27,1 por ciento del PIB, en Corea del Sur el 25,3 por ciento, Tailandia el 25,3 por ciento, Malasia el 21,5 por ciento, Japón 20,7 por ciento, Singapur 19,8 por ciento y Alemania 19,4 por ciento, mientras esa cifra en Vietnam fue de 16,5 por ciento. Además, las instalaciones de producción y de procesamiento y manufactura de los países desarrollados se trasladaron al exterior en medio de la globalización y la división internacional del trabajo a través del flujo de inversión extranjera. Por lo tanto, el potencial de las industrias de procesamiento y manufactura de esas naciones puede ser mucho mayor.

En cuanto a la contribución al PIB de los sectores económicos, las estadísticas desde 2020 muestran que la estructura económica de Vietnam ha experimentado un cambio positivo hacia la industrialización, con un declive gradual de la proporción de la agricultura y el aumento de la industria y los servicios. Los campos que más contribuyen a la economía incluyen el procesamiento, la manufactura, la agricultura, las ventas minoristas y mayoristas, y la minería. Todos los sectores restantes aportan menos del cinco por ciento cada uno. Eso significa que las industrias de procesamiento y manufactura han desempeñado el papel de locomotora del desarrollo económico en los años recientes.

Las industrias de procesamiento y manufactura también constituyen una fuente suministradora de empleo e ingresos estables a largo plazo. La mayoría de los trabajos dependen directamente o indirectamente de la producción. Gracias a la recuperación de las industrias manufactureras, Estados Unidos en las décadas de 1920 y 1930 pudo proporcionar decenas de millones de nuevos puestos de trabajo, superar la recesión y convertirse en una potencia mundial. En 2019, China registró 28,2 por ciento de los empleos generados a partir de las industrias de procesamiento y manufactura, Alemania el 26,8 por ciento, Japón 24,3 por ciento, Corea del Sur 24,8 por ciento, Malasia 27,2 por ciento, Tailandia 23,4 por ciento y Vietnam 25,8 por ciento. En los últimos tiempos, consciente de la importancia de estas industrias para el crecimiento económico y la generación de empleos, el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, adoptó diversas medidas drásticas para convencer a las empresas nacionales de traer de vuelta al país sus actividades de producción.

En cuanto a la generación de empleos de los sectores económicos, las estadísticas desde 2010 muestran que las transformaciones en la estructura económica han provocado cambios en la estructura laboral, reflejados en la disminución considerable de los laborantes en la agricultura desde 49,5 por ciento en 2010 a 37,7 por ciento en 2018 y el aumento de los empleados en los campos de industria y servicios. Las industrias de procesamiento y manufactura han demostrado su papel de liderazgo en la absorción de la mano de obra procedente del sector agrícola, con una subida de la proporción de trabajadores de 13,5 a 17,9 por ciento, seguido por el sector de servicios al por mayor y al por menor, con alzas de 11,3 a 13,5 por ciento, respectivamente, en el mencionado período. Los restantes campos tienen una proporción de trabajadores inferior a 10 por ciento. Es decir, más del 60 por ciento de la fuerza laboral del país se encuentran trabajando en tres sectores económicos principales: agricultura, industrias de procesamiento y manufactura, y los servicios mayoristas y minoristas. Con la tendencia a la baja de la mano de obra en el sector agrícola, en el próximo tiempo las industrias de procesamiento y manufactura, y los servicios mayoristas y minoristas tendrán que generar más empleos para satisfacer las necesidades de la sociedad.

Vietnam se encuentra en un período demográfico dorado, pues la población en edad laboral representa más del 50 por ciento de sus habitantes y es un recurso para el desarrollo, así como también una presión en la creación de empleos. Las industrias de procesamiento y manufactura constituyen el generador principal de empleos en la economía, sin embargo, sus actividades desempeñan diferentes papeles. En concreto, la confección, el calzado y el procesamiento de alimentos siguen siendo las principales esferas que brindan puestos de trabajo con una tasa de crecimiento laboral promedio de seis por ciento en la etapa 2014-2017. La electrónica surgió recientemente como una industria intensiva en mano de obra, creando la mayoría de los puestos laborales con una subida de 21 por ciento en la misma etapa. Otros campos como el caucho, plástico, mecánica y automóviles también tienden a aumentar la demanda de mano de obra, en consonancia con el cambio de estructura industrial al registrar un incremento promedio superior al ocho por ciento.

Con el fin de aprovechar de manera eficaz las oportunidades en la etapa de demografía dorada, además de crear muchos puestos de trabajo para satisfacer las necesidades de la sociedad, también es necesario prestar atención a la generación de trabajos con altos rendimientos e ingresos. Es decir, la calidad del empleo contribuye a promover el crecimiento económico y convertir a Vietnam de un país de ingresos medios a uno de ingresos altos. Si solo se enfoca en el crecimiento de la cantidad sin otorgar importancia a la calidad, el país enfrentará el riesgo de “envejecer pero sin hacerse rico” y caer en la trampa de la renta media al finalizar el período demográfico dorado.

Por tal motivo, no se debe depender solo de la estructura de la fuerza laboral de las industrias de procesamiento y manufactura para cumplir las metas de creación de empleo. Es que las esferas de uso intensivo de mano de obra como la confección y el calzado generan el mayor número de puestos de trabajos, pero tienen la productividad laboral más baja. Esto refleja exactamente la realidad de los sectores de confección textil y calzado del país que dependen de las empresas extranjeras. Las etapas de producción que generan alto valor agregado están todas en manos de compañías foráneas, mientras que las empresas nacionales solo realizan servicios de subcontratación para marcas extranjeras y ejecutan labores que crean el valor agregado más bajo en la cadena de valor. Algunas industrias emergentes como la electrónica, química, maquinaria, equipamiento y automóviles registraron el aumento de la fuerza laboral, a la vez que mantuvieron el crecimiento estable de la productividad, lo que muestra que las industrias de procesamiento y manufactura están experimentando un cambio estructural acertado y deben desarrollarse en los próximos tiempos.

Las industrias de procesamiento y manufactura, y la meta de convertir a Vietnam en un país industrial moderno

Con el actual crecimiento de las industrias de procesamiento y manufactura, Vietnam podría integrarse al grupo de los países industriales emergentes según la clasificación de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (UNIDO) en los próximos años. La UNIDO considera el valor agregado per cápita del sector manufacturero (MVA per cápita) como un indicador clave que refleja el nivel del desarrollo de la producción industrial en relación con el tamaño de la población de un país. Este concepto se ha utilizado sistemáticamente en la serie de informes sobre el desarrollo industrial publicados anualmente por la UNIDO. Evaluando el desarrollo de los países en el mundo, la UNIDO señaló que la tasa de MVA en el PIB ya no aumentará al alcanzar un cierto umbral, cuando esa nación haya logrado la industrialización al nivel más alto. El PIB per cápita en ese momento se estima en unos 13 mil dólares (paridad de poder adquisitivo-PPP, 2010) y el MVA se mantiene en alrededor de 20 por ciento. Según estadísticas de UNIDO, una economía se considera industrializada si el MVA per cápita después del ajuste supera los dos mil 500 dólares (PPP, 2010).

Una nación se clasifica como “economía industrial emergente” si logra avances notables en la industrialización y tiene un MVA per cápita después del ajuste entre mil y dos mil 500 dólares o el PIB per cápita oscila entre 10 mil y 20 mil dólares. De esa manera, se ha incluido otro criterio en la definición para agregar a la lista de economías emergentes varios países con grandes contribuciones a la producción industrial mundial. Estas naciones cumplen todos los criterios de una economía emergente, pero relativamente, debido al gran tamaño de su población, aún no han alcanzado el nivel de MVA per cápita como otros países. Entonces, esta lista incluye las principales fábricas del mundo (que contribuyen 0,5 por ciento o más del MVA global) como la India y China. La clasificación nacional basada en el nivel de industrialización consta de cuatro grupos principales, con umbrales estadísticos y los siguientes criterios específicos:

Actualmente, Vietnam se clasifica en el grupo de economías en vías de desarrollo con el MVA per cápita a punto de alcanzar el umbral de los mil dólares. Si se mantiene una alta tasa de crecimiento de MVA, por encima de ocho por ciento como en los últimos años, se espera que en los próximos cinco a siete años, Vietnam cumpla los criterios para unirse al grupo de economías emergentes según la taxonomía de la UNIDO.

La correlación entre las industrias de procesamiento y manufactura y los servicios: Orientación de políticas en tiempo próximo

Recientemente, al observar que la industria muestra signos de desaceleración en comparación con los servicios y la meta de convertirse en un país industrializado en 2020 es difícil de lograr, algunas opiniones apuntan a que en el contexto actual, con la disponibilidad de las nuevas tecnologías de la cuarta revolución industrial, las industrias de procesamiento y manufactura no serán tan importantes en la economía como solían ser. En cambio, los servicios serán la fuerza impulsora del desarrollo económico, ayudando a convertir a los países de ingresos medios en los de ingresos altos. Además, el crecimiento basado en la industrialización ya no es apropiado en el contexto del desarrollo de las tecnologías y servicios cada vez más industrializados. Esta valoración puede basarse en la realidad en los países desarrollados donde se reporta la reducción de las contribuciones de las industrias de procesamiento y manufacturera, y el aumento de los aportes de los servicios. En Vietnam a pesar de que las industrias de procesamiento y manufacturera registran crecimiento, el incremento de los servicios alcanza el ritmo más alto y este sector aporta cada vez más a la economía. Pero esta afirmación solo se basa en las estadísticas de la industria de servicios, sin considerar la estructura de toda la cadena de valor porque, de hecho, el sector de servicios depende de la envergadura y el desarrollo de las industrias de producción. Si no hay la industria manufacturera, no habrá oportunidades para desarrollar los servicios.

El sector de servicios incluye 15 industrias diferentes, dividas en cuatro grupos principales: 1- Servicios de distribución (incluidas esferas como las ventas minoristas y mayoristas, transporte y almacenamiento); 2-Servicios para fabricantes (comunicación, finanzas, seguro, alquiler de equipos y publicidad); 3-Servicios sociales (administración pública, seguridad-defensa, educación-formación y salud); 4-Servicios personales (hoteles, restaurantes, entretenimiento y cultura). En los países tanto desarrollados como en vías de desarrollo, el grupo de servicios de distribución suele representar la mayor proporción (entre el 15 y 20 por ciento del PIB), pero el comercio minorista y el negocio mayorista son las actividades de compra y venta de bienes producidos por las industrias de procesamiento y manufactura, y el campo logístico, de transporte y almacenamiento no puede desarrollarse si no hay el intercambio de productos creados por esas industrias. Lo mismo ocurre con el sector inmobiliario que también constituye un campo de servicios con gran proporción (al aportar el 10 por ciento del PIB). Es decir, la venta y compra de bienes raíces, como apartamentos o edificios, son productos de la producción (de cemento, hierro, acero y muebles). A pesar del desarrollo comercial y los servicios, según la Organización Mundial del Comercio (OMC), el 80 por ciento de comercio global entre las regiones en la actualidad sigue concentrándose en el intercambio de mercancías, es decir, los servicios solo ocupan el 20 por ciento del de trasiego mercantil mundial. Entonces, los servicios de distribución tampoco pueden desarrollarse sin el comercio de productos. Particularmente, las esferas logísticas, de transporte y almacenamiento aportan considerablemente al PIB, a la vez que constituyen un componente de los costos de las industrias de procesamiento y manufactura. Si estos campos operan de manera ineficaz, aumentarán los costos y se reducirá la productividad de las industrias de procesamiento y manufactura. Incluso los sectores de salud y turismo usan y consumen los productos de las industrias de procesamiento y manufactura como equipamientos médicos, medicamentos, productos farmacéuticos y artículos en hoteles y restaurantes. Las finanzas constituyen un sector de servicios que según muchas personas no están relacionadas con la manufactura porque sus actividades son la rotación de los recursos excedentes del sector no financiero en la economía, pero se trata de un campo manufacturero, lo que significa que también depende de manera indirecta de la manufactura. Las empresas especializadas en la producción y las industrias de procesamiento y manufacturera tienen demandas en los servicios como consultoría, investigaciones para desarrollo, educación y formación, por lo tanto cuando más desarrollen estas industrias, más exigentes serán las demandas en cuanto a la calificación de mano de obra y las investigaciones.

En resumen, la salud de la economía depende en gran medida del comportamiento del sector manufacturero. La guerra comercial entre Estados Unidos y China y la pandemia de la COVID-19 demuestran claramente la importancia de la producción resiliente y de las cadenas de valor con la combinación estrecha entre la producción y los servicios. Al no dominar el origen de las tecnologías, China enfrenta numerosos desafíos por el corte de suministro de tecnologías y el retiro de los inversionistas a pesar de ser la fábrica mundial. Mientras tanto, los países desarrollados como Estados Unidos y de la Unión Europea (UE), debido a la interrupción de la cadena de valor en el país a causa del traslado de la producción al extranjero, no pueden satisfacer la demanda de los productos básicos en el contexto de la pandemia. Obviamente, definir el modelo de crecimiento económico no es elegir entre industria o servicios, sino debe identificar la producción como el núcleo y que los servicios deben servir a la producción para generar el valor agregado. Un país pequeño como Singapur (ciudad-estado) u Hong Kong (territorio de China) debe centrarse en los servicios y depender de la manufactura de otras naciones debido a los recursos limitados, las condiciones geográficas y factores históricos. En Singapur, el aporte de las industrias de procesamiento y manufactura al PIB alcanzan casi 20 por ciento. Mientras tanto, con una población de casi 100 millones de habitantes, una estructura demográfica joven, una alta demanda de empleos y casi 70 por ciento de los pobladores en zonas rurales, para lograr la independencia, autonomía y prosperidad, Vietnam debe contar con las industrias de procesamiento y manufacturera desarrolladas para que el proceso de modernización y la urbanización se lleve a cabo de manera rápida y sostenible. Por lo tanto, el crecimiento de las industrias de procesamiento y manufactura impulsará el desplazamiento de trabajadores de las áreas rurales y de la agricultura a la industria y los servicios, brindando condiciones favorables para aplicar tecnologías en la agricultura y aumentar el valor agregado en este sector.

Los datos y evaluaciones anteriores muestran que las industrias de procesamiento y manufactura juegan un papel importante en la economía. En los próximos años, para mantener el incremento económico y evitar la trampa de la renta media, Vietnam debe continuar persiguiendo el objetivo de la industrialización, particularmente centrándose en los mencionados campos, a la vez que desarrolla de manera efectiva los servicios de distribución y servicios para los productores con el fin de generar motores duales para el crecimiento. El impulso de las industrias de procesamiento y manufactura es crear un mercado para el desarrollo de los servicios. Por lo tanto, los recursos sociales deben concentrarse en el mejoramiento de la capacidad de las empresas industriales nacionales, así como en la formación y desarrollo de las grandes compañías y las cadenas de suministro y valor del país para que sean capaces de competir en el mercado mundial. El país también debe generar un entorno inversionista favorable para las empresas industriales, aumentar el valor agregado y promover la participación más profunda de las compañías en la cadena de valor global. El progreso de las industrias de procesamiento y manufactura asentará una base sólida y contribuirá al desarrollo de los servicios, mientras tanto el desarrollo de los servicios mejorará la productividad y la eficiencia de las industrias de procesamiento y manufactura./.

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See the second part

This article was published in the Communist Magazine number 951 (October 2020)